¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú
Comedia. Bélico
Convencido de que los comunistas están contaminando los Estados Unidos, un general ordena, en un acceso de locura, un ataque aéreo nuclear sorpresa contra la Unión Soviética. Su ayudante, el capitán Mandrake, trata de encontrar la fórmula para impedir el bombardeo. Por su parte, el Presidente de los EE.UU. se pone en contacto con Moscú para convencer al gobierno soviético de que el ataque no es más que un estúpido error. Mientras tanto, ... [+]
19 de febrero de 2008
19 de febrero de 2008
34 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Séptimo film de Kubrick. El guión, de Kubrick y Terry Southern, se basa en la novela dramática "Red Alert" (1958), de Peter George. Se rueda en exteriores y escenarios reales del Polo Norte, Canadá (Banff National Park), Islandia, EEUU (Montañas Rocosas) y Londres y en Shepperton Studios, con un presupuesto de 1,8 M dólares. Nominado a 4 Oscar (actor, director, película y guión adaptado), gana 3 BAFTA. Producido por Kubrick para Columbia, se estrena el 29-I-1964 (EEUU).
La acción tiene lugar en 1963, a lo largo de unas horas. Se desarrollan 3 historias simultáneas, que tienen lugar en un B-52, en el despacho del general Jack D. Ripper (Sterling Hayden) y alrededores y en la sala del Consejo del presidente de EEUU, Merkin Muffley (P. Sellers).
El film suma los géneros de comedia, bélico y ciencia ficción. Se sirve de un ácido humor negro. Construye una sátira mordaz del comunismo, fascismo, belicismo, pacifismo, militarismo, los políticos, los asesores de los políticos y la alta tecnología aplicada con precipitación a usos militares. Añade ironía, sarcasmo y farsa. La figura del poco competente presidente norteamericano guarda similitudes con la del Ministro del Interior de "La naranja mecánica". El Dr. Strangelove (P. Sellers), antiguo nazi, asesor áulico del presidente de EEUU, aparece como mutilado provisto de un brazo mecánico que se mueve con autonomía y no se somete a los disimulos de conveniencia. Compone uno de los personajes más siniestros e hilarantes del cine. A través de Strangelove (no aparece en la novela), Kubrick dirige un guiño de simpatía al científico loco, C.A. Rotwang, de "Metrópolis" y evoca con sorna a Henri Kissinguer. Sus propuestas, de raíz nazi, suscitan entusiasmo entre los miembros del Consejo. El nombre del general Jack D. Ripper alude al personaje Jack The Ripper (el destripador). El mayor T.J. "King" Kong, con gestos de "cawboy", construye una farsa de los vaqueros, los rodeos, los "westerns" y las exhibiciones presuntuosas de fuerza. Son memorables las gesticulaciones y las expresiones faciales del general Buck Turgidson (George C. Scott).
La película aporta dos conjuntos de imágenes inolvidables: la del mayor Kong montado sobre la bomba H y las de la sala del Consejo presidencial (mesa redonda para unas 30 personas, iluminación circular, fondo con proyecciones de mapas y espacios negros sin luz). Es el único gran trabajo de Kubrick rodado como comedia.
La música, de Laurie Johnson, ofrece variaciones y arreglos de tres temas principales: "We'll Meet Again" (voz de Vera Lynn), "Try A Little Tenderness" y "When Johnny Comes Marching Home Again". Añade emoción y subraya la hilaridad. La fotografía, de Gilbert Taylor ("Star Wars" IV, 1977), en B/N, presenta una espléndida visualidad. Usa "zooms" bruscos que crean tensión y encuadres forzados (inferiores, oblícuos...) que acentúan la percepción de una atmósfera extraña y disparatada. Espléndida interpretación de Sellers (3 papeles). Comedia antológica.
La acción tiene lugar en 1963, a lo largo de unas horas. Se desarrollan 3 historias simultáneas, que tienen lugar en un B-52, en el despacho del general Jack D. Ripper (Sterling Hayden) y alrededores y en la sala del Consejo del presidente de EEUU, Merkin Muffley (P. Sellers).
