Los años desnudos. Clasificada S
2008 

4.8
2,051
Comedia. Drama
Madrid, 1975. Tras haber dado sus primeros pasos en el cabaret o la publicidad, tres atractivas treintañeras empiezan a hacer cine S, género que dominó en la época de la Transición (1976-1983). Lina (Goya Toledo), Sandra (Candela Peña) y Eva (Mar Flores) se conocen en un rodaje, después coinciden en otras películas y se hacen muy amigas. Su gran problema es que siempre han vivido rodeadas de hombres que las utilizaron para conseguir un ... [+]
11 de mayo de 2024
11 de mayo de 2024
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La abadesa. Las diabólicas.
Comienza bien, con humor y descaro, la escena del robo del reloj y cómo se resuelve por ejemplo, pero rápidamente se escora o pasa al martirio y tentetieso, al corazón de melón troceado, al culebrón melodramático y es un asco.
Y, además, lo de siempre, que supuesta o pretendida potencialmente se trata de ensalzarlas, pero no hay quién se lo crea, las echan al barro de la peor y más abyecta de las maneras, las miserabilizan, las humillan, las convierten o presentan o retratan como descerebradas amorales y sin escrúpulos ni vergüenza que, justamente, oh, casualidad, las tres, cada a una a su charcutero modo, la obsesiva pelmaza, la pánfila roma y la corrupta depravada, beben los vientos por el mayor y más repulsivo hijo de puta de todos que solo tiene como virtud algún dinero y cierto poder, claro, por supuesto, para que veamos cuál es la emputecida mirada siniestra sórdida tétrica que arroja esta obra sobre estas tres pobres pringadas pavorosas desgraciadas mujeres tan de pocas luces como a toda hora prostituidas, de catadura moral atontada hiena, pero, como decimos, con hipocresía, sea, feminista que se dice avant la lettre seguramente, reivindicación y esas mierdas o cosas matracas karrakas mediante y, por supuesto, lo que faltaba, sororidad a espuertas, cuando no vemos entre ellas más que puñaladas traperas, envidias malsanas, traiciones a destajo y pelea de gatas en celo por el prospecto o energúmeno más gañán y miserable y mal follado, nada bueno, del universo entero, eso, manda huevos, todo vale, una cosa es lo que se dice que se hace y otra es la praxis, o la diferencia abisal abismal entre la propaganda y la realidad, entre el discurso y el hecho.
Mar Flores no puede ser más sosa e inexpresiva bella, Candela aquí estaba espantosamente delgada, es decir, fea, y Goya vaya, un poco exagerada, pero sin queja guapérrima.
Y tampoco tienen peso ni poso sus arcos dramáticos, están muy mal desarrollados, con prisas y sin fuste, frívola superficialmente, sin fundamento.
Es, en resumen, una película flojísima que podría haber sido divertida esperpéntica, y que, sin embargo, lástima, desgracia la nuestra, prefiere dar la turra, desastrosa.
Comienza bien, con humor y descaro, la escena del robo del reloj y cómo se resuelve por ejemplo, pero rápidamente se escora o pasa al martirio y tentetieso, al corazón de melón troceado, al culebrón melodramático y es un asco.
Y, además, lo de siempre, que supuesta o pretendida potencialmente se trata de ensalzarlas, pero no hay quién se lo crea, las echan al barro de la peor y más abyecta de las maneras, las miserabilizan, las humillan, las convierten o presentan o retratan como descerebradas amorales y sin escrúpulos ni vergüenza que, justamente, oh, casualidad, las tres, cada a una a su charcutero modo, la obsesiva pelmaza, la pánfila roma y la corrupta depravada, beben los vientos por el mayor y más repulsivo hijo de puta de todos que solo tiene como virtud algún dinero y cierto poder, claro, por supuesto, para que veamos cuál es la emputecida mirada siniestra sórdida tétrica que arroja esta obra sobre estas tres pobres pringadas pavorosas desgraciadas mujeres tan de pocas luces como a toda hora prostituidas, de catadura moral atontada hiena, pero, como decimos, con hipocresía, sea, feminista que se dice avant la lettre seguramente, reivindicación y esas mierdas o cosas matracas karrakas mediante y, por supuesto, lo que faltaba, sororidad a espuertas, cuando no vemos entre ellas más que puñaladas traperas, envidias malsanas, traiciones a destajo y pelea de gatas en celo por el prospecto o energúmeno más gañán y miserable y mal follado, nada bueno, del universo entero, eso, manda huevos, todo vale, una cosa es lo que se dice que se hace y otra es la praxis, o la diferencia abisal abismal entre la propaganda y la realidad, entre el discurso y el hecho.
Mar Flores no puede ser más sosa e inexpresiva bella, Candela aquí estaba espantosamente delgada, es decir, fea, y Goya vaya, un poco exagerada, pero sin queja guapérrima.
