La carretera
6.6
55,849
Drama
El planeta ha sido arrasado por un misterioso cataclismo y, en medio de la desolación, un padre y su hijo se dirigen hacia la costa en busca de un lugar seguro donde asentarse. Durante el viaje se cruzarán con otros supervivientes: unos se han vuelto locos, otros se han convertido en caníbales. Adaptación de una novela de Cormac McCarthy, autor de "No es país para viejos". (FILMAFFINITY)
10 de febrero de 2010
10 de febrero de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me leí el libro allá por el 2008, tras ver las críticas tan buenas de él. Me encantó y me dejo con ganas de más. Así que tras enterarme de que había una película sobre el libro me dispuse a verla (bajando bastante el listón con referencia al libro).
Y es más o menos lo que pasa con todas las peliculas basados en libros: son bastante peores que las novelas (los guionistas necesitan un chute de ideas). The Road no aporta nada nuevo al libro, es más, quita toda la sensación de agobio, de soledad, de esperanza que el libro nos aporta. Todo pasa demasiado rápido, no deteniéndose el director en ningún aspecto en general.
Para todos aquellos que tengan ocasión de leerse el libro, no lo duden. Y para aquellos que la lectura les eche para atrás, pues veanse la película, que está bien, pero no llega a la brillantez de la novela.
Y es más o menos lo que pasa con todas las peliculas basados en libros: son bastante peores que las novelas (los guionistas necesitan un chute de ideas). The Road no aporta nada nuevo al libro, es más, quita toda la sensación de agobio, de soledad, de esperanza que el libro nos aporta. Todo pasa demasiado rápido, no deteniéndose el director en ningún aspecto en general.
Para todos aquellos que tengan ocasión de leerse el libro, no lo duden. Y para aquellos que la lectura les eche para atrás, pues veanse la película, que está bien, pero no llega a la brillantez de la novela.
11 de febrero de 2010
11 de febrero de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Road.
En un mundo caótico y deprimente un padre y un hijo vagan por la oscuridad y por la penuria buscando un futuro mejor.
Esta podría ser la sinopsis más sencilla de esta tremenda película, y es que me enamoré a primera vista. Hay muchos tipos de películas, algunas te hacen reír, otras te entretienen cómodamente en la butaca del cine y otras simplemente son pasajeras. The Road es una película que te hace pensar, y no me refiero a que te plantea un enigma, tampoco a que encuentres una moraleja dentro de la historia, sino te invita a pensar qué hubieses hecho tú en las diversas situaciones que suceden durante el filme.
Es una película diferente, que no busca llamar la atención, ni tampoco se para en el pasado de los protagonistas (su profesión, sus estudios, su familia…), sino más bien se centra en la historia de dos personas y es eso exactamente lo mejor de ella.
No busquéis porqués en la película, dado que no hallaréis ninguno, únicamente dejaros llevar por el viaje, por el viaje al sur.
Os invito a conocerla, a introduciros dentro de un planeta gris, y real…demasiado real. Pero es como la vida, cruda y dura. Así que la película no es más que una ventana a nuestro instinto más primario: la supervivencia.
Respecto a la valoración en general de la producción destacar la impresionante escenografía donde se realizan las escenas, la excelente adaptación del libro y sobretodo el glorioso papel que realiza Viggo Mortensen durante el rodaje.
Si tiene alguna contra para mí es el final, debería haber acabado antes, le sobraban los últimos 5 minutos, pero aun así no me defraudó, simplemente lo hubiese cambiado.
Mi nota es un 9,2. Excelente y de obligada visión, crucemos los dedos para que pase al salón de la fama de los filmes.
En un mundo caótico y deprimente un padre y un hijo vagan por la oscuridad y por la penuria buscando un futuro mejor.
Esta podría ser la sinopsis más sencilla de esta tremenda película, y es que me enamoré a primera vista. Hay muchos tipos de películas, algunas te hacen reír, otras te entretienen cómodamente en la butaca del cine y otras simplemente son pasajeras. The Road es una película que te hace pensar, y no me refiero a que te plantea un enigma, tampoco a que encuentres una moraleja dentro de la historia, sino te invita a pensar qué hubieses hecho tú en las diversas situaciones que suceden durante el filme.
Es una película diferente, que no busca llamar la atención, ni tampoco se para en el pasado de los protagonistas (su profesión, sus estudios, su familia…), sino más bien se centra en la historia de dos personas y es eso exactamente lo mejor de ella.
No busquéis porqués en la película, dado que no hallaréis ninguno, únicamente dejaros llevar por el viaje, por el viaje al sur.
Os invito a conocerla, a introduciros dentro de un planeta gris, y real…demasiado real. Pero es como la vida, cruda y dura. Así que la película no es más que una ventana a nuestro instinto más primario: la supervivencia.
