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Un profeta

Thriller. Drama El joven Malik El Djebena (Tahar Rahim), un francés de origen árabe, ingresa en prisión para cumplir una pena de seis años. Aunque al principio la vida en la cárcel le resulta muy dura porque está completamente solo, se adapta rápidamente y, gracias a su carisma, se gana poco a poco la simpatía de los miembros de la mafia corsa, que tienen sobornados a los guardias y controlan todo lo que pasa en prisión.
Críticas 132
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27 de enero de 2015 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Insertado en una estructura demencial y violenta, en la que sólo sobreviven los más fuertes, o los más afortunados, el protagonista, Tahar Rahim, sobrevivirá a toda costa, sumergiéndose en ese submundo de violencia, guerras internas y favores mutuos. Curiosamente, su inteligencia y astucia le ayudarán a sobrevivir, pero también le envilecerán, le harán tan duro como los más duros. Por su parte, Niels Arestrup encarna a una especie de violenta figura paterna que encamina al joven preso hacia el crimen en todas sus formas, de manera que la trama nos muestra cómo el proceso de perverso crecimiento que el viejo corso favorece en su joven protegido, terminará por volverse contra él mismo, en una última fase del delictivo crecimiento personal del joven protagonista.

"Un profeta" es un film muy sincero, a veces brutal, que cuenta con escenas muy crudas, de las que quedan grabadas a fuego en el recuerdo del espectador. Es una mirada muy negra no ya sólo sobre el mundo de las cárceles francesas, sino sobre el mundo en general; y es, por supuesto, una obra maestra del cine reciente, con la que Jacques Audiard se revela como un cineasta muy valioso, y muy personal.
6
18 de octubre de 2016 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es el primero que entra en el talego siendo un don nadie y a fuerza de sumar ingenio y suerte acaba convirtiéndose en una cabeza visible de diversos y variados actos delictivos. Lo que está claro es que las películas de género carcelario siempre tienen un gancho especial, funcionan tanto si el presidiario está ahí dentro siendo inocente como si es un mal bicho. Yo no digo que nuestro protagonista en "Un profeta" sea un demonio, pero tampoco es ningún santo. Si sube escalones para arriba, a veces de dos en dos, es porque no tiene reparos a la hora de moverse entre el colectivo de criminales en el que se ve rodeado. Se adapta, sobrevive y hasta asciende porque es un trepa, un levantameriendas. Su moral es la no moral.