Y tampoco tienen peso ni poso sus arcos dramáticos, están muy mal desarrollados, con prisas y sin fuste, frívola superficialmente, sin fundamento.
Es, en resumen, una película flojísima que podría haber sido divertida esperpéntica, y que, sin embargo, lástima, desgracia la nuestra, prefiere dar la turra, desastrosa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y la muerte, puesta por el ayuntamiento cuestión de cuota, porque es lo que toca, sangre, sudor y lágrimas, para que no falte de nada y puedan poner la cancioncita bonita y el cementerio a última hora, rematar la triste faena.
Jess Franco, Las vampiras, era lo mismo, con mayor coraje, pero no intentaba vender la moto, a pelo, por lo tanto, han hecho una película s mala, como aquellas, homenaje (no tan) perfecto, espejo, pero con ínfulas necias.
Jess Franco, Las vampiras, era lo mismo, con mayor coraje, pero no intentaba vender la moto, a pelo, por lo tanto, han hecho una película s mala, como aquellas, homenaje (no tan) perfecto, espejo, pero con ínfulas necias.
20 de julio de 2021
20 de julio de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena película que reconstruye como era el ambiente de aquellos rodajes de películas clasificadas S: productores sin escrúpulos que hacían cine barato y de consumo rápido, sin ninguna calidad y actrices que se tenían que acostar con ellos para conseguir un papel. Algunas perseveraron y acabaron siendo buenas, aunque la mayoría, o desaparecieron o acabaron mal. Pero, sobre todo, es un canto a la amistad de tres mujeres que se conocieron en la época y, a pesar de sus diferencias, vuelven a unirse cuando una tiene problemas serios con las drogas.
Rodajes caóticos y decadentes, recreados en un tono de comedia que, conforme avanza el metraje se va volviendo más amargo. Lo malo es que acaba derivando un poco hacia el folletín. Lástima, iba muy bien.
Lo mejor, el trío protagonista, sobre todo, Candela Peña y la recreación del ambiente de la época.
Lo peor, que hacia el final el film deriva hacia un tono "almodoveriano" poco atrayente.
Dunia Ayuso y Félix Sabroso, por fin, consiguen hacer un buen film. Hasta me extraña que fueran capaces de sacar esto adelante, tan bien.
Rodajes caóticos y decadentes, recreados en un tono de comedia que, conforme avanza el metraje se va volviendo más amargo. Lo malo es que acaba derivando un poco hacia el folletín. Lástima, iba muy bien.
Lo mejor, el trío protagonista, sobre todo, Candela Peña y la recreación del ambiente de la época.
Lo peor, que hacia el final el film deriva hacia un tono "almodoveriano" poco atrayente.
Dunia Ayuso y Félix Sabroso, por fin, consiguen hacer un buen film. Hasta me extraña que fueran capaces de sacar esto adelante, tan bien.
13 de julio de 2011
13 de julio de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los directores Dunia Ayaso y Félix Sabroso han querido rendir su particular homenaje los años que conocemos como “el destape”, una época especial, no sólo para la historia de nuestro país, sino sobretodo para los que vivieron en primera persona el proceso de apertura generalizado y que en el cine se tradujo en mostrar la anatomia femenina en todo su esplendor.
El film sigue los pasos de tres mujeres diferentes, Sandra (Candela Peña), Lina (Goya Toledo) y Eva (Mar Flores), que acaban en el denominado cine "S". Aunque en sus momentos inciales, el film parece derivar hacia la comedia "made in Spain", lo cierto es que sus directores acaban imponiendo un pulso más dramático a las historias en paralelo de sus tres protagonistas. Aunque lo cierto es que los realizadores no profundizan más allá de la anécdota de tres mujeres metidas en la producción de films eróticos por diferentes motivos, en los que cobra mucha más importancia mostrar la trastienda de ese mundo que no sus resultados con un formato eminentemente televisivo.
Claro que las situaciones son bien diferentes en ambos casos, aunque tampoco hay un esfuerzo en profundizar demasiado, el film se queda prácticamente en todo momento en la superficie, sin ninguna voluntad en profundar demasiado, mostrando a grandes pinceladas, los años "dorados", para después dar un salto en el tiempo y volver la mirada sobre los mismos personajes retratar la situación cuando el fugaz tren del éxito ha pasado por las vidas de sus protagonistas y cómo éstos han asumido (o no) el paso del éxito. No es sólo que los directores no profundicen demasiado en el tema, sino que el trio de actrices resulta excesivamente desigual, no tanto con sus personajes, sino por la calidad de la composición. Candela Peña está por encima de todo el reparto, siendo de largo la interpretación más destacada. Goya Toledo, apenas puede aguantar el tipo, dejándose llevar (aunque también su personaje no daba para mucho), mientras que Mar Flores, vuelve a demostrar que el cine no es lo suyo, por mucho que no lo quiera reconocer.
