Ha sido una película muy diferente a todo lo que había visto hasta ahora, por eso le he puesto una nota tan alta. Sin ser perfecta, y con evidentes mejoras en la forma de relatar las historias personales de cada personaje (se echa en falta un poco más de profundidad), no deja indiferente a nadie.

A ojos de un europeo, no deja de llamar la atención la situación de pobreza, droga y violencia que se vive en los suburbios de muchas ciudades latinoamericanas, y las favelas de Río de Janeiro son un icono de ello. La película narra con una crudeza impresionante la labor de la unidad BOPE de la policía carioca, la corrupción generalizada en la que se encuentra inmersa esta unidad, los brutales métodos de represión utilizados por ella, y la imposibilidad de que una persona honrada entre por unos ideales de justicia en ese cuerpo sin terminar corrompiéndose.

Estas películas no pueden evitar hacerte pensar: ¿por qué? ¿Por qué tanta desigualdad, tanta miseria, tanta violencia? ¿Hay alguna solución a este problema? Ojalá que con el tiempo, estas regiones que viven en situaciones tan difíciles puedan ir progresando y resolviendo sus problemas. La película no deja buen sabor de boca en este sentido, trasladando un mensaje demasiado negativo, aunque quizá lamentablemente más apegado a la realidad.

El capitán Nascimento (Wagner Moura) forma parte del BOPE un cuerpo de élite de la policía, que lucha contra el narcotráfico en las favelas de Río, inmerso en un mundo cruel e implacable, el estrés empieza a apoderarse de él peligrosamente y unido al inmediato nacimiento de su primogénito, decide elegir un sustituto en el que delegar funciones, en ese instante le encomiendan "limpiar" una de las zonas más peligrosas de la ciudad, ante la inminente visita de Juan Pablo II.
Narrada en off por el inflexible y brillante capitán Nascimento, Tropa de élite es una película cruda, expresada de un modo realista, que nos muestras los mecanismos del narcotráfico, en un Brasil corrupto y decadente, en el que nadie se salva de la quema (universitarios, ONGs, policía). Donde observamos los atroces entrenamientos a los que son sometidos los nuevos calaveras (así se conoce al BOPE) que intentan imponer su ley, sin ningun tipo de miramiento.
José Padilha consigue un film con ritmo, realista y violento, donde sobresalen Wagner Moura (Nascimento) y André Ramiro (miembro del BOPE), en unas interpretaciones realistas y llenas de matices, quizás la voz en voz sea en ocasiones innecesaria y molesta, aunque no empaña un film ágil, crudo e impactante. Una película imprescindible que refleja la realidad, la hipocresía de la clase social privilegiada, la corrupción y la violencia.

Gran película que sirve de crítica feroz a la sociedad y política brasileña, sin paliativos.
Un guión potente y lleno de detalles que engancha con su voz en off y las situaciones tan crudas y desgarradoras que ofrece para mostrarnos la triste realidad. Se agradece que no sea pretenciosa si no al contrario, sencilla y con personalidad propia.

Película que marca, da igual en la etapa en que la veas, en mi caso fue durante el primero año de la Universidad. Refleja la cruel realidad de un país de Sudamérica, Brasil, en el que podemos ver como un país se desangra lentamente por los asesinatos, corrupción y drogas.

Resulta muy curioso que de este tipo de sucesos diarios, no nos enteremos por la TV, sino que tenemos que recurrir a la filmoteca. Pienso que esta obra debe estar presente en cualquier estantería de aquel que se considere medio cinéfilo.

Lo más importante a destacar es la ausencia de censura en este tipo de películas, no muestra ningún partidismo, narra las cosas tal como son.

Los elementos necesarios para conmover y hacer creer al espectador son: Realismo y reparto que se compenetra a la perfección. Y esta película cumple con dichos ingredientes.

Esto es cine bélico de primer orden, con personajes obsesionados con la victoria, sin ningún chance para la ambiguedad, sólo pendientes de la aniquilación del enemigo. Al lado de estos rudos Rambo parece una niña con muñecas. Los asaltos a las favelas poseen un ritmo endemoniado y, a pesar de que para mis gustos me parece excesivo el uso de la cámara en mano, se logra un efecto documental notable que asfixia. Es una película que obliga a la reflexión y a la discusión ¿Quién tiene la razón? ¿Son excesivos estos métodos de represión o, en realidad, no hay para más ante tanta ineficiencia, corrupción (de la policía) y docilidad (de la sociedad)? Para un Bopa no hay opciones, son toros que arremeten sin piedad, sin mirar a los lados. Ellos son un mal necesario.
En cuanto al discurso del film, reitero que la cámara en mano me aturdió por momentos, creo que es un recurso (excelentemente manejado en los combates) y no una alternativa exclusiva porque al montarse tiende a distraer y a cansar. Asimismo el voice over también distrae y me parece absolutamente prescindible, la película está súper bien descrita y todos los eventos y personajes hablan por sí solos, sin necesidad de luces artificiales.
Pero esto es lo de menos, se trata de un trabajo complejo, muy interesante y entretenido.