Nomadland
6.7
25,814
Drama
Una mujer, después de perderlo todo durante la recesión, se embarca en un viaje hacia el Oeste americano viviendo como una nómada en una caravana. Tras el colapso económico que afectó también a su ciudad en la zona rural de Nevada, Fern toma su camioneta y se pone en camino para explorar una vida fuera de la sociedad convencional, como nómada moderna. (FILMAFFINITY)
1 de enero de 2021
1 de enero de 2021
79 de 102 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nomadland es una película con alma de documental donde cobran más protagonismo los monólogos de los personajes secundarios que los diálogos mantenidos por los principales.
Es una cinta donde se nos enseña a gente que no tiene casa pero, a veces, sí tiene hogar, pues el hogar está dentro de uno, como tiene tatuada una de las compañeras de la protagonista en su brazo al estilo del filósofo que aseguraba que donde quiera que se estuviera bien, allí estaba la patria.
Es un trabajo que alterna los espacios interiores y exteriores con acierto; enhebra la sensación de libertad de los paisajes con la intimidad de las caravanas o las habitaciones con mucho gusto. Igualmente, muestra de una forma excelente los momentos de compañerismo y los de soledad; y cada uno de ellos tiene la virtud de ir construyendo a los personajes y fundamentar más la historia.
A nivel interpretativo, Frances McDomand está soberbia, llevando a cabo una gesticulación y expresividad corporal contenida muy apropiada al tema y a la dirección. David Strathairn está muy bien también, y el resto no alcanzas a saber cuándo es una persona real contando su vida a cuándo es un actor o actriz haciendo su trabajo.
En definitiva, es un film llevado a cabo con mucho cariño. En ningún momento cae en el maniqueísmo ni en el sentimentalismo barato y no te vende ninguna consigna o filosofía, aunque la crítica al sistema consumista puede leerse sin dificultad. Sencillamente, ves que hay mucha gente ahí fuera que decide vivir una vida sin todas las comodidades modernas que nosotros consideramos poco menos que indispensables y cómo cuando la gente menos tiene, más comparte, sean cuestiones materiales, recuerdos, emociones o alegrías, algo de agradecer en sociedades cada vez más individualistas donde nos creemos que tenemos muchos amigos por tener mucho contactos en las redes sociales..
Y nada más que añadir, pues creo aspectos tales como el montaje, la banda sonora, la fotografía, el diseño de producción no son de consideración en esta cinta. No porque sean malos, ni mucho menos, sino porque Nomaland va de otra cosa.
Espero que os guste.
Es una cinta donde se nos enseña a gente que no tiene casa pero, a veces, sí tiene hogar, pues el hogar está dentro de uno, como tiene tatuada una de las compañeras de la protagonista en su brazo al estilo del filósofo que aseguraba que donde quiera que se estuviera bien, allí estaba la patria.
Es un trabajo que alterna los espacios interiores y exteriores con acierto; enhebra la sensación de libertad de los paisajes con la intimidad de las caravanas o las habitaciones con mucho gusto. Igualmente, muestra de una forma excelente los momentos de compañerismo y los de soledad; y cada uno de ellos tiene la virtud de ir construyendo a los personajes y fundamentar más la historia.
A nivel interpretativo, Frances McDomand está soberbia, llevando a cabo una gesticulación y expresividad corporal contenida muy apropiada al tema y a la dirección. David Strathairn está muy bien también, y el resto no alcanzas a saber cuándo es una persona real contando su vida a cuándo es un actor o actriz haciendo su trabajo.
En definitiva, es un film llevado a cabo con mucho cariño. En ningún momento cae en el maniqueísmo ni en el sentimentalismo barato y no te vende ninguna consigna o filosofía, aunque la crítica al sistema consumista puede leerse sin dificultad. Sencillamente, ves que hay mucha gente ahí fuera que decide vivir una vida sin todas las comodidades modernas que nosotros consideramos poco menos que indispensables y cómo cuando la gente menos tiene, más comparte, sean cuestiones materiales, recuerdos, emociones o alegrías, algo de agradecer en sociedades cada vez más individualistas donde nos creemos que tenemos muchos amigos por tener mucho contactos en las redes sociales..
