Batman eternamente
4.6
44,599
Ciencia ficción. Fantástico. Acción
La ciudad de Gotham está amenazada por un hombre que intenta vengarse de la Humanidad; su rostro está desfigurado por el ácido y se hace llamar El Caras. Por otra parte, un psicópata con intención de dominar el mundo ha inventado un estrafalario aparato que permite absorber las ondas cerebrales de los seres humanos. Ambos se unirán para lograr sus propósitos. (FILMAFFINITY)
19 de julio de 2008
19 de julio de 2008
13 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Burton estaba fuera. Así de claro. Joel Scumacher fue el encargado de realizar esta tercera parte, producida por Tim Burton.Para los fans de Batman aquí comienza el declive de la saga.
Reconozcamos una cosa: el comienzo es bueno. No alcanza la carga dramática del de Batman Vuelve (el origen del Pingüino), pero es mucho más espactacular que el de Batman. Sin embargo, ya en este prometedor inicio se hacen patentes los dos primeros errores del guión: las ridiculeces obra de Akiva Goldsman, patentes en el primer diálogo de la película y el patético villano que es Dos Caras.
Y, aunque el planteamiento parezca interesante, a medida que avanza la película nuestra perplejidad aumenta. En primer lugar, el héroe: Batman parece tener un conflicto de dualidad y de crisis de personalidad causado por los paralelismos entre la muerte de los padres de Dick y la de sus propios padres. Pero dicho conflicto no puede provocarnos empatía alguna porque simplemente no existe. También nos quieren hacer creer que nuevos y olvidados aspectos de la muerte de sus padres le hacen reafirmar su papel de justiciero, pero esto también es falso por los mismos motivos: no hay un buen héroe.
Segundo, la chica: una psiquiatra obsesionada con Batman. A priori interesante, pero fallido. Si ya la confrontación en la psique de Batman es incompleta, el hecho de que una doctora la investigue le añade más confusión al asunto. Igualmente el romance es un mero pasatiempo, un pretexto para tener a una chica en apuros, una aventura amorosa muy mal explicada y muy caprichosa y cambiante.
Tercero, los villanos: pésimos en su totalidad. La dualidad y la esquizofrenia de Dos Caras aquí se pierden. Él solo es un ladrón que también aparenta tener doble personalidad pero que nunca la muestra; solo existe un Dos Caras, un Dos Caras patético y grotesco, un auténtico bufón. Y no hablemos ya de Enigma; otro payaso de peor categoría cuyos famosos acertijos solo se aplican en Bruce Wayne.
Cuarto, Robin: la presentación es buena, fiel al cómic, pero luego nos damos cuenta de que solo era una primera impresión. No aguanto a ese niñato macarra y chulo, de actitud guay y pedante. Simplemente no lo aguanto. Sobra.
Y quinto, el factor Goldsman: para mí, él es el artífice de todo esto. ÉL es el causante de que el guión de, a veces, vergüenza ajena. Él pone en boca de los villanos absolutas sandeces. Él hace que el final totalmente irreal y patético, cuando en los dos primeros tercios se intenta, aunque no se consigue, mantener un mínimo de seriedad.
A pesar de sus buenas intenciones e ideas no son nada si se quedan en pretextos poco o nada dibujados. Se quiere mantener el tono adulto de las anteriores entregas, pero se falla al querer hacerlo demasiado complejo a la vez que demasiado fantasioso y no saber aunarlo.
Reconozcamos una cosa: el comienzo es bueno. No alcanza la carga dramática del de Batman Vuelve (el origen del Pingüino), pero es mucho más espactacular que el de Batman. Sin embargo, ya en este prometedor inicio se hacen patentes los dos primeros errores del guión: las ridiculeces obra de Akiva Goldsman, patentes en el primer diálogo de la película y el patético villano que es Dos Caras.
