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Barreras

Drama En los años 50, un padre afroamericano lucha contra los prejuicios raciales mientras trata de sacar adelante a su familia en una serie de eventos fundamentales en su vida para él y para los suyos. Denzel Washington lleva al cine una obra de teatro que ya interpretó en Broadway. (FILMAFFINITY)
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6
6 de enero de 2017
94 de 114 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que sí, que lo reconozco, Denzel Washington y Viola Davis lo bordan. su duelo interpretativo sostiene la película y es de lo mejor que hemos visto este año en cuanto a interpretaciones. Pero el resto... ¿Y la simpleza de la puesta en escena y el anodino manejo tras las cámaras del propio Denzel, ¿Se merece estar nominado al Globo de Oro? ¿Y la simpleza de la historia, se merece estar nominada a mejor película? Y encima una historia tan sencilla, es estirada durante dos horas y media sin ningún pudor. A base de diálogos ágiles pero muchas veces intrascendentes para el desarrollo de la historia y que sirven únicamente como vehículo para el lucimiento de los actores. "Fences" se olvida que en el cine la historia que una película quiere contar importa tanto como el trabajo de los actores que dan vida a esa historia.

Entiendo que no es fácil adaptar una obra de teatro al cine. Por muy exitosa que fuera la obra de teatro, ese éxito no tiene porque garantizar una gran película. Y ya lo hemos visto este mismo año con Bryan Cranston y su "All the way" Tony en obra teatral que dio como resultado una película que no terminó de destacar. Lo que no entiendo es porque cuando Will Smith se prepara para el asalto al Oscar (este año con "Belleza Oculta") lo tildan de estar obsesionado con ganarlo, y si es Denzel Washington quien prepara una lacrimógena historia con el mismo fin, recibe multitud de halagos.

"Fences" cuenta la historia de una familia en crisis. Un matrimonio con respeto entre los conyuges, pero sin amor entre ellos. Y un conflicto generacional que enfrenta al padre con el hijo. ambas temáticas han sido llevado a la pantalla en multitud de ocasiones, y sobre ellas, "Fences" no tiene nada nuevo que contar. Tampoco he entendido lo de la etiqueta de "Racismo", sino es con fines comerciales, porque es un drama familiar más y punto.


En resumen. Maravillosas actuaciones de Denzel washington con un personaje complejo, con muchas aristas y cuya dudosa moralidad va a saliendo a la luz, y de Viola Davis, la tradicional ama de casas pisoteada. Por lo demás, en mi opinión no se merece optar al premio en el resto de categorías.
7
4 de enero de 2017
50 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Fences" es la adaptación cinematográfica de la obra teatral del mismo nombre, escrita por el dramaturgo August Wilson en 1983, ganadora de un Pulitzer y probablemente el trabajo más célebre del autor dentro de su ciclo de Pittsburgh, un trabajo eléctrico, lleno de energía y veneno y con un fuerte componente racial. La dirección de la película corre a cargo de Denzel Washington, y tras verla he de decir que puede estar más que satisfecho, ya que "Fences" es una adaptación muy digna que consigue mantener la esencia de la obra original.

El guion de la película está acreditado a August Wilson, y con razón, ya que prácticamente es un calco escena por escena de la obra de teatro, con la mayoría de los diálogos siendo exactamente los mismos. Y es que, ¿para qué modificar lo que ya funciona? La película no necesita más, ya que el trabajo original es lo suficientemente complejo y está lleno de matices. La muerte y la forma que tiene Troy de lidiar con ella, construyendo esa valla para mantenerla alejada de su casa; la responsabilidad de la familia; el puesto de conductor de camiones como catalizador del racismo imperante en la América de los años 50; el hastío ante una vida monótona, de semanas que pasan volando y de constantes viernes de alcohol; la envidia de Troy a sus hijos, ambos jóvenes e intentando cumplir sus sueños; los horrores de la guerra encarnados en Gabe, el hermano de Troy... Todos ellos temas relevantes, relacionados entre sí y dispuestos para dotar de capas y capas a Troy Maxson, un hombre que tal vez no sea un buen padre ni un buen esposo, pero que en el fondo está lejos de ser una mala persona, un personaje que puede ser tremendamente ocurrente y divertido y volverse un cabrón al minuto siguiente.