Respecto a la valoración en general de la producción destacar la impresionante escenografía donde se realizan las escenas, la excelente adaptación del libro y sobretodo el glorioso papel que realiza Viggo Mortensen durante el rodaje.
Si tiene alguna contra para mí es el final, debería haber acabado antes, le sobraban los últimos 5 minutos, pero aun así no me defraudó, simplemente lo hubiese cambiado.
Mi nota es un 9,2. Excelente y de obligada visión, crucemos los dedos para que pase al salón de la fama de los filmes.
14 de febrero de 2010
14 de febrero de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durísima historia de supervivencia con final feliz. La interpretación de Viggo es excepcional, como siempre, y buena parte de la puntuación se debe a eso. También destacar el casi irreconocible Duvall y el menos reconocible todavía Guy Pierce.
La buena dirección y ambientación hacen que pase desapercibida la lentitud pasmosa del film y las varias escenas que sobran. Se perciben algunos retazos hitchcokianos en los momentos sangrientos de "mostrar sin mostrar"
Se merece un 7.5 de nota.
La buena dirección y ambientación hacen que pase desapercibida la lentitud pasmosa del film y las varias escenas que sobran. Se perciben algunos retazos hitchcokianos en los momentos sangrientos de "mostrar sin mostrar"
Se merece un 7.5 de nota.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final debería haber sido que cuando el niño se encuentra con el de la escopeta en la playa hubiera hecho caso de su padre y se hubiera pegado un tiro pero, claro, eso no es comercial, eso no vende pero hubiera sido el final lógico y propio de una película catastrofista.
Aparte de eso, me quedo con algunas dudas: ¿qué originó todo esto?, ¿cómo vivieron tantos años si era el hijo de la Theron? el nene tiene por lo menos 10-11 años. ¿de qué muere Viggo tan rápidamente?, ¿hubo más "gente buena"?
Evidentemente el niño oyó un perro cuando estaban en el refugio subterráneo, se sabe al final y queda muy bien.
Lo peor de esta película es el niño. A veces (bastantes) sobra y es un lastre al desarrollo de la trama. Se nota claramente que el personaje de Viggo ha de cargar con el crío que, por otra parte, está excesivamente cuidado por parte de su padre y así no aprenderá a valerse por sí mismo cuando no esté él. Esto se deja ver cuando Viggo se va y se queda sólo el niño, confiando a la primera de cambio en el primer desconocido que ve (Guy Pierce). menos mal que era "de los buenos" que sino hubiera sido comido con gorro y todo.
Aparte de eso, me quedo con algunas dudas: ¿qué originó todo esto?, ¿cómo vivieron tantos años si era el hijo de la Theron? el nene tiene por lo menos 10-11 años. ¿de qué muere Viggo tan rápidamente?, ¿hubo más "gente buena"?
Evidentemente el niño oyó un perro cuando estaban en el refugio subterráneo, se sabe al final y queda muy bien.
Lo peor de esta película es el niño. A veces (bastantes) sobra y es un lastre al desarrollo de la trama. Se nota claramente que el personaje de Viggo ha de cargar con el crío que, por otra parte, está excesivamente cuidado por parte de su padre y así no aprenderá a valerse por sí mismo cuando no esté él. Esto se deja ver cuando Viggo se va y se queda sólo el niño, confiando a la primera de cambio en el primer desconocido que ve (Guy Pierce). menos mal que era "de los buenos" que sino hubiera sido comido con gorro y todo.
25 de febrero de 2010
25 de febrero de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hillcoat toma un libro sobre la devastación y lo lleva a la pantalla con una efectividad para el aplauso. De todas maneras, el aplauso que puede salir de una obra como La carretera solo puede compararse al latido de vida más triste. Estamos ante una peli de esas que te dejan con una sonrisa de tierna amargura.
La atmósfera constante que acompaña al padre y a su hijo envuelve al espectador dentro de su opacidad, su sequedad, su tufo a muerte que ya no habrá de abandonar a nadie. La obra entera describe un peregrinar errático hacia quien sabe donde: antes de los primeros diez minutos, una escena nos describe como el padre le enseña al hijo como suicidarse...la situación por sí misma, por su crudeza y visceralidad, dibuja un tono de eterno color a madera vieja que se te impregna en el ánimo.
Las actuaciones son realmente enormes: Mortensen encarna a un personaje que lleva consigo una semilla a dejar. Lo demás es tan solo una carga fría, una pérdida (demostrada mediante flash backs) y una sensación de derrota que se traslada a su propio espacio; como si éste fuera un reflejo de su vacío interior, su sin salida definitiva: "mataré a todo el que te toque, es mi trabajo", le dice al hijo sin titubear.
La idea en sí no es nueva, la vemos a menudo en tantas otras pelis de mundos post apocalípticos. Lo nuevo es el tratamiento que Hillcoat realiza sobre cada imagen, cada secuencia, cada gesto, cada acción y reacción. La forma de expresión que el director eligió es la perfecta medida para esta epopeya fúnebre y débilmente esperanzada.
