White LinesSerie
2020 

5.2
1,860
Serie de TV. Thriller. Drama
Serie de TV (2020). 1 temporada. 10 episodios. Veinte años después de su desaparición, aparece el cuerpo de un DJ británico en Ibiza. Su hermana viaja entonces hasta la isla para formar parte de una investigación que tendrá como objetivo saber qué es lo que pasó realmente con el chico y reconstruir sus últimas horas de vida. (FILMAFFINITY)
Cancelada tras su primera temporada.
Cancelada tras su primera temporada.
16 de junio de 2020
16 de junio de 2020
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ibiza es un territorio propicio a los viajes interiores. Desde la mítica y lejana “More” y su descenso a los abismos de la heroína, con fotografía de Néstor Almendros y música de Pink Floyd, a las más modernas "Lucía y el Sexo" (estrictamente hablando, en Formentera) o "Amnesia", hay una sucesión de historias que narran el efecto que la belleza natural, la liberalidad de costumbres y el ambiente relajado y permisivo ejercen sobre los recién llegados. Y que decir si el recién llegado es una chica inglesa, más bien limitadita, que pasa directamente de su adosado de ladrillo de barrio obrero de Manchester a aliviar la resaca bebiendo zumo de naranja, tumbada junto a la piscina, en una villa de paredes blancas con vistas a una cala paradisíaca.
White Lines es básicamente el viaje de Zoe desde la triste Manchester, donde quedan su marido y su hija, a una Ibiza luminosa, seductora y llena de personajes pintorescos y llenos de vida. Es también en paralelo el viaje de su hermano Axel, ese hermano al que Manchester se le quedó pequeño y al que vemos en los flash-backs como devoraba Ibiza a mordiscos dejando cadáveres emocionales por el camino, hasta el clímax de salvajismo de su fiesta de cumpleaños y su asesinato. Esa escena con los alicates en la mano y la boca llena de sangre en mitad de la fiesta… pocas veces he sentido más intensamente un personaje.
Voy a hacer una propuesta atrevida: veo paralelismos interesantes entre "White Lines" y "On the Road", la novela de Kerouac. La serie es un viaje de punta a punta de la isla en el que Zoe va conociendo personas que la cambian y que cambian a su vez tras conocerla, cuando despierta en ellas el recuerdo del hermano desaparecido, ese Axel Collins que sigue derramando su efecto en el grupo veinte años después de su muerte.
Como en "On the Road", los personajes de White Lines se entregan a la vida sin límites, cualquier medio vale para sentir más intensamente, sin importar el riesgo o las consecuencias. Y como en "On the Road", la música acompaña ese descenso (o esa ascensión, según lo queramos ver), esta vez el House en lugar del Jazz.
Las historias de los personajes que rodean el viaje de Zoe son profundas e intensas, y se mete sin complejos en temas duros que pocas veces se tratan, como los abusos sexuales que sufre el personaje de Oriol por parte de su madre cuando era adolescente. Diría que trata sin pudor el uso recreativo de drogas, pero por desgracia eso está tan normalizado que es como decir que los personajes a veces se toman una cerveza. El remate de la historia está en línea: el descubrimiento final de cómo murió Axel, con esa vuelta de tuerca sobre la naturaleza humana en la que los amigos que parecían más fieles y buenorros son al final los más miserables.
Para terminar de cimentar esa relación entre "White Lines" y "On the Road", por supuesto salvando las distancias, permitidme que meta una cita de Kerouac que le viene que ni pintada al personaje de Axel Collins: “the only people that interest me are the mad ones, the ones who are mad to live, mad to talk, desirous of everything at the same time, the ones that never yawn or say a commonplace thing.. but burn, burn, burn, like fabulous yellow roman candles exploding like spiders across the stars and in the middle you see the blue centerlight pop and everybody goes “Awww!”.
En resumen, que me ha gustado bastante, ayudado, lo reconozco, por el recuerdo de muchos buenos momentos de mi propia experiencia de Ibiza.
Llaman la atención las malas críticas que tiene; de la lectura de esas críticas se infiere que la mayoría las hacen admiradores incondicionales de "La Casa de Papel", y que cómo es del mismo director, esperaban otra cosa. De alguien a quien ese pastiche mid-cult que es "La Casa de Papel" le parece el sumum de las series no me extraña que White Lines no le guste; son productos hechos para paladares muy diferentes...
#sígueme en Twitter @ArponeroSanchez, y si te ha gustado no olvides dar un positivo!
