Ben-Hur
7.9
68,665
Aventuras. Drama
Antigua Roma, bajo el reinado de los emperadores Augusto y Tiberio (s. I d.C.). Judá Ben-Hur (Charlton Heston), hijo de una familia noble de Jerusalén, y Mesala (Stephen Boyd), tribuno romano que dirige los ejércitos de ocupación, son dos antiguos amigos, pero un accidente involuntario los convierte en enemigos irreconciliables: Ben-Hur es acusado de atentar contra la vida del nuevo gobernador romano, y Mesala lo encarcela a él y a su ... [+]
30 de marzo de 2016
30 de marzo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay poco que no se haya dicho ya sobre esta grandiosa superproducción así que no me voy a extender. La obra maestra de William Wyler resplandece con luz propia a pesar del paso de los años y los comentarios sobran. Ben-Hur es uno de esos pocos títulos inmortales y completamente indiscutibles de la historia del cine. Por su grandeza y perfección rivaliza con esas grandes epopeyas bíblicas que caracterizaron la época dorada de Hollywood.
El caso es que Ben-Hur supone una mezcla acertadísima de aventuras e historia apta para todos los paladares. Hay poco que objetar salvo quizá su duración. Charlton Heston nos regala una de esas actuaciones por las que fue mundialmente aclamado además de ser protagonista de una de las secuencias de acción más recordadas de la historia del celuloide, sí, me refiero a la prodigiosa y trepidante carrera de cuádrigas. Además de esto he de decir que su ambiguo y majestuoso personaje respira erotismo por los cuatro costados.
Una película convertida ya en mito y en cita obligada para todo buen amante del séptimo arte.
El caso es que Ben-Hur supone una mezcla acertadísima de aventuras e historia apta para todos los paladares. Hay poco que objetar salvo quizá su duración. Charlton Heston nos regala una de esas actuaciones por las que fue mundialmente aclamado además de ser protagonista de una de las secuencias de acción más recordadas de la historia del celuloide, sí, me refiero a la prodigiosa y trepidante carrera de cuádrigas. Además de esto he de decir que su ambiguo y majestuoso personaje respira erotismo por los cuatro costados.
Una película convertida ya en mito y en cita obligada para todo buen amante del séptimo arte.
7 de octubre de 2023
7 de octubre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ben-Hur (1959), dirigida por William Wyler, es una película que ha dejado una huella imborrable en la historia del cine. Basada en la novela homónima de Lew Wallace, la película narra la historia de Judah Ben-Hur, interpretado con gran habilidad por Charlton Heston, un noble judío que sufre una serie de infortunios que lo llevan a convertirse en un esclavo, mientras que su antiguo amigo Messala, interpretado por Stephen Boyd, se convierte en un poderoso oficial romano.
La trama es una emocionante epopeya que combina la venganza personal de Ben-Hur con la historia más amplia de la vida de Jesús de Nazaret. La película destaca por su espectacularidad visual, con icónicas escenas de carreras de cuadrigas y una gran atención al detalle en la recreación histórica de la Jerusalén antigua.
La actuación de Charlton Heston es digna de elogio. Captura con maestría la evolución del personaje de Ben-Hur, desde un hombre noble y acomodado hasta un esclavo con sed de venganza y finalmente un hombre transformado por el perdón y la redención. La química entre Heston y Boyd es palpable en pantalla, lo que añade profundidad a la historia de su amistad fracturada.
La película también destaca por su partitura musical, compuesta por Miklós Rózsa, que ha perdurado en la memoria colectiva como una de las bandas sonoras más memorables de la historia del cine.
Uno de los momentos más memorables de Ben-Hur es la famosa carrera de cuadrigas, que es un logro cinematográfico en términos de dirección y edición. Esta secuencia, junto con otras escenas emblemáticas, como la batalla naval y el encuentro de Ben-Hur con Jesús, han dejado una impresión duradera en la cultura popular.
La película también aborda temas universales, como la redención, la amistad y la fe. La relación entre Ben-Hur y Jesús agrega una dimensión espiritual profunda a la historia, y la película se adentra en cuestiones de perdón y reconciliación de una manera conmovedora.
En resumen, Ben-Hur es una obra maestra del cine épico que sigue siendo relevante y cautivadora después de décadas. Su combinación de una narrativa emocionante, actuaciones destacadas y una espectacularidad visual la convierten en una película que merece ser vista y apreciada por generaciones futuras. Es un testimonio duradero del poder del cine para contar historias que resuenan en el corazón humano.
Nota: 8/10
La trama es una emocionante epopeya que combina la venganza personal de Ben-Hur con la historia más amplia de la vida de Jesús de Nazaret. La película destaca por su espectacularidad visual, con icónicas escenas de carreras de cuadrigas y una gran atención al detalle en la recreación histórica de la Jerusalén antigua.
