La noche del cazador
1955 

8.1
32,909
Intriga. Drama. Cine negro. Thriller
Tras realizar un atraco en el que han muerto dos personas, Ben Harper regresa a su casa y esconde el botín confiando el secreto a sus hijos. En la cárcel, antes de ser ejecutado, comparte celda con Harry Powell y en sueños habla del dinero. Tras ser puesto en libertad, Powell, obsesionado por apoderarse del botín, va al pueblo de Harper, enamora a su viuda y se casa con ella. (FILMAFFINITY)
10 de octubre de 2013
10 de octubre de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La noche y el rio".
No fue un desafio sencillo el de Charles Laughton al realizar este film. Hollywood en los años cincuenta vivia momentos de esplendor del llamado "cine negro". Un cine que marcó una época y determinó la consagración de directores, guionistas y actores. Pero aquí, Laughton, no se limita a seguir los cauces clásicos del género, intenta ir más allá impregnando su film de un contenido onírico que le hace enormemente sugestivo.
Su exposición, planteada como un cuento, con un magnífico guión de James Agee (La Reina de África), nos cuenta una historia de "buenos y malos", desde una perspectiva maniquea donde se polarizan hasta extremos expresionistas el comportamiento de los personajes.
La historia no deja de ser original, al contarnos los intentos de conseguir un sustancioso botin por parte de un predicador desequilibrado y asesino.Su ubicación en la América de la gran depresión hace más intensos los perfiles del drama.El miedo es una constante que no nos abandona en ningún momento. La maldad del personaje central con su desesperada búsqueda del botín oculto -interpretado por un Robert Mitchum en uno de sus mejores papeles-, nos sumerge en un climax de tensión creciente hasta su desenlace final.
Tambien el mundo infantil tiene un protagonismo determinante, al mostrarnos -no sin cierta ironía-, la actitud de una pareja de niños donde el muchacho demuestra una capacidad resolutiva impropia de sus años, con sorprendentes recursos para eludir las siniestras intenciones del maléfico predicador. Hay magistrales escenas, como las nocturnas donde la parejita de hermanos huyen por el rio refugiéndose en un caserón abandonado, mientras Mitchum, a caballo, les sigue la pista incansablemente.
Son varias las claves que nos aporta el film para analizar: perversidad, avidez de dinero, misoginia, astucia infantil, lealtad filial, compasión y entrega desinteresada, cerrilismo popular. Todo ello plasmado a través de una magnífica fotografía en blanco y negro de Stanley Cortez, con tomas largas y prolongadas donde la falta de diálogo es sustituida por sonidos de la naturaleza, o por la soberbia voz de Mitchum, sumergiéndonos en un atmósfera cada vez más irreal y angustiosa.
Magnífica la elección de Laughton, en especial con los personajes del predicador, el niño (Billy Chapin), la viuda (Shelley Winters),y la buena samaritana, encarnada por una Lilian Gish impecable en su rol.
Pêlícula absolutamente recomendable para los buenos cinéfilos.
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No fue un desafio sencillo el de Charles Laughton al realizar este film. Hollywood en los años cincuenta vivia momentos de esplendor del llamado "cine negro". Un cine que marcó una época y determinó la consagración de directores, guionistas y actores. Pero aquí, Laughton, no se limita a seguir los cauces clásicos del género, intenta ir más allá impregnando su film de un contenido onírico que le hace enormemente sugestivo.
Su exposición, planteada como un cuento, con un magnífico guión de James Agee (La Reina de África), nos cuenta una historia de "buenos y malos", desde una perspectiva maniquea donde se polarizan hasta extremos expresionistas el comportamiento de los personajes.
La historia no deja de ser original, al contarnos los intentos de conseguir un sustancioso botin por parte de un predicador desequilibrado y asesino.Su ubicación en la América de la gran depresión hace más intensos los perfiles del drama.El miedo es una constante que no nos abandona en ningún momento. La maldad del personaje central con su desesperada búsqueda del botín oculto -interpretado por un Robert Mitchum en uno de sus mejores papeles-, nos sumerge en un climax de tensión creciente hasta su desenlace final.
