Capote
2005 

6.6
27,058
Drama
En noviembre de 1959, Truman Capote lee una crónica del New York Times que relata el sangriento asesinato de los cuatro miembros de la familia Clutter en su granja de Kansas. Aunque sucesos similares aparecen en la prensa todos los días, hay algo que llama la atención del escritor y quiere utilizarlo para demostrar una teoría: en manos de un escritor adecuado, la realidad puede ser tan apasionante como la ficción. Consigue que el The ... [+]
10 de marzo de 2017
10 de marzo de 2017
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Dirige esta película con una gran precisión y un tempo sosegado pero apasionante Bennet Miller, con un excelente guión de Dan Futterman basado en la novela de Gerald Clarke, La biografía definitiva: Truman Capote. Esta novela narra de forma exhaustiva y apasionante la vida de Capote, uno de los grandes y más polémicos talentos de la literatura norteamericana, que escribió obras como A sangre fría (de cuyo trabajo trata el film) o Desayuno en Tiffany's, y que llegó a convertirse en uno de los escritores imprescindible en su época. Hacía gala de presencia en espectáculos, fiestas o shows televisivos. Un personaje histriónico y malicioso, inestable y exquisito. Truman Capote fue todo un personaje en sí mismo y ya en vida consiguió convertirse en un mito, lo cual que se refleja en el film.
La música de Mychael Danna es excelente, así como la magnífica fotografía de Adam Kimmel. En cuanto al reparto destaca y mucho el grandísimo actor que fue Philip Seymour Hoffmann, que hace en Capote el rol de persona afeminada, satírica, inteligente y ladina, con muchos registros en su interpretación, hasta la misma manera de coger el cigarrillo es impresionante. Incluso se le parece físicamente. Le secundan actrices y actores de primer orden como Catherine Keener en un gran papel de incondicional amiga y compañera fiel; Clifton Collins Jr. muy bien como uno de los criminales; Mark Pellegrino, también genial como psicópata de libro; Bruce Greenwood excelente como amigo íntimo; Chris Cooper en un gran rol de Sheriff; y Bob Balaban muy bien.
Fui a ver esta película en su estreno. Entre otras razones, tenía recuerdos desde la adolescencia tras haber leído la obra de Capote. La novela narra los tremendos crímenes cometidos por aquellos dos psicópatas en toda regla. Y como el film trata de la investigación que Capote lleva a cabo con los tales psicópatas, me dispuse a enterarme de cómo fue su periplo que duró cinco años, en ese entrevistarse con los asesinos y escudriñar en sus mentes. Y este aspecto del film está magistralmente descrito.
En el film se ve muy bien cómo Capote pretende entrar en la mente de estos dementes que han sido capaces de “matar a sangre fría” (de ahí el título de la novela), a una pobre familia de granjeros con cuatro componentes, para al final robarles 20 dólares.
Película interesante porque recrea una época en la historia de Norteamérica en la que Capote, y otros, perseguían la gloria literaria y flirteaban con la ruina moral: juergas, tóxicos, bebidas, promiscuidad, etc. De manera que no es sólo la memorable interpretación de Hoffman en el rol de Capote, sino también el penetrante estudio del director Bennett Miller y del guionista Dan Futterman lo que cautiva con su trabajo profundo y de interés social en un retrato extremadamente cuidadoso.
Pero sin duda lo más llamativo es el Capote en brazos de Seymour Hoffmann; gran actor encarnando a un escritor ególatra, manipulador, falso como la falsa moneda, alcohólico, algo loco y eso sí, genial. Y Hoffman está que se sale. Sólo por esto ya merece la pena ver esta película.
Un film meritorio sobradamente, con un curriculum excepcional como he apuntado antes, y que trata la historia de un gran escritor dentro de otra historia, esta vez truculenta, que ocurrió finalizando los cincuenta, cuando aún estos hechos salvajes llamaban la atención. Hoy, entre terroristas, asesinos en serie, pedófilos, corruptos y otra fauna de la que mejor no hablar, nos hemos insensibilizado, lamentablemente.