El film suma los géneros de comedia, bélico y ciencia ficción. Se sirve de un ácido humor negro. Construye una sátira mordaz del comunismo, fascismo, belicismo, pacifismo, militarismo, los políticos, los asesores de los políticos y la alta tecnología aplicada con precipitación a usos militares. Añade ironía, sarcasmo y farsa. La figura del poco competente presidente norteamericano guarda similitudes con la del Ministro del Interior de "La naranja mecánica". El Dr. Strangelove (P. Sellers), antiguo nazi, asesor áulico del presidente de EEUU, aparece como mutilado provisto de un brazo mecánico que se mueve con autonomía y no se somete a los disimulos de conveniencia. Compone uno de los personajes más siniestros e hilarantes del cine. A través de Strangelove (no aparece en la novela), Kubrick dirige un guiño de simpatía al científico loco, C.A. Rotwang, de "Metrópolis" y evoca con sorna a Henri Kissinguer. Sus propuestas, de raíz nazi, suscitan entusiasmo entre los miembros del Consejo. El nombre del general Jack D. Ripper alude al personaje Jack The Ripper (el destripador). El mayor T.J. "King" Kong, con gestos de "cawboy", construye una farsa de los vaqueros, los rodeos, los "westerns" y las exhibiciones presuntuosas de fuerza. Son memorables las gesticulaciones y las expresiones faciales del general Buck Turgidson (George C. Scott).
La película aporta dos conjuntos de imágenes inolvidables: la del mayor Kong montado sobre la bomba H y las de la sala del Consejo presidencial (mesa redonda para unas 30 personas, iluminación circular, fondo con proyecciones de mapas y espacios negros sin luz). Es el único gran trabajo de Kubrick rodado como comedia.
La música, de Laurie Johnson, ofrece variaciones y arreglos de tres temas principales: "We'll Meet Again" (voz de Vera Lynn), "Try A Little Tenderness" y "When Johnny Comes Marching Home Again". Añade emoción y subraya la hilaridad. La fotografía, de Gilbert Taylor ("Star Wars" IV, 1977), en B/N, presenta una espléndida visualidad. Usa "zooms" bruscos que crean tensión y encuadres forzados (inferiores, oblícuos...) que acentúan la percepción de una atmósfera extraña y disparatada. Espléndida interpretación de Sellers (3 papeles). Comedia antológica.
31 de agosto de 2006
31 de agosto de 2006
38 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con este inexacto título en la traducción al español, (“Dr Strangelove and...” es el título original), Stanley Kubrick inauguraba sus películas con sello británico, con esta cinta se recupera de un cierto fracaso de "Lolita" y de su impersonal aunque exitosa "Espartaco" pero no llega a los niveles de "Senderos de gloria", además obtiene el reconocimiento de la Academia de Hollywood con 4 nominaciones, entre ellas a mejor película y director, pero no le dan ninguno de ellos y no le nominan a mejor fotografía, cosa que para Kubrick era la peor de las noticias posibles, por lo que fue un reconocimiento solo muy a medias, aunque desde luego su nombre ya era tenido en consideración como uno de los grandes del momento. De todas formas fue injusto que "My fair lady" le ganara, que aunque buena es inferior a esta.
Aunque fue Peter Sellers nominado a los Oscar a mi juicio George C. Scott está mucho mejor y hace probablemente el mejor papel de su carrera, incluso por encima de "Patton", también destaca Sterling Hayden (el protagonista de "Atraco perfecto" de Kubrick) como militar psicópata y fascistoide.
La película eso sí, a pesar de todos sus puntos fuertes, tiene momentos que no termina de encajar debido a que combinar dramatismo y comicidad muchas veces no es fácil y algunas escenas resultan ya no sólo poco creíbles, con lo que te hace alejarte del dramatismo, sino que algunas escenas de humor resultan forzadas en momentos demasiado ”serios”.
En este sentido recomiendo encarecidamente la magnífica "Fail Safe" ("Sin retorno" titulada en la versión española) del año 2000 de Stephen Frears, con un reparto de lujo, basada en esta historia pero únicamente con los aspectos de drama y resulta estremecedora. El problema de esta cinta es que Kubrick utiliza demasiados tecnicismos (sobre todo en el bombardero y como funciona) que en realidad no importan en la historia sin profundizar en lo que ocurre en el Departamento de Guerra y en lo que pasa por la cabeza del presidente de EE.UU y la U.R.S.S.