Tambien el mundo infantil tiene un protagonismo determinante, al mostrarnos -no sin cierta ironía-, la actitud de una pareja de niños donde el muchacho demuestra una capacidad resolutiva impropia de sus años, con sorprendentes recursos para eludir las siniestras intenciones del maléfico predicador. Hay magistrales escenas, como las nocturnas donde la parejita de hermanos huyen por el rio refugiéndose en un caserón abandonado, mientras Mitchum, a caballo, les sigue la pista incansablemente.
Son varias las claves que nos aporta el film para analizar: perversidad, avidez de dinero, misoginia, astucia infantil, lealtad filial, compasión y entrega desinteresada, cerrilismo popular. Todo ello plasmado a través de una magnífica fotografía en blanco y negro de Stanley Cortez, con tomas largas y prolongadas donde la falta de diálogo es sustituida por sonidos de la naturaleza, o por la soberbia voz de Mitchum, sumergiéndonos en un atmósfera cada vez más irreal y angustiosa.
Magnífica la elección de Laughton, en especial con los personajes del predicador, el niño (Billy Chapin), la viuda (Shelley Winters),y la buena samaritana, encarnada por una Lilian Gish impecable en su rol.
Pêlícula absolutamente recomendable para los buenos cinéfilos.
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12 de enero de 2015
12 de enero de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siendo un adolescente y sin llegar aún todos esos canales de televisión de los cuales disfrutamos hoy día, solo existían la primera y la segunda cadena, me gustaba quedarme por la noche a ver cine clásico que ponían en su mayoría en la versión original subtitulada, cosa que me venía bien para no despertar al resto de la familia y para mejorar mi inglés. De ahí nació mi pasión por el cine clásico a pesar de mi corta edad.
Recuerdo que una noche disfruté de esta maravilla, la única obra del excelente actor Charles Laughton y que desde los primeros planos ya te metía el pánico en el cuerpo. Robert Mitchum es el personaje, el peso y la película en sí, aún reconociendo el gran trabajo del chaval, hermano de la niña poseedora de la muñeca, si esta película te pone los pelos de punta es única y exclusivamente por el personaje de Mitchum. Ese hombre con una inteligencia fuera de lo normal, un cuenta cuentos capaz de convertirse en la persona que quieres que sea para ganarse tu favor, pero con un lado más que oscuro. Gran acierto del equipo de vestuario al seleccionar un traje con sombrero para dicho personaje, ya que el blanco y negro juega un papel importante en la fotografía de la película, aprovechando esas sombras de la figura del pastor para hacerla más imponente. Me ha encantado las primeras tomas con el niño, donde la cámara filma desde la perspectiva del chaval, dejando de manifiesto lo indefenso de su situación ante tremendo contrincante.
En mi opinión he visto la película muy acelerada en su guión, cosa que comentaré en el spoiler para no adelantar nada. Laughton se centra más en el comportamiento humano respecto a lo que nuestros ojos ven sencillamente y no a lo que es realmente. Las relaciones humanas por interés. Y cuando hay un psicópata por medio se vuelven más llamativas, más especialmente para el espectador que sabe de que va todo a diferencia de los personajes que intervienen en el film. Su idea era conseguir una película intrigante y a ciencia cierta que lo consiguió con creces.
Recuerdo que una noche disfruté de esta maravilla, la única obra del excelente actor Charles Laughton y que desde los primeros planos ya te metía el pánico en el cuerpo. Robert Mitchum es el personaje, el peso y la película en sí, aún reconociendo el gran trabajo del chaval, hermano de la niña poseedora de la muñeca, si esta película te pone los pelos de punta es única y exclusivamente por el personaje de Mitchum. Ese hombre con una inteligencia fuera de lo normal, un cuenta cuentos capaz de convertirse en la persona que quieres que sea para ganarse tu favor, pero con un lado más que oscuro. Gran acierto del equipo de vestuario al seleccionar un traje con sombrero para dicho personaje, ya que el blanco y negro juega un papel importante en la fotografía de la película, aprovechando esas sombras de la figura del pastor para hacerla más imponente. Me ha encantado las primeras tomas con el niño, donde la cámara filma desde la perspectiva del chaval, dejando de manifiesto lo indefenso de su situación ante tremendo contrincante.
