Empieza de sopetón, casi sin presentarte a los personajes. A los 2 minutos ya se llevan a la actriz protagonista a no se qué del pentágono porque hay algo que aún no se sabe lo que es pero que atenta contra la seguridad de los Estados Unidos...
Keanu Reeves, muy forzado en este papel, quiere hacerse el tipo misterioso pero resulta muy poco convincente, hasta cansino.
El detalle del soldadito gigante con muy mala leche me parece extremadamente surrealista hasta para tratarse de una película de ciencia-ficción.
Atención a la propaganda subliminal de productos típicos americanos a lo largo de la película (véase un sistema operativo, una empresa de comida rápida, etc)...
Los otros soldados, los de USA, no se andan con chorradas, a la mínima empiezan a tiros. Se huele desde el primer momento un tufillo patriótico americano, como en casi todas las películas hollywoodienses del género.
En fin, si podeis no la veais, pero si no os queda otra, por lo menos no pagueis por verla.