Los hombres detrás del sol
1988 

5.8
1,285
Drama. Bélico. Terror
Durante la Segunda Guerra Chino-Japonesa y la Segunda Guerra Mundial, los japoneses ocuparon durante diez años el noroeste de China. Allí establecieron un campo de concentración japonés, donde numerosos prisioneros chinos fueron brutalmente asesinados durante el proceso de creación de diferentes formas de ataques bacteriológicos. Los hombres que trabajaron en ese proyecto fueron bautizados con el nombre de "Escuadrón 731", quienes ... [+]
5 de octubre de 2010
5 de octubre de 2010
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si de verdad los hechos que se relatan en esta película existieron, es dificil asimilar que el ser humano sea tan cruel y tenga esa capacidad para crear y difundir el dolor más extremo.
Más que una película yo llamaría a este film un documental que narra las diversas torturas y experimentos que el Ejército Imperial Japonés practicó con civiles Chinos, ( paralelamente lo mismo hacia Hitler con los judíos) con el propósito de probar y asi verificar armas bacteriológicas para un ataque contra China, con el propósito de reducir y asesinar a su población y así ganar la conquista. Todo esto se daba lugar en un campo de concentración escalofriante que crearon en el norte de China, un campo de sufrimiento, con verjas electrificadas e instalaciones, cámaras de prueba y laboratorios donde llevaban a cabo los experimentos y las torturas, con el objetivo principal de que lo que allí pasaba no podía salir de allí, nadie del exterior podía estar al tanto de lo que dentro de este campo de concentración sucedía.
La razón por la cual los "científicos" y oficiales Japoneses deciden crear armas bacteriológicas reside en la falta de soldados, crean estas armas con el propósito de matar en masa, de crear una extinción sin apenas bajas de soldados. Dos ejemplos de armas que crearon fueron virus 60 veces más fuertes de los ya existentes y bombas con pulgas, que propagarían la peste negra por todo el país. Tenían presos chinos usados como conejillos de india a los que inyectaban sueros para posteriormente comprobar la reacción en el cuerpo humano, hacían pruebas con la temperatura y con la presión en los cuerpos y eran sometidos a disecciones en vivo, porque según ellos tenían que estar vivos mientras se les aplicaban estas atrocidades.
Otro punto de la película se basa en el reclutamiento de niños, de niños de tan sólo 12 o 14 años que instruían como soldados japoneses por falta de adultos convatientes, y que eran sometidos tambien a la violencia. Niños, que cuando saieron de alli, no eran aceptados por la sociedad por todo lo que habían vivido y contemplado.
Respecto a la película, aparte de su brutalidad, se deja ver. La dirección es normalita, pero suficiente para mostrar lo que se quiere contar. Lo único que no me ha gustado, ha sido la polémica escena del gato comido por las ratas, y digo polémica porque es real, podía haber usado un muñeco pero usó a un gato de verdad para que fuera devorado y descuartizado, eso se podría haber hecho de otra forma.
Más que una película yo llamaría a este film un documental que narra las diversas torturas y experimentos que el Ejército Imperial Japonés practicó con civiles Chinos, ( paralelamente lo mismo hacia Hitler con los judíos) con el propósito de probar y asi verificar armas bacteriológicas para un ataque contra China, con el propósito de reducir y asesinar a su población y así ganar la conquista. Todo esto se daba lugar en un campo de concentración escalofriante que crearon en el norte de China, un campo de sufrimiento, con verjas electrificadas e instalaciones, cámaras de prueba y laboratorios donde llevaban a cabo los experimentos y las torturas, con el objetivo principal de que lo que allí pasaba no podía salir de allí, nadie del exterior podía estar al tanto de lo que dentro de este campo de concentración sucedía.
La razón por la cual los "científicos" y oficiales Japoneses deciden crear armas bacteriológicas reside en la falta de soldados, crean estas armas con el propósito de matar en masa, de crear una extinción sin apenas bajas de soldados. Dos ejemplos de armas que crearon fueron virus 60 veces más fuertes de los ya existentes y bombas con pulgas, que propagarían la peste negra por todo el país. Tenían presos chinos usados como conejillos de india a los que inyectaban sueros para posteriormente comprobar la reacción en el cuerpo humano, hacían pruebas con la temperatura y con la presión en los cuerpos y eran sometidos a disecciones en vivo, porque según ellos tenían que estar vivos mientras se les aplicaban estas atrocidades.