La música de Mychael Danna es excelente, así como la magnífica fotografía de Adam Kimmel. En cuanto al reparto destaca y mucho el grandísimo actor que fue Philip Seymour Hoffmann, que hace en Capote el rol de persona afeminada, satírica, inteligente y ladina, con muchos registros en su interpretación, hasta la misma manera de coger el cigarrillo es impresionante. Incluso se le parece físicamente. Le secundan actrices y actores de primer orden como Catherine Keener en un gran papel de incondicional amiga y compañera fiel; Clifton Collins Jr. muy bien como uno de los criminales; Mark Pellegrino, también genial como psicópata de libro; Bruce Greenwood excelente como amigo íntimo; Chris Cooper en un gran rol de Sheriff; y Bob Balaban muy bien.
Fui a ver esta película en su estreno. Entre otras razones, tenía recuerdos desde la adolescencia tras haber leído la obra de Capote. La novela narra los tremendos crímenes cometidos por aquellos dos psicópatas en toda regla. Y como el film trata de la investigación que Capote lleva a cabo con los tales psicópatas, me dispuse a enterarme de cómo fue su periplo que duró cinco años, en ese entrevistarse con los asesinos y escudriñar en sus mentes. Y este aspecto del film está magistralmente descrito.
En el film se ve muy bien cómo Capote pretende entrar en la mente de estos dementes que han sido capaces de “matar a sangre fría” (de ahí el título de la novela), a una pobre familia de granjeros con cuatro componentes, para al final robarles 20 dólares.
Película interesante porque recrea una época en la historia de Norteamérica en la que Capote, y otros, perseguían la gloria literaria y flirteaban con la ruina moral: juergas, tóxicos, bebidas, promiscuidad, etc. De manera que no es sólo la memorable interpretación de Hoffman en el rol de Capote, sino también el penetrante estudio del director Bennett Miller y del guionista Dan Futterman lo que cautiva con su trabajo profundo y de interés social en un retrato extremadamente cuidadoso.
Pero sin duda lo más llamativo es el Capote en brazos de Seymour Hoffmann; gran actor encarnando a un escritor ególatra, manipulador, falso como la falsa moneda, alcohólico, algo loco y eso sí, genial. Y Hoffman está que se sale. Sólo por esto ya merece la pena ver esta película.
Un film meritorio sobradamente, con un curriculum excepcional como he apuntado antes, y que trata la historia de un gran escritor dentro de otra historia, esta vez truculenta, que ocurrió finalizando los cincuenta, cuando aún estos hechos salvajes llamaban la atención. Hoy, entre terroristas, asesinos en serie, pedófilos, corruptos y otra fauna de la que mejor no hablar, nos hemos insensibilizado, lamentablemente.
5 de febrero de 2020
5 de febrero de 2020
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"Truman Capote" es una especie de biografía selectiva centrada en unos años importantes para el escritor Truman Capote (1924-1984), los que transcurren desde que se produjo el asesinato de la familia Clutter en la pequeña localidad de Holcomb, Kansas, en 1959, hasta la publicación de la novela de no ficción basada en dicho asesinato, "A sangre fría", en 1966. Recordemos que, muy poco después, esta novela fue llevada al cine con el título de "A sangre fría" (In Cold Blood, 1967), película dirigida por Richard Brooks.
