Haz click aquí para copiar la URL

Charlie y la fábrica de chocolate

Fantástico. Comedia. Infantil Charlie Bucket (Freddie Highmore), un niño muy bueno de una familia muy pobre, gana un concurso para disfrutar de una visita de un día a la gigantesca fábrica de chocolate del excéntrico Willy Wonka (Johnny Depp) y su equipo de Oompa-Loompas. Cuatro niños más de diferentes partes del mundo lo acompañarán a través de un mundo fantástico y mágico lleno de diferentes sabores.
Críticas 228
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
8
2 de octubre de 2009 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película genera sentimientos enfrentados.

Es innegable la prodigiosa imaginación de Tim Burton pero, ¿No os resulta siempre bastante recurrente? Esas espirales, esos mundos oníricos que viene arrastrando desde Batman y Bitelchús quizá puedan resultar algo repetitivos. Enfoco esta crítica desde un punto de vista quisquilloso.

Siendo sinceros, "Charlie y la fábrica de chocolate" es muy buena. Entretiene, rebosa de imaginación, color, fantasía... pero peca de moralina fácil. Actualmente el mensaje moral no debiera verse de forma tan clara, resulta rancio. Como de otra época. Quitando este detalle, nos encontramos ante una historia para niños ciertamente tétrica (Willy Wonka tiene algo de sobrenatural que asusta y entusiasma).

Todo el peso de la historia acaba volcándose en este personaje, interpretado por Johnny Deep. Realiza un buen trabajo, pero esa cara de palo (o de tonteras) que tiene siempre me resulta repetitiva de cojones: en Piratas del Caribe hace casi lo mismo. Empiezo a captar paralelismos en todos los personajes de Deep, cosa que me desquicia bastante (no niego que sea un estupendo actor, en Ed Wood lo demuestra de sobra, pero tal vez su elección de personajes excéntricos le está encasillando). ¿Os imagináis cómo será la puesta en escena de "Alicia en el País de las Maravillas"? Intuyo que una derivada de esta. ¿Y la actuación de Deep? Pues ya os lo imaginais...

Mención aparte merece Elena B. Carter, excepcional actriz. Generalmente hace de loca esquizoide, pero aquí hace de madre coraje, tierna y convincente. La actuación de todos los abuelos es fabulosa, y el niño no resulta hostiable (casualmente ninguno de los niños me resultan horrendos clichés, aunque respondan a patrones de lo más delimitados). No os la perdais, yo es que soy muy maniático. En cuanto a cine fantástico, es imprescindible su visionado.
8
2 de mayo de 2013 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Willy Wonka es el excéntrico protagonista de “Charlie y la fábrica de chocolate” (un clásico de la literatura infantil), y vive solo en una gran mansión. Su excentricidad esconde una monstruosidad misantrópica tras la cual se proyecta el reflejo de un mundo infantil que nunca pudo llegar a ser, una infancia traumática que quiso ser reconquistada desde la edad adulta mediante la construcción de un gran paraíso de chocolate y caramelo, que finalmente se presenta como un mundo simulado, como un paraíso artificial que no puede llegar a convertirse en sustituto de esos múltiples espacios privilegiados de la edad de la inocencia.

Marcel Proust escribió que “los verdaderos paraísos perdidos son los de nuestra infancia”. A pesar de que no hay en el cine de Tim Burton, ninguna deriva de carácter proustiano, una gran cuestión atraviesa sus obras más interesantes y personales: ¿Puede ser el cine un sustituto de los juegos infantiles? ¿Puede el cine recomponer esos paraísos perdidos de la infancia para hacerlos vivir a los que no pudieron conquistarlos con plenitud?

Tim Burton no ha cesado de intentar responder a estas dos cuestiones fundamentales. El cine no es para este director ni un lenguaje, ni un sistema de reproducción del mundo físico, ni un mecanismo industrial, sino un gran artificio que mediante las posibilidades que ofrece el diseño de producción le permite crear paraísos artificiales transitables. Hacer películas no es un acto de creación autoral sino una simple forma de seguir jugando siendo adulto y de disfrutar en el empeño.

Las mejores películas de Burton no son las que quieren contar problemas existenciales, sino las que reducen al mundo a un juego y el relato a un simple juego infantil con moraleja. Willy Wonka (excelente Johnny Depp) invita a cinco niños a visitar su factoría. Como en los cuentos, cada niño es un prototipo de las diferentes modulaciones que pueden adquirir en la infancia los pecados capitales como la gula, la lujuria, la envidia, la ira y la soberbia. Mientras que el justo, Charlie se caracteriza por su humildad y por convertirla en camino hacia la felicidad. Charlie es un niño ideal porque a pesar de su pobreza, posee familia e infancia.

Willy Wonka es un adulto melancólico que quiere ser como Charlie, pero antes debe superar un trauma infantil, debe enfrentarse con la figura de un padre opresor y buscar un equilibrio emocional. De forma parecida a Willy Wonka, el mejor cine de Burton no es el que está hecho desde ese mundo de bondad del que el humilde Charlie es un reflejo. Sus películas han sido edificadas como ese gran castillo de chocolate de Wonka. Son como un caramelo dulce que nos invita a transitar por paraísos imaginados, que nos sabe a amargo si somos demasiado golosos, y si imponemos la racionalidad como antídoto a la fantasía. Creo no equivocarme si afirmo que Willy Wonka es Tim Burton.
8
3 de abril de 2014 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Charlie y la fábrica de chocolate esa la adaptación de una novela en la que el protagonista es un niño que es seleccionado en un concurso cuyo premio es visitar la mayor y más espléndida fábrica de chocolate del mundo: la de Willy Wonka. Junto al pequeño Charlie Bucket le acompañan otros niños, pero todos ellos se caracterizan por algún vicio como la avaricia, la envidia, el egoísmo, la prepotencia, etc. En definitiva niños consentidos cuya personalidad y actitudes contrastan con la humildad, altruismo y madurez del protagonista.

