Barreras
6.3
9,586
Drama
En los años 50, un padre afroamericano lucha contra los prejuicios raciales mientras trata de sacar adelante a su familia en una serie de eventos fundamentales en su vida para él y para los suyos. Denzel Washington lleva al cine una obra de teatro que ya interpretó en Broadway. (FILMAFFINITY)
20 de marzo de 2018
20 de marzo de 2018
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Apenas comenzar la película, durante media hora más o menos, Denzel Washington se enzarza en un cuasi monólogo apenas interrumpido por la Davis y poco más; es el tiempo más pesado que hacía mucho veía-escuchaba en el cine.
El film resulta de la adaptación cinematográfica de la obra teatral del mismo título escrita por el dramaturgo August Wilson en 1983. Una obra que califican de vibrante, enérgica y con un importante componente racial. También es sabido que tanto Denzel Washington como Viola Davis interpretaron en Broadway la obra con gran éxito, lo cual les valdrían sendos premios Tony en 2010 por sus trabajos. Hasta aquí todo OK: ¡viva el teatro!
Pero está claro que Wilson, quiso llevar el escenario teatral al cine con un discutible guión, desde mi modo de ver (en el guion participa también el dramaturgo y guionista Tony Kushner). Este libreto sirve en plan texto sagrado inamovible, a un nobel director Washington, que parece se impuso respetar a toda costa las palabras del autor de la obra. Y no le salió bien la jugada. La dirección de Denzel es bastante simple; además de la veneración, escena a escena de la obra teatral, se une que el manejo de la cámara es sencillamente naif, y menos mal que no se excede con los primeros planos. El resumen es una dirección mediocre de Denzel Washington y un guión teatral que no es de cine, de August Wilson q.e.p.d.
No quiero olvidar una aceptable banda sonora de Marcelo Zarvos y una fotografía sin mayores alardes de Charlotte Bruus Christensen. Y hay algo de buenos decorados, ambientación y poco más.
Si hablo del reparto, no puedo sustraerme a la totalidad del film. De modo que al haberme parecido tediosa la película, el resto ya lo veo en cierta manera torcido. No voy a descubrir nada si digo que Washington es un actor de categoría; pero aquí hace aquí un trabajo irregular con elementos de sobreactuación. A Viola Davis sí la he visto en órbita, con encomiable vis dramática.
Cuando salí de la sala, ya hacía una hora que deseaba que acabara la película. Al darme el aire de la calle, agradecí tener por delante la expectativa de poder tomarme una cerveza con una rica tapa y a ser posible en un sitio tranquilo, sin voces ni ruido. Bastante había tenido ya. Por un momento me pareció que a Washington se le iban a caer los incisivos centrales al suelo de tanto vociferar.
El film resulta de la adaptación cinematográfica de la obra teatral del mismo título escrita por el dramaturgo August Wilson en 1983. Una obra que califican de vibrante, enérgica y con un importante componente racial. También es sabido que tanto Denzel Washington como Viola Davis interpretaron en Broadway la obra con gran éxito, lo cual les valdrían sendos premios Tony en 2010 por sus trabajos. Hasta aquí todo OK: ¡viva el teatro!
Pero está claro que Wilson, quiso llevar el escenario teatral al cine con un discutible guión, desde mi modo de ver (en el guion participa también el dramaturgo y guionista Tony Kushner). Este libreto sirve en plan texto sagrado inamovible, a un nobel director Washington, que parece se impuso respetar a toda costa las palabras del autor de la obra. Y no le salió bien la jugada. La dirección de Denzel es bastante simple; además de la veneración, escena a escena de la obra teatral, se une que el manejo de la cámara es sencillamente naif, y menos mal que no se excede con los primeros planos. El resumen es una dirección mediocre de Denzel Washington y un guión teatral que no es de cine, de August Wilson q.e.p.d.
No quiero olvidar una aceptable banda sonora de Marcelo Zarvos y una fotografía sin mayores alardes de Charlotte Bruus Christensen. Y hay algo de buenos decorados, ambientación y poco más.
Si hablo del reparto, no puedo sustraerme a la totalidad del film. De modo que al haberme parecido tediosa la película, el resto ya lo veo en cierta manera torcido. No voy a descubrir nada si digo que Washington es un actor de categoría; pero aquí hace aquí un trabajo irregular con elementos de sobreactuación. A Viola Davis sí la he visto en órbita, con encomiable vis dramática.
