Mad Max
6.6
66,778
Acción. Ciencia ficción
En un futuro posnuclear, Max Rockatansky, un policía encargado de la vigilancia de una autopista, tendrá que vérselas con unos criminales que actúan como vándalos, sembrando el pánico por las carreteras. Cuando, durante una persecución, Max acaba con Nightrider, el líder del violento grupo, el resto de la banda jura vengar su muerte. (FILMAFFINITY)
11 de abril de 2025
11 de abril de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siendo sinceros, Mad Max es lo que parece a simple vista, una película de serie B, pero quizá estemos ante uno de esas que sobresalen del resto.
Es admirable lo que se pudo conseguir en 1979 con un presupuesto tan bajo (y que llegó a recaudar 100 millones de dólares, todo un logro). Como producto cinematográfico, estamos ante una más del montón. Un luchador de la justicia (Max Rockatansky interpretado por Mel Gibson) va en busca de un grupo de moteros psicópatas que siembran el caos por las carreteras. En su camino destructivo, se encuentran con la mujer y el hijo de Max, a los cuales hacen un daño irreparable, desde eso momento la única motivación de Max es la venganza. Por lo tanto, estamos ante un historia mil veces contada.
Los grandes aciertos de la cinta son este caso, el brillante aprovechamiento de las localizaciones naturales Australianas (quizá esta sea una de las películas más recordadas del cine australiano), las persecuciones (que distan mucho de lo que entenderíamos por la serie B) y un estilo semi post-punk que en entregas posteriores sería el claro signo diferenciador de la saga. El problema es que la película siempre tiene ese halo de pre-cuela y más de un prototipo que de una película como tal. La mayoría del cast técnico y actoral es novato, lo cual se muestra perfectamente en algunas actuaciones planas, diálogos con poca chicha y cortes demasiado abruptos en el montaje. Por suerte, la película si que intercala muy bien las escenas de acción con el drama, para que la película no llegue nunca a un punto de decaimiento total.
La historia de esta historia, es que la película termina de una forma un tanto abrupta. Esto es así dado que se utiliza esta película como base para presentar a los personajes, el universo y las motivaciones del protagonista. Las escenas y la ambientación tan a lo "Bordelands" (lo siento, me veía obligado a hacer referencia mi saga de videojuegos favorita) que todos recuerdan haber visto alguna vez, no se mostrarían hasta la segunda entrega de la saga, por lo que quizá esta película ser alarga demasiado (y eso que solo dura 90 minutos) para todo lo que nos tiene que contar.
Muy recomendable por sentar las bases de una saga ya mítica, por lo notorio del aprovechamiento de su bajo presupuesto, lo interesante de su propuesta visual y el impacto que supuso en el cine australiano e internacional de finales de los años 70.
Es admirable lo que se pudo conseguir en 1979 con un presupuesto tan bajo (y que llegó a recaudar 100 millones de dólares, todo un logro). Como producto cinematográfico, estamos ante una más del montón. Un luchador de la justicia (Max Rockatansky interpretado por Mel Gibson) va en busca de un grupo de moteros psicópatas que siembran el caos por las carreteras. En su camino destructivo, se encuentran con la mujer y el hijo de Max, a los cuales hacen un daño irreparable, desde eso momento la única motivación de Max es la venganza. Por lo tanto, estamos ante un historia mil veces contada.
Los grandes aciertos de la cinta son este caso, el brillante aprovechamiento de las localizaciones naturales Australianas (quizá esta sea una de las películas más recordadas del cine australiano), las persecuciones (que distan mucho de lo que entenderíamos por la serie B) y un estilo semi post-punk que en entregas posteriores sería el claro signo diferenciador de la saga. El problema es que la película siempre tiene ese halo de pre-cuela y más de un prototipo que de una película como tal. La mayoría del cast técnico y actoral es novato, lo cual se muestra perfectamente en algunas actuaciones planas, diálogos con poca chicha y cortes demasiado abruptos en el montaje. Por suerte, la película si que intercala muy bien las escenas de acción con el drama, para que la película no llegue nunca a un punto de decaimiento total.
La historia de esta historia, es que la película termina de una forma un tanto abrupta. Esto es así dado que se utiliza esta película como base para presentar a los personajes, el universo y las motivaciones del protagonista. Las escenas y la ambientación tan a lo "Bordelands" (lo siento, me veía obligado a hacer referencia mi saga de videojuegos favorita) que todos recuerdan haber visto alguna vez, no se mostrarían hasta la segunda entrega de la saga, por lo que quizá esta película ser alarga demasiado (y eso que solo dura 90 minutos) para todo lo que nos tiene que contar.