La actuación de Charlton Heston es digna de elogio. Captura con maestría la evolución del personaje de Ben-Hur, desde un hombre noble y acomodado hasta un esclavo con sed de venganza y finalmente un hombre transformado por el perdón y la redención. La química entre Heston y Boyd es palpable en pantalla, lo que añade profundidad a la historia de su amistad fracturada.
La película también destaca por su partitura musical, compuesta por Miklós Rózsa, que ha perdurado en la memoria colectiva como una de las bandas sonoras más memorables de la historia del cine.
Uno de los momentos más memorables de Ben-Hur es la famosa carrera de cuadrigas, que es un logro cinematográfico en términos de dirección y edición. Esta secuencia, junto con otras escenas emblemáticas, como la batalla naval y el encuentro de Ben-Hur con Jesús, han dejado una impresión duradera en la cultura popular.
La película también aborda temas universales, como la redención, la amistad y la fe. La relación entre Ben-Hur y Jesús agrega una dimensión espiritual profunda a la historia, y la película se adentra en cuestiones de perdón y reconciliación de una manera conmovedora.
En resumen, Ben-Hur es una obra maestra del cine épico que sigue siendo relevante y cautivadora después de décadas. Su combinación de una narrativa emocionante, actuaciones destacadas y una espectacularidad visual la convierten en una película que merece ser vista y apreciada por generaciones futuras. Es un testimonio duradero del poder del cine para contar historias que resuenan en el corazón humano.
Nota: 8/10
1 de abril de 2010
1 de abril de 2010
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ésta majestuosa y colosal joya del cine épico ya había sido llevada con anterioridad por Fred Niblo en 1925, en plena etapa muda, cuando el Séptimo Arte sinó se mostraba en su forma más artística sí que lo hacía de un modo más o menos pedagógico (hay que tomar otro ejemplo; la primera adaptación muda que hizo Cecil B. De Mille de “Los Diez Mandamientos” en el mismo año). En el caso de “Ben-Hur fue William Wyler quién añadió los ingredientes necesarios para sacar máximo provecho de la adaptación de una novela del militar estadounidense Lee Wallace “Ben-Hur; a Tale of Christ” convirtiéndolo en un macro-espectáculo panorámico de acción y aventura a todo color en que se revisan facsímiles claramente familiarizados con los pasajes del Nuevo Testamento (el nacimiento de Cristo; los sermones en el monte y el camino hacia la crucifixión).
El principal testigo de ficción que rodean estos acontecimientos es Judá Ben-Hur (Charlton Heston), un acomodado judío ajeno a los acontecimientos religiosos que se van suceder sin darle importancia alguna, pero sin poder apaciguar el orgullo y autoritarismo de su amigo de toda la vida, el romano Messala (Stephen Boyd) que en un incidente durante la bienvenida del nuevo Gobernador de Judea, Valerio Grato (Mino Doro) enviado por Tiberio (George Relph), cree firmemente que su amigo ha propiciado una conspiración contra Roma. Injustamente Ben-Hur es encarcelado junto con su madre Miriam (Martha Scott) y su hermana Tirzah (Cathy O´Donnell) y separado de éstas al servicio del cónsul Quinto Arrio (Jack Hawkins) a quién le salvará la vida; hecho que le permitirá recobrar la libertad (sin olvidar el calvario que sufre antes como remero en la famosa secuencia que sufre sus penúrias de esclavo). Cuando Valerio es sustituido como gobernador por un amigo de Quinto Arrio llamado Poncio Pilato (Frank Thring), el aventurero Ben-Hur emprenderá una búsqueda desesperada de su madre y hermana, y en su regocijo hallará a Esther (Haya Harareet), la mujer que ha amado de verdad en toda su vida.
Evidentemente toda esta parte ocupa el argumento de ficción de la película. Pero la fuerza de voluntad inquebrantable del personaje que interpreta Heston se debe al encuentro que tiene con Jesucristo cuando le ofrece agua y vicecersa, o en el tortuoso camino al calvario. Ensamblar aventuras con religión dió buenos resultados a “Ben-Hur” que se llevó 11 Óscar, y de los que yo destacaría la banda sonora de Miklos Rosza. Deberían pasar casi cuatro décadas, para que “Titanic” ganara el mismo número de estatuillas en 1997, así como “El Señor de los Anillos; El Retorno del Rey” poco después, en 2003.
