Barreras
6.3
9,586
Drama
En los años 50, un padre afroamericano lucha contra los prejuicios raciales mientras trata de sacar adelante a su familia en una serie de eventos fundamentales en su vida para él y para los suyos. Denzel Washington lleva al cine una obra de teatro que ya interpretó en Broadway. (FILMAFFINITY)
23 de julio de 2017
23 de julio de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre lo he dicho y siempre lo diré.
Una película debe tener como principal objetivo ENTRETENER (emocionarte de la forma que sea) y luego ya lo adornas con lo que quieras o puedas.
En esta película Denzel empezó la casa por el tejado en donde un argumento simple se estira hasta el tedio.
Uno puede empezar la película y empatizar con los personajes e incluso emocionarse ante alguna escena o diálogo. Pero claro, si la cosa no avanza, todo es simple y lineal además de sumar momentos intrascendentes para alcanzar las casi 2 horas y media hace que termines desconectando.
Donde no hay discusión es en las actuaciones. Denzel y Viola tiene actuaciones estelares pero especialmente brillante es que lo consiguen en escenas juntos y por separado.
Siempre he dicho que las obras de teatro no se deben llevar al cine porque pierden su encanto. Desconozco la original, pero esta obra choca tanto diálogo (Denzel tiene escenas que no entiendo como respiraba) y tan lento. Mi nota sin duda es solo por las actuaciones y diálogos notables.
Una película debe tener como principal objetivo ENTRETENER (emocionarte de la forma que sea) y luego ya lo adornas con lo que quieras o puedas.
En esta película Denzel empezó la casa por el tejado en donde un argumento simple se estira hasta el tedio.
Uno puede empezar la película y empatizar con los personajes e incluso emocionarse ante alguna escena o diálogo. Pero claro, si la cosa no avanza, todo es simple y lineal además de sumar momentos intrascendentes para alcanzar las casi 2 horas y media hace que termines desconectando.
Donde no hay discusión es en las actuaciones. Denzel y Viola tiene actuaciones estelares pero especialmente brillante es que lo consiguen en escenas juntos y por separado.
Siempre he dicho que las obras de teatro no se deben llevar al cine porque pierden su encanto. Desconozco la original, pero esta obra choca tanto diálogo (Denzel tiene escenas que no entiendo como respiraba) y tan lento. Mi nota sin duda es solo por las actuaciones y diálogos notables.
21 de agosto de 2017
21 de agosto de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una certera muestra de como eran las dinámicas familiares en EEUU allá por la década el 50, donde el hombre, era quien proveía y decidía por el resto de sus integrantes. En este caso un hombre de color, con un duro pasado, antepone sus valores patriarcales y egoístas por encima de las voluntades individuales de su esposa e hijo.
Sin ser algo sobresaliente, me pareció una buena historia, algo lenta y muy conversada para mi gusto, pero bien contada y con muy buenas actuaciones. 6\10.
Sin ser algo sobresaliente, me pareció una buena historia, algo lenta y muy conversada para mi gusto, pero bien contada y con muy buenas actuaciones. 6\10.
29 de octubre de 2017
29 de octubre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Joder con la peliculita, empieza siendo una aburrida ambientación de una familia de color negro de los años 50 en norteamericana. A punto de cambiar de canal porque no entendía de que iba la trama, ni le encontraba interés por ninguna parte. Pero cuando me he metido en la historia, me ha conmovido como pocas películas lo han hecho. Erase una vez en America y por otros motivos. En esta ocasión la relación con un padre autoritario con mucho carácter a quien sus hijos tienen que sobrevivir en vida de este y después.
Hace años leí que la distancia que separa un padre de un hijo era un muro tan alto que no se puede escalar, o algo así.
Denzel Washington hace un buen papel que va de menos a mas y su esposa en la ficción Viola Davis tiene un papel inolvidable de madre de familia. La película esta enfocada hacia el protagonista masculino, pero podría haberse contado desde la visión de la esposa. Muy realista, la vida es muy puta y pasan cosas con las que hay que tirar para adelante.
Abusa un poco del formato teatral que es de donde viene esta historia y son como actos muy diferenciados. Me ha parecido que hasta después de una hora no había música en la película. Y hasta la escena final es muy de teatro.
Esta bien, pero podrían haber metido mas actores y contar la misma historia como una película, aunque quizás la fuerza que tiene al contar una historia familiar nada extraordinaria, sea precisamente eso que se parece a una obra de teatro. El resultado es bueno, la película me ha gustado mucho y si la recomendaría.
Hace años leí que la distancia que separa un padre de un hijo era un muro tan alto que no se puede escalar, o algo así.
Denzel Washington hace un buen papel que va de menos a mas y su esposa en la ficción Viola Davis tiene un papel inolvidable de madre de familia. La película esta enfocada hacia el protagonista masculino, pero podría haberse contado desde la visión de la esposa. Muy realista, la vida es muy puta y pasan cosas con las que hay que tirar para adelante.
Abusa un poco del formato teatral que es de donde viene esta historia y son como actos muy diferenciados. Me ha parecido que hasta después de una hora no había música en la película. Y hasta la escena final es muy de teatro.
Esta bien, pero podrían haber metido mas actores y contar la misma historia como una película, aunque quizás la fuerza que tiene al contar una historia familiar nada extraordinaria, sea precisamente eso que se parece a una obra de teatro. El resultado es bueno, la película me ha gustado mucho y si la recomendaría.