Muy recomendable por sentar las bases de una saga ya mítica, por lo notorio del aprovechamiento de su bajo presupuesto, lo interesante de su propuesta visual y el impacto que supuso en el cine australiano e internacional de finales de los años 70.
22 de septiembre de 2008
22 de septiembre de 2008
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ese irrepetible aire de las películas del 70 / 80, que tanto nos hace falta en estos días, lo tenian películas como ésta. Mad Max es para muchos una joya olvidada, una película de culto creadora de fanáticos. Por mi parte debo decir que me gustó mucho, pero no entra en mis films de culto. Es una muy buena película de los 70, nada más. Se destaca su estilo "western" futurístico, un Mel Gibson salvaje, un guión bien llevado, y nada de mega-explociones y autos que vuelan en pedazos como hoy en día. Mad Max (La primera solamente. Las continuaciones no llegan a su altura) es una de esas películas para tener guardada en una repisa, junto con "La Cosa: El Enigma de Otro Mundo" y "Alien", y ser recordada. Es que ya nunca se harán películas como ésta...
7 de septiembre de 2015
7 de septiembre de 2015
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eso dice, lo del circo, Gibson en un momento dado. Y eso parece que piensa Miller viendo sus Mad Max.
Aquí coge a Leone y a Peckinpah y los mete en su coche a volar por las carreteras de ese futuro tan cercano, punk y descacharrado; tan bizarro, cutre y desoladoramente chusco.
Una opereta bufa, un esperpento animado; un cómic soleado, muy australiano y macarra.
Coches, gasolina, motores. Accidentes y mutilaciones. Hombres-Máquina; como mutantes venidos de un mundo paralelo y desagradable.
La mirada es satírica y cariñosa a la vez, amorosa y odiosa. Anticipa muchas cosas y se ve el talento, la originalidad y la valentía. Pero es demasiado primitiva, tosca y pesada. Muy pobre y rudimentaria, muy escasa de casi todo. Escuálidamente raquítica. Como un lagarto a dieta, insolado y biónico.
Aquí coge a Leone y a Peckinpah y los mete en su coche a volar por las carreteras de ese futuro tan cercano, punk y descacharrado; tan bizarro, cutre y desoladoramente chusco.
Una opereta bufa, un esperpento animado; un cómic soleado, muy australiano y macarra.
Coches, gasolina, motores. Accidentes y mutilaciones. Hombres-Máquina; como mutantes venidos de un mundo paralelo y desagradable.
La mirada es satírica y cariñosa a la vez, amorosa y odiosa. Anticipa muchas cosas y se ve el talento, la originalidad y la valentía. Pero es demasiado primitiva, tosca y pesada. Muy pobre y rudimentaria, muy escasa de casi todo. Escuálidamente raquítica. Como un lagarto a dieta, insolado y biónico.
30 de junio de 2021
30 de junio de 2021
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No entiendo cómo la gente la puede tener como película de culto, ni siquiera sé por dónde empezar a hacer la crítica. La ambientación de la película no está mal, quizá sea lo único salvable.
Vamos con lo negativo: los personajes son tópicos, moteros salvajes y lerdos y policías duros; las actuaciones son lamentables, y eso que apenas hay guion; hablando de guion, la historia narra una continua persecución entre los motoristas y Max, llena de insoportables e incesables rugidos de motores;
Vamos con lo negativo: los personajes son tópicos, moteros salvajes y lerdos y policías duros; las actuaciones son lamentables, y eso que apenas hay guion; hablando de guion, la historia narra una continua persecución entre los motoristas y Max, llena de insoportables e incesables rugidos de motores;
4 de febrero de 2025
4 de febrero de 2025
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Mad Max. Salvajes De Autopista" es un icónico clásico independiente de acción, dirigido por George Miller y protagonizado por un desconocido Mel Gibson, a finales de los 70s. En un futuro apocalíptico, reflejado principalmente en la falta de combustibles y un marcado desorden social, pandillas y policías se enfrentan en las carreteras, entre las que de destaca Max Rockatansky, considerado el mejor patrullero de la MFP. Dos pandilleros de temer, Nightrider y Toecutter, inician una ofensiva criminal que busca acabar con todos los patrulleros policiales. Decepcionado por el rumbo que toma la lucha, Max abandona la policía para proteger a su familia, pero el asesinato de ésta por los pandilleros, lo volverá loco y buscará la venganza. Una película considerada de culto principalmente por su estética cinematográfica apocalíptica, de un futuro distópico, y que más bien corresponde a un thriller de acción, ya que el componente de ciencia ficción resulta apenas perceptible en cuanto a la época en la que se desarrollan los hechos, más cercanos al presente que a un futuro muy lejano. George Miller que había estudiado medicina antes de dedicarse al cine y que había tenido la oportunidad de tratar a varias personas heridas en accidentes, decide embarcarse, junto a su amigo Byron Kennedy, en su ópera prima, cuyo guión, hay que ser honestos, no se caracteriza precisamente por ser original, ya que si somos críticos, la trama es bastante simple y predecible. Entonces, ¿en qué radica el impacto y éxito del film? Puede que la película proyectara ser una más de venganza, pero definitivamente tiene personalidad propia por la forma en que el director ve y proyecta la violencia y las grandes secuencias de persecución y enfrentamiento en la carretera en las que Miller derrocha adrenalina y tensión.