En mi opinión he visto la película muy acelerada en su guión, cosa que comentaré en el spoiler para no adelantar nada. Laughton se centra más en el comportamiento humano respecto a lo que nuestros ojos ven sencillamente y no a lo que es realmente. Las relaciones humanas por interés. Y cuando hay un psicópata por medio se vuelven más llamativas, más especialmente para el espectador que sabe de que va todo a diferencia de los personajes que intervienen en el film. Su idea era conseguir una película intrigante y a ciencia cierta que lo consiguió con creces.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Desde que el padre llega a la casa, habla con los niños, esconde el dinero, es apresado, habla con el predicador, este llega al pueblo, conquista a la madre, pasa todo muy rápido sin un proceso para aceptar torda esa información. Me hubiese gustado más que el personaje de Mitchum tardara más en encontrarlos, mientras el espectador hace fuerzas para que eso no ocurriese. O que le costase más conquistar a la madre, dejando nuevamente al espectador a las expectativa de lo negativo de esa unión futura. Después que se descubre el pastel, todo va en alargar una historia que ha perdido su emoción principal y es continuar el seguimiento de los chavales hasta que de con su paradero. Podría haber sido algo grandioso.
18 de febrero de 2015
18 de febrero de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cómo ven los niños a los adultos? Algunas veces, como guardianes protectores que les cuidan. Otras, como gigantes siniestros que aparecen de entre las sombras a mitad de la noche. Desde los ojos de los niños, todo se percibe de una manera diferente; menos racional, más fantasiosa y onírica. El miedo a la oscuridad es muy habitual entre los niños, porque todo lo que se oculta bajo su manto resulta misterioso y desconocido, pudiendo servir de refugio para el mayor de los peligros. Pero, seguramente, lo más peligroso para un niño indefenso es un hombre malvado, pero con la fuerza y la autoridad de la que él carece.
Primera y única película dirigida por el actor Charles Laughton, que consigue crear un retrato del miedo, gracias a una magnifica e hipnótica puesta en escena; rica en sugerentes referencias y metáforas visuales, que convierten la visión de esta obra en un viaje al interior de una pesadilla infantil. La historia está contada a través de los ojos del joven protagonista y nos adentramos junto él al mundo onírico y tenebroso que le rodea. Compartiendo parte de la gran carga que recae sobre sus hombros: por una parte, cumplir la promesa que le hizo a su padre la última vez que lo vio, una carga demasiado pesada para un niño tan pequeño. Por otra parte, tendrá que proteger a su hermana pequeña a toda costa, del ser siniestro que los acosará.
Robert Mitchum no sólo interpreta aquí al que seguramente sea su mejor personaje, sino a uno de los mejores villanos de la historia del séptimo arte. Un misterioso hombre que bajo su disfraz de simpático y carismático predicador, se encuentra un asesino cruel y despiadado, que hará cualquier cosa para lograr su cometido. La puesta en escena creada por Laughton logra crear un aura a su alrededor, logrando que Harry Powell se nos muestre como un ser salido del mismo infierno, implacable, amenazador en todo momento, y del que parece ser imposible huir; ya que sea por tren, coche, o a caballo, siempre consigue llegar hasta su presa. Un ser que se mueve como una serpiente entre las sombras, esperando el momento preciso para atacar a sus presas.
Pero el siniestro predicador no contaba con la resistencia y la tenacidad de John, un niño que desde el primer momento sospecho que tras esa sonrisa y todas esas palabras amables se escondía la codicia y la ambición. Junto al chaval, la única persona capaz de enfrentarse al despiadado Harry Powell es la señorita Rachel Cooper,encarnada por la estrella del cine mudo y antigua musa de D.W. Griffith, Lilian Gish. Que cumple perfectamente como contrapunto de Robert Mitchum. Siendo, a vista del joven protagonista, el ángel protector que ha acudido a librarlos de la persecución de aquel implacable demonio.