Y nada más que añadir, pues creo aspectos tales como el montaje, la banda sonora, la fotografía, el diseño de producción no son de consideración en esta cinta. No porque sean malos, ni mucho menos, sino porque Nomaland va de otra cosa.
Espero que os guste.
2 de abril de 2021
2 de abril de 2021
205 de 357 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nomadland es una película planificada para ser lo que es: aburrida, pretenciosa, rebosante de seudofilosofía low-cost, que espera a cambio ganar premios por la supuesta profundidad de su mensaje y que la gente con poco criterio salga de la sala recomendándola "porque es muy bonita".
Con un plantel formado por actores salidos de un casting en un geriátrico, el personaje central es el de Frances McDormand. Un personaje que trata de transmitir una cierta idea de libertad y de no estar atado a nada, pero que en realidad consigue hacerse antipática, insoportable, con su perpetua cara de palo y sus cuatro pelos lleños de roña que pasea durante toda la peli. Tiene pinta de no oler muy bien y sus miradas "profundas" intentan reflejar su trauma interior (básicamente, que su marido se murió hace unos años) y su necesidad de no se sabe muy bien qué.
En fin, resulta que un día esta tipeja decidió irse de donde había vivido con su difunto marido para vivir en su mierda de furgoneta en trabajos comerciales. Y tratar con vejestorios como ella que hacen lo mismo por todo Estados Unidos. Va haciendo amigos, aunque no sé muy bien por qué, porque apenas habla. Uno de ellas es una vieja a la que le han detectado un cáncer terminal y que se va a ir a Alaska en su último viaje, y dice que va a morir pero que es feliz porque ha vivido y ha visto "pelicanos a dos metros, una manada de alces pastando a mi lado", mientras suena un pianillo que te va a martillear la cabeza toda la peli, porque este es un momento "sentimental".
Después se encuentra a más gente, se va a una convención de momias en caravana como ella, hace un amigo con el que trabaja en un parque de atracciones, conoce a un yonki al que le regala un mechero... sí, todo es tan divertido como suena. En un momento dado, se va a trabajar en la recogida de remolacha (que ya me dirán cómo puede trabajar en algo así una mujer de esa edad y con esa constitución física), pero se le estropea la caravana y tiene que pedir ayuda a su hermana para repararla. No lo entiendo, se pasa trabajando toda la peli y no parece que tenga gastos, ¿qué coño hace con el dinero? ¿Trabaja de gratis porque es así de profunda?
La vieja apestosa pasa unos días en casa de un amigo que la había invitado y ella decide que no está hecha para la "vida normal". Aquí la peli se hace extremadamente lenta, todo está lleno de planos larguísimos de paisajes, carreteras y ella haciendo el subnormal por ahí, acabarás deseando una muerte rápida e indolora en la butaca. Y la sobrecarga de mensajes baratos aturulla. Al final, mientras ella vuelve a su antigua casa y decide seguir conduciendo su fragoneta, se constata el mensaje de "vivir el camino, encontrar a compañeros" y todos los mandamientos neohippies para puretas con pasta que son los mismos más o menos desde los 60.
Una peli de postales que seguramente recibirá Óscars porque mucha gente rara se ha puesto de acuerdo en que "es muy bonita" pero yo disfrutaría más de un eructo con rebufo de jugo gástrico.
Con un plantel formado por actores salidos de un casting en un geriátrico, el personaje central es el de Frances McDormand. Un personaje que trata de transmitir una cierta idea de libertad y de no estar atado a nada, pero que en realidad consigue hacerse antipática, insoportable, con su perpetua cara de palo y sus cuatro pelos lleños de roña que pasea durante toda la peli. Tiene pinta de no oler muy bien y sus miradas "profundas" intentan reflejar su trauma interior (básicamente, que su marido se murió hace unos años) y su necesidad de no se sabe muy bien qué.
En fin, resulta que un día esta tipeja decidió irse de donde había vivido con su difunto marido para vivir en su mierda de furgoneta en trabajos comerciales. Y tratar con vejestorios como ella que hacen lo mismo por todo Estados Unidos. Va haciendo amigos, aunque no sé muy bien por qué, porque apenas habla. Uno de ellas es una vieja a la que le han detectado un cáncer terminal y que se va a ir a Alaska en su último viaje, y dice que va a morir pero que es feliz porque ha vivido y ha visto "pelicanos a dos metros, una manada de alces pastando a mi lado", mientras suena un pianillo que te va a martillear la cabeza toda la peli, porque este es un momento "sentimental".