Si esos cultismos técnicos molestan a los que quieran pasárselo bien con una película antibélica por el contrario los que quieren ver una historia más perfecta y técnica les parecen algunos gags inoportunos (la mayoría geniales aunque unos cuantos bastante simples y poco creíbles). De todas formas película muy notable, imprescindible para los amantes del buen cine que probablemente está envejeciendo mal en varios apartados de la historia en sí (hoy el peligro no es un conflicto interestatal sino un atentado terrorista nuclear) pero que alerta de los peligros de las armas nucleares y de su posible fuera de control en un momento, aunque afortunadamente es mucho más complejo que lo que muestra el film.
Gran película de Kubrick, con una de sus mejores direcciones, muy buenos actores y magnífica historia que nunca ha tenido tantos incondicionales como otras del maestro quizás precisamente por no ser monocromática, contentando a muchos y disgustando a casi todos.
Aunque fue Peter Sellers nominado a los Oscar a mi juicio George C. Scott está mucho mejor y hace probablemente el mejor papel de su carrera, incluso por encima de "Patton", también destaca Sterling Hayden (el protagonista de "Atraco perfecto" de Kubrick) como militar psicópata y fascistoide.
La película eso sí, a pesar de todos sus puntos fuertes, tiene momentos que no termina de encajar debido a que combinar dramatismo y comicidad muchas veces no es fácil y algunas escenas resultan ya no sólo poco creíbles, con lo que te hace alejarte del dramatismo, sino que algunas escenas de humor resultan forzadas en momentos demasiado ”serios”.
En este sentido recomiendo encarecidamente la magnífica "Fail Safe" ("Sin retorno" titulada en la versión española) del año 2000 de Stephen Frears, con un reparto de lujo, basada en esta historia pero únicamente con los aspectos de drama y resulta estremecedora. El problema de esta cinta es que Kubrick utiliza demasiados tecnicismos (sobre todo en el bombardero y como funciona) que en realidad no importan en la historia sin profundizar en lo que ocurre en el Departamento de Guerra y en lo que pasa por la cabeza del presidente de EE.UU y la U.R.S.S.
Si esos cultismos técnicos molestan a los que quieran pasárselo bien con una película antibélica por el contrario los que quieren ver una historia más perfecta y técnica les parecen algunos gags inoportunos (la mayoría geniales aunque unos cuantos bastante simples y poco creíbles). De todas formas película muy notable, imprescindible para los amantes del buen cine que probablemente está envejeciendo mal en varios apartados de la historia en sí (hoy el peligro no es un conflicto interestatal sino un atentado terrorista nuclear) pero que alerta de los peligros de las armas nucleares y de su posible fuera de control en un momento, aunque afortunadamente es mucho más complejo que lo que muestra el film.
Gran película de Kubrick, con una de sus mejores direcciones, muy buenos actores y magnífica historia que nunca ha tenido tantos incondicionales como otras del maestro quizás precisamente por no ser monocromática, contentando a muchos y disgustando a casi todos.
22 de octubre de 2008
22 de octubre de 2008
43 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estimado Domiciano,
De nuevo me sorprendo. El otro día vi la de "¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú" yse supone que es comedia, ¿no?. Pues yo debí reirme una o dos veces como mucho. Ni siquiera es humor de sonreir. Las tonterías de Peter Sellers haciendo de Doctor Strangelove (por cierto, lo mejor de la peli es su título en inglés) son como de Jerry Lewis, Jim Carrey o los payasos. George C Scott lo hace bien pero es un personaje un poco histriónico. Al que le haga gracia eso...
Ahora eso sí, el aspecto técnico, la dirección, etc. lo aplaudo de verdad, pero el producto final..., la película...., dudo que mucha gente se la trague 2 veces. Hay algunas escenas buenas, es cierto, incluso memorables, pero hay otras realmente aburridas.
Mi nota se la gana, en gran parte, la dirección y calidad técnica. De otro modo la hubiera valorado bastante peor. Me decepcionó mucho. No creo que haya que premiarla sólo por ser de Kubrick.
Por cierto, sé que voy contracorriente con todo lo anterior.
De nuevo me sorprendo. El otro día vi la de "¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú" yse supone que es comedia, ¿no?. Pues yo debí reirme una o dos veces como mucho. Ni siquiera es humor de sonreir. Las tonterías de Peter Sellers haciendo de Doctor Strangelove (por cierto, lo mejor de la peli es su título en inglés) son como de Jerry Lewis, Jim Carrey o los payasos. George C Scott lo hace bien pero es un personaje un poco histriónico. Al que le haga gracia eso...
