El correo
5.5
3,001
Thriller. Drama
Año 2002. Iván es un ambicioso chaval de Vallecas al que su barrio le queda pequeño. Desde su puesto de aparcacoches en un lujoso club de golf de la capital, pronto dará su primer gran paso: convertirse en correo belga para una organización internacional dedicada al blanqueo de dinero. Iván empezará a transportar maletines rumbo a Bruselas y Ginebra. Pero Iván no puede dejar de mirar hacia lo más alto. El dinero negro de verdad fluye en ... [+]
16 de enero de 2024
16 de enero de 2024
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puede decirse abiertamente que Daniel Calparsoro se ha ganado un puesto sobresaliente como director de cine de películas de acción, sus últimos films claramente lo demuestran, "Todos los nombres de Dios", "Centauro", "Hasta el cielo" o "Cien años de perdón" son películas muy entretenidas que hacen dinero en taquilla, además sin ser producciones carísimas como las de Hollywood, son muy vistosas y apañadas que consiguen relativamente con poco dinero el efecto deseado.
Su última película, "El correo" da un buen repaso a la corrupción política que sistemáticamente impero en España hace unos años tras la llegada del euro, situando la acción en un chaval joven Ivan Marquez que con mucha ambición y pericia consiguió introducirse en redes de blanqueo de dinero de comisiones corruptas, transportando grandes cantidades de dinero a Bélgica y Suiza. Esa fue la punta para dedicarse más tarde a cosas más grandes...
Aron Piper como Iván, está sensacional, va narrando los hechos con mucha claridad, al igual que hacía Tom Cruise en "Barry Seal, el traficante" un buen guion de Patxi Amezcua y Alejo Flash, el cual nos muestra a un chaval de Vallecas que trabaja de aparcacoches y que ambiciona ser millonario y llevar una vida de lujos y excesos, su trayecto nos conducirá a ver las corrupciones de principios del siglo XXI en nuestro país. En el lado opuesto tenemos a Maria Pedraza (las niñas de cristal) como Leticia, hija de un ricachón corrupto que lo tienen todo, y que Iván comienza a sentir algo por ella a pesar de la negativa de su padre, interpretado por un Luis Tosar descomunal como siempre.
Tenemos unos secundarios de lujo como Luis Zahera, Jose Manuel Poga y sobre todo destacar a Laura Sepul y Nourdin Batan como Yannick el mejor amigo de Ivan.
Este enriquecimiento rápido en la época del ladrillo se refleja muy bien en la película de Calparsoro filmando en diferentes países y multitud de localizaciones con un ritmo vertiginoso, cruzándose la historia ficticia de este chaval con personajes reales de la época, algo que le da una sensación de verosimilitud muy importante a lo que está ocurriendo.
Hay que reconocer la labor de estas películas que aparte conseguir entretener y divertir da un repaso a momentos decisivos de nuestra historia.
Destino Arrakis.com
Su última película, "El correo" da un buen repaso a la corrupción política que sistemáticamente impero en España hace unos años tras la llegada del euro, situando la acción en un chaval joven Ivan Marquez que con mucha ambición y pericia consiguió introducirse en redes de blanqueo de dinero de comisiones corruptas, transportando grandes cantidades de dinero a Bélgica y Suiza. Esa fue la punta para dedicarse más tarde a cosas más grandes...
Aron Piper como Iván, está sensacional, va narrando los hechos con mucha claridad, al igual que hacía Tom Cruise en "Barry Seal, el traficante" un buen guion de Patxi Amezcua y Alejo Flash, el cual nos muestra a un chaval de Vallecas que trabaja de aparcacoches y que ambiciona ser millonario y llevar una vida de lujos y excesos, su trayecto nos conducirá a ver las corrupciones de principios del siglo XXI en nuestro país. En el lado opuesto tenemos a Maria Pedraza (las niñas de cristal) como Leticia, hija de un ricachón corrupto que lo tienen todo, y que Iván comienza a sentir algo por ella a pesar de la negativa de su padre, interpretado por un Luis Tosar descomunal como siempre.
Tenemos unos secundarios de lujo como Luis Zahera, Jose Manuel Poga y sobre todo destacar a Laura Sepul y Nourdin Batan como Yannick el mejor amigo de Ivan.