Y, aunque el planteamiento parezca interesante, a medida que avanza la película nuestra perplejidad aumenta. En primer lugar, el héroe: Batman parece tener un conflicto de dualidad y de crisis de personalidad causado por los paralelismos entre la muerte de los padres de Dick y la de sus propios padres. Pero dicho conflicto no puede provocarnos empatía alguna porque simplemente no existe. También nos quieren hacer creer que nuevos y olvidados aspectos de la muerte de sus padres le hacen reafirmar su papel de justiciero, pero esto también es falso por los mismos motivos: no hay un buen héroe.
Segundo, la chica: una psiquiatra obsesionada con Batman. A priori interesante, pero fallido. Si ya la confrontación en la psique de Batman es incompleta, el hecho de que una doctora la investigue le añade más confusión al asunto. Igualmente el romance es un mero pasatiempo, un pretexto para tener a una chica en apuros, una aventura amorosa muy mal explicada y muy caprichosa y cambiante.
Tercero, los villanos: pésimos en su totalidad. La dualidad y la esquizofrenia de Dos Caras aquí se pierden. Él solo es un ladrón que también aparenta tener doble personalidad pero que nunca la muestra; solo existe un Dos Caras, un Dos Caras patético y grotesco, un auténtico bufón. Y no hablemos ya de Enigma; otro payaso de peor categoría cuyos famosos acertijos solo se aplican en Bruce Wayne.
Cuarto, Robin: la presentación es buena, fiel al cómic, pero luego nos damos cuenta de que solo era una primera impresión. No aguanto a ese niñato macarra y chulo, de actitud guay y pedante. Simplemente no lo aguanto. Sobra.
Y quinto, el factor Goldsman: para mí, él es el artífice de todo esto. ÉL es el causante de que el guión de, a veces, vergüenza ajena. Él pone en boca de los villanos absolutas sandeces. Él hace que el final totalmente irreal y patético, cuando en los dos primeros tercios se intenta, aunque no se consigue, mantener un mínimo de seriedad.
A pesar de sus buenas intenciones e ideas no son nada si se quedan en pretextos poco o nada dibujados. Se quiere mantener el tono adulto de las anteriores entregas, pero se falla al querer hacerlo demasiado complejo a la vez que demasiado fantasioso y no saber aunarlo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Muchos odian a Elliot Goldenthal por su BSO de Batman Forever. Su BSO es más acorde al nuevo estilo de la película, pero no por ello es mejor. Sin embargo, y a pesar de que la nueva fanfaria de Batman es demasiado heroica para el superhéroe, no es una banda sonora como para echar pestes de ella. Aun así, se repite muchísimo durante toda la película y llega a ser cargante. Son dos horas de música continua que llegan a cansar al personal.
Schumacher hace un trabajo competente el la dirección. A pesar de que a las escenas de acción les falte algo más de ritmo, son entretenidas y tienen más garra que las de Batman y Batman Vuelve, en parte debido a que Batman en esta película tiene un traje alejado de la armadura estática de Keaton. En el resto del trabajo Schumacher se aleja de lo orfecido por Burton pero no por ello deja de ofrecer un resultado final solvente y efectivo tras las cámaras.
Pero el resto no acompaña. Tenemos a Val Kilmer, el peor Bruce Wayne de todos gracias a su inexpresiva actuación y un mejorable Batman al que le sienta como un guante el traje. Tommy Lee Jones y Jim Carrey dan vida a dos patéticos, burdos, odiosos, vomitivos villanos gracias a sus sobreactuadas e histriónicas actuaciones. La palma se la lleva el insufrible Carrey. A Nicole Kidman la prefiero en su etapa actual. Y Chris O'Donnell... dejémoslo, porque si ya de por sí su personaje es ridículo su actitud macarrilla es como para matarle.
Y, por último, lo peor y más odioso de toda la producción: la dirección artística. ¿Dónde está la oscura Gotham de Burton? ¿Dónde está lo gótico, lo siniestro? Todo es neón y más neón, colores fosforescentes, edificios gigantescos y estatuas más propias de ciudades como Metrópolis. Por momentos se intenta imitar el estilo anterior, pero no es suficiente. Y los trajes... Dios... ¡¿Pezones?! ¡¿En el bat-traje?! ¿Quién tuvo la "brillante" idea? ¡¡A la hoguera!!