El principal testigo de ficción que rodean estos acontecimientos es Judá Ben-Hur (Charlton Heston), un acomodado judío ajeno a los acontecimientos religiosos que se van suceder sin darle importancia alguna, pero sin poder apaciguar el orgullo y autoritarismo de su amigo de toda la vida, el romano Messala (Stephen Boyd) que en un incidente durante la bienvenida del nuevo Gobernador de Judea, Valerio Grato (Mino Doro) enviado por Tiberio (George Relph), cree firmemente que su amigo ha propiciado una conspiración contra Roma. Injustamente Ben-Hur es encarcelado junto con su madre Miriam (Martha Scott) y su hermana Tirzah (Cathy O´Donnell) y separado de éstas al servicio del cónsul Quinto Arrio (Jack Hawkins) a quién le salvará la vida; hecho que le permitirá recobrar la libertad (sin olvidar el calvario que sufre antes como remero en la famosa secuencia que sufre sus penúrias de esclavo). Cuando Valerio es sustituido como gobernador por un amigo de Quinto Arrio llamado Poncio Pilato (Frank Thring), el aventurero Ben-Hur emprenderá una búsqueda desesperada de su madre y hermana, y en su regocijo hallará a Esther (Haya Harareet), la mujer que ha amado de verdad en toda su vida.
Evidentemente toda esta parte ocupa el argumento de ficción de la película. Pero la fuerza de voluntad inquebrantable del personaje que interpreta Heston se debe al encuentro que tiene con Jesucristo cuando le ofrece agua y vicecersa, o en el tortuoso camino al calvario. Ensamblar aventuras con religión dió buenos resultados a “Ben-Hur” que se llevó 11 Óscar, y de los que yo destacaría la banda sonora de Miklos Rosza. Deberían pasar casi cuatro décadas, para que “Titanic” ganara el mismo número de estatuillas en 1997, así como “El Señor de los Anillos; El Retorno del Rey” poco después, en 2003.
6 de marzo de 2016
6 de marzo de 2016
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde niño he visto esta película. La he visto tantas veces que ya perdí la cuenta de cuantas veces la he visto y siempre que se acerca semana santa pienso en que volveré a ver Ben-Hur. Es una de esas películas muy completas, y por eso muchos la consideramos una de las mas grandes obras del séptimo arte. A esta película yo le asigne un 8, en realidad un 8,5 pero al final da un 8 porque no se permite calificar con decimales (sería excelente poder calificar con decimales, creo que se le haría mas justicia a algunas películas al momento de la calificación.). Empezando por la actuación, esta película se lleva todos los puntos, una actuación magistral la de Charlton Heston y la de algunos actores secundarios tales como Stephen Boyd (mesala), Hugh Griffith y Jack Hawkins, incluso Haya Harareet (Esther) luce esplendida cada vez que aparece delante de la cámara. Es interesante como en las grandes películas pareciera que todo se confabula y ves a todos o al menos a muchos de los personajes secundarios que lucen grandiosos en sus actuaciones. Sin duda esta es una de esas películas. En cuanto a la música resulta repetitivo decir que es agradable porque ya todos lo sabemos, cada tema esta perfectamente ambientado con las escenas y la situación que se desarrolla. El guión es sólido e interesante con la relación de amistad al principio y luego enemistad entre el protagonista y el antagonista y todas las desgracias que sufre el personaje. Algo que sería injusto no mencionar es la impresionante escenografía, sin duda alguna por lo que se ha destacado entre muchas otras cosas este film. El gran pecado de Ben-Hur, ser una película con credo, me explico de otra manera, el problema no es que la cinta tenga credo, lo que sucede es que cuando analizas cual es el verdadero mensaje de esta cinta, cuando te preguntas si es critica o expresiva te das cuenta que su mensaje es netamente religioso. El cine es más que un medio para emitir mensajes religiosos, el cine como arte no admite credos, su visión y misión van más allá de eso. Ben-Hur es una película que si hubiese sido más critica, con un mensaje más trascendental y no se hubiese limitado a dar un mensaje religioso hubiese sido perfecta.
21 de mayo de 2016
21 de mayo de 2016
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ben-Hur es un clásico y toda crítica que se salga de los márgenes que se han escrito desde 1959 es objeto de una llovizna de palos. Pero a mí eso de los márgenes y el bienquedismo nunca se me dio bien así que iré sacando el paraguas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me la vi a mis 25 años, no sé si demasiado pronto o demasiado tarde. Honestamente dudo que muchas personas de mi generación vean cine de antes de los 80, siendo optimista. Todo respetable, ojo. El caso es que cayó en mis manos (de un modo bastante literal) en forma de regalo y con una carga de ironía pasmosa.
Tres horas y media de película después ya tenía una primera impresión muy clara y es: me sobra la última media hora de religión. Me pareció hasta mal y metido a calzador. Como si me hubieran vendido un gran espectáculo para intentar colarme la historia del salvador. Lo que, de toda la vida de Dios (y nunca mejor dicho) se llama vendebiblias.