La película de Miller destaca por la interpretación de Philip Seymour Hoffman, por el tono pausado y lento -tal vez en exceso- de sus imágenes, y por una fotografía en color deliberadamente triste, de colores apagados. Este largometraje es tanto la reconstrucción del célebre asesinato de los Clutter y el retrato de sus asesinos, Perry Smith (Clifton Collins Jr.) y Dick Hickock (Mark Pellegrino) como el retrato de Capote (Hoffman), el cual aparece en toda su contradicción: lo mismo se sincera que manipula, lo mismo es simpático que hiriente, lo mismo es cálido que frío. Da la sensación de que, a pesar de los años que habían pasado desde la muerte de Capote, la película se impone a sí misma un enfoque idealizado sobre el escritor, de manera que la crítica sobre el mismo sea la justa, y de manera que los rasgos que podían causar más controversia, como el alcoholismo o la homosexualidad del escritor, quedan siempre en un segundo plano, como si fueran asuntos que el espectador ya conociera, o no quisiera conocer. En todo caso, Capote queda retratado como una persona que lo sacrifica todo a la fama y el éxito. Éste es el retrato que hace de él esta película: habría que saber más al respecto para poder decir si este retrato coincide o no con la realidad.
La película de Miller destaca por la interpretación de Philip Seymour Hoffman, por el tono pausado y lento -tal vez en exceso- de sus imágenes, y por una fotografía en color deliberadamente triste, de colores apagados. Este largometraje es tanto la reconstrucción del célebre asesinato de los Clutter y el retrato de sus asesinos, Perry Smith (Clifton Collins Jr.) y Dick Hickock (Mark Pellegrino) como el retrato de Capote (Hoffman), el cual aparece en toda su contradicción: lo mismo se sincera que manipula, lo mismo es simpático que hiriente, lo mismo es cálido que frío. Da la sensación de que, a pesar de los años que habían pasado desde la muerte de Capote, la película se impone a sí misma un enfoque idealizado sobre el escritor, de manera que la crítica sobre el mismo sea la justa, y de manera que los rasgos que podían causar más controversia, como el alcoholismo o la homosexualidad del escritor, quedan siempre en un segundo plano, como si fueran asuntos que el espectador ya conociera, o no quisiera conocer. En todo caso, Capote queda retratado como una persona que lo sacrifica todo a la fama y el éxito. Éste es el retrato que hace de él esta película: habría que saber más al respecto para poder decir si este retrato coincide o no con la realidad.
27 de marzo de 2023
27 de marzo de 2023
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Buena película, narrada con un tono muy adecuado. El personaje principal se consume con su obra, y con la ansiedad de esperar a la muerte de los condenados. Su vida en prisión constituye el éxito de su novela, pues sus visitas constituyen una inagotable fuente de información, sin embargo la novela la tiene terminada y sólo la puede publicar tras su ejecución. Angustia y desesperación por un lado y agradecimiento por otro. Buena película.
Muy interesante el personaje trasversal de Marper Lee, autora de Matar a un Ruiseñor.
La interpretación de Hofman muy interesante.
Muy interesante el personaje trasversal de Marper Lee, autora de Matar a un Ruiseñor.
La interpretación de Hofman muy interesante.
24 de junio de 2024
24 de junio de 2024
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"Capote" es de esas películas en las que la interpretación principal lo es todo. Ya ha pasado varias veces en las que un film no es fuerte en ninguno de sus aspectos, pero cuenta con una actuación protagónica tan rompedora y sublime que la eleva por encima del resto. En este caso el encargado de ese logro es Philip Seymour Hoffman que se anota una interpretación para la posteridad, un acercamiento al escritor Truman Capote tan cercano que asombra y no sorprende en lo más mínimo que haya arrasado en la temporada de premios ganando todos los galardones interpretativos posibles incluyendo, por supuesto, el Oscar. Hoffman no solo se asemeja físicamente a Capote sino que logra imitar a la perfección sus gestos amanerados, su voz aflautada y su personalidad tan brillante como ególatra.
Pero volviendo al film, salvo la ya mencionada gran labor de Hoffman, no hay mucho más para destacar. La historia nos introduce en como Capote se adentró en el caso Clutter, una familia de granjeros salvajemente asesinados por dos ex convictos y como este peculiar escritor fue entrevistándose con uno de los asesinos, tratando de conocerlo lo más a fondo posible para escribir su obra cumbre "A sangre fría". Obra con la que quería demostrar que la realidad puede ser más perturbadora que la ficción.
