Amarcord
7.9
20,332
10 de enero de 2007
10 de enero de 2007
46 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comentar una película de Federico Fellini es siempre una tarea complicada pero en el caso de Amarcord lo es más si cabe. Porque uno se pregunta ¿Qué acabo de ver? Y las respuestas en este caso podrían ser "una película sobre la vida de la gente de un pueblo" ó "un film sobre la juventud y sus sueños". Es preciso conocer algo de la vida de Fellini para entender que lo que nos muestra es fundamentalmente su niñez pero no exactamente como la vivió sino entremezclando lo realmente vivído con aquello que, desde el presente, le pareció haber vivido. Y somos nosotros, espectadores, quienes decidimos si deslindamos realidad y sueño ó lo dejamos como está.
Yo me inclino por dejarlo todo como está. ¿Qué importancia puede tener que un recuerdo concuerde con la realidad pasada ó la distorsione engrandeciéndola ó empequeñeciéndola?. Prefiero quedarme con esta felliniana mezcla de sueños y realidades, con cabezas de Duce hechas de flores que hablan, con sus músicas nocturnas de Siboney, con sus pecados juveniles, mundo, demonio y, sobre todo, carne, con el onirismo de la escena entre Gradiska y el sultán en el Gran Hotel, con la caracterización, seguro que real aunque exagerada por el paso de los años, de sus profesores, con todo ello, porque eso es como lo ve Fellini y como quiere mostrarnoslo...Como lo vivió en realidad no es lo importante.
Mención especial para la música de Nino Rota, compañero de caminos de Fellini. Nos invita al baile en las celebraciones y nos sugiere una lágrima en los entierros. De eso precisamente se trata.
Yo me inclino por dejarlo todo como está. ¿Qué importancia puede tener que un recuerdo concuerde con la realidad pasada ó la distorsione engrandeciéndola ó empequeñeciéndola?. Prefiero quedarme con esta felliniana mezcla de sueños y realidades, con cabezas de Duce hechas de flores que hablan, con sus músicas nocturnas de Siboney, con sus pecados juveniles, mundo, demonio y, sobre todo, carne, con el onirismo de la escena entre Gradiska y el sultán en el Gran Hotel, con la caracterización, seguro que real aunque exagerada por el paso de los años, de sus profesores, con todo ello, porque eso es como lo ve Fellini y como quiere mostrarnoslo...Como lo vivió en realidad no es lo importante.
Mención especial para la música de Nino Rota, compañero de caminos de Fellini. Nos invita al baile en las celebraciones y nos sugiere una lágrima en los entierros. De eso precisamente se trata.
30 de septiembre de 2009
30 de septiembre de 2009
36 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fellini estaba pasado de vueltas, seguro. Amarcord es una ida de olla en toda su expresión. Los recuerdos y sueños autobiográficos de una mente privilegiada expuestos de forma incoherente en dos horas de película.
Infinidad de historias que muestran la vida cotidiana de un pueblo en la Italia de Mussolini, contadas todas ellas en forma de pequeños capítulos, siguiendo las estaciones del año y teniendo como referencia a la familia de Titta, clara referencia al Fellini joven.
Chavales machacándosela en un coche o delante de una estatua, un gramófono en el que suena la internacional en pleno desfile fascista, una gorda estanquera dejando sin aliento a un joven con sus enormes ubres o un loco subido durante cinco horas a un árbol gritando sus deseos carnales.
Todos esos momentos forman parte de la historia del cine, pero la hacen de forma inconexa. A uno le da la sensación de estar viendo fragmentos sueltos, pequeños gags dentro de capítulos distintos. Hay historias francamente buenas y secuencia inolvidables, como el baile imaginario bajo la nieve, pero son bastantes más los momentos aburridos e insulsos. Momentos que es preciso degustar desde el punto de vista del propio Fellini. Hechos y acciones totalmente surrealistas que a un servidor le han llegado a resultar pesados.
Alguno me va a matar por esto, pero Amarcord es una paranoia fílmica, un boceto del que se sacan puntos interesantes, que destaca por su dirección, sobre todo artística y por su potencial visual, pero que como conjunto me parece una auténtica frikada.
Infinidad de historias que muestran la vida cotidiana de un pueblo en la Italia de Mussolini, contadas todas ellas en forma de pequeños capítulos, siguiendo las estaciones del año y teniendo como referencia a la familia de Titta, clara referencia al Fellini joven.
Chavales machacándosela en un coche o delante de una estatua, un gramófono en el que suena la internacional en pleno desfile fascista, una gorda estanquera dejando sin aliento a un joven con sus enormes ubres o un loco subido durante cinco horas a un árbol gritando sus deseos carnales.
Todos esos momentos forman parte de la historia del cine, pero la hacen de forma inconexa. A uno le da la sensación de estar viendo fragmentos sueltos, pequeños gags dentro de capítulos distintos. Hay historias francamente buenas y secuencia inolvidables, como el baile imaginario bajo la nieve, pero son bastantes más los momentos aburridos e insulsos. Momentos que es preciso degustar desde el punto de vista del propio Fellini. Hechos y acciones totalmente surrealistas que a un servidor le han llegado a resultar pesados.