Cuando salí de la sala, ya hacía una hora que deseaba que acabara la película. Al darme el aire de la calle, agradecí tener por delante la expectativa de poder tomarme una cerveza con una rica tapa y a ser posible en un sitio tranquilo, sin voces ni ruido. Bastante había tenido ya. Por un momento me pareció que a Washington se le iban a caer los incisivos centrales al suelo de tanto vociferar.
25 de marzo de 2018
25 de marzo de 2018
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Basada en la obra teatral del ganador del Premio Tony August Wilson, y con guión del propio autor, Denzel Washington dirige con mucho tacto esta obra que también actúa acompañado en los papeles centrales por la notable Viola Davis, y Stephen Henderson.
La obra transcurre a principio de los años 60, en un barrio de gente de raza negra en la ciudad de Pittsburgh, al noroeste de los Estados Unidos, cuando todavía el prejuicio racial no se había superado totalmente en aquel país. Las cercas de que habla el título en inglés de la obra (Fences) no solo marcan o separan los límites de la casa, sino también los que su personaje central quiere imponer a cada miembro de la familia, pero que paradójicamente, es incapaz de ponerse a si mismo.
Washington, como director, mantiene la estructura teatral de la pieza, logra un clima absolutamente intimista, y retrata a la vez el estado de segregación racial existente de por fuera, y los problemas de la intimidad de la familia Maxson por dentro.
A su vez, interpreta al personaje principal de la obra: Troy Maxson, un recolector de basura que trabaja para la municipalidad cuya mayor ambición es poder llegar a ser chofer de camiones de dicha dependencia.
Pero lo más interesante está en el cuadro familiar que la obra plantea. Troy busca desesperadamente que la disfuncionalidad que presenta dicho cuadro se corrija pero en realidad hace todo lo contrario para complicarlo. Él sabe que debería hacer cada uno de sus hijos, pero es un irresponsable que no sabe hacer algo mejor de su propia vida. Esto hace, por un lado, que el drama se suavice con una cuota de un humor que nace fundamentalmente de unos diálogos chispeantes, pero a la vez, aparece con más crudeza la disfuncionalidad familiar.
Al promediar la obra, en un momento de inflexión de la misma, emergerá la imagen de su segunda esposa, una inolvidable Viola Davis (ganó el Oscar a la Mejor Actriz de Reparto) en el papel de Rose Maxson, quien a la postre, y ante una sucesión de hechos inesperados, se convertirá en el verdadero baluarte y sostén moral de la integridad de la familia. Allí se encuentra el sentido de esas cercas del título de la obra, aquellas que por un lado separan (un barrio y una comunidad negra) y por otro protegen (la unión de la familia).
Convencional por momentos, haciendo recordar por un lado al Arthur Miller de La Muerte de un Viajante y al J. B. Priestley de El Tiempo y los Conways, por otro, excelentemente actuada, rescatando siempre el aspecto más humano de los personajes, tanto en sus virtudes como en sus defectos, Fences se termina imponiendo por la visión humanista de la lucha por la sobrevivencia, la manutención de los valores y la búsqueda de la integración racial de una comunidad perseguida por siglos de separatismo.
La obra transcurre a principio de los años 60, en un barrio de gente de raza negra en la ciudad de Pittsburgh, al noroeste de los Estados Unidos, cuando todavía el prejuicio racial no se había superado totalmente en aquel país. Las cercas de que habla el título en inglés de la obra (Fences) no solo marcan o separan los límites de la casa, sino también los que su personaje central quiere imponer a cada miembro de la familia, pero que paradójicamente, es incapaz de ponerse a si mismo.
Washington, como director, mantiene la estructura teatral de la pieza, logra un clima absolutamente intimista, y retrata a la vez el estado de segregación racial existente de por fuera, y los problemas de la intimidad de la familia Maxson por dentro.
A su vez, interpreta al personaje principal de la obra: Troy Maxson, un recolector de basura que trabaja para la municipalidad cuya mayor ambición es poder llegar a ser chofer de camiones de dicha dependencia.
Pero lo más interesante está en el cuadro familiar que la obra plantea. Troy busca desesperadamente que la disfuncionalidad que presenta dicho cuadro se corrija pero en realidad hace todo lo contrario para complicarlo. Él sabe que debería hacer cada uno de sus hijos, pero es un irresponsable que no sabe hacer algo mejor de su propia vida. Esto hace, por un lado, que el drama se suavice con una cuota de un humor que nace fundamentalmente de unos diálogos chispeantes, pero a la vez, aparece con más crudeza la disfuncionalidad familiar.
