He de empezar diciendo que soy un fan de las películas de Burton, y su mezcolanza entre lo gótico y lo colorido me parece encantador. Sabiendo que su estilo es muy propio me ha parecido una película buena, sin que pase de ahí, porque he de reconocer que verdaderamente no puedo dejar de pensar que la historia, infantil en todo su entramado, no es que nos vaya a aportar nada nuevo, pero resulta entretenida y visualmente capturante.

Por otro lado está el tema de los personajes, con una caracterización buena, pero no es que sea de Oscar. Como ya viniera haciendo, Burton vuelve a recurrir a su actor fetiche, Johnny Depp, para interpretar uno de los actores principales, y como en la mayoría de sus películas, a excepción de dos o tres de ellas, se vuelve a tocar la relación padres e hijos, con un final enternecedor.

No puedo destacar mucho más, sino dar las gracias al equipo de doblaje por hacer de que las canciones sean perceptibles en español, creo que guardan un punto fundamental en la película y te hacen pasar un buen rato, sin olvidar que esta película no es del todo un musical.

Recomendable para todos aquellos que lleven un niño en su interior, y para los niños principalmente que son los que más disfrutarán de esta cinta. Es de agradecer alguna película infantil que no recurra a la fantasía como mero producto de entretenimiento, sino que, y es el caso de la presente, que aporten valores humanos (la familia, el autocontrol, la amistad, la esperanza, la constancia, etc.) a estas pequeñas cabecitas en formación.

Sólo un director como Tim Burton podía sacarle tanto partido a un cuento para niños. Y sólo Johnny Depp podía dar tanta personalidad al estrambótico Willy Wonka. Sin haber leído el libro infantil de Dahl y para tratarse de un remake, "Charlie y la fábrica de chocolate" es una deliciosa película, didáctica para los más pequeños y que colma con creces las aspiraciones de los adultos aficionados al cine de Burton.
La historia engancha especialmente en su primera media hora en todos los aspectos: La moraleja de que las ilusiones son más importantes que el dinero, pues nunca se debe perder la esperanza por difíciles que parezcan las cosas, la presentación de la familia de Charlie, así como la de los niños que lo acompañan en la visita a la fábrica de chocolate (a cual más odioso o repelente): El glotón, la malcriada y caprichosa, la avariciosa y el sabelotodo, junto con sus respectivos progenitores, a excepción del abuelo Joe, quien se ve reflejado en su nieto como un crío con zapatos nuevos.
Y pese a que luego, durante el viaje por las instalaciones del millonario Wonka, la película pueda decaer un poco en ritmo, Burton siempre consigue atraer la atención del espectador de algún modo, aunque sólo sea con los maravillosos efectos visuales, el genuino marketing de los productos fabricados por el personaje de Johnny Depp, o la animada banda sonora de su magnífico colaborador Danny Elfman.
Mi nota: 8,8

Película basada en el cuento infantil de Roald Dahl, para mi una de las mejores del 2005, te adentra en unos mundos de chocolates y fantasias inigualables, con una historia que parece simple pero que esconde mucha nobleza y humildad.

Johnny Deep hace un papel genial, de un hombre un poco esperpéntico pero humano y capaz de emocionarse, Willy Wonka es tan especial como sus invenciones, es un anfitrión muy gracioso y poco convencional.

Y como nota de humor tenemos que mencionar a los Oompa - Loompa que son las alegres legiones de trabajadores incansables que trabajan dentro de la fábrica de Willy Wonka y que han sido interpretados por un mismo actor: Deep Roy, estos aperecen durante toda la película cantando canciones.

Hacer una mención especial a la Banda Sonora de la película que corre a cargo de Danny Elfman, músico estrella de Tim Burton ya que tambien realizó la Banda Sonora de Eduardo Manostijeras, Pesadilla antes de navidad o BigFish (entre otras).

Imprescindible para los fans de Tim Burton y todos los amantes de los mundos de fantasía.

Aconsejable: tener chocolate a mano

Adoro a Johnny Deep, pero, no me gustó nada en el papel de Willy Wonka. Tampoco me gustó el Oompa Loompa clonado y sus canciones aterradoras.
Las historias de los niños eran buenas. Y los escenarios estaban bastante bien. La verdad es que me esperaba algo más de Tim Burton.

Lo reconozco, cuando acabé de verla revolví todos los armarios de la casa en busca de algo de chocolate, y como no lo encontré tuve que ir a comprarlo. (verídico). Aparte de provocar antojos, esta es una típica película de Tim Burton, que nos introduce en uno de esos mundos creados por este gran director, en él que el pone las normas y los límites. Un mundo de piruletas y gominolas en el que la sonrisa esta asegurada, una gran terapia para evadirte de los problemas. El mensaje que nos deja: el poder no es nada si no tienes con quien compartirlo. Una película muy dulce.