Después se encuentra a más gente, se va a una convención de momias en caravana como ella, hace un amigo con el que trabaja en un parque de atracciones, conoce a un yonki al que le regala un mechero... sí, todo es tan divertido como suena. En un momento dado, se va a trabajar en la recogida de remolacha (que ya me dirán cómo puede trabajar en algo así una mujer de esa edad y con esa constitución física), pero se le estropea la caravana y tiene que pedir ayuda a su hermana para repararla. No lo entiendo, se pasa trabajando toda la peli y no parece que tenga gastos, ¿qué coño hace con el dinero? ¿Trabaja de gratis porque es así de profunda?
La vieja apestosa pasa unos días en casa de un amigo que la había invitado y ella decide que no está hecha para la "vida normal". Aquí la peli se hace extremadamente lenta, todo está lleno de planos larguísimos de paisajes, carreteras y ella haciendo el subnormal por ahí, acabarás deseando una muerte rápida e indolora en la butaca. Y la sobrecarga de mensajes baratos aturulla. Al final, mientras ella vuelve a su antigua casa y decide seguir conduciendo su fragoneta, se constata el mensaje de "vivir el camino, encontrar a compañeros" y todos los mandamientos neohippies para puretas con pasta que son los mismos más o menos desde los 60.
Una peli de postales que seguramente recibirá Óscars porque mucha gente rara se ha puesto de acuerdo en que "es muy bonita" pero yo disfrutaría más de un eructo con rebufo de jugo gástrico.
13 de abril de 2021
13 de abril de 2021
71 de 93 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace un año que el Coronavirus azotó el mundo entero con su muerte microscópica. Durante 2020 los cines de media Europa han permanecido prácticamente cerrados. Ninguna gran productora se ha atrevido a proyectar en salas vacías. De hecho las películas más esperadas de 2020 siguen pendientes de estreno. Me refiero a grandes películas como "Dune" de Villeneuve o el "West Side History" de Spielberg.
2020 ha sido un año de cine desnutrido y "Nomadland" es la prueba. Tras su éxito en los Globos de Oro, sus espectativas de triunfo en los Oscars son el síntoma de este año ominoso que parece tener su reflejo en un cine testimonial, de espíritu documental, que nos quiere convencer de que la peor pandemia es el capitalismo. Contra toda evidencia, el éxito de "Nomadland" responde, por un lado, a la lógica de una época en crisis y, por otro, a la deriva pedante que los premios Oscar vienen padeciendo desde hace tiempo, con películas que el público ya habrá olvidado como "Moonlight" o "Birdman".
Olvidaremos "Nomadland" con facilidad, pero mientras tanto fingiremos que nos ha emocionado su pesimismo alternativo. Un domingo cualquiera veremos "Nomadland" por la tele y nos parecerá un modesto telefilm de sobremesa. Su vulgar parecido con un anuncio de senderismo de Decathlon puede confundirnos. Para no cometer semejante error, estamos obligados a recordar siempre que fue la ganadora de los Oscars 2021.
2020 ha sido un año de cine desnutrido y "Nomadland" es la prueba. Tras su éxito en los Globos de Oro, sus espectativas de triunfo en los Oscars son el síntoma de este año ominoso que parece tener su reflejo en un cine testimonial, de espíritu documental, que nos quiere convencer de que la peor pandemia es el capitalismo. Contra toda evidencia, el éxito de "Nomadland" responde, por un lado, a la lógica de una época en crisis y, por otro, a la deriva pedante que los premios Oscar vienen padeciendo desde hace tiempo, con películas que el público ya habrá olvidado como "Moonlight" o "Birdman".
Olvidaremos "Nomadland" con facilidad, pero mientras tanto fingiremos que nos ha emocionado su pesimismo alternativo. Un domingo cualquiera veremos "Nomadland" por la tele y nos parecerá un modesto telefilm de sobremesa. Su vulgar parecido con un anuncio de senderismo de Decathlon puede confundirnos. Para no cometer semejante error, estamos obligados a recordar siempre que fue la ganadora de los Oscars 2021.
