La Conjura de El Escorial
2008 

4.3
1,787
Drama
Drama histórico que se desarrolla en la Corte de Felipe II (1559-1598), donde se cruzan intrigas políticas y policíacas. No menos importante es el litigio que enfrenta a la Casa de Alba y con la Casa de los Mendoza, en la que Antonio Pérez y la Princesa de Éboli desempeñan un papel determinante. La noche del lunes de Pascua de 1578, tras tenderle una emboscada, unos asesinos a sueldo matan a Juan de Escobedo. (FILMAFFINITY)
9 de enero de 2009
9 de enero de 2009
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La conjura de El Escorial mejoraría apreciablemente con sólo quitarle sus 20 minutos más tontos. Buenos decorados, vestuario suntuoso y muy buena trama, pero el paso de la trama al guión falla. Los personajes son estereotipados, se cae en muchos tópicos y la película es a ratos infantil. Tampoco es una película histórica, sino inspirada en hechos históricos (según he deducido de leer "Éboli. Secretos de la vida de Ana de Mendoza", de Nacho Ares, ediciones Algaba). Como drama o película histórica es una obra fallida. Y sin embargo merece la pena verla por los vestuarios y los decorados. Se logra en esta película algo que hemos visto 100 veces a propósito de EE. UU. o Inglaterra, y es recrear un tiempo en el que España dominaba el mundo. El director hubiese hecho una buena película de haberse propuesto hacer, desde el principio, una obra dirigida a todos los públicos, en la que no hubiésemos echado de menos ni profundidad en sus personajes ni rigor histórico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Señalo aquí algunos fallos de la película. Hacia el final hay un combate en un mercado, supuestamente a muerte, en el que en un momento dado alguien tiene al oponente de espaldas. En lugar de matarlo con la espada le da una patada en el culo. Esto sólo tendría sentido en un película para niños, que no es. Además, las demás peleas y escenas sí van en serio. El personaje de Felipe II es un tanto incoherente. Juanjo Puigcorbé le imprime un aire de ironía inglesa todo el tiempo, sus palabras y su mirada son las de un hombre inteligente. Pero entonces, nos preguntamos, ¿cómo es que tuvo al lado a alguien que le engañó durante 10 años sin darse cuenta? Tampoco es creíble que acoja las noticias de la traición con tanta frialdad. El amor entre el capitán y la mora es de entrada poco verosímil, por lo que habría exigido muy buenos actores para hacerla creíble. Pero eso no es así. En particular la interpretación de la escena de la despedida, cuando ella está en la cárcel, es mala, me sacó de la película. Para mí el personaje más interesante es el interpretado por Jordi Mollà (el inquisidor). Creo que ahí hay posibilidades dramáticas desaprovechadas.
28 de septiembre de 2008
28 de septiembre de 2008
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
En todo metraje de época hay una serie de circunstancias que tienen que concurrir para que argumento y película en sí sean creibles. Buenas localizaciones, buen vestuario, interpretaciones creibles y una linea argumental mínimamente enraizados en la realidad histórica son indispensables. Estos aspectos, que están en la película, junto con una fotografía, a mi modo de ver muy lograda, la hacen por sí mismos, interesante de ver. Claro que... las magníficas interpretaciones de Juanjo Puigcorbe (impresionante!), Jason Isaacs o Concha Cuetos no pueden ocultar el repelús que da ver a Blanca Jara interpretando escenas dramáticas... Algunos magníficos diálogos entre el rey y su corte tampoco tapan el desproporcionado protagonismo que se le da a la trama amorosa...y tampoco se entiende como después de rodar correctamente unas escenas de acción, otras parezcan sacadas de película de Bud Spencer más que de una intriga histórica.
En definitiva, una oportunidad que Antonio del Real no ha sabido aprovechar ya que cinematográficamente la cinta no logra atraer el interés del espectador faltándole fuerza, ritmo y misterio, y sobrándole otras muchas cosas.
De cualquier forma es una interesante mirada a la España imperial del siglo XVI que aunque no satisfaga cinematograficamente, nos traslada hasta las intrigas de la corte de Felipe II ayudándonos a conocer un poquito mejor nuestra maravillosa , y para muuuuchos, desconocida historia.
En definitiva, una oportunidad que Antonio del Real no ha sabido aprovechar ya que cinematográficamente la cinta no logra atraer el interés del espectador faltándole fuerza, ritmo y misterio, y sobrándole otras muchas cosas.