Alguno me va a matar por esto, pero Amarcord es una paranoia fílmica, un boceto del que se sacan puntos interesantes, que destaca por su dirección, sobre todo artística y por su potencial visual, pero que como conjunto me parece una auténtica frikada.
6 de mayo de 2013
6 de mayo de 2013
32 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Insólito título para mi crítica. Me explico: un análisis apresurado y superficial podría llevarme a criticar nuestra querida FILMAFFINITY ya que califico con 3 una película que tiene como porcentaje 8,1. Ahora bien, si analizo el voto promedio de mis "Almas Gemelas" -5,3- advierto que la página funciona muy bien. ¿ Cómo puede ser que la mayoría califique tan alto a esta película ??? No lo entiendo. Para mi es una película larga, aburrida, sin ningún atractivo salvo la música. Y creo que todo pasa por el interés que a la mayoría le genera lo que cuenta y que a mi me deja totalmente indiferente. Fundamentalmente, noto claramente la intención de pasar mensajes con ironía contra el fascismo, la iglesia, bromas sobre la sexualidad, y sinceramente me causa cero gracia. Ahora bien, he visto películas de Bergman en donde la historia tampoco me atrapa pero la forma estética de presentarla, principalmente la fotografía, me gusta mucho. En este caso, no advierto maestría técnica que me atraiga y como lo que se cuenta me parece aburrido, no me queda nada más que la música. Aclaro que La Strada sí me gustó. Esto es otra cosa.
10 de marzo de 2006
10 de marzo de 2006
43 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífico y entrañable trabajo del genio llamado Fellini. Una maravilla poética sólo al alcance de los grandes. Todo en ella me parece un sueño. La banda sonora es de las más recordadas de la Historia del Cine. La fotografía ofrece un colorismo y una profundidad impresionante. El reparto es tan mágico como elocuente y numeroso. La dirección impecable.
Las cuatro estaciones están bien marcadas en ese pueblo encantador del norte de Italia. Tiene momentos muy grandes: la presentación de la caterva de profesores, el loco en el árbol, la salida al mar para despedir al Duce que me recordó a Bienvenido Mr. Marshall, los dos pechos enormes, dándole a la zambomba en grupo dentro del coche, la belleza de la nevada y el mejor gramófono que ha sonado nunca desde lo alto de un campanario, por poner algunos ejemplos.
Los personajes tampoco tienen desperdicio: el viejo y ciego músico, el borrachín mentiroso, el cura, la loca, el hermano, el fascista, los amiguetes, las buenorras, el padre, la madre... en fin... un poco de todo para dar sentido a lo que uno pueda esperar cuando imagina cómo sería vivir en un pueblo italiano en aquella época.
La secuencia de la cocina en que está reunida la familia es simplemente magistral. Muy buena.
Las cuatro estaciones están bien marcadas en ese pueblo encantador del norte de Italia. Tiene momentos muy grandes: la presentación de la caterva de profesores, el loco en el árbol, la salida al mar para despedir al Duce que me recordó a Bienvenido Mr. Marshall, los dos pechos enormes, dándole a la zambomba en grupo dentro del coche, la belleza de la nevada y el mejor gramófono que ha sonado nunca desde lo alto de un campanario, por poner algunos ejemplos.
Los personajes tampoco tienen desperdicio: el viejo y ciego músico, el borrachín mentiroso, el cura, la loca, el hermano, el fascista, los amiguetes, las buenorras, el padre, la madre... en fin... un poco de todo para dar sentido a lo que uno pueda esperar cuando imagina cómo sería vivir en un pueblo italiano en aquella época.
La secuencia de la cocina en que está reunida la familia es simplemente magistral. Muy buena.
2 de marzo de 2008
2 de marzo de 2008
29 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film nº 13 de Federico Fellini. El guión, de Fellini y Tonino Guerra, se inspira en recuerdos de la adolescencia del primero. Se rueda en Cinecittà Studios y en exteriores de Anzio y Rímini. Nominado a 3 Oscar, gana uno (película lengua no inglesa). Producido por Franco Cristaldi, se estrena el 18-XII-1973 (Italia).
La acción tiene lugar en Rímini a lo largo de 12 meses, en torno a 1934/35. El joven Titta Biondi (Bruno Zanin), de 14/15 años, rememora la familia, la pandilla, los profesores, los convecinos. Integran la família el padre Aurelio (Brescia), la madre Miranda (Maggio), el abuelo, etc. Son de la pandilla Naso, Ovo, Ciccio y otros.
