El código enigma
2014 

7.2
60,718
Thriller. Drama
Biopic sobre el matemático británico Alan Turing, famoso por haber descifrado los códigos secretos nazis contenidos en la máquina Enigma, lo cual determinó el devenir de la II Guerra Mundial (1939-1945) en favor de los Aliados. Lejos de ser admirado como un héroe, Turing fue acusado y juzgado por su condición de homosexual en 1952. (FILMAFFINITY)
16 de enero de 2015
16 de enero de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífica película con una actuación soberbia del nuevo rostro de Sherlock Holmes, en un papel que le va como anillo al dedo, siendo que Alan Turing, el protagonista a quien da vida, fue un genio de las matemáticas, frío en el trato humano, imperturbable en su visión lógica del día a día, poco dado a las metáforas (o así lo pintan en este biopic). En cualquier caso, el film consigue atrapar al espectador y tensar al máximo la acción, a pesar de que la búsqueda principal, la manera de descifrar los mensajes encriptados de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, es de tal complejidad que ningún cerebro común puede entenderla. Pero da igual. La empatía con Turing-Cumberbratch, mientras Londres es bombardeada y los aliados ceden terreno, las ganas que la inteligencia le pueda a la estulticia militar, lo pone fácil; incluida una estructura argumental que, al principio, es compleja, pues mezcla tres tiempos (y aquí, un reconocimiento para el actor que encarna a Turing de niño, nada a envidiarle al adulto).
El título (sin contar el paréntesis) se revela como la perfecta metáfora de la vida del protagonista, que debe aprender a comportarse como lo que no es, como un tipo "normal" para la época, mientras construye una máquina que quiere imitar el cerebro humano para comprender, de alguna forma, como los alemanes cifran sus mensajes.
El título (sin contar el paréntesis) se revela como la perfecta metáfora de la vida del protagonista, que debe aprender a comportarse como lo que no es, como un tipo "normal" para la época, mientras construye una máquina que quiere imitar el cerebro humano para comprender, de alguna forma, como los alemanes cifran sus mensajes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En fin, y quizá lo mejor: el argumento es tan potente y el guión esconde tan bien lo verdaderamente esencial de la vida de Turing, su homosexualidad, su suicidio a causa de una aberrante condena, y la importancia de sus investigaciones, nunca reconocidas (sólo 50 años más tarde), que el final causa un "shock" difícil de explicar. Incluso el resumen, con letras impresas en pantalla, de "lo que pasó después" consigue un verdadero clímax emocional, cuando se cuenta que su máquina, su Christopher, fue el precursor de los ordenadores. (Por lo menos para aquellos que de Turing sólo conocíamos, muy vagamente, el nombre por el famoso test).
19 de enero de 2015
19 de enero de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces vas al WC, se alinean los astros y sucede lo que alguien llama un "Perfect" (ya sabéis, cuando no hay necesidad de papel higiénico). Esta es la sensación cuando sales de ver esta película.
El drama, la historia, el montaje son redondos, con una interpretación llena de maices. La peli tiene intriga y medida emoción, trata de la lógica pero también del amor, es histórica pero muy actual, tiene crítica social sin olvidar las contradicciones individuales ...
Habla de geopolítica sin edulcorantes, de la que utiliza las personas como peones en una gran partida de ajedrez. Habla de la injusta insensatez de la masa. Habla de los sentimientos de quien no sabe interpretarlos y de la falta de sentimientos de quien sabe manipularlos. Tiene la magistralidad de colocarse en aquel secreto cruce de caminos que nos permite entender qué es realmente una guerra interpelando nuestro intelecto (muy lejos de la propaganda emocional a la que nos acostumbran las películas sobre guerras).
El montaje tiene el mérito de explicarnos la historia haciéndonos sentir la emoción de quien presencia la revelación de descifrar un enigma, tal como sucede en la ficción. Los actores son buenos, pero los secundarios incluso mejores. Y todo ello con una economía de recursos que deja en ridículo su ambiciosa competidora los Óscars (Interstelar).
En definitiva, una gran película británica, que he tenido la suerte de ver en el Kino International de Berlín, la imponente sala de cine alemana de manufactura soviética. Con la sensación de si realidad y ficción se fundieran en un abrazo.
El drama, la historia, el montaje son redondos, con una interpretación llena de maices. La peli tiene intriga y medida emoción, trata de la lógica pero también del amor, es histórica pero muy actual, tiene crítica social sin olvidar las contradicciones individuales ...
