Once (Una vez)
7.2
27,612
Drama. Romance
Glen Hansard es un cantante y compositor que interpreta sus canciones por las calles de Dublín, cuando no está trabajando en la tienda de su padre. Durante el día, para ganar algún dinero extra, interpreta conocidos temas para los transeúntes, pero por las noches, toca sus propios temas en los que habla de cómo le dejó su novia. Su talento no pasa desapercibido a Marketa Irglova, una inmigrante checa que vende flores en la calle. Ella ... [+]
21 de diciembre de 2007
21 de diciembre de 2007
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seguramente Once sea una de las películas mas sencillas de este año. Por su discreto presupuesto, por sus modestas intenciones, por su liviano argumento. Pero probablemente también sea una de las mas emotivas y enamorables historias que hayamos visto durante este último año.
Once es un musical, pero es un musical muy original, en el que las canciones no son meros paréntesis en el argumento, tampoco es que hagan avanzar la acción (practicamente inexistente). Las canciones de Once expresan con emoción y ternura sentimientos tan diferentes como la soledad, el desamor y la esperanza.
Es la historia de un músico callejero que conoce en las bulliciosas calles de Dublín a una joven vendedora de flores, y entre ellos surge una amistad basada en la confianza y en la música que les une. Es la historia de un amor imposible, pero sin dramas, contada con una naturalidad pasmosa y una cercanía que toca el corazón. Cualquiera puede sentirse identificado con ese "pringao" que toca la guitarra y al que la vida parece que empieza a sonreirle. También con la joven inmigrante checa que parece ver un punto de luz en las gris vida que llevaba hasta entonces. Los interpretes, Glen Hansard y Marketa Irglova, se encargan de hacerlos cercanos y amigables.
Pese a que los pocos medios se notan mas de la cuenta, el director consigue momentos francamente logrados, algo a lo que no son ajenas las excelentes canciones compuestas para la película por la pareja protagonista. El tema principal, Falling slowly, es de lo mejor que he escuchado en mucho tiempo.
Quizás Once sea una película demasiado pequeña y discreta para perdurar en el tiempo, pero de momento se ha ganado mi corazón.
Once es un musical, pero es un musical muy original, en el que las canciones no son meros paréntesis en el argumento, tampoco es que hagan avanzar la acción (practicamente inexistente). Las canciones de Once expresan con emoción y ternura sentimientos tan diferentes como la soledad, el desamor y la esperanza.
Es la historia de un músico callejero que conoce en las bulliciosas calles de Dublín a una joven vendedora de flores, y entre ellos surge una amistad basada en la confianza y en la música que les une. Es la historia de un amor imposible, pero sin dramas, contada con una naturalidad pasmosa y una cercanía que toca el corazón. Cualquiera puede sentirse identificado con ese "pringao" que toca la guitarra y al que la vida parece que empieza a sonreirle. También con la joven inmigrante checa que parece ver un punto de luz en las gris vida que llevaba hasta entonces. Los interpretes, Glen Hansard y Marketa Irglova, se encargan de hacerlos cercanos y amigables.
Pese a que los pocos medios se notan mas de la cuenta, el director consigue momentos francamente logrados, algo a lo que no son ajenas las excelentes canciones compuestas para la película por la pareja protagonista. El tema principal, Falling slowly, es de lo mejor que he escuchado en mucho tiempo.
Quizás Once sea una película demasiado pequeña y discreta para perdurar en el tiempo, pero de momento se ha ganado mi corazón.
5 de febrero de 2008
5 de febrero de 2008
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película aparentemente sencilla, pero que consigue hacer que conectes con los personajes a base de mostrártelos apasionados por la música. Ves como sus "tristes" vidas cobran una dimensión superior cuando están centrados con su pasión: la música.
Unas canciones magníficas, un guión casi inexistente, que se centra en un momento concreto de la vida de dos personas anónimas, de las que te puedes encontrar en cualquier calle de cualquier capital del mundo.
No puedo dejar de tararear temas como: "When your's mind made up" o "If you want me".