White Lines es básicamente el viaje de Zoe desde la triste Manchester, donde quedan su marido y su hija, a una Ibiza luminosa, seductora y llena de personajes pintorescos y llenos de vida. Es también en paralelo el viaje de su hermano Axel, ese hermano al que Manchester se le quedó pequeño y al que vemos en los flash-backs como devoraba Ibiza a mordiscos dejando cadáveres emocionales por el camino, hasta el clímax de salvajismo de su fiesta de cumpleaños y su asesinato. Esa escena con los alicates en la mano y la boca llena de sangre en mitad de la fiesta… pocas veces he sentido más intensamente un personaje.
Voy a hacer una propuesta atrevida: veo paralelismos interesantes entre "White Lines" y "On the Road", la novela de Kerouac. La serie es un viaje de punta a punta de la isla en el que Zoe va conociendo personas que la cambian y que cambian a su vez tras conocerla, cuando despierta en ellas el recuerdo del hermano desaparecido, ese Axel Collins que sigue derramando su efecto en el grupo veinte años después de su muerte.
Como en "On the Road", los personajes de White Lines se entregan a la vida sin límites, cualquier medio vale para sentir más intensamente, sin importar el riesgo o las consecuencias. Y como en "On the Road", la música acompaña ese descenso (o esa ascensión, según lo queramos ver), esta vez el House en lugar del Jazz.
Las historias de los personajes que rodean el viaje de Zoe son profundas e intensas, y se mete sin complejos en temas duros que pocas veces se tratan, como los abusos sexuales que sufre el personaje de Oriol por parte de su madre cuando era adolescente. Diría que trata sin pudor el uso recreativo de drogas, pero por desgracia eso está tan normalizado que es como decir que los personajes a veces se toman una cerveza. El remate de la historia está en línea: el descubrimiento final de cómo murió Axel, con esa vuelta de tuerca sobre la naturaleza humana en la que los amigos que parecían más fieles y buenorros son al final los más miserables.
Para terminar de cimentar esa relación entre "White Lines" y "On the Road", por supuesto salvando las distancias, permitidme que meta una cita de Kerouac que le viene que ni pintada al personaje de Axel Collins: “the only people that interest me are the mad ones, the ones who are mad to live, mad to talk, desirous of everything at the same time, the ones that never yawn or say a commonplace thing.. but burn, burn, burn, like fabulous yellow roman candles exploding like spiders across the stars and in the middle you see the blue centerlight pop and everybody goes “Awww!”.
En resumen, que me ha gustado bastante, ayudado, lo reconozco, por el recuerdo de muchos buenos momentos de mi propia experiencia de Ibiza.
Llaman la atención las malas críticas que tiene; de la lectura de esas críticas se infiere que la mayoría las hacen admiradores incondicionales de "La Casa de Papel", y que cómo es del mismo director, esperaban otra cosa. De alguien a quien ese pastiche mid-cult que es "La Casa de Papel" le parece el sumum de las series no me extraña que White Lines no le guste; son productos hechos para paladares muy diferentes...
#sígueme en Twitter @ArponeroSanchez, y si te ha gustado no olvides dar un positivo!
1 de junio de 2020
1 de junio de 2020
13 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que las críticas están siendo algo injustas con esta serie. Sin duda no es una obra de culto, pero cumple su cometido perfectamente, con entretenimiento a rabiar, intriga y toques de comedia mientras asistimos a dos viajes paralelos en el tiempo de dos hermanos ingleses en busca de la libertad y del autoconocimiento. Vale que tiene muchos clichés ibicencos, pero qué se le va a hacer: los productos audiovisuales suelen explotar los clichés de los lugares en los que se ambientan las tramas. ¿De qué querrían que hablasen? ¿De ibicencos yendo a la oficina? ¿De la vida de un payés en una masía rural? Al final Ibiza, queramos o no, es sinónimo de fiesta, locura, movimiento hippy, mar y playas y naturaleza mediterránea, que es lo que muestra la serie (si a los locales no les gusta, que vayan cerrando las discotecas...).
También es sorprendente que se critique la falta de realismo, los romances inverosímiles... Porque sin duda todos sabemos que la trama de La Casa de Papel, con sus fuegos artificiales, sus giros efectistas, su trama alargada como el chicle y sus continuos romances, es puro cine de autor elevadísimo. Hay que saber lo que estamos viendo, un puro y duro producto de entretenimiento, que en este caso funciona igualmente como un reloj.