El escenario visual que nos ofrece Burton es fantástico, y presenta una fotografía espléndida, pero además se une un argumento con muchas moralejas que lo convierte en un producto muy recomendable para todos los públicos. Es prácticamente un musical porque abundan las canciones en el desarrollo de la historia, con letras hilarantes e ingeniosas que se adaptan a las desventuras que sufren los niñatos consentidos.
26 de noviembre de 2016 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tim Burton es uno de los grandes renovadores del cine fantástico. Su visión del mundo es terrible y bella a la vez. Sus personajes son seres anormales, oscuros, sarcásticos que se rien de sus defectos, de sus traumas, de sus complejos porque ellos no han madurado en un mundo adulto, caótico y hostil. Empero, en ellos hay ironia, mágica luz, melancolia alegre y mensaje positivo dentro de lo negativo. En esta cinta se comprueba su pasión y compasión por lo mágico marginal, los sueños infantiles, lo que la sociedad rechaza y arroja al cesto del olvido, del desamparo. Charlie Bucket es un infante bondadoso, positivo, con sentimientos, buen hijo, de condición humilde que gana un concurso para convivir y disfrutar una visita de un día a la gigantesca fábrica de chocolate del excéntrico Willy Wonka y su equipo de Oompa Loompas.Lo acompañan cuatro chicos de distintas partes del mundo. El recorrido es uno de los momentos más surrealistas y fantásticos en la historia del género mencionado, donde Burton crea alegorías, sueños, visiones, pesadillas lúdicas y simbólicas del dreamer norteamericano. El alter ego del realizador Burton es el gran actor Johnny Depp, quien ha transformado los arquetipos, el método y la técnica actoral del nuevo milenio, donde lo vivencial va aunado a simplificar lo complejo en sencillo, lo trágico en cómico, lo escatólogico en maravilloso. Depp es el nuevo comediante asexual, atípico, irónico, subversivo que rompe moldes del clásico héroe, para desmitificarlo y simbolizarlo como el nuevo andrógino del siglo XXI. En esta película, Depp hace gala de todos sus recursos cómicos, audaces, cargados de una buena dosis estética de glam rock, barroco posvanguardista, un toque de kitsch y un amaneramiento gestual y corporal, para provocar emociones diversas y trazar el nuevo rumbo del cine fantástico. Lo masculino ha sido relevado por un nuevo modelo de actor que convive con niños, adolescentes soñadores, maliciosos piratas, torpes mafiosos, todo con un toque de humor negro, de antisolemnidad, de anticonvencionalismo. Todo esto de la mano de Tim Burton.
8
11 de enero de 2017 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Todo lo que hay en esta sala es comestible. Hasta yo lo soy. Pero eso sería canibalismo, mis niños, y está mal visto en la mayoría de las sociedades. " - Willy Wonka

Charlie y la fabrica de chocolate es la historia de Willy Wonka, dueño de una gran prestigiosa fábrica de chocolate poco común. Este, decide abrir un concurso mundial para pasar un día en la fábrica y conocer todos sus secretos a todos aquellos niños que encuentren uno de los cinco billetes dorados que se encuentran en los envoltorios de sus chocolatinas.
Nuestro protagonista, Charlie Bucket, un niño de familia pobre, sueña con conseguir su billete dorado, algo que parece imposible, ya que solo puede permitirse una chocolatina al año.

El director de esta película es nada más y nada menos que Tim Burton, adaptando una de las novelas más famosas de Roald Dahl, Charlie y la fábrica de chocolate.
El cine de Tim Burton, nos permite un viaje a través de lo imposible, utilizando las herramientas del lenguaje cinematográfico para poder así ir abriendo puertas como si fuesen llaves mágicas.

El estilo de Tim Burton es muy marcado, como también hemos podido ver en “Big Fish” y “Edward Scissorhands”, nos encontramos una vez más ante personajes solitarios, incomprendidos, y marginados por ser diferentes.

Esta película de género aventura fantástica está dirigida a todos los públicos, incluso diría que es una película para verla en familia, aunque de formas diferentes, ya que los adultos se percatarán de las implicaciones emocionales más profundas de esta gran historia.

Los actores protagonistas que hacen posible esta obra cinematográfica son Johnny Depp como Willy Wonka y Freddie Highmore como Charlie Bucket.
Los niños premiados, de gran protagonismo, nos atrapan con su actuación ya que a través de ellos podemos ver diferentes estereotipos: por ejemplo Augustus representa la gula; Veruta, es una niña muy avariciosa; Violet, soberbia; Mike, adicto a los videojuegos, le hace ser violento. Por último en Charlie podemos ver la inocencia y la humildad.

Como suele suceder en todas sus películas, la puesta en escena es una de las cosas que más nos llama la atención. La mayoría de sus obras suelen presentar elementos góticos y oscuros. Esto es lo que diferencia a Charlie y la fábrica de chocolate, que la fábrica está llena de elementos algo futuristas, gran iluminación y colores vivos y saturados.

En conclusión, esta gran obra muestra un gran cuidado en la estética, elaborando mucho la puesta en escena, la iluminación, el vestuario y por supuesto, la gran banda sonora compuesta por Danny Elfman.
Afortunadamente he tenido la oportunidad de ver esta película desde los dos puntos de vista: como niña disfrutando con la mayor inocencia en la que te quedas en un nivel muy básico y superficial y, desde el punto de vista de un adulto donde he podido comprender el trasfondo de la historia, y lo que nos quiere transmitir.
emm
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para