Magnífica.
zinkiki
Unas canciones magníficas, un guión casi inexistente, que se centra en un momento concreto de la vida de dos personas anónimas, de las que te puedes encontrar en cualquier calle de cualquier capital del mundo.
No puedo dejar de tararear temas como: "When your's mind made up" o "If you want me".
Magnífica.
zinkiki
8 de enero de 2009
8 de enero de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Preciosa película para cualquier espectador mínimamente sensible. Minutos memorables, como el tema "If you want me" de la chica saliendo de la tienda. Aquellos que disfruten de la música de cantautor (por ejemplo Damien Rice) serán los más encantados con un film que traslada la sensibilidad de la música a la narración cinematográfica. Excelentes actores.
11 de enero de 2009
11 de enero de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Producción modesta de origen irlandés, en el que el director Carney, nos ofrece un film que narra, en clave musical, la sencilla historia entre un joven compositor (Glen Hansard), que interpreta sus canciones por las calles de Dublín, y que conoce a una una joven inmigrante checa (Markéta Irglová) que vende flores en la calle a su familia, y que al hacer un dueto en una tienda de música y será entonces cuando descubrirán que algo les une.
El gran mérito del film es saber integrar las composiciones musicales en la película, como si fuera un musical, pero sin romper la acción dramática, como si fueran un personaje más en la película, alternando escenas de diálogo con escenas cantadas sin que parezca un montaje artificial, sino que más bien todo fluye de forma natural. Al mismo tiempo que discurre la historia entre los dos protagonistas, el director nos ofrece un puñado de buenas canciones, interpretadas por musicos de verdad, y que de hecho pertenecen a un antiguo grupo del que él mismo formó parte (y también su protagonista), con lo que ha conseguido, integrando aquéllas canciones en una historia que incluso parece real, dar sentido a esas composiciones, y de hecho es un film de esos cuya banda sonora arrastra al público a las salas.
La fuerza del film reside en su propia sencillez, modestía y falta de pretensiones, que descansa en la correcta interpretación de actores semi-profesionales, aunque quizás su historia está excesivamente supeditada a las canciones. Aunque, no se puede negar que tiene un aire de realismo que la hace interesante. Un director a tener en cuenta en el futuro.
El gran mérito del film es saber integrar las composiciones musicales en la película, como si fuera un musical, pero sin romper la acción dramática, como si fueran un personaje más en la película, alternando escenas de diálogo con escenas cantadas sin que parezca un montaje artificial, sino que más bien todo fluye de forma natural. Al mismo tiempo que discurre la historia entre los dos protagonistas, el director nos ofrece un puñado de buenas canciones, interpretadas por musicos de verdad, y que de hecho pertenecen a un antiguo grupo del que él mismo formó parte (y también su protagonista), con lo que ha conseguido, integrando aquéllas canciones en una historia que incluso parece real, dar sentido a esas composiciones, y de hecho es un film de esos cuya banda sonora arrastra al público a las salas.
La fuerza del film reside en su propia sencillez, modestía y falta de pretensiones, que descansa en la correcta interpretación de actores semi-profesionales, aunque quizás su historia está excesivamente supeditada a las canciones. Aunque, no se puede negar que tiene un aire de realismo que la hace interesante. Un director a tener en cuenta en el futuro.
15 de enero de 2009
15 de enero de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maravillosa historia, donde el protagonista principal no es un actor, ni una actriz, ni una ciudad, ni un paisaje, ni la naturaleza. La verdadera protagonista es la MÚSICA. Y la música con mayúsculas, no la bazofia enlatada a la que estamos acostumbrados, salvo en círculos específicos alejados de lo comercial y de la televisión.
La historia que subyace también es bonita, con un final atípico más cercano a lo real que a lo fílmico.
Se capta y muestra toda la esencia y tradición musical que se respira por toda Irlanda.
Grandes músicos y gran voz la de Hansard.
La historia que subyace también es bonita, con un final atípico más cercano a lo real que a lo fílmico.
Se capta y muestra toda la esencia y tradición musical que se respira por toda Irlanda.
Grandes músicos y gran voz la de Hansard.
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