Habla de geopolítica sin edulcorantes, de la que utiliza las personas como peones en una gran partida de ajedrez. Habla de la injusta insensatez de la masa. Habla de los sentimientos de quien no sabe interpretarlos y de la falta de sentimientos de quien sabe manipularlos. Tiene la magistralidad de colocarse en aquel secreto cruce de caminos que nos permite entender qué es realmente una guerra interpelando nuestro intelecto (muy lejos de la propaganda emocional a la que nos acostumbran las películas sobre guerras).
El montaje tiene el mérito de explicarnos la historia haciéndonos sentir la emoción de quien presencia la revelación de descifrar un enigma, tal como sucede en la ficción. Los actores son buenos, pero los secundarios incluso mejores. Y todo ello con una economía de recursos que deja en ridículo su ambiciosa competidora los Óscars (Interstelar).
En definitiva, una gran película británica, que he tenido la suerte de ver en el Kino International de Berlín, la imponente sala de cine alemana de manufactura soviética. Con la sensación de si realidad y ficción se fundieran en un abrazo.
22 de enero de 2015
22 de enero de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con una narración a tres tiempos (y a tres fotografías y ritmos) en la que vemos el inicio, apogeo y decadencia de Alan Turing, encarnado por un Benedict Cumberbatch que es el motor de esta máquina perfecta, Morten Tyldum construye entre mezcladamente, dotando al film de un espíritu adictivo de suspense, una exploración del personaje desde lo más íntimo, sin tropezar con el sentimentalismo, una exposición de su importancia vital en el desenlace final de la II GM y un retrato acoloro de una sociedad opresora y sin memoria (y no, no me estoy refiriendo al régimen nazi). La única pega, que el director no constate al espectador con mayor vigorosidad el paso del tiempo.
22 de enero de 2015
22 de enero de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vital para entender la relevancia de este "tapado" GRAN hombre en el transcurso de la II Guerra Mundial. Ni su ritmo ni sus diálogos decaen en ningún momento, algo que realmente se agradece como espectador, buena fotografía, buen montaje intercalando 3 espacio-temporales, ¿Qué más se puede pedir?.
Una grandísima banda sonora bien introducida en los momentos claves que pone los pelos de punta, no como en muchas otras producciones que no está nada aprovechada y tan sólo la colocan en los créditos finales, y eso hay que destacarlo.
Benedict Cumberbatch hace el papel de su vida hasta el momento, y difícil lo tiene para superarlo porque realmente ha puesto el listón muy alto. Arriesgado como complejo, pudo caer en la parodia, puesto que es un papel muy fácil de exagerar, pero este gran actor en potencia lo solventa de la mejor manera posible, una digna nominación al Oscar. Por lo que no bastará con hacer una buena actuación para robarle el preciado premio a Cumberbatch por The Imitation Game.
Una grandísima banda sonora bien introducida en los momentos claves que pone los pelos de punta, no como en muchas otras producciones que no está nada aprovechada y tan sólo la colocan en los créditos finales, y eso hay que destacarlo.
Benedict Cumberbatch hace el papel de su vida hasta el momento, y difícil lo tiene para superarlo porque realmente ha puesto el listón muy alto. Arriesgado como complejo, pudo caer en la parodia, puesto que es un papel muy fácil de exagerar, pero este gran actor en potencia lo solventa de la mejor manera posible, una digna nominación al Oscar. Por lo que no bastará con hacer una buena actuación para robarle el preciado premio a Cumberbatch por The Imitation Game.
29 de enero de 2015
29 de enero de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veo "Descifrando Enigma", la película inglesa basada en la historia real del matemático pionero de la computación, Alan Turing, quien consiguió descifrar los códigos de la máquina Enigma de la Alemania Nazi y que después fue despreciado por su homosexualidad. El film cuenta con una excelente ambientación (apabullantes Sherborne School y Bletchley Park), gran destreza en el desarrollo del guión, una realista fotografía, unos auténticos decorados, unos acertados saltos temporales precedidos de su identificación de tiempo y lugar (vemos sus años infelices en el internado, sus logros en la Segunda Guerra Mundial y su caída en desgracia), una correcta banda sonora y unas perfectas interpretaciones de sus actores principales, disfrutando de una, contenida en sus gestos, Keira Knigthley (está nominada al Oscar) y un excelente Benedict Cumberbatch (a quien le va a arrebatar el Oscar Eddie Redmayne). Salvo un pequeño defecto de script en el minuto 130, la película es notable, de 7,5.
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