La incontinencia de chorradas y el antiheroísmo pendenciero componen la última oportunidad de Marvel para no aburrirnos —Sí, da pereza abordar su vasto universo de réplicas con la única diferencia del nombre del superhéroe—. En esencia supone una continuidad fiel, interpela a quien ha disfrutado de las dos entregas previas.

Remonta el decaimiento de la segunda secuela gracias a una cualidad determinante: es la más violentamente salvaje de la trilogía. Por ejemplo, en un memorable plano secuencia robado a Old Boy (2003) donde Lobezno y Deadpool perpetran una autentica y desternillante carnicería a ritmo Like A Prayer de Madonna.

La irreverencia verbal está muy calculada y no resulta novedosa más allá de algunas autorreferencias que rompen la cuarta pared. Te arranca la risa con acción sangrienta. Y esto es todo.

Antes que nada, no soy fan de Marvel, ni de los multiversos ni nada semejante, jamás vi una película de esas. Lo único que siempre me gustó fue X-Men, y sobretodo, Wolverine, solamente por eso la vi, para ver si ridiculizaban al personaje o qué hacían, siendo que Deadpool y este tipo de películas cuentan con un humor particular que no me hace reír prácticamente nunca.
Y esa decepción me llevé, tendrán mucha química entre ellos y se harán muchos chistes, pero no alcanzó. Ese no es el Wolverine que a mi me gusta. Tiene sus momentos pero nada más.
Ni que hablar de la historia, que no la tiene.. es sólo un sin fin de cameos y fan service. Y yo de fan tengo poco y nada.
Pasar de ver Logan, a esto.. perdón pero espero que si hacen otra película de Wolverine, que no sea en este tono. SE BIEN que no es una película sobre él propiamente dicha, sino que es de Deadpool y él aparece, pero pensé que iba a ser mejor.

La última entrega del ácido héroe de Marvel funciona como una especie de autocrítica. Además, se recorre parte de la historia de los X-Men y del emblemático personaje de las garras de adamantio.

Por Nicolás Bianchi

El mejor momento del género de superhéroes ya pasó. El universo de Marvel cerró hace ya un lustro una etapa con Avengers: Endgame (2019) y hasta el momento no volvió a impactar en el público. A su vez, el mundo cinemático de DC nunca tuvo pies ni cabeza, más allá de algunas películas aceptables. Pero el negocio continúa. En este contexto, Deadpool & Wolverine intenta establecer una bisagra.

No se trata de una gran película que va a relanzar el concepto de los superhéroes en el cine. Pero tampoco es un desastre como las recientes entregas de Ant-Man o Aquaman, por citar un film fallido de cada franquicia. A su vez, cumple con una función. Este film pone fin a una etapa fallida. Proyectos como el de The Eternals (2021) o Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos (2021) se van a abandonar. Además, Marvel espera relanzar su universo a partir del regreso de Robert Downey Jr., pero esta vez en el papel de un villano, Doctor Doom.

La intención de esta película, dirigida por Shawn Levy, se puede apreciar en comentarios que dispara una y otra vez Deadpool (Ryan Reynolds). De hecho, el mismo personaje en esta historia tiene el anhelo de formar parte de un nuevo equipo de Avengers. Para ello debe encontrar a un Wolverine (Hugh Jackman) que reemplace al que murió en la exitosa Logan (2017), quizás una de las mejores películas del género de este siglo.

A su vez, el rol del villano se reparte entre el burócrata Paradox (Matthew MacFayden) y Cassandra Nova (Emma Corrin), hermana gemela del famoso profesor Charles Xavier. La trama tiene muchas idas y vueltas. No resulta confusa pero lo que busca todo el tiempo es ser disparatada. Tanto la película como el personaje lanzan chistes y gags como si fueran una ametralladora. Algunos dan en el blanco y otros no. Pero no importa, porque la velocidad es tal que todo sucede y se olvida muy rápidamente.

Otro elemento destacado en Deadpool & Wolverine es el recorrido que se ofrece sobre las variantes del héroe de las garras. También hay cameos de estrellas y apariciones de personajes un tanto olvidados en los últimos tiempos. Cada tanto, la película presenta una escena de acción grandilocuente. Varias de ellas están mejor filmadas que aquellas que se incluyen en los films que supuestamente son “en serio”.

En definitiva, Deadpool & Wolverine mantiene el espíritu que este personaje había mostrado en entregas anteriores, con un humor que se ve a sí mismo como más extremo de lo que realmente es. También es una suerte de manifiesto: los hits musicales de antaño que dan marco a escenas de acción espectaculares todavía pueden funcionar. Se trata de un intento de Marvel de dejar a un costado el pasado reciente para dar un nuevo paso. El tiempo dirá si esta película fue la bisagra o solo una más en un universo cinemático que ya no tiene razón de ser.

Se estrenó en cines y está online. Contacto: [email protected]

No salva a Marvel ni aún queriendo, es un continuó de cameos que mueren a los 5 minutos y que no aportan nada más allá del "anda si es este".
La trama principal no le importa a nadie (y es reciclada o siendo optimistas reimaginada) y el villano no le importa a nadie.
Deadpool puede llegar a ser cargante pero puedo admitir que es de 6 porque es tremendamente entretenida es su mediocridad.

Por mucho que lo queramos comparar con Marvel yo no lo haría ya que es claramente otro rollo de cine, que por cierto mucho mejor. Es como comparar el espectáculo Circo del sol como el de Cabaret maldito. El carisma de Deadpool no lo tiene ninguno de los superhéroes que conozcamos hoy dia. Es el Jack Sparrow de está época. Pueden hacer 20 películas mas (y yo no soy de secuelas) que las veré todas.
Lo mejor: Los personajes principales y su carisma, la música coordinada con las secuencias de acción, los cameos, el sin fin de parodias, referencias y gags.
Lo peor: No es Deadpool 1