El film suma drama y comedia. El título, escrito en forma dialectal de la Romagna, significa "yo recuerdo". El realizador trascribe, afectados por el paso del tiempo (40 años) y mejorados por el afecto y la nostalgia, recuerdos y ensoñaciones de su adolescencia en Rímini, donde nació (1920) y residió (hasta 1939). Los protagonistas son personajes colectivos (familia, compañeros, líderes locales...), que observa y describe organizados en procesiones, desfiles, fiestas callejeras (19 marzo, 21 abril), banquetes, funerales. Su mirada es alegre y divertida, nostálgica y agridulce, sensual e irónica. Las estampas que construye se presentan con la exageración propia de los recuerdos ingenuos de la infancia. Yuxtapone las viñetas sin a penas ilación narrativa. Conforman un mosaico multicolor, imaginativo y fantasioso, muy propio del autor. A diferencia de otros films, en esta ocasión el lenguaje se distancia del barroquismo exaltado, que es sustituido por recursos barrocos de tono más contenido. El relato se apoya en el tránsito de las cuatro estaciones, que define la tipología de los hechos y el clima que respiran (alegria/primavera, nostalgia/invierno...). La cinta está punteada de humor, ironía y sensualidad (estanquera, deseo de las concubinas...).
Los personajes individuales son pintorescos y arquetípicos: padre insatisfecho, madre enfermiza y frustrada, abuelo desmemoriado, amigo orondo, compañero cómico, prostituta ninfómana, estanquera de enorme carnalidad, músico ciego, guapa en busca de príncipe azul, cura doctrinario, lider fascista arrogante y cruel. Los personajes individuales son ingenuos, entrañables y trasparentes, incluido el borrachín mentiroso. La cinta muestra al realizador como un vividor resuelto a triunfar y gozar de la vida.
La música, de Nino Rota, aporta una partitura de gran lirismo, con temas muy emotivos ("Las manías de primavera", "La Gradisca", "Tema principal"). Añade fragmentos de "La cucaracha" y otras composiciones populares. La fotografía, de Giuseppe Rotunno, se sirve de primeros planos para las escenas emotivas, de planos medios y largos para la comicidad. Resalta la artificiosidad de los decorados. Compone imágenes de gran belleza (pavo real), excelente concepción (foto escolar) y gran dinamismo (carrera de coches).
La acción tiene lugar en Rímini a lo largo de 12 meses, en torno a 1934/35. El joven Titta Biondi (Bruno Zanin), de 14/15 años, rememora la familia, la pandilla, los profesores, los convecinos. Integran la família el padre Aurelio (Brescia), la madre Miranda (Maggio), el abuelo, etc. Son de la pandilla Naso, Ovo, Ciccio y otros.
El film suma drama y comedia. El título, escrito en forma dialectal de la Romagna, significa "yo recuerdo". El realizador trascribe, afectados por el paso del tiempo (40 años) y mejorados por el afecto y la nostalgia, recuerdos y ensoñaciones de su adolescencia en Rímini, donde nació (1920) y residió (hasta 1939). Los protagonistas son personajes colectivos (familia, compañeros, líderes locales...), que observa y describe organizados en procesiones, desfiles, fiestas callejeras (19 marzo, 21 abril), banquetes, funerales. Su mirada es alegre y divertida, nostálgica y agridulce, sensual e irónica. Las estampas que construye se presentan con la exageración propia de los recuerdos ingenuos de la infancia. Yuxtapone las viñetas sin a penas ilación narrativa. Conforman un mosaico multicolor, imaginativo y fantasioso, muy propio del autor. A diferencia de otros films, en esta ocasión el lenguaje se distancia del barroquismo exaltado, que es sustituido por recursos barrocos de tono más contenido. El relato se apoya en el tránsito de las cuatro estaciones, que define la tipología de los hechos y el clima que respiran (alegria/primavera, nostalgia/invierno...). La cinta está punteada de humor, ironía y sensualidad (estanquera, deseo de las concubinas...).
Los personajes individuales son pintorescos y arquetípicos: padre insatisfecho, madre enfermiza y frustrada, abuelo desmemoriado, amigo orondo, compañero cómico, prostituta ninfómana, estanquera de enorme carnalidad, músico ciego, guapa en busca de príncipe azul, cura doctrinario, lider fascista arrogante y cruel. Los personajes individuales son ingenuos, entrañables y trasparentes, incluido el borrachín mentiroso. La cinta muestra al realizador como un vividor resuelto a triunfar y gozar de la vida.
La música, de Nino Rota, aporta una partitura de gran lirismo, con temas muy emotivos ("Las manías de primavera", "La Gradisca", "Tema principal"). Añade fragmentos de "La cucaracha" y otras composiciones populares. La fotografía, de Giuseppe Rotunno, se sirve de primeros planos para las escenas emotivas, de planos medios y largos para la comicidad. Resalta la artificiosidad de los decorados. Compone imágenes de gran belleza (pavo real), excelente concepción (foto escolar) y gran dinamismo (carrera de coches).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Son escenas memorables la del abuelo que se pierde en la niebla y cree que ha muerto, la de Gradisca y el jeque árabe en el hotel, la carrera a pie de los fascistas, el paso del trasatlántico Rex, el ramo de novia que no encuentra quien lo quiera, etc.
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