Ahora eso sí, el aspecto técnico, la dirección, etc. lo aplaudo de verdad, pero el producto final..., la película...., dudo que mucha gente se la trague 2 veces. Hay algunas escenas buenas, es cierto, incluso memorables, pero hay otras realmente aburridas.
Mi nota se la gana, en gran parte, la dirección y calidad técnica. De otro modo la hubiera valorado bastante peor. Me decepcionó mucho. No creo que haya que premiarla sólo por ser de Kubrick.
Por cierto, sé que voy contracorriente con todo lo anterior.
15 de octubre de 2009
15 de octubre de 2009
27 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
La certeza ancestral que tenemos que un día todo acabará viene explicado en esta película con una de las historias más acertadas que he visto sobre la destrucción total. Será el hombre, y no los elementos, quien se encargue de terminar con él mismo y de paso con todo resquicio de vida en el universo.
Porque el ser humano es un mal violento sin solución, que desde el día que apareció en el mundo ha ido aumentando y destruyéndolo todo célula por célula e incluso pretende saltar con su contaminación a otros planetas con su idea de conquistar y así seguir sin parar hasta que todo esto explote como bombas atómicas. Ese es el final anunciado que llegará mucho antes que el sol deje de calentar, cuando solamente emita radiación, dentro de doce mil millones de años, como está estudiado.
En esta fascinante película, Kubrick quiso parodiar al ser humano, y de paso a su inteligencia, la que le permite calcular los elementos, dominar a la naturaleza y extender su dominio sobre la creación, sin darse cuenta que ese dominio puede ser su propia destrucción. La historia, para ello utiliza a los dos presidentes plenipotenciarios de la Tierra, o sea, se enfoca desde arriba, y es, sencillamente, maravillosa, romántica y alucinante en todo su ámbito, logrando crear el ambiente catastrófico de la trama de una manera tan eficaz como asombrosa.
Kubrick experimentó con el reparto, quiso que el papel de comandante del bombardero, el mensajero de la muerte, lo hiciera también Peter Sellers (por lo que el actor hubiera interpretado 4 papeles), pero finalmente prefirió a un auténtico vaquero en ese puesto, y le enviaron a Slim Pickens, una joya del Western. También habrá quien, sin saber, pueda decir que George C. Scott sobreactúa. Tonterías de iniciados. En la vida, cuando uno se exalta, sobreactúa sin querer. Y eso es lo que le pasa a ese personaje. Que un actor sobreactúe es otra cosa.
La figura del esperpéntico personaje Dr. Strangelove es una de las más logradas del cine a pesar de su breve aparición y es, ni más ni menos, que un reflejo de aquellos personajes primarios de la imaginación de Fritz Lang: inteligentes, siniestros, calculadores, con intenciones claras de dominar el mundo. Un valor de la película incuestionable, un logro supremo, una creación digna de la mejor imaginación, un tipo que se le adivina en el poder del III Reich y que tras su derrota, sabe colocarse, de nuevo, en el núcleo dominante de los vencedores. Pero claro, hay que saber llegar a él. Este doctor, paradójicamente, rebosante de humor (negro), simpaticón, inválido, con una mano extraña y una sonrisa enigmática, es el que propone el plan para el futuro de la humanidad una vez lograda la destrucción total, un plan esperpéntico pero que suena de lo más lógico y demuestra cómo el grupo dominante planea, desde el principio de los tiempos y así será siempre y en todos lados, establecer sus posiciones privilegiadas antes que las del pueblo.
Una película impresionante, completa y definitiva.
Porque el ser humano es un mal violento sin solución, que desde el día que apareció en el mundo ha ido aumentando y destruyéndolo todo célula por célula e incluso pretende saltar con su contaminación a otros planetas con su idea de conquistar y así seguir sin parar hasta que todo esto explote como bombas atómicas. Ese es el final anunciado que llegará mucho antes que el sol deje de calentar, cuando solamente emita radiación, dentro de doce mil millones de años, como está estudiado.
En esta fascinante película, Kubrick quiso parodiar al ser humano, y de paso a su inteligencia, la que le permite calcular los elementos, dominar a la naturaleza y extender su dominio sobre la creación, sin darse cuenta que ese dominio puede ser su propia destrucción. La historia, para ello utiliza a los dos presidentes plenipotenciarios de la Tierra, o sea, se enfoca desde arriba, y es, sencillamente, maravillosa, romántica y alucinante en todo su ámbito, logrando crear el ambiente catastrófico de la trama de una manera tan eficaz como asombrosa.