Pero la película está lejos de ser una delicia, y es que dos horas y media siempre son demasiados minutos si es que no se justifican por sí mismos en el caso de tratarse de una obra maestra. Y no es el caso, así que inevitablemente es demasiado larga. Las escenas de acción y desatada violencia están puestas con cuentagotas y lo cierto es que son una maravilla. De los actores nada a reprochar, excepcionales. Sólo pensar en tener que entrar en presidio me da algo, no pasaría ni un día sin que me hicieran algo. Y todo lo que te puede pasar en la cárcel es malo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El hombre sin moral es un chaval de 19 años cuando entra en la cárcel. Lo mismo le da ser árabe, el chico de los recados de los mafiosos corsos o autónomo del crimen cuando tiene tiempo libre. Personalmente lo de usar un permiso de doce horas para acribillar en pleno día a unos cuantos matones de su mismo gremio me ha parecido tan maravilloso como absurdo. Eso sí, las escenas finales en el patio de la cárcel hacen que valga la pena haber esperado dos horas y media.
8
30 de marzo de 2011 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para mi gusto una de las mejores películas del año en el cine europeo, una película que cuenta como debe ser realmente el mundo de las mafias. La película es dura y retrata sin tapujos el mundo del crímen y sus traiciones. Una gran película que por ponerle algún pero, para mi gusto le sobran 20 minutos.
8
14 de junio de 2011 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo primero que pasa por mi cabeza mientras estoy viendo Un Profeta (A Prophet, 2009), es el posible nuevo enfoque dentro de la escena francesa màs industrial, o de autor. Un enfoque renovador. Algo que no pasa demasiado seguido en el cine galo.
Està bien, usted me dirà que esta es una pelìcula de manual sobre presos. No se trata de Alcatraz (Don Siegel, 1971). Si bien toma cosas de esta obra maestra, la encontrarìa màs cercana a la maravillosa Un condenado a muerte se escapa, de Robert Bresson.
El cineasta parisino (seguidor de Scorsese), que cuatro años atràs nos habìa sorprendido con su ùltimo film -nueva versiòn de Fingers, obra de los años setenta de James Tobak- ahora trabaja con el gènero carcelario (con sus sìmbolos de amistad, sus planos cenitales, la càmara puesta en bambalinas), y hace algo bien distinto. Su acercamiento al gènero -y al cine dicho sea de paso-, en lo formal, es más bien estadounidense, y en lo narrativo, me recuerda al cine que se hacìa en la època del mencionado film de Tobak. Pero en la aproximaciòn hacia sus personajes y en el modo de dirigirlos, ahì si que se acerca al cine de su paìs.
El director toma el gènero, y roza sus tòpicos -las citadas lealtades- pero hace algo de veras interesante. Tambièn se mete con los tìtulos de gànsters, con sus còdigos, y muestra los ya sabidos procederes de èstos, pero lo hace de una manera tan original y ùnica, que es allì creo donde produce su encanto.
El profeta Audiard lo hizo, y lo hizo muy bien. Aunque en esta realidad -la nuestra- no se trate de una predicciòn, sino de un verdadero talento. Una pena que se haya puesto a dirigir hace poco tiempo.
Mientras tanto, esperamos otra genialidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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Audiard nos acerca la historia de Malik (extraordinario Tahar Rahim en su interpretaciòn), un muchacho de 19 años que acaba de ingresar a la càrcel. No sabemos demasiado sobre èl, ni de como llegò allì, solo que al ingresar està solo y desprotegido. Malik no sabe leer en francès (es de ascendencia àrabe, pero casi no conociò a sus padres), igual Ryad, un àrabe del que se hace amigo, lo ayudarà. No obstante, no todas son buenas para nuestro chico, ya que tiene que enfrentar todos los malos sucesos que a cualquiera le puedan suceder dentro de una prisiòn. Primero (como a todos) le quieren hacer pagar el derecho de piso. Despuès, la banda que tiene màs poder en esa seccional, los corsa, liderada por el capo mafia Cèsar Luciani, le ofrecen un negocio que no puede rechazar: matar a un moro soplòn.
Dije que no se puede resistir. Bueno, pongàmoslo asì; o hace lo que le dicen, o lo asesinan a èl.
Trata de zafar de la misiòn, pero le hacen notar que eso no le conviene. De ahì en adelante comienza su relaciòn con Luciani (Niels Arestrup, que ya en De battre mon coeur s´est arreêtè -pelìcula anterior de Audiard- habìa mostrado su enorme caràcter). Malik, con el tiempo, escala posiciones. Luego, màs valiente, se convierte en el protegido del jefe. Se gana su respeto y el de los demàs. Pero el joven emprendedor no se queda ahì, tratarà de hacer negocios por su parte, y bueno, el asunto se tiene que pudrir. Se abren nuevas tramas secundarias, nuevos conflictos, en los que se logran amistades, lealtades, traiciones y otras cosas màs.
Jacques nos regala secuencias de montaje de transiciòn (musicalizadas con canciones norteamericanas -chequeen la muy buena banda sonora-, que no suenan siempre en las pelìculas francesas), con otros momentos casi onìricos (como la maravillosa escena de la colisión con los venados, o las otras en las que hace su presencia fantasmal el hombre al que Malik le quitò la vida, y aunque no hace su representaciòn como un espectro negativo -el joven tampoco lo percibe asì-, de todos modos, a uno le produce una extrañeza mientras esta viendo el film. Y lo hace tambièn con elementos tan simples como palabras sobreimpresas en la imagen, o con gesticulaciones de nuestro hèroe -como el fragmento del asalto a la camioneta blindada- que lo muestran como en un estado de gracia.
7
20 de febrero de 2012 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues sí. Esto es lo que viene a decir la película. Hay una frase en ella que suelta un personaje: Hay que salir menos gilipollas de lo que se entra. Pero claro. Más listo para delinquir. Más espabiladillo quedaría mejor. En cuanto al film, pues muy sobrio, con buenas escenas, muy bien montada y que se soporta gracias al mafioso corso y al protagonista que entra como botones pero que poco a poco va dándose cuenta de lo que hay. El juego a varias bandas, aunque peligroso, le sale bien. Perfila muy bien el microcosmos del presidio. Con sus bandas, funcionarios corruptos, asesinatos, tratos de favor. Si esto es así en una cárcel de un país de primera línea, no quiero imaginarme cómo será en países del tercer mundo. En sudamérica también tenemos ejemplos de vez en cuando. Para reinsertar. Ya.
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