La atmósfera constante que acompaña al padre y a su hijo envuelve al espectador dentro de su opacidad, su sequedad, su tufo a muerte que ya no habrá de abandonar a nadie. La obra entera describe un peregrinar errático hacia quien sabe donde: antes de los primeros diez minutos, una escena nos describe como el padre le enseña al hijo como suicidarse...la situación por sí misma, por su crudeza y visceralidad, dibuja un tono de eterno color a madera vieja que se te impregna en el ánimo.
Las actuaciones son realmente enormes: Mortensen encarna a un personaje que lleva consigo una semilla a dejar. Lo demás es tan solo una carga fría, una pérdida (demostrada mediante flash backs) y una sensación de derrota que se traslada a su propio espacio; como si éste fuera un reflejo de su vacío interior, su sin salida definitiva: "mataré a todo el que te toque, es mi trabajo", le dice al hijo sin titubear.
La idea en sí no es nueva, la vemos a menudo en tantas otras pelis de mundos post apocalípticos. Lo nuevo es el tratamiento que Hillcoat realiza sobre cada imagen, cada secuencia, cada gesto, cada acción y reacción. La forma de expresión que el director eligió es la perfecta medida para esta epopeya fúnebre y débilmente esperanzada.
5 de marzo de 2010
5 de marzo de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al poco de empezar la película, empecé a revolverme en la butaca. Aquello no andaba. Salvo la fotografía. Esta peli tiene una alarmante carencia de ritmo. Quiero decir: de su propio ritmo, del que se supone que debiera tener. Evidentemente, no es una película de trepidante acción. Pero esta carencia no tiene nada que ver con el ritmo que toda obra, como ELEMENTO ESENCIAL, debe poseer. En música, ritmo son el adagio y el andante, tanto como el scherzo o el rondo.
¿Alguien entiende la historia de la mujer? Debe de ser que me despisté, porque no le encuentro encaje, salvo para acrecentar el sufrimiento de padre e hijo abandonados y darle más sentido a la película, a base de flash back ilustradores. Tal como está resuelto en la película, el asunto es poco creíble, suena a ripio. Sin embargo, se supone que es un hecho de la novela.
También los diálogos padre-hijo quizás en la novela se aprecien de otro modo. En la película -tal vez por el horroroso doblaje del chaval- suenan a filantropía impostada, un tanto cursi. No me ha abandonado en ningún momento la sensación de estar ante algo con los pies en el aire, burlado y engañado. Es frecuente, por otro lado, en estos tiempos: pretender que los medios técnicos -en este caso, la fotografía- hagan todo el trabajo. Pero la VERDAD es algo más profundo: se respira, se detecta más allá de la vista, de la mirada. Si no se encuentra, uno se decepciona. Y se aburre.
No he leído la novela; pero tengo la sensación de que aquí se ha cometido el tópico habitual: un malhadado día una buena novela cae en manos de un señor que maneja una cámara y se la carga. Pero muchos la alaban porque está rodada en blanco y negro, el intérprete es un actor más o menos alternativo, no contaminado por la baba del glamour hollywoodiense, y suena profunda. Quiere ser trascendente, pero sólo es pretenciosa. Falta profundidad narrativa. En el conocido cuento zen, el maestro le habría cortado la mano.
¿Alguien entiende la historia de la mujer? Debe de ser que me despisté, porque no le encuentro encaje, salvo para acrecentar el sufrimiento de padre e hijo abandonados y darle más sentido a la película, a base de flash back ilustradores. Tal como está resuelto en la película, el asunto es poco creíble, suena a ripio. Sin embargo, se supone que es un hecho de la novela.
También los diálogos padre-hijo quizás en la novela se aprecien de otro modo. En la película -tal vez por el horroroso doblaje del chaval- suenan a filantropía impostada, un tanto cursi. No me ha abandonado en ningún momento la sensación de estar ante algo con los pies en el aire, burlado y engañado. Es frecuente, por otro lado, en estos tiempos: pretender que los medios técnicos -en este caso, la fotografía- hagan todo el trabajo. Pero la VERDAD es algo más profundo: se respira, se detecta más allá de la vista, de la mirada. Si no se encuentra, uno se decepciona. Y se aburre.
No he leído la novela; pero tengo la sensación de que aquí se ha cometido el tópico habitual: un malhadado día una buena novela cae en manos de un señor que maneja una cámara y se la carga. Pero muchos la alaban porque está rodada en blanco y negro, el intérprete es un actor más o menos alternativo, no contaminado por la baba del glamour hollywoodiense, y suena profunda. Quiere ser trascendente, pero sólo es pretenciosa. Falta profundidad narrativa. En el conocido cuento zen, el maestro le habría cortado la mano.
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