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La última noche en TremorMiniserie

Serie de TV. Intriga. Thriller Miniserie de TV (2024). 8 episodios. Un músico y compositor en crisis se recluye en un pueblo costero en el norte de España para terminar su última obra. Sus únicos vecinos en varios kilómetros a la redonda son un matrimonio que vive en la siguiente casa de la playa. Tras un accidente durante una tormenta, el protagonista comienza a sufrir unas espeluznantes visiones sobre sus vecinos.
Críticas 55
Críticas ordenadas por utilidad
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7
1 de noviembre de 2024
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quien es para mí uno de los grandes directores españoles de intriga, Oriol Paulo (El cuerpo, Contratiempo), adapta la novela "La última noche en Tremor" de Mikel Santiago; en esta ocasión en formato de serie, pero con el mismo estilo y acierto a la hora de generar suspense y misterio a la que nos tiene acostumbrados.

Oriol Paulo ha dividido la obra en 9 capítulos, y cada capítulo es casi una película en sí mismo, con su introducción, desarrollo, supuesto desenlace y giro introductorio del siguiente capítulo. 9 capítulos que son 9 intensos días, en los que da tiempo a dedicar capítulos completos para profundizar en los personajes que componen el puzzle. Y para construir una narrativa densa y envolvente, que consigue atraparte, para que prestes atención a las pistas que te va dando, hasta encajarlas en la noche final.

Y algo que destacarías en esta obra en concreto, es que además de generar la intriga, consigue transmitir la impotencia que siente su protagonista, que está teniendo sueños premonitorios, y que todo lo que hace para intentar evitar sus visiones no hace más que confirmarlas.

Algo que también me gusta de Oriol Paulo, es su capacidad para sacar lo mejor de los actores. Javier Rey, encaja perfectamente en el personaje protagonista. Pero quiero destacar los otros tres personajes que le dan apoyo, interpretados por actores que han estado encasillados, como Ana Polvorosa y Pilar Castro, y Guillermo Toledo, que no me gusta especialmente, pero que aquí hacen unas grandes interpretaciones dramáticas.

Quizás "La última noche en Tremor" no sea mi obra favorita de Oriol Paulo, por su ritmo algo lento en algunos capítulos, pero sigue estando a la altura que nos tiene acostumbrados. Desde luego no defrauda. Totalmente recomendable.
6
26 de octubre de 2024
28 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
La última noche en Tremor llegó con la promesa de ser un thriller psicológico oscuro y envolvente, pero se queda a medio camino, ofreciendo una experiencia que apenas logra sostener la atención. Con un ritmo deslucido y decisiones narrativas poco acertadas, la serie se desinfla rápidamente, dejando más frustración que intriga. Mi valoración de 4 sobre 10 refleja no solo expectativas incumplidas, sino una ejecución que se aleja de lo que podría haber sido un drama memorable y bien construido.

Uno de los problemas principales es la ambientación, que resulta difícil de creer. Los personajes habitan propiedades rurales, casas modernas y bien equipadas, situadas a corta distancia de un pueblo que, si bien pequeño, no parece precisamente remoto. Sin embargo, la trama insiste en retratarlo como un lugar sin apenas señal, donde la cobertura telefónica solo se encuentra en puntos “misteriosos” como un faro. Este intento de añadir aislamiento y tensión resulta forzado, restando autenticidad al entorno y desconectando al espectador de una historia que aspira al realismo, pero cae en convencionalismos que no terminan de encajar.

A esto se suma un ritmo extremadamente lento, que, en lugar de construir suspense, acaba agotando la paciencia. La historia avanza en cámara lenta, alargando escenas de forma innecesaria y diluyendo los pocos momentos de tensión. Como resultado, lo que debería ser un thriller atrapante se convierte en una experiencia monótona, donde el interés se disuelve y el espectador lucha por mantener la atención hasta el final.

Los personajes, por su parte, siguen un enfoque… familiar. Los roles parecen definidos con una claridad casi académica: los hombres ocupan el espectro más oscuro (malos padres, asesinos, violadores, violentos) , mientras que las mujeres brillan como figuras de bondad y empatía (doctoras, autónomas, independientes, emprendedoras). Este planteamiento, si bien efectivo en términos de narrativa clásica, no aporta ninguna sorpresa. Más bien recuerda a esa sensación de “esto ya lo he visto”, lo cual, en una serie de suspense, le resta frescura y deja pocas oportunidades para sumergirse en algo verdaderamente nuevo o intrigante.

