Gran film inglés que nos puede servir para reflexionar mucho: si queremos algo hemos de luchar para conseguirlo.

La banda sonora es muy buena, quizás sea lo mejor de la película.

Gran papel el del pequeño Billy que, con ese aire homosexual, se sumerge en el mundo del ballet ignorando lo que le puedan decir, incluido su homófobo y malvado padre.

Veremos también la lucha por salir adelante de la familia de Billy, en dónde sólo la minería es el único recurso económico.

Para concluir, veremos que el ballet no sólo es para chicas. Es de esas películas que uno no se cansa de ver y cuyo argumento la hace respetable dentro de los films no americanos.

La particularidad más suprema de esta película es que es británica; y todos sabemos que ellos poseen una forma de crear y trabajar excelente y lograda hoy por hoy.
Son los únicos que podían lograr que un producto un poco cotidiano resulte lucido poco más o menos; si bien comprende ingredientes un poco extravagantes.
Lo mejor es el reflejo de embotamiento, que la fisonomía del padre machista refleja, hacia su pintoresco hijo.

Aunque el interés por el drama familiar y sobre todo por el social no llega casi nunca a interesarme, tengo que reconocer que la paz que busca el chico en medio de una infancia complicada y de la agitación del pueblo minero llega a hacer sentir la magnífica música que rodea a una forma de expresión que no parece la más adecuada en medio de tal caos, pero que termina por convertirle en alguien valiente, que encuentra una oportunidad para la que quizás haya nacido y una vía de escape para desaparecer de la frustración, para hacer brotar el fuego interior y canalizarlo a través del ballet.

Nadie puede dudar que la película esté plagada de buenos sentimientos, además en todos sus personajes, que tenga momentos propios de la tensión de la época en un ambiente realista y decadente, que produzca la nostalgia por la pérdida de un familiar que mantenía un equilibrio en la familia, pero nunca llega a ser desgarradora ante la huelga ni realmente dura en todo lo demás que rodea a la historia principal, al final es como un cuento adornado con alguna pincelada dramática.

Veo que estoy en soledad excepto que uno de nosotros le puso 5 puntos y tituló: "drama fácil y a medida". Eso es lo que me pareció: un drama fácil. Odio las películas sensibleras con finales felices.

Sin dejar de ser una película emotiva con su moraleja y todo eso, me parece una película sobrevalorada, a pesar de que la interpretación del niño es muy notable. Pero no deja de ser un cuento de hadas moderno, con sus virtudes y defectos, sin más.