Este enriquecimiento rápido en la época del ladrillo se refleja muy bien en la película de Calparsoro filmando en diferentes países y multitud de localizaciones con un ritmo vertiginoso, cruzándose la historia ficticia de este chaval con personajes reales de la época, algo que le da una sensación de verosimilitud muy importante a lo que está ocurriendo.
Hay que reconocer la labor de estas películas que aparte conseguir entretener y divertir da un repaso a momentos decisivos de nuestra historia.
Destino Arrakis.com
3 de febrero de 2024
3 de febrero de 2024
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Correo está dirigida por Daniel Calparsoro, un director que promete acción e intriga con sus películas y con el que uno siempre acaba de buenas. Es el caso también, aunque la historia ya la hayamos visto muchas veces en otros filmes. Un joven chaval de barrio, Iván, (Arón Piper) tiene grandes aspiraciones y ansia de dinero, por lo que acaba siendo el correo, es decir, lleva maletines que blanquean capital desde España hasta Suiza y se lleva un buen porcentaje con su contacto (Laura Sepul). Pronto esto será poco y lo llevará a conocer al jefe de este negocio y a su hija (Luis Tosar y María Pedraza), a quienes querrá robarles el pastel junto a su socio (Nourdin Batan). Lo que no sabe es que la policía está ya detrás (Luis Zahera), como siempre ocurre en estos casos, y que el más pringado es él. A partir de aquí, podemos cuestionarnos el hecho de por qué no es capaz de parar, pero es la base de la condición humana.
Por mucho que Luis Tosar y María Pedraza se paseen por su póster, tienen un impacto menos en el filme, pues son Laura Sepul y Nourdin Batan quienes más peso argumental obtienen. Además, el filme es en cierta manera didáctico, pues se nos enseña la España de antes, la de Marbella y Jesús Gil, la de la Operación Malaya, y las del PP y PSOE corruptos. Todos se han llenado las manos a espuertas, la película se encarga de poner al protagonista en el centro de lo que se gestó y, a partir de ahí, el espectador deduce qué es lo que ha podido suceder en nuestro país, teniendo al contribuyente como principal damnificado, como bien se ejemplifica en el propio padre de Iván. Se trata de una película que te mete de lleno en la historia y que es agradable de ver y de seguir, pese a que puedas imaginar cómo acaba todo.
En definitiva, EL CORREO es un filme entretenido, que divierte y es interesante porque destapa algunas tramas que se dieron en España y que todavía hoy colean entre los políticos. Nos hace todavía más conscientes de que ellos se llenan los bolsillos a costa de los trabajadores de a pie, y no por ello indigna menos, claro. Echadle un vistazo si os va el rollo ascenso imparable con caída libre.
Por mucho que Luis Tosar y María Pedraza se paseen por su póster, tienen un impacto menos en el filme, pues son Laura Sepul y Nourdin Batan quienes más peso argumental obtienen. Además, el filme es en cierta manera didáctico, pues se nos enseña la España de antes, la de Marbella y Jesús Gil, la de la Operación Malaya, y las del PP y PSOE corruptos. Todos se han llenado las manos a espuertas, la película se encarga de poner al protagonista en el centro de lo que se gestó y, a partir de ahí, el espectador deduce qué es lo que ha podido suceder en nuestro país, teniendo al contribuyente como principal damnificado, como bien se ejemplifica en el propio padre de Iván. Se trata de una película que te mete de lleno en la historia y que es agradable de ver y de seguir, pese a que puedas imaginar cómo acaba todo.
En definitiva, EL CORREO es un filme entretenido, que divierte y es interesante porque destapa algunas tramas que se dieron en España y que todavía hoy colean entre los políticos. Nos hace todavía más conscientes de que ellos se llenan los bolsillos a costa de los trabajadores de a pie, y no por ello indigna menos, claro. Echadle un vistazo si os va el rollo ascenso imparable con caída libre.
27 de mayo de 2024
27 de mayo de 2024
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conste que desde al filme del atraco al banco, no había hecho Calparsoro algo tan sólido (esto no habla bien de la cinta en sí, sino que habla mal de las cintas anteriores), aunque no se sale de las reglas convencionales de esta clase de thriller.