Y aquí está el punto más fuerte de la película. Troy es tremendamente complicado de interpretar, y no son muchos los actores que podrían hacerle justicia. Por suerte, es ahí cuando entra en escena Denzel Washington, ofreciendo una interpretación prodigiosa y demostrando, por enésima vez, que es un auténtico maestro y uno de los mejores actores de su generación. Y a su lado está una bestia interpretativa como Viola Davis, que le sigue el ritmo sin problemas. Su Rose es comedida durante buena parte del metraje, una actriz secundaria en su propia vida ("tu padre llena todo el espacio y mi error fue no obligarle a dejar algo para mí", dice ella en cierto momento), pero cuando estalla, estalla, y es en esas escenas donde Davis está inconmensurable. Muchos pueden tachar ambas interpretaciones de cazaoscars (ya ganaron sendos Tonys en su día por interpretar a estos mismos personajes en el revival de la obra de teatro), pero yo no estoy de acuerdo. Creo que sus personajes se desatan porque las situaciones que viven así lo requieren, y no veo atisbo ninguno de sobreactuación. El resto del reparto está también excelente, destacando a Mykelti Williamson como Gabe.

Visualmente es donde Fences se queda más corta, está claro. La dirección de Denzel es bastante simplona, sospecho que para mantener la atención fija en el texto, que es al fin y al cabo donde está toda la esencia. Y por ponerle un pero al guion, creo que la escena final está llevaba de forma demasiado almibarada y es en ella cuando el drama cruza la barrera y se convierte en dramón, pero es algo perdonable. En líneas generales, creo que "Fences" es una muy buena adaptación y una película más que solvente por méritos propios, muy humana, hecha con mucho mimo y con escenas realmente brillantes. Sí que es cierto que a veces se nota demasiado que no es una historia pensada para la gran pantalla, y tal vez podrían haberse tomado algunas libertades a la hora de adaptarla, porque de haberse cuidado un poco más el apartado visual de la cinta, podríamos estar hablando de un trabajo sobresaliente. Si la ves y te gusta, recomiendo echarle un vistazo a la obra de teatro. No te decepcionará.

Calificación: Recomendable/Notable
7
26 de febrero de 2017
28 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay una línea que separa el amor del temor. A lo largo de esta línea algunos elevan una cerca de respeto.

Troy Maxson es una de esas personas.

La vida no le ha dado ningún motivo para creer que las cosas pueden cambiar. Y menos aun si eres afroamericano y vives en una ciudad de Estados Unidos a mediados de los cincuenta. Es el trasfondo de una frustrada lucha de clases –obrera y, por supuesto, aquella que tiene que ver con el color de la piel–. Lo único que puedes hacer es aceptar las normas. Trabajas por un salario mísero. Sobrevives con una sonrisa en la boca. Bebes una botella de aguardiente cada viernes por la noche. Cantas un viejo blues sobre un perro bueno y obediente llamado Blue. Encuentras a una mujer que te proporciona un hogar donde descansar. Y luego… Bueno, luego elevas una cerca a lo largo de todo ello, a lo largo de esta pequeña región a la que consideras ‘tu vida’. Crees haber encerrado ahí dentro el amor. Apoyas la mano en los tablones. Compruebas que la verja está bien asentada. Y te reafirmas en tus principios. La sociedad no cambia. Sólo la valla te separa del temor. Y has construido esa valla con tablones de respeto. Sólo así resistirá el amor aquí dentro.

Salvo que tú no quieres estar encerrado ahí. No todo el tiempo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
“Algunos construyen cercas para mantener alejada a la gente; otros, para mantener a la gente dentro”, le dice un viejo amigo a Troy.

Troy ha construido un cerca para encerrarse a sí mismo. Todo ha sido en vano. Nada en la vida le ha dado motivos para creer que las cosas puedan cambiar; menos aun, las personas. Incluido él. Sin embargo, si no se respeta a sí mismo, qué le queda en la vida.