22 de enero de 2018
22 de enero de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena obra de teatro, eso seguro, pero que en la pantalla llega a hacerse, por momentos pesada, nos narra la historia de un antiguo jugador de béisbol que, debido al segregacionismo de aquella época, no pudo convertirse en jugador profesional y terminó trabajando de basurero. Nos narra toda la frustración y resentimiento, todos los demonios interiores que acumula ese hombre y que tendrá consecuencias para su mujer, ( magnífica Viola Davis ), y para sus hijos. Vuelvo a reiterar, que la película, muy realista y llena de muy interesantes diálogos, a pesar de que narra un crudo drama, se le nota excesivamente su origen teatral y todo lo que debiera ser emocionante o muy dramático, no puedes evitar pensar, en algunos momentos, que te están soltando un rollo, un rollo muy serio y real, pero rollo. Te quedas con una sensación incómoda, porque quieres empatizar con ellos, pero no puedes.Se deja ver pero no creo que repita.
14 de diciembre de 2021
14 de diciembre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una consecuencia, bastante esperable, de la caída de los Oscar en el turbulento mundo de las corrientes identitarias es que conlleva una depreciación inevitable. Si en el mainstream de las conciencias se pone de moda pensar que no ha habido suficientes intérpretes afroamericanos, directores asiáticos o músicos gay ganadores de premio y, de pronto, empieza a haber una sospechosa diversidad en aspirantes y winners que parece prevalecer sobre la calidad, se termina diluyendo el talento y sembrando de dudas si fulanito o menganito han merecido ganar o se les ha dado el premio para visibilizar si colectivo. Casualmente, la cosecha de 2016 ofrece ejemplos de ambas situaciones. La sobrevaloradísima “Moonlight” ganó como mejor película a la sobrevaloradísima “La la land” por motivos extracurriculares, mientras que Viola Davis ganó su oscar con “Fences” sin mayores discusiones.
Y es que hemos llegado a un punto donde hacer una película en la que el conflicto racial sea un medio y no un fin es la excepción y no la regla. “Fences” es una de esas excepciones, una película dirigida por Denzel Washington y protagonizada por él mismo como cabeza de una familia afroamericana, donde se abordan problemas familiares y sociales en los que la raza es, en ocasiones, una forma de hacer avanzar la trama pero, por lo general, no es más que un elemento más del contexto que no se usa para hacer política o discursos ideológicos. “Fences” es un drama estructurado en actos (abiertamente, sin disimular intentando conectarlos) que recorre los momentos claves en una familia humilde con una puesta en escena minimalista, muy influenciada por su origen teatral. Ofrece una clase de entretenimiento no apta para todos los públicos, que reposa en las espaldas de su pareja protagonista, de unos complejos personajes muy bien definidos y de unos diálogos muy elaborados. El merecido oscar de Davis debería haber sido compartido con Washington si existiese la categoría de mejor pareja.
“Fences” es un retrato de situaciones con las que es fácil identificarse, si es que no las hemos vivido ya a nuestra propia manera, y que en boca de la pareja protagonista permite descubrir nuevas dimensiones y puntos de vista. Es un drama que hace pensar, reflexionar y discutir internamente sin recrearse en la miseria y, por lo general, de manera agnóstica al color de la piel. La dirección de Denzel, como suele pasar en actores tras la cámara, es algo rígida y muy convencional, sin apenas rastro de un estilo propio, pero dada la naturaleza del producto, el conjunto queda sólido y cohesionado en una película de naturaleza lento y complicada de llevar al cine. Muy equilibrada en todos los aspectos, emociona con contención y denuncia con mesura. Para los aficionados a géneros más trepidantes, como es mi caso, puede provocar cierto rechazo inicial que, una vez superado, lleva al espectador a un interesante mundo que no hubiera imaginado.
Y es que hemos llegado a un punto donde hacer una película en la que el conflicto racial sea un medio y no un fin es la excepción y no la regla. “Fences” es una de esas excepciones, una película dirigida por Denzel Washington y protagonizada por él mismo como cabeza de una familia afroamericana, donde se abordan problemas familiares y sociales en los que la raza es, en ocasiones, una forma de hacer avanzar la trama pero, por lo general, no es más que un elemento más del contexto que no se usa para hacer política o discursos ideológicos. “Fences” es un drama estructurado en actos (abiertamente, sin disimular intentando conectarlos) que recorre los momentos claves en una familia humilde con una puesta en escena minimalista, muy influenciada por su origen teatral. Ofrece una clase de entretenimiento no apta para todos los públicos, que reposa en las espaldas de su pareja protagonista, de unos complejos personajes muy bien definidos y de unos diálogos muy elaborados. El merecido oscar de Davis debería haber sido compartido con Washington si existiese la categoría de mejor pareja.
“Fences” es un retrato de situaciones con las que es fácil identificarse, si es que no las hemos vivido ya a nuestra propia manera, y que en boca de la pareja protagonista permite descubrir nuevas dimensiones y puntos de vista. Es un drama que hace pensar, reflexionar y discutir internamente sin recrearse en la miseria y, por lo general, de manera agnóstica al color de la piel. La dirección de Denzel, como suele pasar en actores tras la cámara, es algo rígida y muy convencional, sin apenas rastro de un estilo propio, pero dada la naturaleza del producto, el conjunto queda sólido y cohesionado en una película de naturaleza lento y complicada de llevar al cine. Muy equilibrada en todos los aspectos, emociona con contención y denuncia con mesura. Para los aficionados a géneros más trepidantes, como es mi caso, puede provocar cierto rechazo inicial que, una vez superado, lleva al espectador a un interesante mundo que no hubiera imaginado.
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