Homero se ve atraído por un cerdo, Bart de repente es alcohólico, Lisa se enamora como una niña tonta de un desconocido, estas son algunas de las tristes líneas argumentales de una mis decepciones más grandes que he tenido en el cine. En Cronología esta película está entre la temporada 18 y 19, y ahí se entiende tan perfectamente porque el filme está tan alejado de los mejores años de Los Simpsons. Es cierto que la animación está más remosada que nunca pero ese aspecto es tan poco a cambio de un guion flojísimo, un pobre desarrollo de personajes y chistes realmente malos, pero malos. Lo peor de estos chistes son esos que usan un doble sentido o los que expresamente usan el sexo como motivo de gracia. Es cierto ni siquiera en sus mejores años Los Simpsons tenían mucho sentido, pero tenían una línea argumental veraz y se les pegaba algunas secundarias llenas ideas geniales y buenos momentos. En un mundo ideal este filme hubiera sido el adiós de Los Simpsons, un triste adiós sí, pero un adiós al fin. Pero el gusto popular y la buena taquilla que tuvo el filme permitió y permite la vigencia de una serie que debió cerrar su ciclo hace algunos años.

3/10

Opinión Final: Les dije antes, una de mis decepciones más grandes que he tenido en un cine, en un segundo y triste visionado Reitero que todo lo que pasa en la película es tan apestosamente mala. Para los que amamos Los Simpsons en sus temporadas viejas (mejores tiempos) este filme es solo una muestra de que la serie murió hace muchos años.

La película salió muy tarde, salió en 2007, o sea: antes de la temporada 19, para ese tiempo los Simpson no hacían gracia, ya no eran populares, o al menos no tanto como lo fueron en los 90. Se nota que no es una peli echa para los fans, sino para la gente que nunca ha visto la serie, como si la gente dijera: Voy a gastar mi dinero, en ver la peli de una serie que nunca he visto, le daré una oportunidad.

Bueno, ocurrió con muchos tropiezos y malas decisiones, (tantas que no justifican un 6) pero la tuvimos: la peli de los Simpson.

Me pareció fantástica cuando la vi en el cine y me sigue pareciendo muy buena película (digna de ser un spin-off de Los Simpson, una de las mejores series de animación de la historia) más de quince años después.

Evidentemente, al ser un formato diferente a los episodios de veinte minutos como en la serie, tiene cosas buenas y cosas malas respecto a la serie. Quizá se pueda hacer algo larga hacia el final, pero desde luego la aventura y el guion son originales; me han gustado los chistes y los gags, el personaje de Homer, el más importante, no pierde su esencia; y por otro lado, consiguieron desarrollar una historia larga, con sus respectivas profundizaciones en personajes que conocemos desde hace tiempo, y sus sentimientos.

Aún recuerdo el ritual que seguía todas las tardes, hace tiempo ya, justo después de salir del colegio: me apresuraba a hacer mis deberes para poder descubrir sin ninguna preocupación cuál sería la sorpresa que me depararía mi serie favorita de televisión. Han pasado ya muchos años de aquello. Ya no soy ese niño de sexto de EGB que pasaba los recreos comentando junto con sus amigotes los divertidos chistes de aquellos gamberros dibujos amarillos que suponían una auténtica revolución en el aburrido panorama televisivo. Todos nos sentíamos un poco Bart, queríamos ser ese granujilla de pelo pincho que conducía su monopatín a endiablada velocidad por las calles de Springfield, sembrando el caos en cada capítulo.

Ahora tengo 25 años, como la mayoría de nosotros he crecido viendo a los Simpsons. Todos ellos forman de algún modo parte de mí, y aunque las últimas temporadas no han estado del todo acertadas, he de confesar que hoy, en la sala de cine, me he divertido tanto como lo hice años atrás en el salón de mi casa, cuando descubría por primera vez un nuevo episodio. Ha sido una experiencia magnífica poder verlos a todos en la gigantesca pantalla, radiantes como antes, derrochando un genial humor repleto de gags, sin descanso, no habiendo lugar para el aburrimiento. La película se te hace corta, se diluye en el paladar como el mejor de los manjares, dejándote con ganas de más, de repetir la experiencia, sin faltar la crítica social, tan característica en los Simpson, que queda patente a lo largo de todo el metraje.

Quizás sea un poco benévolo, pero si hay una serie que se lo merece, esa es Los Simpsons, y aunque conozco que tiene ciertas debilidades como un abuso del humor "porrazo", por todo lo que me han hecho reír el día de hoy no puedo darle menos de un diez.

Me considero una autentica friki de los Simpsons y ha sido la mayor decepción de mi vida. Con sinceridad, era de esperar porque ya los capítulos tras la muerte de Carlos Revilla (doblaje de Homer) eran bastantes pésimos y se alejaban mucho del humor ácido y reivindicativo típicos de esta serie, pero la película fue un desastre para mi gusto. Los comentarios de Homer son absurdos y obviamente comparables con Padre de familia (serie a la que últimamente parece que veneran siendo una porquería). El detalle de spidercerdo o el hecho de que de repente decidan irse a Alaska (...), produjo en mi un sentimiento entre pena y vergüenza ajena. Homer Simpsons ha sido y es (mientras sigan poniendo los capítulos de toda la vida) el mejor personaje de ficción jamás creado y la serie lleva emitiendose en antena, ocupando a diario una hora entera muchísimos años (desde que tengo uso de razón) y se ha convertido en un hito de la televisión pero, desde luego, jamás en un hito del cine porque esta película es una falta de respeto a todos los seguidores incondicionales de esta serie. Quiero dejar clara mi opinión para que esta barbarie no se vuelva a repetir y pedir porfavor que nos repitan los Simpsons todas las veces que quieran porque, sintiendolo en el alma, cuando oigo la voz del nuevo Homer se me revuelve el estomago y tengo que cambiar de canal. Definitivamente, Los Simpson: la película, ha sido de lo peorcito que yo he visto en muuuuchos años.