Carol
7.0
23,120
Romance. Drama
Nueva York, años 50. Therese Belivet (Rooney Mara), una joven dependienta de una tienda de Manhattan que sueña con una vida mejor, conoce un día a Carol Aird (Cate Blanchett), una mujer elegante y sofisticada que se encuentra atrapada en un matrimonio infeliz. Entre ellas surge una atracción inmediata, cada vez más intensa y profunda, que cambiará sus vidas para siempre. (FILMAFFINITY)
4 de diciembre de 2018
4 de diciembre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las múltiples aproximaciones que el teórico Peter Brooks propone para el melodrama consiste en lo que se conoce como "el texto de mudez" ("the text of muteness"), que consiste en que, en ciertos momentos del relato, normalmente aquellos de mayor intensidad, las palabras no son capaces de expresar el torrente de emoción que los personajes sienten, por lo que estos tienen que ser transmitidos a través de su gestualidad y de la imagen. Dentro de esta clave representativa, el uso de los objetos como portadores de significado permite plasmar la realidad de los personajes, sus arcos dramáticos, hasta el punto de que en muchos casos estos se convierten en incluso más reales que los propios personajes.
Aplicando dicha aproximación a "Carol" (Todd Haynes, 2015), el texto de mudez afectaría de manera determinante a la manera en que Therese afronta el descubrimiento de su inclinación sexual, así como su relación amorosa con la persona que da título al filme. A través de la cámara de fotos que ella utiliza, y de las fotografías que crea -principalmente retratos de su objeto de deseo-, Haynes explica aquello que, como buen melodrama clásico, no puede ser explicado: el conflicto social, que en este caso es el tabú de la homosexualidad en los Estados Unidos de los años cincuenta.
A través de una estética gélida, en la que los estallidos de exceso melodramático se administran con cuentagotas, y gracias a un ritmo pausado, que se basa en una construcción exquisita del plano, con innumerables simbolismos -atención a los constantes encuadres dentro del encuadre en los que aparece la protagonista, al motivo visual de la mujer en la ventana, o al viaje en coche como proceso interno de evolución y conflicto-, el director de la también apabullante "Lejos del cielo" entrega un nuevo ejercicio de maestría en el dominio de las claves del melodrama.
Aplicando dicha aproximación a "Carol" (Todd Haynes, 2015), el texto de mudez afectaría de manera determinante a la manera en que Therese afronta el descubrimiento de su inclinación sexual, así como su relación amorosa con la persona que da título al filme. A través de la cámara de fotos que ella utiliza, y de las fotografías que crea -principalmente retratos de su objeto de deseo-, Haynes explica aquello que, como buen melodrama clásico, no puede ser explicado: el conflicto social, que en este caso es el tabú de la homosexualidad en los Estados Unidos de los años cincuenta.
A través de una estética gélida, en la que los estallidos de exceso melodramático se administran con cuentagotas, y gracias a un ritmo pausado, que se basa en una construcción exquisita del plano, con innumerables simbolismos -atención a los constantes encuadres dentro del encuadre en los que aparece la protagonista, al motivo visual de la mujer en la ventana, o al viaje en coche como proceso interno de evolución y conflicto-, el director de la también apabullante "Lejos del cielo" entrega un nuevo ejercicio de maestría en el dominio de las claves del melodrama.
27 de julio de 2019
27 de julio de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera película que veo de Todd Haynes me ha maravillado. Se entiende muy bien su éxito de crítica. Un ritmo narrativo de corte clásico, una estética de ensueño, poética y personal, una sensibilidad alejada de convencionalismos y unas interpretaciones de época... Carol lo tiene todo para colocarse entre las mejores películas de esta década, en mi lista ya se ha colado.
Por eso la elegancia perdida, porque ya no se hacen películas así, son muy pocos los maestros del cine que manejan un lenguaje tan íntimo, riguroso y especial, cuidando cada detalle con mimo y haciendo el cine que quieren, no el que vaya a vender. No sobra ni falta nada, es un trabajo redondo, todo se cuenta sin alardes pero te hipnotiza, la música evocadora, las miradas pérdidas tras las ventanas, los gestos, el deseo de cambio, de una vida nueva, más vibrante...
Rooney Mara está esplendida pero Blanchett es muy especial, se come cada escena. Podría haber ganado el Oscar sin problema.
Gracias Haynes, porque el clasicismo en el cine sigue vivo, porque gracias a ti, PT Anderson y pocos más, el cine importante y trascendente sigue vivo, gracias por esta obra maestra.