Al promediar la obra, en un momento de inflexión de la misma, emergerá la imagen de su segunda esposa, una inolvidable Viola Davis (ganó el Oscar a la Mejor Actriz de Reparto) en el papel de Rose Maxson, quien a la postre, y ante una sucesión de hechos inesperados, se convertirá en el verdadero baluarte y sostén moral de la integridad de la familia. Allí se encuentra el sentido de esas cercas del título de la obra, aquellas que por un lado separan (un barrio y una comunidad negra) y por otro protegen (la unión de la familia).
Convencional por momentos, haciendo recordar por un lado al Arthur Miller de La Muerte de un Viajante y al J. B. Priestley de El Tiempo y los Conways, por otro, excelentemente actuada, rescatando siempre el aspecto más humano de los personajes, tanto en sus virtudes como en sus defectos, Fences se termina imponiendo por la visión humanista de la lucha por la sobrevivencia, la manutención de los valores y la búsqueda de la integración racial de una comunidad perseguida por siglos de separatismo.
23 de julio de 2018
23 de julio de 2018
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Basada en una obra de teatro que interpretaba en los escenarios Denzel Washington, es el propio actor el que decide dirigir este film y dar vida también al protagonista.
Fue uno de los grandes estrenos de 2016, y uno de los films que mas atraía al público. Numerosas nominaciones y premios en diversos festivales; además de una actuación de Viola Davis que arrasó en todas las entregas de premios (incluido el de Oscar a la Mejor Actriz de Reparto); hicieron que el nombre de esta película empezara a hacerse famoso y la gente quisiera verla.
Tengo que decir que siempre he tenido unas ganas enormes de verla, y aunque me parece una buena película; también me la esperaba más redonda de lo que es en realidad.
No digo para nada que sea decepcionante ya que no es así. El film te atrapa de una forma bastante buena, haciendo que uno se meta en esa casa y sobre todo en ese patio trasero, que retiene a una familia de color que busca un mundo de ideales que a veces no son los esperados.
El texto cuenta con gran fuerza. Nos presenta esa época de los 50 donde la gente de color seguía estando realmente discriminada; pero que se abría fuertemente un camino donde sus derechos empezaban a ser aceptados en la sociedad. Una sociedad donde la gente blanca todavía tenía muchos privilegios.
Pero a través de ese personaje de padre familia es donde se puede ver una realidad que se vivía en esa época, y que no siempre es recreada en el cine. Y son esas personas de color que vivían con un odio enorme hacia la sociedad debido a ese peso de las generaciones pasadas que pisaban fuerte para que no evolucionaran. Una evolución que empezaba a dar sus primeros pasos; pero que ellos no se llegaban a creer y que inconscientemente hacían que a sus hijos les costara optar a ella.
Como decía el guión cuenta con una gran fuerza. Uno puede observar fácilmente que se trata de una obra de teatro, ya que los cambios de localización son mínimos. Pero también tengo que decir que esa fuerza es brutal en muchos momentos, pero en otros la historia se estanca.
Aunque sin lugar a dudas lo mejor de esta película son las impresionantes interpretaciones de todos los actores que aparecen. Aunque claro; Denzel Washington y Viola Davis realizan un trabajo soberbio. El duelo interpretativo al que uno es testigo es todo un lujo que pocas veces puede ver.
En fin, "Fences" es un film que nos habla de los prejuicios raciales que existían en esos años. Unos prejuicios que tenían tanto las personas blancas como las de color. Y es que la sociedad estaba llena de vallas donde ambas partes en muchos casos les costaban dejar ver lo bueno del otro lado. Unas vallas que por desgracia se siguen poniendo hoy en día en cualquier parte del mundo para muchos aspectos de la vida.
Fue uno de los grandes estrenos de 2016, y uno de los films que mas atraía al público. Numerosas nominaciones y premios en diversos festivales; además de una actuación de Viola Davis que arrasó en todas las entregas de premios (incluido el de Oscar a la Mejor Actriz de Reparto); hicieron que el nombre de esta película empezara a hacerse famoso y la gente quisiera verla.
Tengo que decir que siempre he tenido unas ganas enormes de verla, y aunque me parece una buena película; también me la esperaba más redonda de lo que es en realidad.