Este es uno de los dilemas que afronta el personaje central de la obra de August Wilson. En esta pieza teatral, llevada al cine con pulso firme e intensidad interpretativa por Denzel Washington, todos los personajes aceptan las verjas que encierran sus vidas. El autor firma un texto fluido y extenso que los va hundiendo en sus contradicciones. El drama cae al final por su propio peso, como una enorme aglomeración de nieve acumulada en las ramas de un árbol. De golpe. Casi en silencio entre tanto exceso verbal.

La butaca de una sala de cine nos contaría una historia muy distinta de aquella otra que nos relataría la butaca de una sala de teatro. Esto es una obviedad. No obstante, sólo así se logra entender la apuesta de 360º de Denzel Washington por el libreto de August Wilson, venerando casi el entorno original para el que fue escrito. No obstante, cabe preguntarse si el director podría haber sacrificado elementos teatrales dentro de la dinámica propia del producto cinematográfico. Porque, sea también obvio o no, nos hemos sentado en la butaca de una sala de cine.

Lo que no se resiente, claro, son las interpretaciones. Todas. Hablemos de Rose, la mujer de Troy, cuya complejidad emocional irá creciendo hasta revelarse pieza clave para comprender el poso final de ‘Fences’. En el epílogo, Viola Davis hace valer cada uno de los minutos de su actuación con una entereza descorazonadora.

“No sabía cómo mantener su fuerza así que tuve que darle pequeñas partes de mí”, se justifica Rose en relación a su marido, “Fue lo que la vida me ofreció como mujer y lo acepté.”

Quien está delante de ella en esta conversación final es Cory, el joven hijo del matrimonio. Cory será quien salga más malherido del conflicto. La coraza de la madurez todavía no está armada.

Sólo años más tarde entenderá el significado de la cerca levantada por su padre. No le será fácil perdonarle, ver amor donde había sentido tanto temor.

No le será fácil. Nada fácil.

Por eso son tan importantes las palabras de Rose. Cory debe aceptar que su padre ha sido parte de él, que es parte de él, que lo será siempre. Pero él no es Troy. Él representa una sociedad que lo cambiará todo. O, al menos, que lo intentará con todas sus fuerzas.

Lograr aquello que tanto temía su padre tal vez sea la única forma de demostrarle su amor.

La única manera de derribar la cerca que los separa.

Porque hay una línea que separa a padres e hijos. A lo largo de esta línea algunos padres elevan una cerca de respeto.

Troy Maxson era una de esas personas.

Más críticas diferentes en:
https://unacriticadiferente.wordpress.com/
5
5 de marzo de 2017
38 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿De qué vale tener a unos buenos actores encarnando unos personajes tan pomposos como falsificados, tan tópicos como insustanciales? ¿Para qué hacen ahora una película que hiede a rancia y antigua y que parece rodada en los años cincuenta del siglo pasado – de hecho, la época en que se desarrolla su insulsa acción? ¿Qué motivos hay para desempolvar una anticuada, prolija y obsoleta obra de teatro de hace más de treinta años que quizás pudiera tener algo de novedad y cierto empaque en los años ochenta, pero que ha envejecido fatal y produce unos bostezos apoteósicos? ¿Quizás por el dudoso prestigio de haber recibido en su momento el premio Pulitzer o por reivindicar la negritud oprimida (y políticamente correcta) de un padre borracho y despótico que bien pudo funcionar sobre el escenario, pero que llevada al cine resulta un vehículo herrumbroso sin una dramaturgia bien trabada, sin interés ni originalidad? Y para mayor perplejidad, ¿por qué recibe una nominación absurda y delirante al Oscar como mejor película, cuando es un pestiño pesado, cargante y arcaico?

No quiero pensar que su buena prensa – al menos en Norteamérica – se deba a que sea una película de negros sobre negros, pero me temo que no le encuentro ninguna otra explicación. Porque uno más de los contrasentidos es la póstuma nominación al Oscar recibida como mejor guión adaptado – debido al propio autor de la obra de teatro original en la que se basa, un tal August Wilson (1945-2005) – ya que es una mala, insolvente e ineficaz adaptación, una de las peores que he visto o que imaginarme pueda, porque apenas adecúa nada al nuevo medio, ni aligera las mortificantes peroratas de todos sus atormentados personajes, ni le dota al conjunto de ningún patrón o tema visual digno de tal nombre, ni elimina ni modifica su inequívoca vanidad autocomplaciente ni su estomagante tufillo teatrero que lo mancilla todo y lo hace parecer una pieza fosilizada o funesta más que más un filme honesto.

