Avalada por Sitges me decido a ir a ver esta película. Directamente diré que fué un tostón, eso sí los números de baile eran algo fuera de serie provocando un estado semihipnótico en el espectador (Querría el director hacernos llegar al clímax?).

No se por donde empezar después de ver semejante peliculón, junto con Enter The Void se puede decir que son las mejores obras del director argentino, pero Climax me pareció mejor lograda a nivel técnico.

Empecemos por los créditos, sencillamente algo tan simple como los créditos, ya desde ahí realiza un trabajo mas que notable y original Gaspar Noé, que los créditos empiecen en media película y no haya créditos finales, dirán es una observación vana, pero me parece una genialidad que va a dejar muchas interrogantes en el observador. Voy a resaltar el maravilloso pero maravilloso soundtrack, las coreografías de baile, claro son bailarines no actores, algo típico de Gaspar, él trabaja con actores amaterus generalmente. Resaltemos también, hay un solo escenario, pero tan adecuado para la película y decorado de tal forma, que ese escenario no te va hacer pedir ningún favor a nivel fotografía y escenografía. No nos olvidemos del guión y la historia perfectamente logrados, pasando de una película alegre y festiva a algo totalmente macabro.

Sin ir a spoiler quede asombrado del trabajo de dirección, guión, escenografía, coreografías, actuaciones, producción, y si quieren agregar algo mas háganlo, para mi lo tiene todo, es sin duda la obra cumbre de Gaspar Noé, es lo que trabajado por años y lo logra, es una película de 10, si, hay violencia, diálogos fuertes, escenas que quedaran marcadas en tu mente, no es una película para cualquiera si no conoces a Noé, pero eso no quita el buen cine que te permite visualizar. Como dice al inicio, una película orgullosamente francesa, pues si, porque solo en Europa permiten que se realice películas así, sin tantas limitaciones y censuras tontas que no permiten deslumbrar el cine a su máxima expresión, a su máximo CLIMAX.

La cámara es un gesto de la mirada en manos Noé. Es un espuma de niebla que se cuela y se retuerce, que flota por el aire y, a modo de espíritu burlón, ni participa ni interviene. La cámara de Gaspar Noé no es una cámara, es un personaje en la butaca; somos nosotros. Se caen las paredes del cine y todo es pantalla. Estás dentro y aunque todo lo que te rodea son puertas de emergencia, no puedes salir.

Le basta a Noé un fino hilo argumental para empezar una espiral que gira tan lentamente que cuando las curvas son imposibles y cerradas hace tiempo que no te has dado cuenta. Te deja bailando con sus protagonistas al son de un bebida maldita mientras todo se va derritiendo poco a poco, hasta que tú mismo eres parte de ese hundimiento. Se queda pequeño el aire que respirar y para cuando se alcanza el final de la película, sacas la cabeza por debajo del agua. Todo ha pasado, menos la cinta, que aún proyecta sus últimos minutos, ya desahogado y comprobando, como haría uno mismo, si las heridas eran reales.

"Clímax" es una experiencia, arte sin adulterar en la sala de cine como pocas veces se nos presenta y por tanto difícil de recomendar. Aunque siempre diré de ella que es una joya de película.En bruto. La joya y la película.