La morgue
2016 

6.2
17,526
Terror. Thriller
El dueño de una funeraria de una pequeña localidad y su hijo, que trabaja con él, reciben un día el cadáver de la víctima de un misterioso crimen: una bella joven que no tiene ninguna causa aparente de muerte. Ambos intentarán desvelar los intrigantes motivos del fallecimiento de la joven. (FILMAFFINITY)
20 de diciembre de 2016
20 de diciembre de 2016
24 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cadáver de una mujer aparece desenterrado en el sótano de una casa.
Se envía a una morgue local, donde será tratado por el negocio que llevan un padre y su hijo.
Nada a priori fuera de lo normal.
Porque será después cuando empiecen a pasar cosas raras. Y, sin saber cómo, te encontrarás agarrado a tu asiento, acojonado de que la cámara se atreva a doblar la esquina.
Parece casi un inexplicable acto de magia, pero no lo es a poco que nos hayamos fijado (y ahí está el mérito de un director que consigue que no lo hagamos).
'La Autopsia de Jane Doe' es una película inteligente, porque está muy limitada por tema y lugar, pero elige jugar la mejor de sus cartas en la manga: los personajes.
La dinámica entre Tommy y Austin nos llega casi sin esfuerzo, como si fuera un partido de tenis en el que Emile Hirsch y Brian Cox se devuelven suavemente la pelota, y cada uno la caza de la mejor manera posible.
Verles interactuar es un regalo, engrandecido por el hecho de que les vemos inmersos en una rutina que nos los retrata en dos segundos: ambos capean el temporal de sus puntos de vista enfrentados, pero son escandalosamente buenos a la hora de ponerse manos a la obra.
Por su parte, el director André Øvredal tampoco pierde el tiempo pintando el espacio, con el espejo que mira tras la esquina del pasillo, la puerta que se abre, la campana que suena... detalles que más tarde se cierran sobre ti como una trampa, después de que la normalidad se pierda en los pliegues sangrientos de un cadáver.
Llega Jane Doe.
Y entonces se empieza a retorcer la dinámica: Austin opina que todo lo que sacan del cuerpo de esa mujer es extraño, mientras Tommy no se cansa de repetir que eso es posible, lo otro también, y lo de los pulmones lo vió en algún sitio.
"Todo cuerpo tiene sus secretos, y hay que saber descifrarlos" exclama al principio... y el cuerpo de Jane Doe iguala esa afirmación para los dos: se enfrentan a lo desconocido, por primera vez sin que uno sepa más que el otro, obligándose a construir una confianza más necesaria que nunca entre ambos.
Ese es el secreto de por qué Jane Doe me inquieta tanto como ellos.
La razón de por qué cada vez que veo su puta cara no puedo borrar la sensación de que esboza una sonrisa burlona, o una mueca horrenda.
Porque no hay "terror", sino dos personas que me han caído bien, enfrentándose al caso más espeluznante de sus vidas.
Se envía a una morgue local, donde será tratado por el negocio que llevan un padre y su hijo.
Nada a priori fuera de lo normal.
Porque será después cuando empiecen a pasar cosas raras. Y, sin saber cómo, te encontrarás agarrado a tu asiento, acojonado de que la cámara se atreva a doblar la esquina.
Parece casi un inexplicable acto de magia, pero no lo es a poco que nos hayamos fijado (y ahí está el mérito de un director que consigue que no lo hagamos).
'La Autopsia de Jane Doe' es una película inteligente, porque está muy limitada por tema y lugar, pero elige jugar la mejor de sus cartas en la manga: los personajes.
La dinámica entre Tommy y Austin nos llega casi sin esfuerzo, como si fuera un partido de tenis en el que Emile Hirsch y Brian Cox se devuelven suavemente la pelota, y cada uno la caza de la mejor manera posible.
Verles interactuar es un regalo, engrandecido por el hecho de que les vemos inmersos en una rutina que nos los retrata en dos segundos: ambos capean el temporal de sus puntos de vista enfrentados, pero son escandalosamente buenos a la hora de ponerse manos a la obra.
Por su parte, el director André Øvredal tampoco pierde el tiempo pintando el espacio, con el espejo que mira tras la esquina del pasillo, la puerta que se abre, la campana que suena... detalles que más tarde se cierran sobre ti como una trampa, después de que la normalidad se pierda en los pliegues sangrientos de un cadáver.