Solo decir que el título ideal sería la superficialidad Calparsoriana:
-Los protagonistas irán rapados y serán siempre de un barrio. Pobres diablos que nadie quiere. Serán buenos en algo aunque nadie en su entorno lo valore.
-De 0 a 100, siempre la disputa será la gloria absoluta. No hay término medio, aquí para quedarte en el medio no apareces.
-Transiciones rápidas. Para que dar matices a los personajes, si podemos filmar escenas de sexo TOTALMENTE RIDÍCULAS o mostrar una fiesta con sus copas de cristal y su buen champán. Pues eso, los procesos a cámara rápida y con transiciones constantes.
-Las protagonistas femeninas son meras comparsas folladoras. Al menos tiene que haber una escena de sexo, si toca Begoña Vargas, sino María Pedraza o sino Carolina Yuste. Dotar a estos personajes de algún matiz (en este caso a la chiquilla le gustan los caballos) es PECADO.
-Idiomas: Siempre tiene que haber otros idiomas (esto de hecho SÍ lo veo como algo positivo).
-El amigo molón: En Centauro estaba el amigo del barrio, aquí tenemos a un amigo que se hace de manera inmediata coprotagonista...es importante que sea un personaje que se base o en dar hostias o en saber más de lo que debería.
-La aportación de un actor o actriz que no valga para nada: Coges a Carlos Bardem o a Patricia Vico, Luis Tosar y les das personajes que aparentan ser los villanos o tener matices para dejarlos al final en la cuneta.
¿Conclusión? El Correo funciona como una versión ESTRICTAMENTE idealizada y EXTREMADAMENTE efectista de los efectos de la Costa del Sol y la corrupción. Todo está a medio gas, cuenta con un buen protagonista y algunos elementos interesantes (ejemplo lo de la policía belga).
No entusiasma, pero es bastante superior a los últimos filmes de Calparsoro.
¿Visionable? Lo justo. Quizás merezca algo la pena por la breve aparición de Zahera con un personaje algo diferente a lo que nos tenía acostumbrados últimamente.
Solo decir que el título ideal sería la superficialidad Calparsoriana:
-Los protagonistas irán rapados y serán siempre de un barrio. Pobres diablos que nadie quiere. Serán buenos en algo aunque nadie en su entorno lo valore.
-De 0 a 100, siempre la disputa será la gloria absoluta. No hay término medio, aquí para quedarte en el medio no apareces.
-Transiciones rápidas. Para que dar matices a los personajes, si podemos filmar escenas de sexo TOTALMENTE RIDÍCULAS o mostrar una fiesta con sus copas de cristal y su buen champán. Pues eso, los procesos a cámara rápida y con transiciones constantes.
-Las protagonistas femeninas son meras comparsas folladoras. Al menos tiene que haber una escena de sexo, si toca Begoña Vargas, sino María Pedraza o sino Carolina Yuste. Dotar a estos personajes de algún matiz (en este caso a la chiquilla le gustan los caballos) es PECADO.
-Idiomas: Siempre tiene que haber otros idiomas (esto de hecho SÍ lo veo como algo positivo).
-El amigo molón: En Centauro estaba el amigo del barrio, aquí tenemos a un amigo que se hace de manera inmediata coprotagonista...es importante que sea un personaje que se base o en dar hostias o en saber más de lo que debería.
-La aportación de un actor o actriz que no valga para nada: Coges a Carlos Bardem o a Patricia Vico, Luis Tosar y les das personajes que aparentan ser los villanos o tener matices para dejarlos al final en la cuneta.
¿Conclusión? El Correo funciona como una versión ESTRICTAMENTE idealizada y EXTREMADAMENTE efectista de los efectos de la Costa del Sol y la corrupción. Todo está a medio gas, cuenta con un buen protagonista y algunos elementos interesantes (ejemplo lo de la policía belga).
No entusiasma, pero es bastante superior a los últimos filmes de Calparsoro.
¿Visionable? Lo justo. Quizás merezca algo la pena por la breve aparición de Zahera con un personaje algo diferente a lo que nos tenía acostumbrados últimamente.
18 de enero de 2024
18 de enero de 2024
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llega a las salas de cine el estreno del thriller patrio y excesivo El correo, que dirige el popular cineasta barcelonés de 55 años, Daniel Calparsoro ('Todos los nombres de Dios' , 2023; 'Hasta el cielo', 2020); un director con sello propio que siembra pasión y división a partes iguales entre el respetable y la crítica especializada. Distribuye en salas Universal.