Me da rabia porque Ben-Hur es espectáculo puro. Tiene hasta apertura e intermedio a un modo muy teatral, con las manos de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel en la pantalla.
La historia es apasionante como un culebrón de los que enganchan: Antigua Roma, Judá Ben-Hur, hijo de una familia noble de Jerusalén; y Messala, tribuno romano que dirige los ejércitos de ocupación, son dos amigos desde la infancia. Pero una acalorada discusión y tras un terrible infortunio, Ben-Hur es acusado de atentar contra la vida del nuevo gobernador romano. Messala lo envía a galeras y encierra a su madre y a su hermana en las mazmorras. Judá salva la vida al comandante de la nave, que lo acoge como a un hijo; y más tarde conoce a un jeque árabe que participa en carreras de cuadrigas. Éste le pide que lidere a sus preciosos caballos blancos; pues está cansado de ver cómo un tal Messala gana todas las carreras con sus caballos negros.
Es una historia de redención y lucha interna, que culmina en una inmensa carrera de cuadrigas que sigue impresionando a día de hoy. Con dimensiones épicas al nivel de Cabiria. Hoy nos tragaríamos chroma por un tubo. Lo mejor es que encima es súper fácil de seguir, con planos gigantes y ese sonido…sin musiquita rimbombante, crudo.
Nuestro héroe gana la carrera, libera a su madre y su hermana que están sanas como lechugas, se casa con Esther y fueron felices para siempre…NO. En realidad gana la carrera y después hay media hora de La Pasión de Cristo, lo cual encuentro absolutamente desagradable. No solo porque no comulga con mis ideales; sino porque me da bastante grima y creo que sobra.
Ya me dijo un pajarito que no critique la película, que critique la novela; pero no tiene nada que ver. A mí lo que no me gusta es que metan a Jesusito en esta historia, me da igual película que novela, gavilán o paloma. Por no decir que podría ser perfectamente una adaptación en la que se omitiera y nos ahorraríamos media hora del mesías. Pienso que, si no cambiaron ni una coma, fue en parte por afán eclesiástico. Lo creo de verdad no solo porque aparezca, sino por el tratamiento que se le da a nivel argumental y técnico.
Tres horas y media de película después ya tenía una primera impresión muy clara y es: me sobra la última media hora de religión. Me pareció hasta mal y metido a calzador. Como si me hubieran vendido un gran espectáculo para intentar colarme la historia del salvador. Lo que, de toda la vida de Dios (y nunca mejor dicho) se llama vendebiblias.
Me da rabia porque Ben-Hur es espectáculo puro. Tiene hasta apertura e intermedio a un modo muy teatral, con las manos de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel en la pantalla.
La historia es apasionante como un culebrón de los que enganchan: Antigua Roma, Judá Ben-Hur, hijo de una familia noble de Jerusalén; y Messala, tribuno romano que dirige los ejércitos de ocupación, son dos amigos desde la infancia. Pero una acalorada discusión y tras un terrible infortunio, Ben-Hur es acusado de atentar contra la vida del nuevo gobernador romano. Messala lo envía a galeras y encierra a su madre y a su hermana en las mazmorras. Judá salva la vida al comandante de la nave, que lo acoge como a un hijo; y más tarde conoce a un jeque árabe que participa en carreras de cuadrigas. Éste le pide que lidere a sus preciosos caballos blancos; pues está cansado de ver cómo un tal Messala gana todas las carreras con sus caballos negros.
Es una historia de redención y lucha interna, que culmina en una inmensa carrera de cuadrigas que sigue impresionando a día de hoy. Con dimensiones épicas al nivel de Cabiria. Hoy nos tragaríamos chroma por un tubo. Lo mejor es que encima es súper fácil de seguir, con planos gigantes y ese sonido…sin musiquita rimbombante, crudo.
Nuestro héroe gana la carrera, libera a su madre y su hermana que están sanas como lechugas, se casa con Esther y fueron felices para siempre…NO. En realidad gana la carrera y después hay media hora de La Pasión de Cristo, lo cual encuentro absolutamente desagradable. No solo porque no comulga con mis ideales; sino porque me da bastante grima y creo que sobra.
Ya me dijo un pajarito que no critique la película, que critique la novela; pero no tiene nada que ver. A mí lo que no me gusta es que metan a Jesusito en esta historia, me da igual película que novela, gavilán o paloma. Por no decir que podría ser perfectamente una adaptación en la que se omitiera y nos ahorraríamos media hora del mesías. Pienso que, si no cambiaron ni una coma, fue en parte por afán eclesiástico. Lo creo de verdad no solo porque aparezca, sino por el tratamiento que se le da a nivel argumental y técnico.
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