Un intento fallido de fusión entre ambas películas, ''Astérix en Bretaña'' y ''Astérix y Obélix contra los Vikingos''. En su ímpetu por crear una trama que fusione la comedia clásica de las primeras películas y las técnicas modernas de los últimos largometrajes, el director Laurent Tirard ha creado una historia que, pese a mantenerse fiel a ambas precursoras en multitud de aspectos, se aleja enormemente en tantos otros. En su totalidad la película deja mucho que desear tanto en trama como en efectos, resultando decepcionante para quienes han seguido la saga desde sus principios.

Las dos primeras películas de Astérix y Obélix que vi me parecieron malas por las interpretaciones exageradas y otros motivos, pero sobre todo ese; lo que no sabía, es que al menos la historia que contaban te mantenía más o menos en vilo y entretenido; esta cuarta entrega no hay por donde cogerla a ese respecto. Las interpretaciones siguen siendo horribles, en este caso la historia no engancha y por si fuera poco, el acento que han puesto a la mayoría de personajes en el doblaje español es nefasto, tanto que al hablar parecen tontos.

Creía que era suficiente con las dos primeras películas para darse cuenta de que no van a ningún sitio. Pero veo que no es así, pues recientemente han sacado otra secuela. Debo decir que tengo una ligera esperanza (que no se de dónde sale viendo el resultado de las otras tres películas) en la de los Juegos Olímpicos, el argumento y la historia tienen todo para que sea una película entretenida. Cruzo los dedos.

“Axtérix y Obélix al servicio de su majestad” solo sirve para demostrar que la franquicia de las películas de Axtérix y Obélix ha muerto definitivamente. No es que sea mala, pero es insulsa e innecesaria. Divierte a ratos por repetición de los mismos chistes (ya caducos) y su factura es menos perfecta que las anteriores, huele a Dinseyland Paris y efectos baratos de ordenador por todos lados y ni tan siquiera el estupendo Gerard Depardieu es motivo suficiente para ver esta película. Con productos como este uno solo puede preguntarse de dónde sacan los franceses tanto dinero para hacer cosas como estas con tan poca gracia. La respuesta debe ser que la taquilla les respalda. Pero como sigan así pronto la gente dejará de ir a ver las películas de Axtérix y Obélix. Infantil, soporífera e innecesaria. Solo para fans.

Sin duda, es la peor de la saga, insípida y sin chispa alguna.
Se agradece que enarbolen el concepto de amistad, aunque sea tímidamente.
Lo mejor, las 4 o 5 canciones en el transcurso de la película.

De las que más me ha gustado de la saga de las que actúan actores reales, esta incluso me gustó mas que las películas a las que representa en dibujos.
Si es verdad que tiene tramos y paridas infumables, pero a su vez tiene 3 o 4 puntazos que no he podido parar de reír, sin lugar a dudas es bastante mas divertida que las anteriores, aunque no se podría llegar a decir que es un peliculón, ni si quiera una gran película, simplemente pasable.