Sin otro título que me viniera a la cabeza (es posible que el visionado de esta ¿película? me dejara sin neuronas) a la hora de elaborar mi crítica, creo que, no obstante, resultará revelador para potenciales espectadores de este engendro.
No hay absolutamente nada que rescatar de este "ladrillo" fílmico, ni siquiera los efectos especiales, que en ciertos casos, usados con oportunismo pueden salvar la función.
Para empezar, los actores están más perdidos que "el Fary" en Melrose Place. Nadie conoce el verdadero argumento de la cinta y se limitan todos a poner cara de póker en las escenas que deberian dar más pavor.
El dichoso argumento no es sólamente un refrito de productos recientes (y otros que no lo son tanto), sino que además se desenvuelve de forma torpe, aburrida, sin ritmo, sin técnica. En definitiva, una historia/plagio hecha sin ninguna gracia.
¿En qué pensaban estos hermanos Pang?
Es muy lícito opinar que estos "cachondos mentales" tuvieran el único proposito de reírse a carcajadas de los espectadores y, de paso, sacar unas pelas al personal, que nunca vienen mal.
Por esto, y por miles de razones imposibles de desgranar en pocas líneas,no me queda otra solución que advertir a la gente:¡¡¡HUID DE ESTE HORRIBLE EJERCICIO DE DESFACHATEZ¡¡¡

Tengo que confesar que me gusta el cine de los hermanos Pang. Así que para mí "The Messengers" era de obligado visionado. Además me gustaba que no hubieran realizado el salto al mercado americano a la Takashi Shimitzu, es decir haciéndose un remake propio.

Una vez vista solo me queda decir que la decepción es monumental. Aburrida y plana no conduce a nada que no sea el tedio más absoluto. Con unos secundarios desdibujados y unos protagonistas a la deriva, la peli se conduce a través de una sucesión de tópicos hasta su lamentable desenlace final.

Porque por no tener no tiene ni la poderosa imagenieria visual que hay en películas como "Re-Cycle", todo se reduce a un puro y aburrido terror hollywoodiense.

Lo mejor: pues...esto.....
Lo peor: que den más miedo los cuervos que los espíritus

"The messengers" es una película de fantasmas que bebe del cine de terror asiático, algo que comprenderemos de inmediato cuando observemos que la firman los hermanos Pang, realizadores de la muy superior "The Eye".
La primera parte de metraje es sin lugar a dudas la mejor de toda la película, porque a pesar de no aportar nada que no hayamos visto ya en infinidad de películas de horror oriental, está narrada con buen pulso y cuenta con algunas situaciones de lo más angustiosas (es ahí donde se deja ver el buen quehacer de los Pang Brothers detrás de la cámara). Desgraciadamente, es en el tramo final del filme, cuando se desvela el "secreto" de la historia, que el guión naufraga irremediablemente a causa de un desenlace de lo más fácil, previsible, forzado, mil veces visto e irritante, que acaba por dejar un mal sabor de boca.
"The Eye" fue una buena película. "The messengers" podía haberlo sido, pero se queda en el intento.

Aunque parezca mentira, dada su juventud, antes de que la guapa Kristen Stewart se hiciera mundialmente famosa por su papel protagonista en la saga "Crepúsculo", iniciada en el 2008, ya tenía a sus espaldas más de una decena de títulos cinematográficos más alguno de televisión, ya sea moviéndose en el terror, el romance, el drama o el género infantil. En esta ocasión, con poco más de 15 años, protagoniza "The Messengers", obra que transita entre el thriller y lo sobrenatural, acompañada por el televisivo Dylan McDermott y por Penelope Ann Miller, a la que después de "Aventuras en la gran ciudad" (1987) no me queda otra que mirar con notable simpatía.

Para ser sinceros no se pasa nada de miedo, ni angustia pero aún así es moderadamente inquietante. A la película le cuesta entrar en materia pero de mientras nos sirve una intriga envolvente, rodeada por muchos tópicos escasamente originales si bien no por ello dejan de ser efectivos. Uno se pregunta que es lo que sucede lo mismo en esta casa como en la familia. Sin embargo quieren mantener tanto el misterio y a repetir idéntico patrón de secuencias que llega a hacerse un poco pesada. Hay que esperar más de una hora para que comience a esclarecerse la trama. Por fortuna el enigma, admito mi torpeza, me pilló por sorpresa. En fin, si os gusta el género, la podéis ver.

A los hermanos Pang los tenía cierta estima desde que vi su pequeña The eye, una cinta nada original pero sí bastante bien facturada y amena. En su salto a los USA siguen en las mismas: incapaces de ser originales, vuelcan todos sus esfuerzos en lograr plasmar en la pantalla una forma de terror que aúne los remansos de paz tensa típicamente orientales con el montaje brusco y ruidoso del cine norteamericano. De dicha mezcla sale algo potable, pero en ningún caso memorable, básicamente por un problema de expectativas: tiene tan asumida su condición de modesto filme de género que da la impresión de que se conforma con muy poco, de que se cierra puertas innecesariamente; le falta ambición, para entendernos.

Si yo estuviera al mando de un proyecto así, lo primero que haría sería modificar casi por completo el guión. No puede ser que a alguien le parezca bien una cosa tan tópica y previsible. A lo mejor fue un reto que se impusieron los propios hermanos Pang. A saber: intentemos remontar con nuestro talento visual un producto tan de tercera como este. El resultado ofrece sus buenos momentos (una estática Kristen Stewart y su hermano pequeño, ambos en primerísimo plano, intuyendo presencias que se van materializando en el fondo del plano), pero no son los suficientes como para hacer de la visión de The Messengers una experiencia recomendable. La belleza de Kristen Stewart hace el asunto más llevadero, pero es frustrante saber que para lo único que sirve una película como esta sea para comprobar la cantidad de malos aprendices de monologuista que pueblan esta página web.

Lo mejor: el niño en el granero.
Lo peor: los tópicos de siempre y lo fácil que resulta adivinar el final.