La dirección de la película me cogió totalmente desprevenido. Esperaba el salto definitivo de Deadpool al MCU e interacciones con personajes del mismo esperadas durante años y al final acabé aplaudiendo como un loco la idea de usar dos décadas de universos cinematográficos inconclusos para relanzar la nueva vida de Deadpool.
Y es que sí que va a haber cameos por un tubo... pero no de los superhéroes que te esperas, lo que al menos para mí es un acierto tremendo, teniendo en cuenta que el MCU post End-Game necesita un soplo de aire fresco, o más bien la audiencia un break y un digestivo.
Y bueno, el otro gran punto de la película, el humor macarra y gore, pues básicamente tienes todo lo que quieras de eso y más aún. No defrauda en absoluto en sus fuertes. Y además una joyita que tampoco esperaba, un par de escenas de lucha absolutamente épicas desde cualquier punto de vista, perfectamente coreografiadas y que son un espectáculo de ver.

No hay nada que me moleste más que algo me tenga que gustar porque sí, porque a todo el mundo le gusta. Pero preguntas el por qué y nadie te sabe dar una respuesta clara. Y eso es lo que me ha pasado con esta tercera entrega. Iba con la esperanza de ver un top 2 de Marvel, según la puntuación de esta plataforma y me he encontrado con un Fanservice de manual, que ojo, hacen las delicias de cualquier espectador, incluido este que escribe.

Adoro como Ryan Reynolds ha dado vida a este personaje y juntarlo con el personaje más épico de todas las sagas de Marvel, me devuelve a mi infancia cuando me colocaba tres lapiceros Alpino entre los nudillos imitando al que era mi superhéroe favorito. Pero es una peli de Deadpool…venía buscando una película violenta e irreverente y me he encontrado con una cuyo valor principal es la nostalgia y la emotividad y eso me ha dado bajona.

Ojo que la peli es divertida y entretenida. Buenas escenas de acción, algún chiste que todavía te preguntas cómo ha pasado el filtro Disney y muchos muchos muchos cameos. Pero ya está, en humor no está a la altura de la primera entrega, el guión no le llega a la altura de los zapatos a Logan y tampoco es Endgame en escenas de acción. Es una peli hecha para los fans y en muchas ocasiones eso es suficiente. Y por lo tanto como peli es un suficiente. Y doy gracias a que Filmaffinity no permita replicar las críticas de otros usuarios, porque como he dicho al principio, habrá muchos que me digan que, porque si, deba decir que es un sobresaliente. Pero no lo es.

Me gusta mucho Deadpool y me gusta mucho más el buen Lobezno y he de admitir que me emocionaba saber cómo sería que estuviesen juntos en una película. Para mi decepción he salido con un sabor agridulce del cine.
Les específico lo agridulce en la zona de spoilers.

Y es que cuando te machacan la misma idea una y otra vez intentando convencerte de original, ya te hace perder interés desde el momento en que calas la película. No se trata de la autoparodia en referencia a que distribuidoras y productoras compran a otras y viceversa, si no de explotar la misma idea una y otra vez hasta hacerla tediosa. Si Hollywood parece haberle dejado de tomar en serio a Jackman, aquí tenemos un ejemplo. Porque las películas de Marvel ya no entretienen, aburren a grandes rasgos y parece que lo que menos importe es el personaje principal, si no meter a todos los super héroes posibles en cada película, aunque no pinten nada, y es que ya lo dice Rick Sánchez, “Odín, el padre de Thor, Spiderman, etc.….”). Pues eso… mas de lo mismo.

Vaya por delante que mi actitud ante el Deadpool cinematográfico es la misma que la que tuve en su momento ante las pelis de Torrente. Me hizo cierta gracia solo en la primera media hora de la primera película, y poco más. El chiste se agotó enseguida, y la repetición continua del lenguaje caca-culo-pedo-pis, la efusión de sangre cercana al gore, las amables críticas al género superheróico en general y Marvel en particular y las rupturas de la cuarta pared, lejos de parecerme "transgresoras" como mucha gente afirma, se me hicieron muy cansinas. Pero al menos había un argumento, un conato de historia a seguir en ellas.

En "Deadpool y Lobezno" no hay una historia mínimamente coherente, sino un guion pleno de disparates, incomprensible en su dislate de universos paralelos... aunque en realidad no creo que tal cosa importara a los responsables de este despropósito de película, porque fían todo a los recursos ya agotados en los dos primeros filmes, a los que se suman más amables críticas, casi un homenaje, a las franquicias superheróicas que desarrolló la fenecida 20th Century Fox, y bromas sobre la carrera musicas de Hugh Jackman, y especialmente en la supuesta química que pudiera haber entre los dos personajes/actores protagonistas.

Y qué quieren que les diga, no veo yo tal química... porque Hugh Jackman es mucho Hugh, y su Lobezno se come al desaborío Deadpool en cada plano y diálogo que comparten. La presencia del actor australiano en su personaje quizá más emblemático es la única razón por la que merece la pena ver esta película... y eso sólo los aficionados al género... y aún así no la salva del desastre.

Sé que hay gente a la que le gusta estas pelis sucedáneo de transgresión y supuesta crítica al género, y me alegro por ello y por ellos; verán cosas que yo no veo, o sencillamente nos gustan cosas distintas. En lo que a mí se refiere, mi viaje por ellas termina aquí, y ya he aguantado demasiado. Ni siquiera un retorno de Lobezno/Jackman me bastaría para volver a ellas. Estimo mucho un género que me ha dado tantas horas de más que agradable lectura y visionado como para mancharlo con desatinos así.