También es sorprendente que se critique la falta de realismo, los romances inverosímiles... Porque sin duda todos sabemos que la trama de La Casa de Papel, con sus fuegos artificiales, sus giros efectistas, su trama alargada como el chicle y sus continuos romances, es puro cine de autor elevadísimo. Hay que saber lo que estamos viendo, un puro y duro producto de entretenimiento, que en este caso funciona igualmente como un reloj.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hay cosas que quedan en el tintero, supongo que para una segunda temporada que no obstante no tengo muy claro donde tendrá el foco una vez aclarado lo fundamental de la muerte de Axel. Por ejemplo, ¿por qué Boxer se mete en expulsar al padre de la prota de la isla hace 20 años y en decirle que Axel se ha ido a La India cuando a priori no ha tenido nada que ver en el asesinato, ni tampoco la familia Calafat?
17 de mayo de 2020
17 de mayo de 2020
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Era solo cuestión de tiempo. De hecho es sorprendente que aún no hayan hecho una película sobre las fiestas de Magaluf y toda la fauna ibicenca que cada verano aterriza para perder la salud, el dinero y la consciencia noche tras noche. Pero como digo, era solo cuestión de tiempo. Así que primero hacen una serie sobre las noches y líos de Puerto Banús en Marbella y ahora es el turno de la noche ibicenca. Y aunque la trama es bastante plausible, puesto que la producción no exagera sobre como se lleva el tema de las drogas en las ciudades turísticas, algo falla. Todos hablan un inglés perfecto, tienes a un Nuno Lopes que no sabe si está imitando a Miguel Ángel Silvestre, a Jason Statham o a los dos a la vez. La policía está tan ausente que parece que haya un fallo en Matrix. Si tienes una mochila llena de coca y de uno de los paquetes se está cayendo como si estuviesen enharinando una fritura malagueña ¿Para qué vas a cerrar la bolsa? Incosistecias como esa están por toda la serie. Y se toman más en serio la dirección fotográfica que presentar un guion plausible con diálogos menos propios de una producción barata americana.
En fin, si te gustó Toy Boy, esta te gustará algo más. No digo que sea mejor, digo que es menos basura.
En fin, si te gustó Toy Boy, esta te gustará algo más. No digo que sea mejor, digo que es menos basura.
26 de mayo de 2020
26 de mayo de 2020
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
No soy una persona a la que le guste la defensa de las causas perdidas y tampoco ejercer de abogado del diablo, pero reconozco que lo que me ha movido a escribir esta crítica es el linchamiento, más o menos generalizado, al que está siendo sometida esta serie.
No quiero pretender tener razón ni dar a entender que el todo el que opina de manera negativa sobre esta serie se equivoca, de hecho probablemente el que esté equivocado sea yo, pero me he encontrado con un producto de una realización impecable, un presupuesto y una producción siempre al servicio de la historia que se cuenta y una trama ágil, fácil de seguir y que en ningún momento se hace aburrida.
Los actores están estupendos, todos, la fotografía (especialmente aquella que tiene lugar en la parte de la historia que transcurre en Manchester) es muy buena y el guión, si bien es cierto que bebe de fuentes muy reconocibles (Breaking Bad muy presente en la estructura de muchos de sus capítulos), te mantiene enganchado hasta el final.
No será historia de la televisión, pero sí un pasatiempo muy digno.
No quiero pretender tener razón ni dar a entender que el todo el que opina de manera negativa sobre esta serie se equivoca, de hecho probablemente el que esté equivocado sea yo, pero me he encontrado con un producto de una realización impecable, un presupuesto y una producción siempre al servicio de la historia que se cuenta y una trama ágil, fácil de seguir y que en ningún momento se hace aburrida.
Los actores están estupendos, todos, la fotografía (especialmente aquella que tiene lugar en la parte de la historia que transcurre en Manchester) es muy buena y el guión, si bien es cierto que bebe de fuentes muy reconocibles (Breaking Bad muy presente en la estructura de muchos de sus capítulos), te mantiene enganchado hasta el final.
No será historia de la televisión, pero sí un pasatiempo muy digno.
17 de mayo de 2020
17 de mayo de 2020
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El problema de White Lines ya no es la escasa calidad de las interpretaciones, ni siquiera determinados errores de guión demasiado evidentes, ni tan solo el hecho de banalizar como un arquetipo la propia isla de Ibiza; el auténtico problema de White Lines es que lo que al principio se presenta como un thriller de suspense con el trasfondo de un supuesto asesinato, y las bandas de narcotrafico y sus rivalidades como eje vertebrador, se convierte demasiado pronto, y hasta el final, en un culebrón romántico entre parejas que, francamente, acaba hastiando. No la apruebo porque aunque uno consiga deshacerse del espíritu crítico, no hay por dónde cogerla.
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