Por su parte, El correo se ambienta en el año 2002, cuando en España se instala el euro. Es, por tanto, un tiempo nuevo, tanto para las oportunidades como para los jóvenes como Iván (Arón Piper), un chico ambicioso de Vallecas que está dispuesto a mejorar su vida. Desde su puesto de aparcacoches en un lujoso club de golf de la capital, pronto dará su primer gran paso al convertirse en correo belga para una organización internacional dedicada al blanqueo de dinero. Aunque él no está dispuesto solo a eso. Él quiere mucho más.
Daniel Calparsoro, que ha contado para el diseño del guion con los resolutivos Patxi Amezcua (El aviso, 2018) y Alejo Flah (Séptimo, 2013), se queda en la epidermis del conflicto dramático, no arriesga con el argumento -al que ya hemos asistido en otras ocasiones-, ni con el tono al que da vida la historia.
No, al menos, en lo referido al fondo de sus personajes. Eso sí, en su formato visual y estético, El correo ofrece algo más, por ejemplo, se atisban guiños al estilo de los videoclips contemporáneos y un acabado general bastante elegante. Una puesta en escena, entonces, que sin lugar a dudas es lo más destacable de la película.
En sí, El correo ofrece entretenimiento a raudales y se nota la inspiración de Calparsoro en los trabajos de Martin Scorsese como en Uno de los nuestros (1990) o El lobo de Wall Street (2013). Precisamente, es con esta película del oscarizado director estadounidense con la que el espectador va a encontrar muchas referencias.
Es más, podríamos decir que Iván es el Jordan Belfort español, si bien es cierto que en el trabajo con el personaje DiCaprio realizó una investigación mucho más atractiva e interesante que funcionó en la pantalla a todas las escalas y no ocurre lo mismo con Arón Piper, que está muy lejos de esa hondura interpretativa al encarnar a un delincuente muy de tiralíneas: su esquematismo impide que el espectador pueda identificarse con él, o mejor dicho, que le resulte creíble, porque parece que está a medio hacer.
Sin embargo, no ocurre lo mismo con Luis Tosar o Luis Zahera, que siguen demostrando la buena raza de actores que son y que desplazan, sin quererlo, al protagonista, a Arón Piper. Este desequilibrio en el elenco es uno de los motivos por los que El correo no termina de funcionar.
Otro de ellos tiene que ver con el desarrollo de la trama, que transcurre demasiado deprisa y no deja que la historia se repose y asiente. O dicho de otro modo: las pausas también pueden dar mucho ritmo a cualquier película. Por no hablar de que la repetición de la misma idea, sin otras novedades en la trama, determinan el poco favorable resultado final de la película.
No obstante, hay que poner en valor el mérito que tiene Calparsoro, es decir, el cine español, de presentar propuestas en formato de thriller y, en el caso que nos ocupa, de reconocer que su director sabe cómo rodar algunas escenas interesantes, incluso con algún memorable ejercicio de narrativa audiovisual con la colocación de la cámara.
El correo, pues, es una película ligera, entretenida, que se deja ver, pero a la que le sobra ambición y le falta alma.
Por su parte, El correo se ambienta en el año 2002, cuando en España se instala el euro. Es, por tanto, un tiempo nuevo, tanto para las oportunidades como para los jóvenes como Iván (Arón Piper), un chico ambicioso de Vallecas que está dispuesto a mejorar su vida. Desde su puesto de aparcacoches en un lujoso club de golf de la capital, pronto dará su primer gran paso al convertirse en correo belga para una organización internacional dedicada al blanqueo de dinero. Aunque él no está dispuesto solo a eso. Él quiere mucho más.
Daniel Calparsoro, que ha contado para el diseño del guion con los resolutivos Patxi Amezcua (El aviso, 2018) y Alejo Flah (Séptimo, 2013), se queda en la epidermis del conflicto dramático, no arriesga con el argumento -al que ya hemos asistido en otras ocasiones-, ni con el tono al que da vida la historia.