Decepcionante, muy decepcionante esta tercera entrega de la franquicia Batman. Buenas bases no hacen nada si se tiene un diseño de producción tan pésimo, un guión incapaz de mantener el interés y villanos sin gancho.
Lo mejor:
-La propia figura de Batman, más estilizada; NO EL TRAJE.
-El comienzo, salvando a Dos Caras y las "geniales" aportaciones de Goldsman.
-Un típico entretenimiento descerebrado, poco falto de impactantes y sorprendentes trucos visuales y que busca el efecto fácil. Para ver, entretenerse y olvidar.
Lo peor:
-Actuaciones. Todas. Y los aborrecibles Tommy Lee Jones y Jim Carrey.
-La pésima y hortera dirección de vestuario y escenarios: pezones, neón, colores brillantes... ¿quién cobró por esto?
-Personajes muy mal tratados y profundizados.
-Las escenas de amor, faltas de sentimiento y vida.
-La escena desde que Robin roba el batmóvil hasta que aparece Batman: ahí uno ve que algo no va bien...
Schumacher hace un trabajo competente el la dirección. A pesar de que a las escenas de acción les falte algo más de ritmo, son entretenidas y tienen más garra que las de Batman y Batman Vuelve, en parte debido a que Batman en esta película tiene un traje alejado de la armadura estática de Keaton. En el resto del trabajo Schumacher se aleja de lo orfecido por Burton pero no por ello deja de ofrecer un resultado final solvente y efectivo tras las cámaras.
Pero el resto no acompaña. Tenemos a Val Kilmer, el peor Bruce Wayne de todos gracias a su inexpresiva actuación y un mejorable Batman al que le sienta como un guante el traje. Tommy Lee Jones y Jim Carrey dan vida a dos patéticos, burdos, odiosos, vomitivos villanos gracias a sus sobreactuadas e histriónicas actuaciones. La palma se la lleva el insufrible Carrey. A Nicole Kidman la prefiero en su etapa actual. Y Chris O'Donnell... dejémoslo, porque si ya de por sí su personaje es ridículo su actitud macarrilla es como para matarle.
Y, por último, lo peor y más odioso de toda la producción: la dirección artística. ¿Dónde está la oscura Gotham de Burton? ¿Dónde está lo gótico, lo siniestro? Todo es neón y más neón, colores fosforescentes, edificios gigantescos y estatuas más propias de ciudades como Metrópolis. Por momentos se intenta imitar el estilo anterior, pero no es suficiente. Y los trajes... Dios... ¡¿Pezones?! ¡¿En el bat-traje?! ¿Quién tuvo la "brillante" idea? ¡¡A la hoguera!!
Decepcionante, muy decepcionante esta tercera entrega de la franquicia Batman. Buenas bases no hacen nada si se tiene un diseño de producción tan pésimo, un guión incapaz de mantener el interés y villanos sin gancho.
Lo mejor:
-La propia figura de Batman, más estilizada; NO EL TRAJE.
-El comienzo, salvando a Dos Caras y las "geniales" aportaciones de Goldsman.
-Un típico entretenimiento descerebrado, poco falto de impactantes y sorprendentes trucos visuales y que busca el efecto fácil. Para ver, entretenerse y olvidar.
Lo peor:
-Actuaciones. Todas. Y los aborrecibles Tommy Lee Jones y Jim Carrey.
-La pésima y hortera dirección de vestuario y escenarios: pezones, neón, colores brillantes... ¿quién cobró por esto?
-Personajes muy mal tratados y profundizados.
-Las escenas de amor, faltas de sentimiento y vida.
-La escena desde que Robin roba el batmóvil hasta que aparece Batman: ahí uno ve que algo no va bien...