"Capote" no será una película recordable ni memorable, pero recomiendo verla, aunque sea una vez para disfrutar de una interpretación sublime de un actor que se fue demasiado pronto de este mundo y que pintaba para marcar una época en el cine.
Pero volviendo al film, salvo la ya mencionada gran labor de Hoffman, no hay mucho más para destacar. La historia nos introduce en como Capote se adentró en el caso Clutter, una familia de granjeros salvajemente asesinados por dos ex convictos y como este peculiar escritor fue entrevistándose con uno de los asesinos, tratando de conocerlo lo más a fondo posible para escribir su obra cumbre "A sangre fría". Obra con la que quería demostrar que la realidad puede ser más perturbadora que la ficción.
"Capote" no será una película recordable ni memorable, pero recomiendo verla, aunque sea una vez para disfrutar de una interpretación sublime de un actor que se fue demasiado pronto de este mundo y que pintaba para marcar una época en el cine.
17 de febrero de 2025
17 de febrero de 2025
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La novela “A sangre fría” debe su título a la forma despiadada de perpetrar el crimen de la familia Clutter, pero también a la frialdad de la ley que condena a dos hombres a sufrir el mismo castigo. En cierta forma el narrador es omnisciente, Truman Capote pormenoriza el crimen, la huida, la captura, el juicio y la muerte desde todos los ángulos, pero al tratarse de no-ficción, se basa en testimonios de los asesinos, de los habitantes de Holcomb, de las policías, de las familias. El autor recurre a entrevistas, diarios de vida y todo lo que cabe en cuatro años de investigación periodística… en resumen, una omnisciencia documentada y alimentada por muchas voces.
Capote nos enfrenta a los hechos, a las anécdotas cotidianas de los involucrados en todo el proceso y deja al lector, a pesar de lo exhaustivo, el trabajo de indagar en las mentes de todos los personajes (reales), mientras el autor invade la psiquis del lector.
En cambio, la película de Bennett Miller (ópera prima) habla sobre todo a través de lo ausente, de los vacíos de la historia, porque es una película destinada al lector fascinado por la novela, sólo hace flashbacks de los asesinatos y esas son las escenas menos afortunadas, tampoco el final que transcurre en “el rincón” es tan definitivo, debido a que la protagonista no es la novela, sino el novelista.
El retrato que hace Philip Seymour Hoffman del escritor neoyorkino es admirable, no estamos en presencia del actor, es el mismo tono de voz de Truman Capote, la postura física, aunque mucho más importante es el método implacable, el oficio del escritor, el oportunismo para entablar cercanía y obtener el sustrato del libro, ese ego desmesurado que se sabe genio, pero reconoce puntos de conexión con uno de los asesinos: Perry Smith.
Hay algo en la infancia, una carencia de afectos que los hizo miserables a ambos (al autor y al asesino), pero mientras Smith saldrá por la puerta trasera de esta vida, Capote lo hará por la puerta ancha, al menos en lo aparente, puesto que la estrategia terminará por pasarle la cuenta como ser humano.
El escritor posee una personalidad inestable, disfruta de la vida disipada, pero es una fachada y su mundo interno nunca aflora y sólo a través de los personajes parece sentirse pleno.
Bennett Miller sabe claramente lo que debe mostrar la película. Esa tercera acepción del título del libro, la sangre fría donde la vida de los condenados es menos importante que el resultado del escrito.
Truman Capote deberá pagar por ese acto egoísta.
El mérito del director es dotar al filme de un tono frío que recorre todo el metraje e incluso la paleta de colores. Lo importante es la trascendencia de Truman Capote, su grandeza como escritor, aunque el sujeto ha estado desmoronándose desde su nacimiento.
En aras de la novela revolucionaria Capote sacrificará su humanidad y de hecho no volverá a terminar otra novela.
Capote nos enfrenta a los hechos, a las anécdotas cotidianas de los involucrados en todo el proceso y deja al lector, a pesar de lo exhaustivo, el trabajo de indagar en las mentes de todos los personajes (reales), mientras el autor invade la psiquis del lector.