De cualquier forma es una interesante mirada a la España imperial del siglo XVI que aunque no satisfaga cinematograficamente, nos traslada hasta las intrigas de la corte de Felipe II ayudándonos a conocer un poquito mejor nuestra maravillosa , y para muuuuchos, desconocida historia.
12 de septiembre de 2008
12 de septiembre de 2008
12 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me parece tristísimo que se le den 14 millones de euros (parte de ellos de las arcas públicas) a un director cuyo mayor logro ha sido dirigir "Desde que amanece, apetece". "La conjura del Escorial", es un bodrio histórico con forma de trhiller que sólo consigue aburrir. Ni siquiera las hermosas localizaciones y el voluntarismo de alguno de sus actores logra elevar el nivel absolutamente bajo de tan torpe producción.
6 de mayo de 2024
6 de mayo de 2024
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por una equivocación (soy un zote de la tecnología y confundí los días de proyección) acabé sentado frente a la pantalla en el día de clausura de la cuarta edición del Saraqusta Film Festival. Y, antes de la entrega de galardones, emitieron la película "La Conjura de El Escorial" del director Antonio del Real. Bendita equivocación.
Al llegar a casa leí escandalizado las primeras reseñas de Filmaffinity, algo que siempre hago tras el visionado de cualquier película. Prefiero, además, leer las opiniones de los usuarios. Me fío más de ellos que de los llamados "críticos de verdad". En esta ocasión, sin embargo, quedé estupefacto por las venenosas dosis de saña, odio y tal vez envidia, vertidas sin pudor hacia la cinta de Antonio del Real. Lo malo, lo perverso y lo cruel es que toda esta abyecta inquina iba directa al corazón de Antonio. Ni idea del porqué, ni comprensión por tanta maldad. Pero lo que me queda bastante claro es que esta cobarde "carga de la Brigada Grosera" ni responde a la casualidad ni a la calidad de la obra. Afortunadamente (y, ¡qué cosillas tiene la vida!) en las reseñas avanzadas en el tiempo no sólo se alaba el enorme trabajo realizado sino que en muchas de ellas se ofecen minuciosas y certeras explicaciones sobre la dificultad de la empresa.
"La Conjura de El Escorial" es una excelente película histórica. No haré más hincapié en el merecido elogio a la ambientación, vestuario, música o puesta en escena, ya que algunos de los críticos que me preceden (incluso los envidiosetes) lo han explicado y enaltecido mucho mejor de lo que pudiera hacerlo yo. Para mí (que las películas son, por encima de todo, emociones) el verdadero triunfo de Antonio del Real es introducir un bello poema de amor dentro de una trama histórica absolutamente rigurosa que, no olvidemos, tiene que suponer un ceñidísimo corsé a la libertad creativa del director; esto es, a la capacidad de emocionar. Y esta capacidad de emocionar dentro del cine eminentemente histórico es harto complicado (veánse los "Hamlet", "Enrique VIII", "Machbet"...). Puedes hacerlo si tergiversas, o dulcificas, o simpatizas la historia. Si la respetas al pie de la letra pocos ejemplos dento de este género consiguen emocionar de veras (me vienen ahora a la cabeza "El tormento y el éxtasis", "El árbitro de la elegancia" o "Éxodo").
Pero volviendo a esa oda al amor insertada por el director jiennense en el costreñido contexto histórico creo que es, en el desarrollo de la misma, donde del Real da rienda suelta a su talento. Aparece entonces el creador libre de ataduras y dibuja un periplo amoroso casto, divertido y, cómo no, romántico. Y cuando digo "que dibuja" no lo hago como una metáfora ampulosa y cursi. No, porque del Real dibuja cuadros en lugar de escenas. Y no son naturalezas muertas sino vivas y llenas de color (por lo tanto de emoción). Hay fantasía, delicadeza, inocencia, en cada una de las secuencias a la orilla del río. Es, sin duda, la obra de un artista que mira con asombro por el objetivo de la cámara y es, a partir de esa emoción, de ese descubrimiento místico de que la naturaleza no ofrece dos visiones idénticas jamás, cuando capta, selecciona (y entonces sí) pincela paisajes de ensueño llenos de árboles, de soles y de agua. Añádase la pasión de los enamorados y nos situamos frente a la vida misma: la vida plena. Cuando el director se ha sentido liberado ha compuesto una danza suprema en la que la sensibilidad, la belleza y la armonía bailan ligeras y vaporosas en un escenario de fantasía, de dibujos animados, de Brigadoon.
