El mono
5.3
3,197
Terror. Comedia
Cuando los gemelos Hal y Bill descubren el antiguo mono de juguete de su padre en el ático, una serie de truculentas muertes comienzan a ocurrir a su alrededor. Los hermanos deciden tirar el mono y continuar con sus vidas, distanciándose con el paso de los años. Pero cuando las misteriosas muertes vuelven a sucederse, los hermanos deberán reunirse para destruir el mono antes de que acabe con las vidas de todos a su alrededor. (FILMAFFINITY) [+]
3 de marzo de 2025
3 de marzo de 2025
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gustan los autómatas. También los mecánicos de cuerda. Das vueltas a la llave y resucitan. Algunos, hasta dicen algo. El mono de los platillos es un clásico.
Y fui a ver al mono del tambor.
A Stephen King le gusta crear débiles mentales en diferentes contextos. Suele dotarlos, además, de una lacerante crueldad. Probablemente es su forma predilecta de metaforizar su visión de una sociedad en pleno estado de putrefacción. Y aunque no suele salir de su querido ámbito yanqui, sabemos que esto es, sin demasiados problemas, perfectamente extrapolable.
El meollo de la comedia gore está en satisfacer el morbo del friki mediante la ostentación de lo grotesco. Y aquí, Perkins pincha. Aunque consigue mostrar personajes lo suficientemente odiosos como para merecer muertes atroces, aquellos terminan resultando rutinarios en su estúpida (e insistente) chabacanería, lo que provoca cierta sensación de indiferencia, y éstas, por su parte, se encuentran muy alejadas de lo insólito, con lo que su pretendida jocosidad está, por decir algo, poco menos que ausente.
Perkins sabe que carece del entusiasmo necesario para ser original y opta por desorientarse en flashbacks pretenciosos que terminan acabando con las posibilidades de lo cómico, de lo gamberro (aquí sustituido por lo soez) y sobre todo de una truculencia que, en una trama con la fuerza perdida de antemano, se vuelve inútil.
EN RESUMEN: lo mejor de todo, el mono. Vos veréis.
Y fui a ver al mono del tambor.
A Stephen King le gusta crear débiles mentales en diferentes contextos. Suele dotarlos, además, de una lacerante crueldad. Probablemente es su forma predilecta de metaforizar su visión de una sociedad en pleno estado de putrefacción. Y aunque no suele salir de su querido ámbito yanqui, sabemos que esto es, sin demasiados problemas, perfectamente extrapolable.
El meollo de la comedia gore está en satisfacer el morbo del friki mediante la ostentación de lo grotesco. Y aquí, Perkins pincha. Aunque consigue mostrar personajes lo suficientemente odiosos como para merecer muertes atroces, aquellos terminan resultando rutinarios en su estúpida (e insistente) chabacanería, lo que provoca cierta sensación de indiferencia, y éstas, por su parte, se encuentran muy alejadas de lo insólito, con lo que su pretendida jocosidad está, por decir algo, poco menos que ausente.
Perkins sabe que carece del entusiasmo necesario para ser original y opta por desorientarse en flashbacks pretenciosos que terminan acabando con las posibilidades de lo cómico, de lo gamberro (aquí sustituido por lo soez) y sobre todo de una truculencia que, en una trama con la fuerza perdida de antemano, se vuelve inútil.
EN RESUMEN: lo mejor de todo, el mono. Vos veréis.
22 de febrero de 2025
22 de febrero de 2025
10 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
José Mota, en uno de los cientos de podcasts que hay en la actualidad, describió la comedia y la risa como la única cosa que se atreve a sacarle la lengua a la muerte. Nos va a llevar, pero nos burlamos de ella. "Le da sentido", termina diciendo el cómico. The Monkey, en esencia, es eso.
Del director de Longlegs, la cinta de terror que revolucionó el año pasado y que recién descubro que tiene más detractores de los que pensaba que existían, tenemos otra cita terrorífica con un poco (bastante) de comedia. Si Longlegs, con una increíble puesta en escena, podía recordar al terror de El Silencio de los Corderos, The Monkey es la sátira de terror que siempre divide a la audiencia. Quién espera terror, saldrá decepcionado y enfadado. Quién sabe a lo que se enfrenta, bienvenido a esta divertidísima experiencia.
La película arranca con la clásica escena inicial de un slasher en la que se presenta al villano de la historia y se presencia la muerte de una víctima desconocida que establece el tono y nivel de violencia y contenido explícito. The Monkey presenta un juguete -no es un juguete- de un mono con un tambor (se quedó sin platillos por culpa de Disney) en una tienda de antigüedades. Sin saber muy bien el contexto, se relaciona un gesto del juguete con la muerte de algún personaje. La muerte es exagerada, gráfica y su base puede ser inverosímil, pero es lícita al tratarse del inicio.