Esta desigualdad también afecta al resultado final, así como la escasa entidad que tienen los papeles masculinos en el film, cuya misión es más bien la de dinamizar los diferentes comportamientos y situaciones (positivos y negativos) en que se ven envueltas las tres mujeres, y desde luego ninguno supera el estereotipo. Hay que reconocer el esfuerzo de los autores por ofrecernos un film (muy televisivo) de corte más bien dramático, en el que se busque por encima de todo dignificar el papel de unas mujeres que se desnudaban ante la cámara para deleite de un excesivamente reprimido público masculino. Pero también hay que decir, que apenas se ha buscado contextualizar los hechos mostrados más allá de algún breve apunte, ni han querido (o pretendido) ir más allá de la exaltación de las féminas.
El film sigue los pasos de tres mujeres diferentes, Sandra (Candela Peña), Lina (Goya Toledo) y Eva (Mar Flores), que acaban en el denominado cine "S". Aunque en sus momentos inciales, el film parece derivar hacia la comedia "made in Spain", lo cierto es que sus directores acaban imponiendo un pulso más dramático a las historias en paralelo de sus tres protagonistas. Aunque lo cierto es que los realizadores no profundizan más allá de la anécdota de tres mujeres metidas en la producción de films eróticos por diferentes motivos, en los que cobra mucha más importancia mostrar la trastienda de ese mundo que no sus resultados con un formato eminentemente televisivo.
Claro que las situaciones son bien diferentes en ambos casos, aunque tampoco hay un esfuerzo en profundizar demasiado, el film se queda prácticamente en todo momento en la superficie, sin ninguna voluntad en profundar demasiado, mostrando a grandes pinceladas, los años "dorados", para después dar un salto en el tiempo y volver la mirada sobre los mismos personajes retratar la situación cuando el fugaz tren del éxito ha pasado por las vidas de sus protagonistas y cómo éstos han asumido (o no) el paso del éxito. No es sólo que los directores no profundicen demasiado en el tema, sino que el trio de actrices resulta excesivamente desigual, no tanto con sus personajes, sino por la calidad de la composición. Candela Peña está por encima de todo el reparto, siendo de largo la interpretación más destacada. Goya Toledo, apenas puede aguantar el tipo, dejándose llevar (aunque también su personaje no daba para mucho), mientras que Mar Flores, vuelve a demostrar que el cine no es lo suyo, por mucho que no lo quiera reconocer.
Esta desigualdad también afecta al resultado final, así como la escasa entidad que tienen los papeles masculinos en el film, cuya misión es más bien la de dinamizar los diferentes comportamientos y situaciones (positivos y negativos) en que se ven envueltas las tres mujeres, y desde luego ninguno supera el estereotipo. Hay que reconocer el esfuerzo de los autores por ofrecernos un film (muy televisivo) de corte más bien dramático, en el que se busque por encima de todo dignificar el papel de unas mujeres que se desnudaban ante la cámara para deleite de un excesivamente reprimido público masculino. Pero también hay que decir, que apenas se ha buscado contextualizar los hechos mostrados más allá de algún breve apunte, ni han querido (o pretendido) ir más allá de la exaltación de las féminas.
23 de enero de 2015
23 de enero de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película me ha parecido magnífica, pues los directores consiguen aglutinar, en tono de humor, todos los elementos necesarios para recrear la farándula de una España moribunda que nadie quiere recordar. Los actores hacen su trabajo estupendamente, pues ni las putas eran tan putas, ni los machos, tan machos. El protagonismo va pasando de uno a otro actor de manera sutil, haciéndonos disfrutar tanto de la dirección como del equipo técnico. Las personas que conocimos bien aquel ambiente, sabemos la maestría que ha hecho falta para completar dignamente este proyecto.
11 de febrero de 2016
11 de febrero de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que nadie se equivoque, no es la típica película de destape con el único fin de enseñar carne. Afortunadamente esa época ya pasó hace 30 años, que es precisamente de lo que va la peli: de esa época del destape y despelote patrio, finales de los setenta. España recién salida de la represión sexual más absoluta y puritana, con el efecto péndulo a toda pastilla (de un extremo al otro), cine al por mayor de carnaza pura y dura (sexo y porno) para consumo visual de ojos y mentes con demasiado tiempo perdido ... Y allí se sitúan las 3 protagonistas, actrices porno, interpretadas por una genial Candela Peña (pedazo de actriz no siempre valorada como se merece), una excelente Goya Toledo (ídem) y la famosilla, que no actriz, Mar Flores (no sé muy bien que pinta aquí). Se narra la historia personal de las 3 mujeres, más que centrarse en su trabajo, aunque alguna escena de sexo hay, faltaría más. Trama bien desarrollada, con un final en parte trágico, pero asumido con optimista resignación, buena dirección de los nóveles Félix Sabroso y Dunia Ayuso, correctas fotografías y bandas sonora ... Buena película, merece la pena en general, pero sobre todo por Candela Peña en particular.
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