Por eso la elegancia perdida, porque ya no se hacen películas así, son muy pocos los maestros del cine que manejan un lenguaje tan íntimo, riguroso y especial, cuidando cada detalle con mimo y haciendo el cine que quieren, no el que vaya a vender. No sobra ni falta nada, es un trabajo redondo, todo se cuenta sin alardes pero te hipnotiza, la música evocadora, las miradas pérdidas tras las ventanas, los gestos, el deseo de cambio, de una vida nueva, más vibrante...
Rooney Mara está esplendida pero Blanchett es muy especial, se come cada escena. Podría haber ganado el Oscar sin problema.
Gracias Haynes, porque el clasicismo en el cine sigue vivo, porque gracias a ti, PT Anderson y pocos más, el cine importante y trascendente sigue vivo, gracias por esta obra maestra.
7 de marzo de 2023
7 de marzo de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es decir «Carol» y se me vienen dos imágenes en flash a la cabeza. Una es esta película británica de Cate Blanchett y la otra es ese mítico momento de 2010 en el que John Cobra y Forocoches trolearon a la organización del concurso de preselección de la canción que representaría a España en Eurovisión 2010 con aquella pegadiza e imposible canción mitad cani y mitad preescolar («Carol, eres tú / Carol, solamente tú / Carol, la vida es así / Carol, etc…»). Las malas lenguas dicen que es más entretenido buscar el corte en Youtube de aquel momento que la película…
… y puede que no les falte razón aunque, indudablemente, la película del siempre sobrio y extremadamente competente Todd Haynes es artísticamente superior, al menos en muchos sentidos. Con una realización tan elegante como las interpretaciones de sus protagonistas, Blanchett y Mara, “Carol” nos sumerge en la puritana Norteamérica de los años cincuenta y nos introduce en el lésbico y tóxico amor prohibido entre una señora bien y una chica de la clase obrera. El inconveniente, por así decirlo, es que ni escandaliza (a estas alturas) ni cuenta nada que no sepamos y, por tanto, no llega a conmover.
Bien por visibilizar que lo que hoy vemos natural, no siempre lo fue y bien por hacerlo sin juzgar o revisar con ojos de hoy los comportamientos o circunstancias de hace más de medio siglo, pero poco más destacable encuentro en una “Carol” más llamativa por lo artístico, por la ambientación y la escenografía, por cómo cuenta las cosas, que por lo argumental, por lo que cuenta realmente. Buena película, pero poco atractiva para mí. De vez en cuando me encuentro buscando el corte de John Cobra en Youtube y sus improperios al público… no me veo haciendo lo mismo con la película, revisitando sus mejores momentos.
… y puede que no les falte razón aunque, indudablemente, la película del siempre sobrio y extremadamente competente Todd Haynes es artísticamente superior, al menos en muchos sentidos. Con una realización tan elegante como las interpretaciones de sus protagonistas, Blanchett y Mara, “Carol” nos sumerge en la puritana Norteamérica de los años cincuenta y nos introduce en el lésbico y tóxico amor prohibido entre una señora bien y una chica de la clase obrera. El inconveniente, por así decirlo, es que ni escandaliza (a estas alturas) ni cuenta nada que no sepamos y, por tanto, no llega a conmover.
Bien por visibilizar que lo que hoy vemos natural, no siempre lo fue y bien por hacerlo sin juzgar o revisar con ojos de hoy los comportamientos o circunstancias de hace más de medio siglo, pero poco más destacable encuentro en una “Carol” más llamativa por lo artístico, por la ambientación y la escenografía, por cómo cuenta las cosas, que por lo argumental, por lo que cuenta realmente. Buena película, pero poco atractiva para mí. De vez en cuando me encuentro buscando el corte de John Cobra en Youtube y sus improperios al público… no me veo haciendo lo mismo con la película, revisitando sus mejores momentos.
11 de enero de 2024
11 de enero de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Carol.
Dos mujeres, dos clases sociales diferentes, la misma soledad, con esta base Todd Haynes nos invita a adentrarnos en la vida de Carol Aird y de Therese Belivet, convirtiendo de esta historia un drama con elementos basados en el romance.
Por un lado tenemos a Therese Belivet, una simple empleada joven de una juguetería, trabajo en el cual se puede reflejar la monotonía que lleva a cabo y sin embargo más allá de ese factor podría representarse como la zona de confort de una joven bastante indecisa ante la vida.
Por el otro, aparece la figura de Carol Aird, una madura con clase social bastante alta y a principio muy decidida en como se manifiesta ante terceros, mujer en la cual entraremos a ahondar en sus conflictos personales los que les dará como hilo conductor para ir recorriendo la trama.