Con ese prólogo, la cinta establece su tono auto paródico, que irá incrementando a la par que su comedia y lo surrealista de su premisa. La primera muerte, sin contar el prólogo, es la que encamina la historia hacia un corte más satírico que dramático. Se trata un tema pesadillesco para muchos como un chiste para todos.
Es muy valiente estrenar una comedia de terror tras el éxito de Longlegs. La mezcla de géneros combina francamente bien por el conocimiento del cineasta sobre el género de terror, añadiéndole comedia negra y un reparto de caras (y cameos) conocidas que ves que se lo están pasando pipa. Sobre todo Theo James, que hace doble protagonista, y Tatiana Maslany que, sin aparecer mucho, justifica que el director la haya elegido para protagonizar su siguiente historia.
Con una guerra de hermanos como la historia detrás de la sangre, Oz Perkins firma un slasher mamarracho que se vuelve memorable cuando abraza del todo su sentido del humor y lo retuerce hasta lo grotesco. Podría entender a los que no entran en su juego y la tachan de película absurda, pero conseguir que ese tercer acto sea efectivo en emoción y comedia es muy difícil.
Aludiendo al miedo más común del ser humano, te hace olvidar durante una fresca hora y media que todos vamos a morir. Mientras tanto, habrá que sacarle la lengua a la muerte.
Del director de Longlegs, la cinta de terror que revolucionó el año pasado y que recién descubro que tiene más detractores de los que pensaba que existían, tenemos otra cita terrorífica con un poco (bastante) de comedia. Si Longlegs, con una increíble puesta en escena, podía recordar al terror de El Silencio de los Corderos, The Monkey es la sátira de terror que siempre divide a la audiencia. Quién espera terror, saldrá decepcionado y enfadado. Quién sabe a lo que se enfrenta, bienvenido a esta divertidísima experiencia.
La película arranca con la clásica escena inicial de un slasher en la que se presenta al villano de la historia y se presencia la muerte de una víctima desconocida que establece el tono y nivel de violencia y contenido explícito. The Monkey presenta un juguete -no es un juguete- de un mono con un tambor (se quedó sin platillos por culpa de Disney) en una tienda de antigüedades. Sin saber muy bien el contexto, se relaciona un gesto del juguete con la muerte de algún personaje. La muerte es exagerada, gráfica y su base puede ser inverosímil, pero es lícita al tratarse del inicio.
Con ese prólogo, la cinta establece su tono auto paródico, que irá incrementando a la par que su comedia y lo surrealista de su premisa. La primera muerte, sin contar el prólogo, es la que encamina la historia hacia un corte más satírico que dramático. Se trata un tema pesadillesco para muchos como un chiste para todos.
Es muy valiente estrenar una comedia de terror tras el éxito de Longlegs. La mezcla de géneros combina francamente bien por el conocimiento del cineasta sobre el género de terror, añadiéndole comedia negra y un reparto de caras (y cameos) conocidas que ves que se lo están pasando pipa. Sobre todo Theo James, que hace doble protagonista, y Tatiana Maslany que, sin aparecer mucho, justifica que el director la haya elegido para protagonizar su siguiente historia.
Con una guerra de hermanos como la historia detrás de la sangre, Oz Perkins firma un slasher mamarracho que se vuelve memorable cuando abraza del todo su sentido del humor y lo retuerce hasta lo grotesco. Podría entender a los que no entran en su juego y la tachan de película absurda, pero conseguir que ese tercer acto sea efectivo en emoción y comedia es muy difícil.
Aludiendo al miedo más común del ser humano, te hace olvidar durante una fresca hora y media que todos vamos a morir. Mientras tanto, habrá que sacarle la lengua a la muerte.
18 de febrero de 2025
18 de febrero de 2025
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Osgood Perkins vuelve después del polarizante éxito de Longlegs (2024), una película que dividió a un público que quizá esperaba una cosa y recibió otra. En mi caso, las sensaciones con respecto a esta propuesta fueron realmente positivas.
Ese éxito le ha servido como catapulta para hacerse un nombre en la industria del terror, aunque Longlegs (2024) fue mal llamado terror cuando era claramente un thriller. Pero, más allá de tecnicismos, esta vez el estadounidense adapta un cuento de Stephen King: una macabra historia sobre un mono de juguete que posee la capacidad de matar aleatoriamente. Una premisa que resulta imposible no asociar con cintas como Destino final (2000), sobre todo por esas muertes que mezclan lo sobrenatural con los accidentes más cómicos y rocambolescos que tu mente pueda imaginar.