1 de octubre de 2020
1 de octubre de 2020
63 de 87 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena película estadounidense, que trata de forma sobria, intimista y profundamente reflexiva, de las consecuencias en las decisiones de los seres humanos que se toman tras la brutal recesión económica, en este caso en Los Estados Unidos de Norteamérica.
Tiene el valor de la actualidad, resultando creíble en todo momento al mostrar una realidad muy pocas veces vista en el cine estadounidense.
La protagonista inicia una nueva forma de vida, alejándose de la sociedad industrial, de las grandes urbes, convirtiéndose en una nómada moderna sobreviviendo cada día con lo que va encontrando en forma de trabajos temporales y disfrutar de una libertad en armonía con la naturaleza y su propio yo.
Frances McDormand una vez más compone un difícil personaje con su acostumbrada brillantez, en este caso muchas veces estoica y sin florituras gestuales, diciendo todo con sus silencios, miradas y parcos diálogos, llenos de humanidad.
Chloé Zhao, la realizadora, nos va mostrando los diversos personajes, mostrando su cariño y respeto hacia todos ellos, seres heridos por el salvaje capitalismo de hoy en día, que no tiene compasión para con los trabajadores y personas decentes y dignas que pueblan las ciudades del oeste americano.
Es cierto que su ritmo puede no gustar a la gran mayoría de los espectadores, sobre todo a aquellos que no suelen ir a menudo al cine, ya que es romo, pero si se ve con tranquilidad, sin prisas, se puede admirar su sensibilidad hacia los marginados, su hermosura y finura tonal.
https://filmsencajatonta.blogspot.com/
Tiene el valor de la actualidad, resultando creíble en todo momento al mostrar una realidad muy pocas veces vista en el cine estadounidense.
La protagonista inicia una nueva forma de vida, alejándose de la sociedad industrial, de las grandes urbes, convirtiéndose en una nómada moderna sobreviviendo cada día con lo que va encontrando en forma de trabajos temporales y disfrutar de una libertad en armonía con la naturaleza y su propio yo.
Frances McDormand una vez más compone un difícil personaje con su acostumbrada brillantez, en este caso muchas veces estoica y sin florituras gestuales, diciendo todo con sus silencios, miradas y parcos diálogos, llenos de humanidad.
Chloé Zhao, la realizadora, nos va mostrando los diversos personajes, mostrando su cariño y respeto hacia todos ellos, seres heridos por el salvaje capitalismo de hoy en día, que no tiene compasión para con los trabajadores y personas decentes y dignas que pueblan las ciudades del oeste americano.
Es cierto que su ritmo puede no gustar a la gran mayoría de los espectadores, sobre todo a aquellos que no suelen ir a menudo al cine, ya que es romo, pero si se ve con tranquilidad, sin prisas, se puede admirar su sensibilidad hacia los marginados, su hermosura y finura tonal.
https://filmsencajatonta.blogspot.com/
29 de marzo de 2021
29 de marzo de 2021
67 de 100 usuarios han encontrado esta crítica útil
Supongo que no me publicarán esta crítica si comienzo confesando que a los 45 minutos dejé de ver esta película.
Lo hice porque me parece un mero docudrama.
Tan sólo hay un personaje, al que no le sucede nada. Sólamente, que se ha quedado sin recursos, es una mujer muy cercana a la edad de jubilación y viaja descubriendo gente que se encuentra en su misma situación.
Música melancólica de fondo... atardeceres..... primeros planos... sensación de frío y abandono.... y un neorrealismo con los temas candentes de los estertores de la época Trump.
No entiendo el afán de los críticos cinematográficos por premiar este tipo de cine.
Deprimir o entristecer es cien veces más sencillo que hacer reir.
Lo hice porque me parece un mero docudrama.
Tan sólo hay un personaje, al que no le sucede nada. Sólamente, que se ha quedado sin recursos, es una mujer muy cercana a la edad de jubilación y viaja descubriendo gente que se encuentra en su misma situación.
Música melancólica de fondo... atardeceres..... primeros planos... sensación de frío y abandono.... y un neorrealismo con los temas candentes de los estertores de la época Trump.
No entiendo el afán de los críticos cinematográficos por premiar este tipo de cine.
Deprimir o entristecer es cien veces más sencillo que hacer reir.
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