En definitiva, La última noche en Tremor fracasa en su intento de convertirse en un thriller psicológico creíble y absorbente. La serie, en lugar de explorar la complejidad de sus personajes o construir un verdadero ambiente de suspense, se pierde en tópicos y en un ritmo tedioso, dejando una sensación de oportunidad desperdiciada y una historia que, en lugar de inquietar, resulta fácil de olvidar.


Crítica escrita para InfoCine.es
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spoiler:
La escena más peculiar de la serie, inspirada claramente en el famoso caso de La Manada, transcurre durante una fiesta en una casa de origen incierto, que bien podría estar abandonada o habitada por gente a la que no volveremos a ver. Al día siguiente, todo rastro de vida parece haberse desvanecido, y no queda claro si alguien conocía realmente a los implicados. En este contexto, uno de los personajes decide grabar a su acompañante, porque, en fin, las motivaciones de “malo por ser malo” no necesitan mayor explicación. Tras un momento de aparente complicidad, el mismo personaje da un giro hacia la violencia, en un intento de la serie por abordar temas serios que, sin embargo, termina resultando tan confuso como el contexto de la escena misma.
4
5 de noviembre de 2024
14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé muy bien cómo estructurar la crítica de esta (¿mini?)serie porque se podría enfocar de muchas maneras y contar muchísimas cosas, lo cual es lógico teniendo en cuenta que la serie suma más de 9 horas. En cualquier caso, pido disculpas por no hacer una crítica bien organizada ni exhaustiva. Pero en fin, tampoco cobro por esto.

Para empezar, diré que llevaba desde principios de año queriendo ver esta serie, porque prometía bastante, y la conclusión es la siguiente: decepción.

Como pasaba con la anterior (mini)serie de Oriol Paulo ("El inocente", de 2021), enseguida notas cierto tufillo artificial derivado del empeño en buscar una complicidad internacional. Algo que, como dice algún otro usuario, quita verosimilitud a la serie y hace que te la creas menos. Si en "El inocente" teníamos una Barcelona poco barcelonesa, aquí tenemos una Asturias poco asturiana. En buena medida, la serie podría estar ambientada en una zona rural de la costa de las Islas Británicas (como en la novela), o incluso de Nueva Inglaterra (NE de USA). Fíjense que el protagonista conduce un coche británico, que tiene a los hijos viviendo en Ámsterdam, etc. Más llamativo si cabe: cómo puede haber un pueblo asturiano que se llame Tremor y cuya sílaba tónica sea la primera. Casualmente, en el Bierzo hay un pueblo llamado Tremor, pero la sílaba tónica es la segunda; una pronunciación mucho más española. Pero aquí los personajes pronuncian TREmor cuando vemos que los carteles rezan TreMOR (si fuera una palabra llana, debería llevar tilde: Trémor). En fin, empezamos mal. Pero vamos, todo esto llega hasta el final. En el último capítulo, por ejemplo, el protagonista habla del "hospital provincial que hay cerca de Tremor". Pues vale. En fin, no está conseguido eso de españolizar la Tremore Beach de la novela (ahí también está la manía de los escritores del siglo XXI de internacionalizar sus novelas, pero bueno).

Hay más puntos donde Oriol Paulo asemeja esta serie a "El inocente". Más allá de que ambas puedan catalogarse como thrillers psicológicos, tenemos por ejemplo una pareja protagonista que funciona bastante igual en ambas series (los roles, los traumas del pasado...). Pero son muchas las cosas que comparten ambas series: los cansinos flashbacks, el pasado vistiéndose de presente, la violencia sexual, nuevas vidas e identidades, crimen organizado, la interpol, etc. La sensación, por tanto, es que Oriol Paulo ha adaptado dos novelas bastante diferentes pero repitiendo la misma fórmula. Por otra parte, hay algún detalle que recuerda a "Los renglones torcidos de Dios", su última película, y a otras como "Sospechosos habituales" y "El resplandor" (lo comento vagamente en el spoiler). No sé si estas cosas vienen del libro, porque no lo he leído, o si realmente los guionistas se han inspirado en estas películas.