Perkins adapta The Monkey (2025) mediante el gore y el humor negro. No se centra en generar un mínimo estado de perturbación, como lo hizo el año pasado, sino que, por el contrario, prefiere darle un enfoque basado en las risas incómodas y el gore irrealmente satisfactorio.
La factura técnica es correcta, pero el estadounidense no exhibe las virtudes visuales que demostró el pasado verano. La cinta se focaliza en la simpleza de su argumento y en personajes planos que se elevan por lo gamberro e irreverente de ciertos diálogos y escenas.
El gore, los efectos visuales y los protésicos responden a un correctismo que ni chirría ni sorprende, ya que las muertes destacan más por lo brutales e inverosímiles que por su originalidad genuina.
Después de asistir a su premiere, puedo afirmar que Perkins baja el nivel general ofrecido en su anterior trabajo, aunque sí es cierto que el enfoque y la narrativa de The Monkey (2025) es eminentemente juvenil y gamberra, lo que se traduce en una limitación inherente al proyecto. En definitiva, es más una cuestión de enfoque que de incompetencia.
Más en: https://nosvemoslosjueves.com/cine/critica-de-the-monkey-2025
Ese éxito le ha servido como catapulta para hacerse un nombre en la industria del terror, aunque Longlegs (2024) fue mal llamado terror cuando era claramente un thriller. Pero, más allá de tecnicismos, esta vez el estadounidense adapta un cuento de Stephen King: una macabra historia sobre un mono de juguete que posee la capacidad de matar aleatoriamente. Una premisa que resulta imposible no asociar con cintas como Destino final (2000), sobre todo por esas muertes que mezclan lo sobrenatural con los accidentes más cómicos y rocambolescos que tu mente pueda imaginar.
Perkins adapta The Monkey (2025) mediante el gore y el humor negro. No se centra en generar un mínimo estado de perturbación, como lo hizo el año pasado, sino que, por el contrario, prefiere darle un enfoque basado en las risas incómodas y el gore irrealmente satisfactorio.
La factura técnica es correcta, pero el estadounidense no exhibe las virtudes visuales que demostró el pasado verano. La cinta se focaliza en la simpleza de su argumento y en personajes planos que se elevan por lo gamberro e irreverente de ciertos diálogos y escenas.
El gore, los efectos visuales y los protésicos responden a un correctismo que ni chirría ni sorprende, ya que las muertes destacan más por lo brutales e inverosímiles que por su originalidad genuina.
Después de asistir a su premiere, puedo afirmar que Perkins baja el nivel general ofrecido en su anterior trabajo, aunque sí es cierto que el enfoque y la narrativa de The Monkey (2025) es eminentemente juvenil y gamberra, lo que se traduce en una limitación inherente al proyecto. En definitiva, es más una cuestión de enfoque que de incompetencia.
Más en: https://nosvemoslosjueves.com/cine/critica-de-the-monkey-2025
24 de febrero de 2025
24 de febrero de 2025
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Crítica de The Monkey (2025).-
Osgood Perkins vuelve a sumergirse en el terror con The Monkey, una adaptación del relato de Stephen King que parte de una premisa inquietante: un viejo mono de juguete con platillos que, cada vez que suena, trae consigo la muerte. La idea es buena, el material de origen tiene potencial, pero la película se queda a medio camino entre lo inquietante y lo aburrido.
Lo mejor que tiene es su atmósfera. Perkins es un director que sabe crear tensión con planos largos, silencios incómodos y una sensación de malestar constante. Visualmente, la película es muy cuidada y el diseño del mono logra ser bastante perturbador. Theo Thames hace un trabajo decente como protagonista, transmitiendo el miedo de su personaje, pero el guion no le da suficiente profundidad para que realmente conectemos con él.
El gran problema es el ritmo. The Monkey avanza de forma demasiado lenta, sin sustos impactantes ni momentos que realmente pongan los pelos de punta. Aunque el terror sugerido puede funcionar muy bien, aquí no termina de cuajar. El desarrollo de los personajes también es bastante plano, lo que hace que sus destinos no nos importen demasiado.
En conclusión, “The Monkey” no es un desastre, pero tampoco deja huella. Es una película con una atmósfera lograda y una buena dirección, pero que nunca termina de despegar ni de generar un verdadero impacto.
Nota: 5/10
Osgood Perkins vuelve a sumergirse en el terror con The Monkey, una adaptación del relato de Stephen King que parte de una premisa inquietante: un viejo mono de juguete con platillos que, cada vez que suena, trae consigo la muerte. La idea es buena, el material de origen tiene potencial, pero la película se queda a medio camino entre lo inquietante y lo aburrido.