Kubrick experimentó con el reparto, quiso que el papel de comandante del bombardero, el mensajero de la muerte, lo hiciera también Peter Sellers (por lo que el actor hubiera interpretado 4 papeles), pero finalmente prefirió a un auténtico vaquero en ese puesto, y le enviaron a Slim Pickens, una joya del Western. También habrá quien, sin saber, pueda decir que George C. Scott sobreactúa. Tonterías de iniciados. En la vida, cuando uno se exalta, sobreactúa sin querer. Y eso es lo que le pasa a ese personaje. Que un actor sobreactúe es otra cosa.
La figura del esperpéntico personaje Dr. Strangelove es una de las más logradas del cine a pesar de su breve aparición y es, ni más ni menos, que un reflejo de aquellos personajes primarios de la imaginación de Fritz Lang: inteligentes, siniestros, calculadores, con intenciones claras de dominar el mundo. Un valor de la película incuestionable, un logro supremo, una creación digna de la mejor imaginación, un tipo que se le adivina en el poder del III Reich y que tras su derrota, sabe colocarse, de nuevo, en el núcleo dominante de los vencedores. Pero claro, hay que saber llegar a él. Este doctor, paradójicamente, rebosante de humor (negro), simpaticón, inválido, con una mano extraña y una sonrisa enigmática, es el que propone el plan para el futuro de la humanidad una vez lograda la destrucción total, un plan esperpéntico pero que suena de lo más lógico y demuestra cómo el grupo dominante planea, desde el principio de los tiempos y así será siempre y en todos lados, establecer sus posiciones privilegiadas antes que las del pueblo.
Una película impresionante, completa y definitiva.
13 de julio de 2009
13 de julio de 2009
76 de 131 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al final va a ser cierto aquello de que hasta el mejor escribano echa un borrón....aunque en el caso de Kubrick podemos juntar Doctor Strangelove con 2001 y pegarnos una sesión de cine-cloroformo completita.
Hace poco he visto el excelente film "Punto Límite", que trata sobre el mismo tema (Guerra Fría) pero de modo serio y riguroso. Tal vez ésa sea la razón por la cual esta película de Kubrick me ha decepcionado tanto, con unos personajes caricaturizados que no transmiten nada.
La manía del déspota director de llevar a sus actores al límite de lo soportable, parece ser que tuvo un efecto devastador sobre el pobre Peter Sellers, un genio de la comedia, pero que en esta cinta se ve completamente encorsetado en unos papeles sin gracia ninguna.
La verdad es que dan bastante pena las conversaciones telefónicas con su homólogo ruso al más puro estilo Gila (sí, el famoso humorista) y las gesticulaciones del antiguo nazi en silla de ruedas.
Es probable que lo más logrado del film sea el papel de George C. Scott, que tiene su puntito de gracia por su histérica manía a todo lo que suene a comunista.
En fin, floja floja de verdad, no parece que el maestro se encuentre tras la cámara en ningún momento, si acaso en algunos pasajes dentro del avión. No soy capaz de ver ni una historia con ácida crítica que tomarse en serio ni desde luego una comedia medianamente decente en ningún momento.
Hace poco he visto el excelente film "Punto Límite", que trata sobre el mismo tema (Guerra Fría) pero de modo serio y riguroso. Tal vez ésa sea la razón por la cual esta película de Kubrick me ha decepcionado tanto, con unos personajes caricaturizados que no transmiten nada.
La manía del déspota director de llevar a sus actores al límite de lo soportable, parece ser que tuvo un efecto devastador sobre el pobre Peter Sellers, un genio de la comedia, pero que en esta cinta se ve completamente encorsetado en unos papeles sin gracia ninguna.
La verdad es que dan bastante pena las conversaciones telefónicas con su homólogo ruso al más puro estilo Gila (sí, el famoso humorista) y las gesticulaciones del antiguo nazi en silla de ruedas.
Es probable que lo más logrado del film sea el papel de George C. Scott, que tiene su puntito de gracia por su histérica manía a todo lo que suene a comunista.
En fin, floja floja de verdad, no parece que el maestro se encuentre tras la cámara en ningún momento, si acaso en algunos pasajes dentro del avión. No soy capaz de ver ni una historia con ácida crítica que tomarse en serio ni desde luego una comedia medianamente decente en ningún momento.
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