No, al menos, en lo referido al fondo de sus personajes. Eso sí, en su formato visual y estético, El correo ofrece algo más, por ejemplo, se atisban guiños al estilo de los videoclips contemporáneos y un acabado general bastante elegante. Una puesta en escena, entonces, que sin lugar a dudas es lo más destacable de la película.
En sí, El correo ofrece entretenimiento a raudales y se nota la inspiración de Calparsoro en los trabajos de Martin Scorsese como en Uno de los nuestros (1990) o El lobo de Wall Street (2013). Precisamente, es con esta película del oscarizado director estadounidense con la que el espectador va a encontrar muchas referencias.
Es más, podríamos decir que Iván es el Jordan Belfort español, si bien es cierto que en el trabajo con el personaje DiCaprio realizó una investigación mucho más atractiva e interesante que funcionó en la pantalla a todas las escalas y no ocurre lo mismo con Arón Piper, que está muy lejos de esa hondura interpretativa al encarnar a un delincuente muy de tiralíneas: su esquematismo impide que el espectador pueda identificarse con él, o mejor dicho, que le resulte creíble, porque parece que está a medio hacer.
Sin embargo, no ocurre lo mismo con Luis Tosar o Luis Zahera, que siguen demostrando la buena raza de actores que son y que desplazan, sin quererlo, al protagonista, a Arón Piper. Este desequilibrio en el elenco es uno de los motivos por los que El correo no termina de funcionar.
Otro de ellos tiene que ver con el desarrollo de la trama, que transcurre demasiado deprisa y no deja que la historia se repose y asiente. O dicho de otro modo: las pausas también pueden dar mucho ritmo a cualquier película. Por no hablar de que la repetición de la misma idea, sin otras novedades en la trama, determinan el poco favorable resultado final de la película.
No obstante, hay que poner en valor el mérito que tiene Calparsoro, es decir, el cine español, de presentar propuestas en formato de thriller y, en el caso que nos ocupa, de reconocer que su director sabe cómo rodar algunas escenas interesantes, incluso con algún memorable ejercicio de narrativa audiovisual con la colocación de la cámara.
El correo, pues, es una película ligera, entretenida, que se deja ver, pero a la que le sobra ambición y le falta alma.
2 de febrero de 2024
2 de febrero de 2024
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Daniel Calparsoro, junto con Patxi Amezcua y Alejo Flah en el guión, y todo su equipo vuelven con un film tan interesante como excesivo a más no poder.
"El Correo", a primera vista y con su título, piensas que puede ser una película sobre la empresa Correos y Telégrafos. Pero, ¡meeeeeeec!. Incorrecto.
Está basado en el hecho real del Caso Malaya, la Operación Emperador y lo gordo es que, hasta el final, la historia ocurrió tal y como se comenta en la película, de una forma literal y real. Esto es, en parte bueno, porque te muestra un pedazo de nuestra historia oscura y te adoctrina sobre lo malo que puede llegar a ser el dinero y lo que NO se debe hacer nunca con él.
El reparto está muy bien elegido, la tensión se mantiene, el suspense está muy bien tratado, pero..., PARA NUESTRO GUSTO, hay una cosa que la rebaja en su puntuación: ya os lo podéis imaginar, ¿no?.
El exceso de escenas subiditas de tono ensombrece la película y, por eso, le hace bajar mucha puntuación. Le sobran escenas por todos los lados.
Por ello, le vamos a poner un 7.
"El Correo", a primera vista y con su título, piensas que puede ser una película sobre la empresa Correos y Telégrafos. Pero, ¡meeeeeeec!. Incorrecto.
Está basado en el hecho real del Caso Malaya, la Operación Emperador y lo gordo es que, hasta el final, la historia ocurrió tal y como se comenta en la película, de una forma literal y real. Esto es, en parte bueno, porque te muestra un pedazo de nuestra historia oscura y te adoctrina sobre lo malo que puede llegar a ser el dinero y lo que NO se debe hacer nunca con él.
El reparto está muy bien elegido, la tensión se mantiene, el suspense está muy bien tratado, pero..., PARA NUESTRO GUSTO, hay una cosa que la rebaja en su puntuación: ya os lo podéis imaginar, ¿no?.
El exceso de escenas subiditas de tono ensombrece la película y, por eso, le hace bajar mucha puntuación. Le sobran escenas por todos los lados.
Por ello, le vamos a poner un 7.
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