Lo mejor que tiene es su atmósfera. Perkins es un director que sabe crear tensión con planos largos, silencios incómodos y una sensación de malestar constante. Visualmente, la película es muy cuidada y el diseño del mono logra ser bastante perturbador. Theo Thames hace un trabajo decente como protagonista, transmitiendo el miedo de su personaje, pero el guion no le da suficiente profundidad para que realmente conectemos con él.
El gran problema es el ritmo. The Monkey avanza de forma demasiado lenta, sin sustos impactantes ni momentos que realmente pongan los pelos de punta. Aunque el terror sugerido puede funcionar muy bien, aquí no termina de cuajar. El desarrollo de los personajes también es bastante plano, lo que hace que sus destinos no nos importen demasiado.
En conclusión, “The Monkey” no es un desastre, pero tampoco deja huella. Es una película con una atmósfera lograda y una buena dirección, pero que nunca termina de despegar ni de generar un verdadero impacto.
Nota: 5/10
22 de marzo de 2025
22 de marzo de 2025
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos encontramos ante la típica película que comete todos los errores que no debería cometer, esto sobre todo debido a que esta basada en una pequeña novela de Stephen King, el genial escritor que creo obras como "El resplandor" o "It". A esto debemos sumar el director de la cinta es Oz Perkins, justo hace pocos meses salió otra cinta suya titulada "Longlegs" esta sí que era una buena cinta de terror que generaba un ambiente de tensión dentro de la sala de cine.
Pues bien, con estos dos nombres dentro de la cinta todo debería haber salido perfecto pero no ha sido así. Que cinta más genérica, en todo rato la ves como un producto de una calidad media tirando a baja, algo más parecido a película exclusiva de alguna de las plataformas que todos vemos.
Respecto a la trama tampoco debemos esperar grandes giros de guion o algo complejo, un padre que es piloto y nunca esta en casa trae de sus viajes ciertos artículos raros de los países que visita, pues así es como sus hijos descubrirán uno de estos artículos, un mono que toca los platillos y que muestra una apariencia bastante terrorífica.
Los niños tendrán la fatídica idea de apretar la llave de la espalda del juguete hasta que se den cuenta de las consecuencias fatídicas que esto puede llegar a tener.
Así es como pasamos de repente de una película que podría ser interesante a una sangría constante, un mono que los protagonistas no consiguen perder de vista y que cada vez que se le da cuerda decide hacer que alguien muera de alguna horrible forma.
Mi nota para esta genérica cinta es de un 5/10, esta nota es por no poner menos y por que si no esperas nada de ella puedes entretenerte durante un raro pero din buscar nada más allá de esto.
Pues bien, con estos dos nombres dentro de la cinta todo debería haber salido perfecto pero no ha sido así. Que cinta más genérica, en todo rato la ves como un producto de una calidad media tirando a baja, algo más parecido a película exclusiva de alguna de las plataformas que todos vemos.
Respecto a la trama tampoco debemos esperar grandes giros de guion o algo complejo, un padre que es piloto y nunca esta en casa trae de sus viajes ciertos artículos raros de los países que visita, pues así es como sus hijos descubrirán uno de estos artículos, un mono que toca los platillos y que muestra una apariencia bastante terrorífica.
Los niños tendrán la fatídica idea de apretar la llave de la espalda del juguete hasta que se den cuenta de las consecuencias fatídicas que esto puede llegar a tener.
Así es como pasamos de repente de una película que podría ser interesante a una sangría constante, un mono que los protagonistas no consiguen perder de vista y que cada vez que se le da cuerda decide hacer que alguien muera de alguna horrible forma.
Mi nota para esta genérica cinta es de un 5/10, esta nota es por no poner menos y por que si no esperas nada de ella puedes entretenerte durante un raro pero din buscar nada más allá de esto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Después de una trama así de simple a la vez que poco sorpresiva para el espectador, solo hay algo que puedo intentar destacar, esto es la interpretación de Theo James que lo tiene complicado al interpretar a los dos hermanos en su versión adulta. Lo complicado de esto es grabar dos papeles distintos casi a la vez, uno un personaje de lo más chulesco y prepotente y otro una persona reservada que no muestra mucho de si misma.
Otra parte de la historia es el intento de unir al hermano bueno con su adolescente hijo del cual se ha perdido la mayor parte de su infancia y ahora esta a punto de dejar de tener custodia alguna sobre él. Un viaje, una reconciliación padre e hijo y muchos cadáveres por el camino.
Otra parte de la historia es el intento de unir al hermano bueno con su adolescente hijo del cual se ha perdido la mayor parte de su infancia y ahora esta a punto de dejar de tener custodia alguna sobre él. Un viaje, una reconciliación padre e hijo y muchos cadáveres por el camino.
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