En cambio, la película de Bennett Miller (ópera prima) habla sobre todo a través de lo ausente, de los vacíos de la historia, porque es una película destinada al lector fascinado por la novela, sólo hace flashbacks de los asesinatos y esas son las escenas menos afortunadas, tampoco el final que transcurre en “el rincón” es tan definitivo, debido a que la protagonista no es la novela, sino el novelista.
El retrato que hace Philip Seymour Hoffman del escritor neoyorkino es admirable, no estamos en presencia del actor, es el mismo tono de voz de Truman Capote, la postura física, aunque mucho más importante es el método implacable, el oficio del escritor, el oportunismo para entablar cercanía y obtener el sustrato del libro, ese ego desmesurado que se sabe genio, pero reconoce puntos de conexión con uno de los asesinos: Perry Smith.
Hay algo en la infancia, una carencia de afectos que los hizo miserables a ambos (al autor y al asesino), pero mientras Smith saldrá por la puerta trasera de esta vida, Capote lo hará por la puerta ancha, al menos en lo aparente, puesto que la estrategia terminará por pasarle la cuenta como ser humano.
El escritor posee una personalidad inestable, disfruta de la vida disipada, pero es una fachada y su mundo interno nunca aflora y sólo a través de los personajes parece sentirse pleno.
Bennett Miller sabe claramente lo que debe mostrar la película. Esa tercera acepción del título del libro, la sangre fría donde la vida de los condenados es menos importante que el resultado del escrito.
Truman Capote deberá pagar por ese acto egoísta.
El mérito del director es dotar al filme de un tono frío que recorre todo el metraje e incluso la paleta de colores. Lo importante es la trascendencia de Truman Capote, su grandeza como escritor, aunque el sujeto ha estado desmoronándose desde su nacimiento.
En aras de la novela revolucionaria Capote sacrificará su humanidad y de hecho no volverá a terminar otra novela.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Durante la escritura de “A sangre fría” el autor ha traspasado los límites y se ha contaminado con la personalidad del asesino. Al comienzo se encarga de encontrarles un abogado competente para apelar la sentencia de muerte. Sostienen conversaciones y el autor actúa como confidente, simula una amistad para obtener los ingredientes de la que será su mayor obra. Sabe que se le irá el resto de cordura en todo el proceso y deberá pagar por ese cinismo, esa frialdad con objeto de sacar hasta la última gota de la historia.
En medio del manuscrito, la sentencia de muerte se ha pospuesto varios años y hasta se diría que todo el proceso debe acabar, incluida la escritura y en cierto modo Capote espera que la muerte les llegue más temprano que tarde. Todavía no tiene el final de la novela y quizás la muerte de los asesinos arroje alguna luz.
En torno al alcohol y las drogas se ha estado engañando o quizás esos excesos lo han provocado. El personaje llora ante los condenados, una empatía confusa difícil de creer, pero Capote es un hombre confuso y allí el mérito del director.
Lo ausente, lo sugerido, la homosexualidad oculta, no aparece drogándose, tampoco bebe demasiado, todo eso es mentira y sin embargo disfruta de las reuniones sociales donde ingresa a las fiestas premunido de una máscara.
En medio del manuscrito, la sentencia de muerte se ha pospuesto varios años y hasta se diría que todo el proceso debe acabar, incluida la escritura y en cierto modo Capote espera que la muerte les llegue más temprano que tarde. Todavía no tiene el final de la novela y quizás la muerte de los asesinos arroje alguna luz.
En torno al alcohol y las drogas se ha estado engañando o quizás esos excesos lo han provocado. El personaje llora ante los condenados, una empatía confusa difícil de creer, pero Capote es un hombre confuso y allí el mérito del director.
Lo ausente, lo sugerido, la homosexualidad oculta, no aparece drogándose, tampoco bebe demasiado, todo eso es mentira y sin embargo disfruta de las reuniones sociales donde ingresa a las fiestas premunido de una máscara.
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