No obstante, estamos hablando de una película realizada con un presupuesto de US$ 350 mil, que recaudó más de US$ 100 millones, que daría inicio a una recordada trilogía y que estableció un referente para un vendaval de películas de trama post-apocalíptica, algunas bastante dignas, otras de dudosa reputación. Si bien el film tiene un comienzo bastante lento, e incluso adolece de un ritmo muy complicado de llevar en la primera media hora. En cambio, se ha convertido en una película de culto por la osadía de Miller de presentar un futuro ultra violento, que está ahí, a la vuelta de la esquina, con una temática siempre latente como es la guerra por los recursos energéticos y la consolidación de un caos social imperante que está destinado a la destrucción del orden social y la justicia. En "Mad Max 2: The Road Warrior" (1981), Miller se adentraría más allá, proponiendo un escenario netamente post-apocalíptico, en una película más desesperanzadora y deprimente. Sin embargo, otro elemento decididamente clave es el tratamiento de la venganza, ya que pasaría de ser la típica película de venganza si no fuera por el hecho de que Miller presenta un conflicto interno de Max Rockatansky sobre el presente desolador que está viviendo. En el momento que Max ve a su amigo y colega Jim Goose Rains totalmente desfigurado tras ser quemado vivo por una pandilla, Mad Max se pregunta si vale la pena seguir luchando contra un enemigo que le supera en violencia y falta de miedo a la muerte, si vale la pena exponer a su familia y más aún cuando se da cuenta que él también está ex portas de convertirse en un rufián más, porque "comienza a divertirse con ese circo" como denuncia el personaje de Gibson.
Ese momento clave, define la solidez del filme en cuanto al trasfondo psicológico de su protagonista, más aún cuando la tragedia que ensombrece su destino y el de su familia, se deja caer como una sombra ominosa sin que éste pueda evitarlo. Hay que señalar que ese momento clave, sin embargo, tarda en llegar, y acusa un brusco cambio de ritmo, que el espectador estaba deseando hace rato, y que refleja que Miller apostó con lanzar toda la carne a la parrilla en los últimos 20 minutos de metraje. Pese a ser una cinta de muy bajo presupuesto, esas carencias jugaron en beneficio del film. En primer lugar, el aspecto de las carreteras casi desiertas, refuerzan esa impresión de estar en un mundo duro, áspero en el que es difícil sobrevivir (las localizaciones australianas se revelaron muy certeras mostrando un paisaje desértico árido y muy poco acogedor), la referencia al petróleo conectaba al espectador, sabedor que se trata de un producto de primera necesidad próximo a agotarse. El vestuario, daba una cierta visión "cyberpunk" y de aire futurista, que iba en la línea apocalíptica del conjunto. Si bien el argumento está cogido con pinzas, la austeridad en general y la falta información es suplida con mucha acción, en forma de espectaculares persecuciones y mucha violencia explícita. George Miller hereda de las musculosas "road movies" de la época y de los "westerns" crepusculares, del cine de justicieros, de la violencia y las cámaras lentas de Sam Peckinpah, y su máxima es centrarse en la persecución olvidando el escenario todo lo demás. La cámara está dentro y se puede sentir incluso el olor a sudor de la cabina del piloto, el espectador está también participando, uno realmente se queda sin respiración con las taquicárdicas carreras que se pegan Max y sus compañeros contra los sádicos motoristas. Pero hay que decir que no es sólo trepidante acción lo que nos está ofreciendo Miller. En realidad, estamos ante una distopía donde se da una profunda reflexión sobre el estado tan decadente de la sociedad.