31 de agosto de 2012
31 de agosto de 2012
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que le añadan pezoncillos al traje de Batman ya debería motivar que se le pegara fuego a la peli para que ridiculice y ofenda la sensibilidad del respetable... Pero es que eso no es lo peor del engendro de Joel Schumacher...
Acostumbrado uno al Batman mas oscuro (no solo al de Burton, sino al de los cómics de Frank Miller etc...) plantarse delante de este desfile del orgullo gay en que el ínclito sr. Schumacher convierte la franquicia Batman es poco menos que asistir a un concierto Valentina Lisitisa con un cargamento de LSD.. que no tío, que no.
La película está rodada como si de la serie cutre kamp de TV se tratara, con una paleta de colores digna de cualquier antro de Chueca y mas latex brillante por metro cuadrado que en los almacenes de Kink.
Tras su visionado lo mas excitante es revisar la sección de esquelas del Fotográmas a ver si el culpable ha pagado por sus pecados.... ya caerá ya...
Acostumbrado uno al Batman mas oscuro (no solo al de Burton, sino al de los cómics de Frank Miller etc...) plantarse delante de este desfile del orgullo gay en que el ínclito sr. Schumacher convierte la franquicia Batman es poco menos que asistir a un concierto Valentina Lisitisa con un cargamento de LSD.. que no tío, que no.
La película está rodada como si de la serie cutre kamp de TV se tratara, con una paleta de colores digna de cualquier antro de Chueca y mas latex brillante por metro cuadrado que en los almacenes de Kink.
Tras su visionado lo mas excitante es revisar la sección de esquelas del Fotográmas a ver si el culpable ha pagado por sus pecados.... ya caerá ya...
17 de mayo de 2008
17 de mayo de 2008
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda Joel Schumacher se excedió, lo pagó caro y le hizo pasar vergüenza al hombre murciélago. Sin embargo creo es bueno (sobre todo ahora que Christopher Nolan lo ha sacado del pozo) contar con otras visiones de los personajes que a uno le gustan. Suele ocurrirme con este tipo de personajes e historias que han sido adaptadas varias veces por diferentes directores y con diferentes conceptos que acabo pillandoles la gracia y llegan incluso a gustarme. Me explico, no me gustaría y de hecho me cabrearía que esta fuese la versión oficial y definitiva de Batman porque es mi superhéroe favorito y sería injusto tratarlo así, pero teniendo las obras de Burton y Nolan, no me molesta que haya un pequeño paréntesis donde otro probó suerte (y no la tuvo) le dio su particular punto de vista.
Es una visión colorista, histriónica en todos los sentidos, no deja respirar, es cargante, onírica, una mitad original y la otra mitad hortera, entre espectacular y ridícula, con diseños imposibles y delirantes y otros majestuosos. Es una mala película pero creo que es un buen cómic en movimiento. No es seria ni lo pretende, es Pop Art de los noventa, es cine de palomitas y resultón. Puede que te resulte original o infumable. Te puede entretener muchísimo o hacerte doler la cabeza.
Es una visión colorista, histriónica en todos los sentidos, no deja respirar, es cargante, onírica, una mitad original y la otra mitad hortera, entre espectacular y ridícula, con diseños imposibles y delirantes y otros majestuosos. Es una mala película pero creo que es un buen cómic en movimiento. No es seria ni lo pretende, es Pop Art de los noventa, es cine de palomitas y resultón. Puede que te resulte original o infumable. Te puede entretener muchísimo o hacerte doler la cabeza.
18 de febrero de 2013
18 de febrero de 2013
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera película de Batman sin Michael Keaton en el papel principal y dirigida por Joel Schumacher. Esa obra destaca por una ciudad de Gotham casí sicodélica, donde destacan las luces de neón a diferencía de las dos entregas anteriores ('Batman' de 1989 y 'Batman vuelve' de 1992, ambas dirigidas por Tim Burton) donde la ciudad destacaba por la oscuridad reinante muy en consonancía con el hombre murcielago.
Lo mejor: estas son sus principales virtudes:
-La banda sonora esta bastante bien.