Otro punto de la película se basa en el reclutamiento de niños, de niños de tan sólo 12 o 14 años que instruían como soldados japoneses por falta de adultos convatientes, y que eran sometidos tambien a la violencia. Niños, que cuando saieron de alli, no eran aceptados por la sociedad por todo lo que habían vivido y contemplado.
Respecto a la película, aparte de su brutalidad, se deja ver. La dirección es normalita, pero suficiente para mostrar lo que se quiere contar. Lo único que no me ha gustado, ha sido la polémica escena del gato comido por las ratas, y digo polémica porque es real, podía haber usado un muñeco pero usó a un gato de verdad para que fuera devorado y descuartizado, eso se podría haber hecho de otra forma.
11 de febrero de 2012
11 de febrero de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película que en más de una vez me dejó con la boca abierta.
El tema que maneja no es algo muy nuevo, y el enfoque que se le da en esta película en realidad es algo simplista y con poca originalidad. La historia es casi una suma de anécdotas y la historia que más o menos tiene un desarrollo es más que secundaria. El guión es muy simple y los diálogos totalmente planos y casi monótonos.
Lo que impacta de esta película es las terribles prácticas mostradas y peor aún, lo extremádamente gráfico, explícito y brutal de las escenas, algunas de ellas que pueden llegar a molestar mucho ya sea por su contenido o por su desmedido realismo.
Al final no hay un solo elemento que de una esperanza para la humanidad, y creo que ese es el mayor valor de esta película, el ser totalmente cruda y desesperanzadora.
El tema que maneja no es algo muy nuevo, y el enfoque que se le da en esta película en realidad es algo simplista y con poca originalidad. La historia es casi una suma de anécdotas y la historia que más o menos tiene un desarrollo es más que secundaria. El guión es muy simple y los diálogos totalmente planos y casi monótonos.
Lo que impacta de esta película es las terribles prácticas mostradas y peor aún, lo extremádamente gráfico, explícito y brutal de las escenas, algunas de ellas que pueden llegar a molestar mucho ya sea por su contenido o por su desmedido realismo.
Al final no hay un solo elemento que de una esperanza para la humanidad, y creo que ese es el mayor valor de esta película, el ser totalmente cruda y desesperanzadora.
1 de mayo de 2012
1 de mayo de 2012
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Polémico film realizado y producido en China por mayor oposición a su eterno enemigo y rival japonés y que narra el macabro episodio acaecido a la zona dominada por los nipones en la base de Harbin (Manchukuo o Manchuria) durante la II Guerra Mundial. Basado en hechos reales cuenta los procesos de experimentación en el desarrollo de armas bacteriológicas y químicas que muchos militares y científicos provenientes del Sol Naciente desarrollaron en un campo de concentración diseñado para tales fines, y a las órdenes del teniente general Shiro Ishii, equivalente japonés al doctor Mengele pero que, a diferencia de éste, fue amnistiado por los norteamericanos a cambio de pasarles información sobre sus procedimientos con el fin de no facilitarles información a los rusos una vez finalizada una guerra que ya daban desesperadamente por perdida y que, como único recurso, iban a emplear su armamento químico y bacteriológico.
La película denuncia los maltratos que el Ejército Imperial Japonés sostuvo contra los ciudadanos que retuvieron en su base militar, siendo objetos de torturas de cualquier clase: expuestos en hornos de compresión, a la congelación, a brutales disecciones quirúrgicas o a merced de las bombas… La película de Tun Fei Mou, por su procedencia (no olvidemos que China es una de las principales potencias en pasarse por alto los Derechos Humanos) es una muestra clara que de lo más aberrante no se puede llegar a más… Pero su denuncia queda en poco, salvo la escena del pobre gato que acaba nadando en un mar de ratas y solo para demostrar una teoría de que hay otros recursos “letales” que se pueden emplear en la Industria de Guerra.