Una obra maestra del cine, una anatomía del miedo como nunca se ha visto. Pese a haberse realizado desde hace más de medio siglo, conserva hoy en día toda su eficacia. Además, nos ha brindado de un villano antológico y memorable; sus tatuajes en los nudillos “love” y “hate” siguen formando parte de la cultura popular, aunque muchos desconozcan su procedencia. En resumen, una obra tan imprescindible como inquietante.
http://nosoyuncritico.com/ciclos/2015/02/ciclo-robert-mitchum/
http://nosoyuncritico.com/criticas/ano/sunday-classics-2/2015/02/la-noche-del-cazador/
Primera y única película dirigida por el actor Charles Laughton, que consigue crear un retrato del miedo, gracias a una magnifica e hipnótica puesta en escena; rica en sugerentes referencias y metáforas visuales, que convierten la visión de esta obra en un viaje al interior de una pesadilla infantil. La historia está contada a través de los ojos del joven protagonista y nos adentramos junto él al mundo onírico y tenebroso que le rodea. Compartiendo parte de la gran carga que recae sobre sus hombros: por una parte, cumplir la promesa que le hizo a su padre la última vez que lo vio, una carga demasiado pesada para un niño tan pequeño. Por otra parte, tendrá que proteger a su hermana pequeña a toda costa, del ser siniestro que los acosará.
Robert Mitchum no sólo interpreta aquí al que seguramente sea su mejor personaje, sino a uno de los mejores villanos de la historia del séptimo arte. Un misterioso hombre que bajo su disfraz de simpático y carismático predicador, se encuentra un asesino cruel y despiadado, que hará cualquier cosa para lograr su cometido. La puesta en escena creada por Laughton logra crear un aura a su alrededor, logrando que Harry Powell se nos muestre como un ser salido del mismo infierno, implacable, amenazador en todo momento, y del que parece ser imposible huir; ya que sea por tren, coche, o a caballo, siempre consigue llegar hasta su presa. Un ser que se mueve como una serpiente entre las sombras, esperando el momento preciso para atacar a sus presas.
Pero el siniestro predicador no contaba con la resistencia y la tenacidad de John, un niño que desde el primer momento sospecho que tras esa sonrisa y todas esas palabras amables se escondía la codicia y la ambición. Junto al chaval, la única persona capaz de enfrentarse al despiadado Harry Powell es la señorita Rachel Cooper,encarnada por la estrella del cine mudo y antigua musa de D.W. Griffith, Lilian Gish. Que cumple perfectamente como contrapunto de Robert Mitchum. Siendo, a vista del joven protagonista, el ángel protector que ha acudido a librarlos de la persecución de aquel implacable demonio.
Una obra maestra del cine, una anatomía del miedo como nunca se ha visto. Pese a haberse realizado desde hace más de medio siglo, conserva hoy en día toda su eficacia. Además, nos ha brindado de un villano antológico y memorable; sus tatuajes en los nudillos “love” y “hate” siguen formando parte de la cultura popular, aunque muchos desconozcan su procedencia. En resumen, una obra tan imprescindible como inquietante.
http://nosoyuncritico.com/ciclos/2015/02/ciclo-robert-mitchum/
http://nosoyuncritico.com/criticas/ano/sunday-classics-2/2015/02/la-noche-del-cazador/
6 de agosto de 2023
6 de agosto de 2023
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La oscura historia de un peculiar predicador que fuerza cualquier vínculo con la familia a la que se une para adoctrinar a una viuda.
La fuerza en sus imágenes es una constante durante el metraje.
Una interpretación primorosa de Robert Mitchum en una lucha contra el bien porque él es puro mal. Un individuo furioso dispuesto a engañar a cualquier persona que se encuentra a su paso.
La infelicidad sobrevuela este tétrico relato cargado de mística con un desprecio absoluto a la naturaleza del ser humano y a su falta de escrúpulos.
La fuerza en sus imágenes es una constante durante el metraje.
Una interpretación primorosa de Robert Mitchum en una lucha contra el bien porque él es puro mal. Un individuo furioso dispuesto a engañar a cualquier persona que se encuentra a su paso.
La infelicidad sobrevuela este tétrico relato cargado de mística con un desprecio absoluto a la naturaleza del ser humano y a su falta de escrúpulos.
