Una comedia infantil sobre la evolución en cuanto actitud y motivación vital de un pequeño fascista y explotador criminal. La alienación consolidada como un equipo colectivo que se coordina para que los jefes se lleven el mérito al mayor robo de la historia, manteniendo la estrategia para ganar el resultado a la competencia del otro ladrón, que viste de chándal para evidenciar de nuevo una etiqueta social que ya apesta. Y todo bajo el yugo y la supervisión del enchufe familiar. Aquí el guión nos inculca a todos que nadie es tan malvado ni tan ególatra hasta que se recibe poco a poco cariño y amor. Lo único que no entiendo ni entenderé es porqué tanta bobería o tanta admiración por unos minions que más que achuchables personajes parecen trabajadores que son tratados como esclavos lobotomizados y con la única pretensión en la vida que hacer feliz a su jefe. Obviamente sé que el público es mayormente infantil,pero si vamos a empezar a transmitirles a los más pequeños ésta happy visión del capitalismo lo que tendremos en casa serán esquiroles que les parezca correcto la explotación laboral como modelo de vida, si no los tenemos ya dando lecciones de economía política en las redes...En definitiva, pasable y divertida si es para pasar el rato y olvidarse del contenido subliminal. Aunque no será difícil pasar por alto tal incómoda y molesta transparencia hecha risas y admiración "post cultura pop".

Reconociendo que la trama es bastante simple, Gru es una película que no aburre a nadie y se vuelve mejor con el paso de los minutos. La diversión está presente prácticamente desde que la cinta empieza con momentos de gran originalidad. No la encuentro para nada infantil, pues su humor es muy maduro y en ocasiones produce alguna que otra carcajada. En cuanto a los Minions, aportan muchas de las escenas más graciosas del metraje. Esos pequeños traviesos no paran de hacer de las suyas. Como ya he indicado, la trama es muy simple y no tiene ningún misterio, 3 huérfanas demostrarán que hasta los villanos tienen su corazoncito.

Es una película super divertida y sobre todo los minions le dan ese toque de gracia a la peli porque a mí personalmente, me hacen reír mucho aunque los demás personajes también están muy bien. Mi segundo personaje favorito es la hermana pequeña porque es muy mona pero a la vez agresiva.
Sobre las otras películas de Gru y los Minions, son muy graciosas y mi favorita cuando los Minions se convierten agresivos y morados.

Mi villano favorito es a pesar de ser una película pensada para el publico infantil logro ser del gusto de personas más grandes de lo que se pensaba, esto gracias a la buena construcción que tiene de su trama y el mensaje que intenta dejar que, en mi opinión, es darnos cuenta que todos podemos ser buenos en el interior, por más malos que las personas nos puedan ver o crean que seamos, siempre habrá dentro nuestro algo de bondad. Además de tener personajes fáciles de identificar por sus peculiares características y por los momentos graciosos en los que se maneja de una forma muy orgánica el humor, sin caer en cosas muy básicas o demasiado complicadas, estas escenas son reforzadas gracias a los personajes, que como ya mencioné, están muy bien hechos y gracias a sus personalidades y al guión las escenas cómicas de la película, y también escenas normales, son muy disfrutables; la trama se va construyendo de forma natural y sencilla, sin ir demasiado rápido ni tomarse mucho tiempo para explicar cosas. Mi villano favorito es una gran película, no solo a nivel infantil pues personas de todas las edades la pueden disfrutar sin problema alguno.

No soy muy aficionada a los dibujos animados pero Coffin y Renaud me han ganado para la causa. Y declaro a Gru solemnemente "Mi cabrón favorito".

Y éstas son mis razones:

1. Por la ternura que esconde tras su maldad.

2. Por la carita de pena que se le ponía de niño cuando su madre lo despreciaba.

3. Por rendirse incondicionalmente al amor de las huerfanitas.

4. Por sus problemas financieros: los malvados también sufren.

5. Por su creatividad y su inventiva para idear maldades.

6. Por demostrar que la maldad y la bondad son dos caras de la misma moneda.

7. Por haberme hecho reir y emocionarme a la vez con sus cabronadas.

8. Por haberme regalado 90 minutos de diversión que no tienen precio.