No puedo finalizar esta crítica sin dejar de loar las excelentes interpretaciones de Julia Ormond, Jason Isaacs, Jordi Mollá, Joaquim de Almeida, Juanjo Puigcorbé y Fabio Testi. Lo que pedía la historia (nunca mejor dicho) se lo han devuelto a la historia. ¿Y Jürgen Prochnow y Blanca Jara, protagonistas absolutos del episodio amoroso y romántico? Prochnow, actor que desconocía por completo, realiza una interpretación sublime del alguacil; cambiando de registro con desenvoltura y eficacia. Tarea, por cierto, nada sencilla: de un ser duro, firme, iracundo, honesto y fuerte, ha de evolucionar a otro, tierno, inocentón, apasionado, delicado, sensible y vengativo. Blanca Jara interpreta a su enamorada "La morisca". Crea un personaje pícaro, inocente, enamoradizo, valiente. "La morisca" siempre tiene una sonrisa en su rostro. Representa la alegría de vivir. Es claramente un oasis, un remanso de paz y belleza insertado en la cruda historia. Del Real, con unos prodigiosos primeros planos de la actriz, deja clara sus intenciones: poesía, hermosura e inocencia frente a la brutalidad de la sinrazón. Más adelante nos mostrará otros de "La morisca" igual de prodigiosos pero llenos de desesperanza y de dolor. Las bestias pisotearán las flores.
He leído muy duros e injustos ataques a Antonio del Real y a la interpretación de su hija Blanca. Ataques crueles y cobardes. Como dije antes, directos al corazón de Antonio. ¡Qué pena y qué asco! Inhumana conjura no de El Escorial sino de cierta escoria resentida.
Al llegar a casa leí escandalizado las primeras reseñas de Filmaffinity, algo que siempre hago tras el visionado de cualquier película. Prefiero, además, leer las opiniones de los usuarios. Me fío más de ellos que de los llamados "críticos de verdad". En esta ocasión, sin embargo, quedé estupefacto por las venenosas dosis de saña, odio y tal vez envidia, vertidas sin pudor hacia la cinta de Antonio del Real. Lo malo, lo perverso y lo cruel es que toda esta abyecta inquina iba directa al corazón de Antonio. Ni idea del porqué, ni comprensión por tanta maldad. Pero lo que me queda bastante claro es que esta cobarde "carga de la Brigada Grosera" ni responde a la casualidad ni a la calidad de la obra. Afortunadamente (y, ¡qué cosillas tiene la vida!) en las reseñas avanzadas en el tiempo no sólo se alaba el enorme trabajo realizado sino que en muchas de ellas se ofecen minuciosas y certeras explicaciones sobre la dificultad de la empresa.
"La Conjura de El Escorial" es una excelente película histórica. No haré más hincapié en el merecido elogio a la ambientación, vestuario, música o puesta en escena, ya que algunos de los críticos que me preceden (incluso los envidiosetes) lo han explicado y enaltecido mucho mejor de lo que pudiera hacerlo yo. Para mí (que las películas son, por encima de todo, emociones) el verdadero triunfo de Antonio del Real es introducir un bello poema de amor dentro de una trama histórica absolutamente rigurosa que, no olvidemos, tiene que suponer un ceñidísimo corsé a la libertad creativa del director; esto es, a la capacidad de emocionar. Y esta capacidad de emocionar dentro del cine eminentemente histórico es harto complicado (veánse los "Hamlet", "Enrique VIII", "Machbet"...). Puedes hacerlo si tergiversas, o dulcificas, o simpatizas la historia. Si la respetas al pie de la letra pocos ejemplos dento de este género consiguen emocionar de veras (me vienen ahora a la cabeza "El tormento y el éxtasis", "El árbitro de la elegancia" o "Éxodo").