Yendo un poco por capítulos, diré que el primero y el segundo me han parecido bastante buenos, sobre todo alentadores. El tercero está un poco en esa línea, pero ya va redundando demasiado y el hastío ya se acercó a mí. El cuarto, dedicado en buena medida a hablarnos del pasado del personaje interpretado por Ana Polvorosa, creo que es anticlimático y sobra bastante (sobre todo, resulta bastante gratuito ese pasado del personaje). El quinto, dedicado sobre todo a la juventud del protagonista y a la relación con su madre, me parece que está algo mejor, tiene más relación con la trama, aunque también resulta un tanto inconexo con la corriente principal de la misma. El sexto y el séptimo vuelven a seguir un poco la línea de los tres primeros capítulos, lo cual me ha gustado, pero he tenido la sensación de que la trama estaba descarrilando. El capítulo final podría definirse como aquel que consumo el descarrilamiento de la trama y de la serie. Además de largo, agónico y anticlimático, me ha parecido tramposo, facilón y cobarde. El punto de partida de la serie está bien, pero tendrían que haber hecho una serie más corta y condensada (tal vez 4 capítulos), haber trabajado para que no hubiera inconsistencias en la trama y haberla resuelto de otra manera.

Podría resumir la serie diciendo que tiene buena factura técnica (los actores también cumplen), como es habitual en todo lo que hace Oriol Paulo, pero que falla en el guion. Es lento, redundante, anodino, poco sorprendente, inconexo al perderse en la insignificancia y se demuestra endeble, poco congruente y agujereado. Así pues, considero que es una película fallida. No voy a entrar a comentar punto por punto dónde falla el guion, porque ya lo hice parcialmente en mi crítica de "El inocente" y me da pereza hacerlo ahora para que luego ningún guionista tome nota. Pero vamos, es cuestión de ver la serie con el cerebro encendido, no tiene más. Yo le recomendaría a Oriol Paulo buscar algún otro guionista. De todos modos, es lo que he dicho otras veces: el cine español del siglo XXI tiene un problema con los guiones.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
* El niño, con esas visiones y esos estados catatónicos, recuerda a Danny Torrance, el niño de "El resplandor". De hecho, lo que aquí llaman el "instinto" recuerda al propio "resplandor" de King y Kubrick, que también es heridatario y se confunde con la esquizofrenia.
* El tal Soza, o como se llame, recuerda al tal Káiser José -o algo así- de la película "Sospechosos habituales". También es un líder del crimen organizado, oscuro y misterioso. Y luego, cuando se descubre el pastel, realmente vemos aún más paralelismo: el tío no estaba muerto y su identidad es la de la supuesta víctima (Willy Toledo aquí y Kevin Spacey en dicha película).
* Lo del protagonista encerrado en ala psiquiátrica del hospital recuerda profundamente a "Los renglones torcidos de Dios":
* ¿Era necesario meterle ese pasado a la pobre Judy? No sé, no deja buen cuerpo, no aporta nada a la trama y solo parece un vulgar y lamentable efectismo.
* La subtrama de la madre del protagonista es lo suficientemente rocambolesca como para hacer aguas. Creo que no hace falta que explique por qué.
* Antes de que le caiga el rayo, el protagonista ya coquetea con cosas raras en su mente (el "instinto" que llaman). De hecho, él mismo lo asevera cuando le comentan que lo que le pasa es por el rayo. Pero en el final de la serie va y dice que fue el rayo el que encendió su "instinto". Pues muy bien, muy congruente.
* Que el malo de la serie era el personaje interpretado por Willy Toledo olía desde el principio. Pero nada, nuestro protagonista traga con las explicaciones que le da el hombre y se dedica a poner cara compungida. Yo, como espectador, quería pensar que había otra persona detrás y que había algo más. Los guionistas prefieron tomar la vía fácil, quizá pensando que iban a sorprender con algo así en 2024. No me lo explico muy bien, la verdad.
* Al final, ¿qué importan los pasados de la pareja protagonista y casi toda la trama? Lo único que queda es el puzzle de la noche de los asesinatos y su resolución. Todo lo demás resultan espejismos y relleno.
* ¿Por qué tenía que estar la valla rota y haber una lluvia de peces en la noche de los asesinatos? Joder, ya es casualidad. Solo resulta un efectismo y una manera de poder identificar la noche de los asesinatos. En caso contrario, los asesinatos podrían darse en una noche cualquiera y entonces el portagonista sí estaría perdido.
* ¿Cómo es posible que haya una tornado en una noche que se preveía estable? (5% de probabilidad de lluvia). Efectismo.
* Me pregunto qué pensara Antonio Resines del final. Vaya vaya tela.
8
19 de noviembre de 2024
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ni puñetero caso a los aguafiestas, "La última noche en Tremor" es un bombazo que Oriol Paulo ha creado mejorándose a sí mismo. Es una miniserie adictiva, vibrante, terrorífica, profunda y con un final digno, para mi sorpresa, pues me temía que estaba babeando de una visualización que, con toda probabilidad, tendría una resolución chusca y decepcionante, como casi siempre en este tipo de producciones. Y nada más lejos de la realidad.