No digo para nada que sea decepcionante ya que no es así. El film te atrapa de una forma bastante buena, haciendo que uno se meta en esa casa y sobre todo en ese patio trasero, que retiene a una familia de color que busca un mundo de ideales que a veces no son los esperados.
El texto cuenta con gran fuerza. Nos presenta esa época de los 50 donde la gente de color seguía estando realmente discriminada; pero que se abría fuertemente un camino donde sus derechos empezaban a ser aceptados en la sociedad. Una sociedad donde la gente blanca todavía tenía muchos privilegios.
Pero a través de ese personaje de padre familia es donde se puede ver una realidad que se vivía en esa época, y que no siempre es recreada en el cine. Y son esas personas de color que vivían con un odio enorme hacia la sociedad debido a ese peso de las generaciones pasadas que pisaban fuerte para que no evolucionaran. Una evolución que empezaba a dar sus primeros pasos; pero que ellos no se llegaban a creer y que inconscientemente hacían que a sus hijos les costara optar a ella.
Como decía el guión cuenta con una gran fuerza. Uno puede observar fácilmente que se trata de una obra de teatro, ya que los cambios de localización son mínimos. Pero también tengo que decir que esa fuerza es brutal en muchos momentos, pero en otros la historia se estanca.
Aunque sin lugar a dudas lo mejor de esta película son las impresionantes interpretaciones de todos los actores que aparecen. Aunque claro; Denzel Washington y Viola Davis realizan un trabajo soberbio. El duelo interpretativo al que uno es testigo es todo un lujo que pocas veces puede ver.
En fin, "Fences" es un film que nos habla de los prejuicios raciales que existían en esos años. Unos prejuicios que tenían tanto las personas blancas como las de color. Y es que la sociedad estaba llena de vallas donde ambas partes en muchos casos les costaban dejar ver lo bueno del otro lado. Unas vallas que por desgracia se siguen poniendo hoy en día en cualquier parte del mundo para muchos aspectos de la vida.
27 de junio de 2019
27 de junio de 2019
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Fences es una película aceptable, una certera muestra de cómo eran las dinámicas familiares en EEUU allá por la década de los 50, donde el hombre era quien proveía y decidía por el resto de sus integrantes. En este caso Troy Maxson (Washington) es un hombre negro, con un duro pasado que antepone sus creencias, sus rencores y frustraciones por encima de las voluntades individuales de su esposa (Davis) e hijo. Sin ser algo sobresaliente me pareció una buena historia, algo lenta y muy conversada para mi gusto. Fences es una gran obra teatral que llevada al cine se vuelve por momentos algo aburrida y tantos diálogos continuos resultan bastante densos, ya que justamente su dinámica es ideal para las tablas pero no tanto para la gran pantalla. Esto último igual no empaña la historia y el retrato de una clase social determinada en un contexto histórico.
El punto más alto de la historia es el trabajo magnífico de actores y actrices en donde Viola Davis y Denzel Washington se lucen y se complementan muy bien.
El punto más alto de la historia es el trabajo magnífico de actores y actrices en donde Viola Davis y Denzel Washington se lucen y se complementan muy bien.
4 de agosto de 2019
4 de agosto de 2019
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Hay un exceso de teatralidad, que a mi personalmente no me ha hecho empatizar con la historia. Y eso que es un folletín de los grandes. No obstante, Viola Davis ser mereció el Oscar con creces.Y Denzel Washington, hace un gran papel. Y entiendo que es una película notable, pero tiene carencias. La primera el metraje es demasiada larga. El segundo que como venía diciendo hay tal exceso de teatralidad, que hay monólogos de unos a otros, y viceversa, en los cuales el sujeto que escucha parece una estatua, no hay dinamismo, no hay feed-back, no hay retroalimentación, y se palpa en muchas escenas, es como aguantar el chaparrón. Otra debilidad que al final se convierte en fortaleza, es el papel de Denzel es tan retorcidamente primitiva su postura, que al final le tienes adversión, y te hace alejarte de la película. Pero de repente aparece Viola, y con su deslumbrante actuación te vuelve a introducir en la película, en una historia, de monstruos, donde absorben la energía de los demás, de todos los que están cerca. Y las historias de los monstruos son las que cuentan aunque hundas en la miseria la vida de los demás. Me da que eso pasaba mucho en las familias de los afro-americanos en los años 50, en esos años tan nefastos para la historia de Estados Unidos en materia de racismo, que encima la mujer de raza negra estaba tres peldaños por debajo de su hombre.
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