La película denuncia los maltratos que el Ejército Imperial Japonés sostuvo contra los ciudadanos que retuvieron en su base militar, siendo objetos de torturas de cualquier clase: expuestos en hornos de compresión, a la congelación, a brutales disecciones quirúrgicas o a merced de las bombas… La película de Tun Fei Mou, por su procedencia (no olvidemos que China es una de las principales potencias en pasarse por alto los Derechos Humanos) es una muestra clara que de lo más aberrante no se puede llegar a más… Pero su denuncia queda en poco, salvo la escena del pobre gato que acaba nadando en un mar de ratas y solo para demostrar una teoría de que hay otros recursos “letales” que se pueden emplear en la Industria de Guerra.
27 de marzo de 2017
27 de marzo de 2017
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Crees que no aporta nada? ¿Crees que es solo una película con imágenes escandalosas para suscitar el morbo y que más gente se interese por verla? Estás en un error. Éste film, traspasa la frontera de la ficción, para narrar hechos históricos, con una brutalidad aún por debajo de lo estipulado en la época ambientada, y que denuncia uno de los múltiples casos, por culpa de / o gracias a los cuales, se creó la DUDH. Eso si, hay que advertir que, como contrapunto, a pesar de que en el 77 se promulgó la declaración de los derechos de los animales, lamentablemente, en este films es obvio que se incumplen de manera atroz. No apta a sensibles de estómago, 4 sobre 5.
25 de mayo de 2021
25 de mayo de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película sobre las horripilantes atrocidades cometidas por el infame escuadrón 731 del ejército japonés en la Segunda Guerra Mundial, que no ahorra detalles escabrosos de los experimentos con humanos que se llevaron a cabo: mutilaciones varias, congelación con nitrógeno, inoculación de gérmenes de todo tipo, extirpaciones y trasplantes de órganos al vivo...dada su combinación de tono exhibicionista y estética austera es difícil decidir si la idea es documentar y denunciar las atrocidades que se relatan, o enseñar escenas sangrientas y desagradables por morbo. O las dos cosas a la vez. Sea como sea, en aquellos tiempos en que no existía Internet ni había canales temáticos de documentales, yo (y supongo que no fui el único) me enteré de la historia del escuadrón 731 y de la magnitud de las atrocidades de los japoneses en su intento de conquista de Asia gracias a esta película, así que aunque solo sea por eso, hay que reconocerle cierta utilidad.
Fuera de eso, poco hay que comentar, porque más allá de la exhibición de las diferentes barbaridades apenas hay historia que contar, y tanto las interpretaciones como los diálogos y el apartado técnico en general (fotografía, puesta en escena y demás) son de andar por casa. Los efectos especiales, eso sí, son bastante eficaces.
Siempre se ha comentado que la escena del gato es real, y que se grabaron escenas de cadáveres reales, autopsias reales y cosas de estas. Si es así, mal hecho. Pero bueno, no me consta. Aunque vete a saber...
Me quedo, en todo caso, con su valor digamos documental acerca de unos hechos terribles no suficientemente conocidos...y por los que nadie fue castigado nunca. De hecho el máximo responsable de aquellas asquerosidades vivió una larga y apacible vida después de aquello e incluso llegó a vender algunos de sus "hallazgos científicos" a la industria farmacéutica estadounidense.
Fuera de eso, poco hay que comentar, porque más allá de la exhibición de las diferentes barbaridades apenas hay historia que contar, y tanto las interpretaciones como los diálogos y el apartado técnico en general (fotografía, puesta en escena y demás) son de andar por casa. Los efectos especiales, eso sí, son bastante eficaces.
Siempre se ha comentado que la escena del gato es real, y que se grabaron escenas de cadáveres reales, autopsias reales y cosas de estas. Si es así, mal hecho. Pero bueno, no me consta. Aunque vete a saber...
Me quedo, en todo caso, con su valor digamos documental acerca de unos hechos terribles no suficientemente conocidos...y por los que nadie fue castigado nunca. De hecho el máximo responsable de aquellas asquerosidades vivió una larga y apacible vida después de aquello e incluso llegó a vender algunos de sus "hallazgos científicos" a la industria farmacéutica estadounidense.
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