Es hermoso como el director va desestructurando poco a poco las personalidades de cada una de las protagonistas, todo esto apoyándose en los colores de sus vidas cotidianas por separado y también como esa paleta de colores se va utilizando para reflejar los estados de romance y de estabilidad emocional cuando ambas están en compañía mutua.
Otro factor importantísimo para ir narrándonos los acontecimientos es la banda sonora soberbia a cargo de Carter Burwell, creando ambientes de melancolía, de soledad, de amor y también cuando se lo amerita atmósfera de tensión y de adrenalina, asumiendo el compromiso de hacernos sentir estas distintas inquietudes emocionales durante el desarrollo.
Interesante intención del cineasta para lograr hablar en profundidad sobre temas acertados sobre la sexualidad en tiempos antiguos, las toxicidades en las relaciones humanas, y la difícil tarea introspectiva de aceptarse a uno mismo con sus errores y aciertos.
Cinta que considero más allá de sus grandes habilidades que ya desmenucé, me resultó ser dura victima de su parte intermedia, una etapa en la que quizás se vuelve bastante lenta y difícil de sobrellevar aunque levantando en el último pasaje, conteniendo además una escena de sexo que sin dudas es de las más hot en la historia del cine, en la que además se refleja el deseo y las necesidades afectivas que se tienen una a otra.
Grandes interpretaciones por parte de Cate Blanchett y de Rooney Mara, logrando transmitir los elementos psicológicos que componen a sus personajes respectivamente, convirtiendo el factor de lo actoral en clave para poder empatizar con la ficción.
Calificación: 7.0
Dos mujeres, dos clases sociales diferentes, la misma soledad, con esta base Todd Haynes nos invita a adentrarnos en la vida de Carol Aird y de Therese Belivet, convirtiendo de esta historia un drama con elementos basados en el romance.
Por un lado tenemos a Therese Belivet, una simple empleada joven de una juguetería, trabajo en el cual se puede reflejar la monotonía que lleva a cabo y sin embargo más allá de ese factor podría representarse como la zona de confort de una joven bastante indecisa ante la vida.
Por el otro, aparece la figura de Carol Aird, una madura con clase social bastante alta y a principio muy decidida en como se manifiesta ante terceros, mujer en la cual entraremos a ahondar en sus conflictos personales los que les dará como hilo conductor para ir recorriendo la trama.
Es hermoso como el director va desestructurando poco a poco las personalidades de cada una de las protagonistas, todo esto apoyándose en los colores de sus vidas cotidianas por separado y también como esa paleta de colores se va utilizando para reflejar los estados de romance y de estabilidad emocional cuando ambas están en compañía mutua.
Otro factor importantísimo para ir narrándonos los acontecimientos es la banda sonora soberbia a cargo de Carter Burwell, creando ambientes de melancolía, de soledad, de amor y también cuando se lo amerita atmósfera de tensión y de adrenalina, asumiendo el compromiso de hacernos sentir estas distintas inquietudes emocionales durante el desarrollo.
Interesante intención del cineasta para lograr hablar en profundidad sobre temas acertados sobre la sexualidad en tiempos antiguos, las toxicidades en las relaciones humanas, y la difícil tarea introspectiva de aceptarse a uno mismo con sus errores y aciertos.
Cinta que considero más allá de sus grandes habilidades que ya desmenucé, me resultó ser dura victima de su parte intermedia, una etapa en la que quizás se vuelve bastante lenta y difícil de sobrellevar aunque levantando en el último pasaje, conteniendo además una escena de sexo que sin dudas es de las más hot en la historia del cine, en la que además se refleja el deseo y las necesidades afectivas que se tienen una a otra.
Grandes interpretaciones por parte de Cate Blanchett y de Rooney Mara, logrando transmitir los elementos psicológicos que componen a sus personajes respectivamente, convirtiendo el factor de lo actoral en clave para poder empatizar con la ficción.
Calificación: 7.0
16 de febrero de 2016
16 de febrero de 2016
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que cuando una película tiene tan buenas críticas puede decepcionar, pero este fiasco... No pasa nada, no me creo la historia de amor, en definitiva un tostón... Y la voz que dobla a la Blanchett para matarla...Sí, ya sé que hay que verla en V.O., pero es lo que tienen los cines de las ciudades pequeñas...La ambientación no está mal, pero a estas alturas es lo mínimo que se le puede pedir a cualquier peli...
No me extraña que en los Bafta no se haya llevado nada, a ver en los Oscar. Un 5 pelado.
No me extraña que en los Bafta no se haya llevado nada, a ver en los Oscar. Un 5 pelado.
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