18 de mayo de 2013
18 de mayo de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La realidad es que esperaba más de este film, su atmósfera de cuento de terror para niños no me ha convencido. Creo que hay algo que Laughton se olvida para que entremos verdaderamente en su historia, sinceramente no me creo el cuento, siento que hay algo que fuerza la verosimilitud, es como si el mismo Laughton se traicionara, el crea una realidad a lo Hansel & Gretel pero de cierta forma la puesta en escena le juega una mala pasada. Puede que esta sea sólo una impresión mía, pero es que no me la he creído.
La historia es demasiado simple para toda la odisea que se monta Laughton, la siento estirada y bastante desaprovechada, la cosa se resume en "huimos por el bosque mientras el lobo no esté". Con la plata no pasa nada, a ninguno de los niños se le ocurre hacer algo con ella (excepto los muñequitos, ja), el dinero siempre está escondido en el mismo lugar y a ninguno se le ocurre cambiarlo de sitio.
Le reconozco que por momentos logra verdadera tensión y frenetismo pero es bastante irregular, tiene escenas geniales como la persecución por el río y al mismo tiempo escenas tremendamente tontas como la explicación que hace Mitchum con las manos que lejos de ser espeluznante da risa.
La crítica social de fondo no está mal, y de última es lo único que parece destinado a los adultos, el tema de la depresión, y sobre todo esa crítica sobre el fanatismo religioso donde Mitchum es un falso profeta que hechiza mujeres y corre detrás del dinero.
Lo más penoso e imperdonable desde mi punto de vista son los diálogos, vagos e insulsos, incluso esa teoría tonta que Mitchum hace con sus manos sobre "El bien y el mal" está contada con palabras minimizadas al máximo -o mejor dicho: al mínimo-. Tampoco me aporta mucho la música hecha a base de golpes de sonido básicos que intentan dar un ligero clímax de suspenso.
Buena la interpretación de Mitchum, que ha sido elogiada y criticada a partes iguales. Yo creo que su personaje exige cierta exageración y esa sonrisita burlona le da al personaje una caracterización única. Esos diálogos con Dios son lo mejor de la película.
Lo mejor: la secuencia durante la huida por el bosque, típica de los cuentos de los Grimm.
Lo peor: siento que Laughton viola las leyes de su propio universo y por eso no se termina de tejer la atmósfera adecuada.
La historia es demasiado simple para toda la odisea que se monta Laughton, la siento estirada y bastante desaprovechada, la cosa se resume en "huimos por el bosque mientras el lobo no esté". Con la plata no pasa nada, a ninguno de los niños se le ocurre hacer algo con ella (excepto los muñequitos, ja), el dinero siempre está escondido en el mismo lugar y a ninguno se le ocurre cambiarlo de sitio.
Le reconozco que por momentos logra verdadera tensión y frenetismo pero es bastante irregular, tiene escenas geniales como la persecución por el río y al mismo tiempo escenas tremendamente tontas como la explicación que hace Mitchum con las manos que lejos de ser espeluznante da risa.
La crítica social de fondo no está mal, y de última es lo único que parece destinado a los adultos, el tema de la depresión, y sobre todo esa crítica sobre el fanatismo religioso donde Mitchum es un falso profeta que hechiza mujeres y corre detrás del dinero.
Lo más penoso e imperdonable desde mi punto de vista son los diálogos, vagos e insulsos, incluso esa teoría tonta que Mitchum hace con sus manos sobre "El bien y el mal" está contada con palabras minimizadas al máximo -o mejor dicho: al mínimo-. Tampoco me aporta mucho la música hecha a base de golpes de sonido básicos que intentan dar un ligero clímax de suspenso.
Buena la interpretación de Mitchum, que ha sido elogiada y criticada a partes iguales. Yo creo que su personaje exige cierta exageración y esa sonrisita burlona le da al personaje una caracterización única. Esos diálogos con Dios son lo mejor de la película.
Lo mejor: la secuencia durante la huida por el bosque, típica de los cuentos de los Grimm.
Lo peor: siento que Laughton viola las leyes de su propio universo y por eso no se termina de tejer la atmósfera adecuada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cosas como que Mitchum mate a la mujer y ella se deje asesinar pasivamente no me parece muy sensato. Que tire el cuerpo al río y que el viejo lo vea desde la superficie no tiene nombre, y que encima el viejo enloquezca porque cree que le echarán la culpa es demasiado rebuscado.
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