Llega Jane Doe.
Y entonces se empieza a retorcer la dinámica: Austin opina que todo lo que sacan del cuerpo de esa mujer es extraño, mientras Tommy no se cansa de repetir que eso es posible, lo otro también, y lo de los pulmones lo vió en algún sitio.
"Todo cuerpo tiene sus secretos, y hay que saber descifrarlos" exclama al principio... y el cuerpo de Jane Doe iguala esa afirmación para los dos: se enfrentan a lo desconocido, por primera vez sin que uno sepa más que el otro, obligándose a construir una confianza más necesaria que nunca entre ambos.
Ese es el secreto de por qué Jane Doe me inquieta tanto como ellos.
La razón de por qué cada vez que veo su puta cara no puedo borrar la sensación de que esboza una sonrisa burlona, o una mueca horrenda.
Porque no hay "terror", sino dos personas que me han caído bien, enfrentándose al caso más espeluznante de sus vidas.
12 de abril de 2017
12 de abril de 2017
23 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película comienza bien, El director le saca muy buen provecho a la morgue como escenario principal. supo transmitirme tensión e incomodidad a tal punto que no paraba de hacer especulaciones sobre el origen del cadaver de Jane Doe y cual era su relación con la pareja que habitaba en aquella casa, Sin embargo la película recae sobre el intermedio y el final.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A partir de la mitad de la película el director recurre a trucos y clichés que convierte a la película en una mas de montón. Podemos ver a una especie de zombie acercandose al ascensor, el padre le clava un hachazo y luego se dan cuenta de que era la novia del joven, No se si entendí mal pero me pareció un tonto cliché esa parte. El desenlace simplemente lo odié, odio cuando una película no responde los interrogantes que plantea durante el comienzo.
11 de octubre de 2016
11 de octubre de 2016
19 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una buena película de terror, dividida en dos partes que funcionan bien en conjunto.
Se inicia con una escena de un crimen, donde las pistas desorientan a la policía y deciden llevar el cuerpo del muerto que más les descoloca a la morgue, esperando que la autopsia al cadáver protagonista ayude a aclarar lo sucedido. Una casa vieja con un sótano donde transcurre el 95% del metraje será el decorado perfecto para crear la atmósfera necesaria.
Un padre y su hijo serán los médicos encargados de realizar la autopsia, irán descubriendo poco a poco que ese cadáver esconde un secreto. La tensión irá en aumento y nos preparará para la segunda parte.
Comienza un nuevo enfoque, nos encontramos frente a una película nueva, donde lo paranormal se impone. Rituales, venganza, muertos vivientes y una revisión de las historias de brujas que funciona muy bien. Todo ello salpicado, por la relación padre-hijo y sus respectivas relaciones de pareja.
Una película de terror que hará disfrutar a los amantes del género.
Se inicia con una escena de un crimen, donde las pistas desorientan a la policía y deciden llevar el cuerpo del muerto que más les descoloca a la morgue, esperando que la autopsia al cadáver protagonista ayude a aclarar lo sucedido. Una casa vieja con un sótano donde transcurre el 95% del metraje será el decorado perfecto para crear la atmósfera necesaria.
Un padre y su hijo serán los médicos encargados de realizar la autopsia, irán descubriendo poco a poco que ese cadáver esconde un secreto. La tensión irá en aumento y nos preparará para la segunda parte.
Comienza un nuevo enfoque, nos encontramos frente a una película nueva, donde lo paranormal se impone. Rituales, venganza, muertos vivientes y una revisión de las historias de brujas que funciona muy bien. Todo ello salpicado, por la relación padre-hijo y sus respectivas relaciones de pareja.
Una película de terror que hará disfrutar a los amantes del género.
2 de enero de 2017
2 de enero de 2017
65 de 119 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empezó con un 7.8, ya va bajando, pero sigue siendo altísima. Creo que a los aficionados al cine de terror, les vale con cuatros sustitos y no les importa que la trama tenga más agujeros que un queso de gruyere, por no hablar de su estúpido final. Podéis votar en negativo todo lo que queráis, pero el final es eso, la mayor estupidez del cine reciente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Para empezar, como narices puede matar el forense a la novia de su hijo, si está la puerta atrancada y ellos en el ascensor, cómo puede ser que aparezca a la espalda de ellos para matarla. No entiendo como ni el guionista al escribirlo, o el director al montar la película pensó en eso.