Pero volviendo a esa oda al amor insertada por el director jiennense en el costreñido contexto histórico creo que es, en el desarrollo de la misma, donde del Real da rienda suelta a su talento. Aparece entonces el creador libre de ataduras y dibuja un periplo amoroso casto, divertido y, cómo no, romántico. Y cuando digo "que dibuja" no lo hago como una metáfora ampulosa y cursi. No, porque del Real dibuja cuadros en lugar de escenas. Y no son naturalezas muertas sino vivas y llenas de color (por lo tanto de emoción). Hay fantasía, delicadeza, inocencia, en cada una de las secuencias a la orilla del río. Es, sin duda, la obra de un artista que mira con asombro por el objetivo de la cámara y es, a partir de esa emoción, de ese descubrimiento místico de que la naturaleza no ofrece dos visiones idénticas jamás, cuando capta, selecciona (y entonces sí) pincela paisajes de ensueño llenos de árboles, de soles y de agua. Añádase la pasión de los enamorados y nos situamos frente a la vida misma: la vida plena. Cuando el director se ha sentido liberado ha compuesto una danza suprema en la que la sensibilidad, la belleza y la armonía bailan ligeras y vaporosas en un escenario de fantasía, de dibujos animados, de Brigadoon.
No puedo finalizar esta crítica sin dejar de loar las excelentes interpretaciones de Julia Ormond, Jason Isaacs, Jordi Mollá, Joaquim de Almeida, Juanjo Puigcorbé y Fabio Testi. Lo que pedía la historia (nunca mejor dicho) se lo han devuelto a la historia. ¿Y Jürgen Prochnow y Blanca Jara, protagonistas absolutos del episodio amoroso y romántico? Prochnow, actor que desconocía por completo, realiza una interpretación sublime del alguacil; cambiando de registro con desenvoltura y eficacia. Tarea, por cierto, nada sencilla: de un ser duro, firme, iracundo, honesto y fuerte, ha de evolucionar a otro, tierno, inocentón, apasionado, delicado, sensible y vengativo. Blanca Jara interpreta a su enamorada "La morisca". Crea un personaje pícaro, inocente, enamoradizo, valiente. "La morisca" siempre tiene una sonrisa en su rostro. Representa la alegría de vivir. Es claramente un oasis, un remanso de paz y belleza insertado en la cruda historia. Del Real, con unos prodigiosos primeros planos de la actriz, deja clara sus intenciones: poesía, hermosura e inocencia frente a la brutalidad de la sinrazón. Más adelante nos mostrará otros de "La morisca" igual de prodigiosos pero llenos de desesperanza y de dolor. Las bestias pisotearán las flores.
He leído muy duros e injustos ataques a Antonio del Real y a la interpretación de su hija Blanca. Ataques crueles y cobardes. Como dije antes, directos al corazón de Antonio. ¡Qué pena y qué asco! Inhumana conjura no de El Escorial sino de cierta escoria resentida.
6 de septiembre de 2008
6 de septiembre de 2008
13 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
He salido del cine con una extraña sensación de ambivalencia... Es una película entretenida, pero como pasa siempre con el cine español es muchas veces un quiero y no puedo.
Hay actores que se creen su papel, pero hay otros que no, hay escenas grandiosas, y otras que dan vergüenza ajena...
Soy un apasionado de la historia, de la historia de España, y de esa época en particular. Y me ha encantado toda la trama política, sin embargo no se porque razón siempre hay fallos de guión inexplicables que hacen que lo que podía haber sido una obra maestra quede reducida a un simple entretenimiento.
En general la actuación de los actores foráneos supera ampliamente a la de los actores españoles, pero si me tengo que quedar con una sola interpretación esa es la de Juanjo Puigcorbé como Felipe II, que en sus breves apariciones llena la pantalla.
Ciao!
Hay actores que se creen su papel, pero hay otros que no, hay escenas grandiosas, y otras que dan vergüenza ajena...
Soy un apasionado de la historia, de la historia de España, y de esa época en particular. Y me ha encantado toda la trama política, sin embargo no se porque razón siempre hay fallos de guión inexplicables que hacen que lo que podía haber sido una obra maestra quede reducida a un simple entretenimiento.
En general la actuación de los actores foráneos supera ampliamente a la de los actores españoles, pero si me tengo que quedar con una sola interpretación esa es la de Juanjo Puigcorbé como Felipe II, que en sus breves apariciones llena la pantalla.
Ciao!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película va de menos a más, y es a partir de la muerte de la morisca (el papel peor interpretado, por culpa del guión y de la actriz) cuando se empieza a poner la película de verdad interesante.
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