He leído por aquí que si aburrida, que si poco interesante, que si lenta... Por Dios bendito. Yo mismo me estremecía cuando veía la duración de sus episodios -hora y cuarto de media-, pero más lo hacía cuando se terminaban y casi no me había dado cuenta, dada su incesante intensidad. Incluso los episodios más periféricos a la trama (el cuarto y el quinto) gozaban de un valor igual a los anteriores, por no hablar de una trama central tan rebuscada que no podía quitar los ojos de la pantalla.

Contra todo pronóstico, la extensión ha favorecido a Oriol Paulo. Son infinitas las miniseries que mejor les hubiese ido como películas, no obstante, "La última noche en Tremor" aprovecha su extensa duración para ahondar en todos y cada uno de los detalles (en dónde muchos ven relleno, yo veo profundidad y pericia) haciendo de su visualización un rompecabezas tan intrigante como dramático. Esta serie, y este es el mayor de sus éxitos, triunfa por cómo está hecha. La base -el argumento- es buena, pero la dirección de escenas, el sonido y la iluminación son extraordinarios, logrando que me incomodase en grado altísimo en todos los episodios.

Se vale, por supuesto, de infinitos giros de guion y de cliffhangers, tan criticados como bien empleados, y de un reparto extraordinario. Javier Rey aprovecha su categoría de protagonista para hacer alarde de su talento. Lo mismo Ana Polvorosa. Qué bien está aquí. Natural, creíble y guapísima, en el término más fotogénico posible. Celebro el rescate de Guillermo Toledo de su injusto ostracismo, pues es el mejor actor aquí. Del estilo Eduard Fernández o Javier Bardem, de esos que acojonan sólo con su presencia. Pero todos, menos el niño y los adolescentes de los flashbacks, están perfectos: Pilar Castro, Carlota Olcina, Clara Segura, la magnífica Nora Navas... La crème de la crème de Catalunya.

En resumen, todo en "La última noche en Tremor funciona a las mil maravillas. Como relato de suspense es extraordinario y también como historia dramática, perfectamente armada y narrada. Una mezcla de ambos, y sumando lo dicho, la banda sonora y los impresionantes paisajes del norte de España, que hacen de esta miniserie un sueño para todos aquellos amantes del género. Y que les den a los que no disfrutan ni con un episodio de El Coyote y El correcaminos.
1
10 de enero de 2025
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oriol Paulo me parece un tipo con mucho talento. Casi todo lo que ha hecho me ha gustado bastante. Pero en ocasiones tiene un grave problema a la hora de elegir a sus actores protagonistas. En este caso, la actuación de Javier Rey me parece, sin duda alguna, de las más horrendas interpretaciones que haya soportado jamás. Es incapaz de vocalizar y se pasa toda la serie susurrando. Me llega a dar vergüenza ajena. Y junto a él, prácticamente todo el elenco se une a la fiesta del susurro. Lo que no entiendo es cómo el director no es capaz de ver este desastre de actuaciones y me resulta incomprensible que no les dé un toque de atención desde el primer momento en que los actores abren la boca y destrozan cualquier intento de dar credibilidad a la escena. Aparte de esto, la historia me ha parecido aburrida a la par que demasiado enrevesada. Una tremenda decepción tratándose de este buen director.
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