Y el final, por favor, una bruja que lleva qué, tres siglos de tanatorio en tanatorio matando forenses. Anda a tomar el pelo a otro.
Y el final, por favor, una bruja que lleva qué, tres siglos de tanatorio en tanatorio matando forenses. Anda a tomar el pelo a otro.
19 de abril de 2017
19 de abril de 2017
19 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un cadáver es descubierto semienterrado en una casa que por otros motivos, es una escena de un terrible crimen, este cuerpo no parece tener relación con ninguna de las personas dentro de ese hogar, al no lograrse identificarlo, se le pone el alias común en este tipo de casos, Jane Doe (Olwen Kelly).
La fallecida es enviada a una morgue donde trabaja Tommy (Brian Cox) y Austin (Emile Hirsch), que antes de partir esa tormentosa noche, deben realizarle la autopsia, situación que les conllevará un terrible descubrimiento tras otro, hasta desatar lo que pareciera ser una portentosa maldición que recae sobre ellos.
Tercer largometraje del realizador noruego André Øvredal, luego de su debut, Future Murder (2000), codirigido con Norman Lesperance, y aquella curiosa obra titulada Trolljegeren (Cazador de trolls, 2010), que utilizaba el metraje encontrado para presentar un secreto oculto por el gobierno noruego.
En The Autopsy of Jane Doe retoma el género de terror, para presentar un escabroso filme coescrito por Ian B. Goldberg y Richard Naing. La película tiene un inicio que engancha rápidamente con la propuesta, la curiosidad alrededor de esta fémina es tanto del elenco como del espectador.
Así mismo, los descubrimientos que se van realizando van elevando el interés, aunque, llegado cierto momento, el pensamiento que surge es: ¿De qué forma van a amarrar argumentalmente toda esta propuesta? ¿De qué forma todos estos misteriosos elementos van a encajar de forma sólida?
Evidentemente, a pesar de la buena dirección de Øvredal, y una excelente ambientación, la trama llega un momento que desborda la capacidad de los guionistas para encauzarla de una mejor forma, por lo que simplemente comienza un disparate de situaciones que entorpecen el conjunto del largometraje.
El interés vuelve con el descubrimiento que hace el dúo protagonista alrededor de lo que representa esta chica, pero esto finalmente resulta banal y la torpeza continúa hasta cerrar por completo el metraje. Decepcionante.
La fallecida es enviada a una morgue donde trabaja Tommy (Brian Cox) y Austin (Emile Hirsch), que antes de partir esa tormentosa noche, deben realizarle la autopsia, situación que les conllevará un terrible descubrimiento tras otro, hasta desatar lo que pareciera ser una portentosa maldición que recae sobre ellos.
Tercer largometraje del realizador noruego André Øvredal, luego de su debut, Future Murder (2000), codirigido con Norman Lesperance, y aquella curiosa obra titulada Trolljegeren (Cazador de trolls, 2010), que utilizaba el metraje encontrado para presentar un secreto oculto por el gobierno noruego.
En The Autopsy of Jane Doe retoma el género de terror, para presentar un escabroso filme coescrito por Ian B. Goldberg y Richard Naing. La película tiene un inicio que engancha rápidamente con la propuesta, la curiosidad alrededor de esta fémina es tanto del elenco como del espectador.
Así mismo, los descubrimientos que se van realizando van elevando el interés, aunque, llegado cierto momento, el pensamiento que surge es: ¿De qué forma van a amarrar argumentalmente toda esta propuesta? ¿De qué forma todos estos misteriosos elementos van a encajar de forma sólida?
Evidentemente, a pesar de la buena dirección de Øvredal, y una excelente ambientación, la trama llega un momento que desborda la capacidad de los guionistas para encauzarla de una mejor forma, por lo que simplemente comienza un disparate de situaciones que entorpecen el conjunto del largometraje.
El interés vuelve con el descubrimiento que hace el dúo protagonista alrededor de lo que representa esta chica, pero esto finalmente resulta banal y la torpeza continúa hasta cerrar por completo el metraje. Decepcionante.
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