-Los efectos especiales no desentonan con la historia.
-El conflicto interior de Robin ante el hecho de vengarse de Dos Caras por la muerte de su familia.
Lo peor: estos son sus principales defectos:
-La oscuridad era un gran aliado del murcielago y el hecho de que aparezca Gotham tan iluminada hace que desentone con el universo de Batman.
-Val Kilmer desentona como Batman.
-Los villanos desentonan. Dos Caras (Tommy Lee Jones) es una mala copia del Joker de Nicholson, muy alejada del personaje de comic. No sabemos el porque de su animadversión hacía Batman y porque dedica su vida a robar. No esta bien explicado. Mientras, en Enigma (Jim Carrey) se da la condición de que vemos a un Carrey muy loco, dejandonos una galería de gestos exagerados como en todas sus películas, lo que hace que cueste tomarse en serio al personaje.
-Robin (Chris O'Donnell) tiene la típica cara de chulo durante toda la película.
Nadie se cree que Nicole Kidman (en su papel de Chase Meridian) sea psicologa. Además casí toda la película esta intentando ligar con Batman. La escena en que llama a Batman con la Batseñal (sin que se entere el comisario Gordon) es ridícula.
Lo mejor: estas son sus principales virtudes:
-La banda sonora esta bastante bien.
-Los efectos especiales no desentonan con la historia.
-El conflicto interior de Robin ante el hecho de vengarse de Dos Caras por la muerte de su familia.
Lo peor: estos son sus principales defectos:
-La oscuridad era un gran aliado del murcielago y el hecho de que aparezca Gotham tan iluminada hace que desentone con el universo de Batman.
-Val Kilmer desentona como Batman.
-Los villanos desentonan. Dos Caras (Tommy Lee Jones) es una mala copia del Joker de Nicholson, muy alejada del personaje de comic. No sabemos el porque de su animadversión hacía Batman y porque dedica su vida a robar. No esta bien explicado. Mientras, en Enigma (Jim Carrey) se da la condición de que vemos a un Carrey muy loco, dejandonos una galería de gestos exagerados como en todas sus películas, lo que hace que cueste tomarse en serio al personaje.
-Robin (Chris O'Donnell) tiene la típica cara de chulo durante toda la película.
Nadie se cree que Nicole Kidman (en su papel de Chase Meridian) sea psicologa. Además casí toda la película esta intentando ligar con Batman. La escena en que llama a Batman con la Batseñal (sin que se entere el comisario Gordon) es ridícula.
19 de julio de 2011
19 de julio de 2011
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Saludos. No podré entender jamás a los directivos que cambiaron a Burton y convirtieron la saga original en un esperpento, una afrenta al cine y sobretodo a los espectadores. Si querían la estética e infantilismo de la serie entonces debieron llamar a Adam West y su pandilla, junto con sus trajes multicolores y los cartelitos de "plop", "zap", "ganz" y "boom", tal vez hubiera tenido más gracia.
Nada ni nadie se salva, me pregunto:¿acaso nadie vió lo que iban a proyectar? o simplemente como ya habían hecho el gasto les importó poco la inteligencia y el bosillo del espectador. Esta bodrio solo califica a que es lo que no debes hacer con ningún personaje o guión, simplemente terrible.
Conclusión: Nunca debió filmarse y menos proyectarse. Mejor buscar en TCM la serie original, por lo menos tiene una identidad clara.
¡Lástima no haya calificación cero o negativa!
Nada ni nadie se salva, me pregunto:¿acaso nadie vió lo que iban a proyectar? o simplemente como ya habían hecho el gasto les importó poco la inteligencia y el bosillo del espectador. Esta bodrio solo califica a que es lo que no debes hacer con ningún personaje o guión, simplemente terrible.
Conclusión: Nunca debió filmarse y menos proyectarse. Mejor buscar en TCM la serie original, por lo menos tiene una identidad clara.
¡Lástima no haya calificación cero o negativa!
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