¿De qué vale que Denzel Washington realice una buena interpretación si no me interesa lo que le sucede a su bobo títere gruñón ni lo más mínimo? ¿Cómo me voy a alegrar de que la gran Viola Davis haya recibido, al fin, su merecido Oscar, cuando en su brevísima actuación de “La Duda” (2008), en apenas unos pocos minutos conseguía eclipsar a todo el (gran) reparto? Quizás la cinta tenga otras virtudes que el espectador español no sea capaz de entender, reconocer o desentrañar, pero es una obra plúmbea cuya realización ha nacido con el encefalograma plano. Un tormento: recomiéndela a su peor enemigo y saldrá vindicado.
5
25 de febrero de 2017
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si lo que quería Denzel Washington es mostrarnos que es un monstruo actuando, lo ha conseguido.

Si lo que quería Denzel Washington es hacer un canto a tanta hipocresía y arrogancia como tiene el ser humano hasta el punto de exigir de otros que le besen los pies de honorables que supuestamente son, cuando en realidad es todo lo contrario lo ha conseguido.

Si pretendía mostrar a un ídolo de barro, es la mejor película de su filmografía.

Si lo que pretendía Denzel era narrar la historia de un hombre cuya supuesta dignidad tan reverencial le hizo cegarse a si mismo y caer más bajo que el barro, pensando por lo contrario que era una especie de hombre sagrado y sabio lo ha conseguido.

Gran reparto, con una Viola Davis que sobresale sobre el mismo D. W. en la mayoría de sus escenas juntos. Nunca he visto a Viola Davis mejor. Se merecería un Oscar a la mejor actriz del reparto por esto. Maravillosas actuaciones, pero película muy hablada, exagerada e incluso en más de una ocasión, sobreactuada.

Pero atrevida, real, auténtica, con los pros y los contras que tiene el ir de padre de familia y de persona intachable. Nadie lo es. Victor Hugo estaría orgulloso de esta película. "Todos somos unos miserables". En efecto, eso es. Me aburrió bastante, lo tengo que reconocer por eso no puedo darle más que un aprobado, pero el mérito lo tiene porque al igual que "Manchester frente al mar" los protagonistas no viven en el país de las Hadas, sino en el Planeta Tierra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Alejado de sus habituales roles de policía y héroe madurito, Denzel prueba con el drama más auténtico y aquí compone a un ser hipócrita, arrogante, ciego, egocéntrico y rabioso con el mundo, con el choque entre la sociedad negra y blanca, que se constituye en un luchador incasable, admirable según él mismo, en un padre coraje y marido ejemplar, que a todos les exige una adoración ciega porque "comen y duermen bajo mi techo".

Pero luego el ídolo de barro se desmorona: la argamasa de su iglesia era de plastilina, no de verdad. Le es infiel a su mujer y tiene una hija bastarda a la que obliga a vivir con ellos, tiene un hijo al que atosiga y asusta desde pequeño al que destroza su futuro no dejándole ir a la universidad con una beca de deporte, rompiendo así sus sueños, roba a su hermano discapacitado su dinero para pagar su casa, se pelea y crea tensión en su trabajo pidiendo un mejor salario para los negros y mejores trabajos, arriesgándose a que le salga mal la jugada y le manden a tomar viento fresco. Osado y caradura, el ídolo cae y se rompe, y pasa de ser el padre amante, marido apasionado y mejor amigo a ser un tipo oscuro, alcoholizado, malhumorado e infiel del que incluso su mejor amigo, el que ha visto crecer se avergüenza, en aquella escena del bar. Abandonado por su esposa, y por sus hijos, toda su vida se queda parada en el tiempo, como si su honor no fuese suficiente como para que todos se queden por los siglos de los siglos pegados a él esperando un milagro.
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