Seguir abajo:
No obstante, estamos hablando de una película realizada con un presupuesto de US$ 350 mil, que recaudó más de US$ 100 millones, que daría inicio a una recordada trilogía y que estableció un referente para un vendaval de películas de trama post-apocalíptica, algunas bastante dignas, otras de dudosa reputación. Si bien el film tiene un comienzo bastante lento, e incluso adolece de un ritmo muy complicado de llevar en la primera media hora. En cambio, se ha convertido en una película de culto por la osadía de Miller de presentar un futuro ultra violento, que está ahí, a la vuelta de la esquina, con una temática siempre latente como es la guerra por los recursos energéticos y la consolidación de un caos social imperante que está destinado a la destrucción del orden social y la justicia. En "Mad Max 2: The Road Warrior" (1981), Miller se adentraría más allá, proponiendo un escenario netamente post-apocalíptico, en una película más desesperanzadora y deprimente. Sin embargo, otro elemento decididamente clave es el tratamiento de la venganza, ya que pasaría de ser la típica película de venganza si no fuera por el hecho de que Miller presenta un conflicto interno de Max Rockatansky sobre el presente desolador que está viviendo. En el momento que Max ve a su amigo y colega Jim Goose Rains totalmente desfigurado tras ser quemado vivo por una pandilla, Mad Max se pregunta si vale la pena seguir luchando contra un enemigo que le supera en violencia y falta de miedo a la muerte, si vale la pena exponer a su familia y más aún cuando se da cuenta que él también está ex portas de convertirse en un rufián más, porque "comienza a divertirse con ese circo" como denuncia el personaje de Gibson.
Ese momento clave, define la solidez del filme en cuanto al trasfondo psicológico de su protagonista, más aún cuando la tragedia que ensombrece su destino y el de su familia, se deja caer como una sombra ominosa sin que éste pueda evitarlo. Hay que señalar que ese momento clave, sin embargo, tarda en llegar, y acusa un brusco cambio de ritmo, que el espectador estaba deseando hace rato, y que refleja que Miller apostó con lanzar toda la carne a la parrilla en los últimos 20 minutos de metraje. Pese a ser una cinta de muy bajo presupuesto, esas carencias jugaron en beneficio del film. En primer lugar, el aspecto de las carreteras casi desiertas, refuerzan esa impresión de estar en un mundo duro, áspero en el que es difícil sobrevivir (las localizaciones australianas se revelaron muy certeras mostrando un paisaje desértico árido y muy poco acogedor), la referencia al petróleo conectaba al espectador, sabedor que se trata de un producto de primera necesidad próximo a agotarse. El vestuario, daba una cierta visión "cyberpunk" y de aire futurista, que iba en la línea apocalíptica del conjunto. Si bien el argumento está cogido con pinzas, la austeridad en general y la falta información es suplida con mucha acción, en forma de espectaculares persecuciones y mucha violencia explícita. George Miller hereda de las musculosas "road movies" de la época y de los "westerns" crepusculares, del cine de justicieros, de la violencia y las cámaras lentas de Sam Peckinpah, y su máxima es centrarse en la persecución olvidando el escenario todo lo demás. La cámara está dentro y se puede sentir incluso el olor a sudor de la cabina del piloto, el espectador está también participando, uno realmente se queda sin respiración con las taquicárdicas carreras que se pegan Max y sus compañeros contra los sádicos motoristas. Pero hay que decir que no es sólo trepidante acción lo que nos está ofreciendo Miller. En realidad, estamos ante una distopía donde se da una profunda reflexión sobre el estado tan decadente de la sociedad.
Seguir abajo:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Las actuaciones son más bien flojas, no es que Mel Gibson esté extraordinario como Mad Max, de hecho, se le suele achacar poca expresividad, pero lo cierto es que siendo un personaje "en construcción", que lograría mayor desarrollo en sus dos secuelas, cumple, sin más. Gibson, que anecdóticamente había acompañado a un amigo al casting con el rostro lleno de magulladuras y moretones de una pelea callejera la noche anterior, terminaría siendo seleccionado por el director de reparto para protagonizar la cinta. Sin quererlo quizás, el actor iniciaría un camino actoral que lo llevaría a encarnar a diferentes personajes vengativos, como el aguerrido William Wallace en "Braveheart" (1995) y como el trastornado policía Martin Riggs en la Saga "Lethal Weapon" (1987-1998). Steve Bisley, el amigo al que Gibson acompañó al casting, es el recordado Jim Goose Rains, cuya perseverancia y su extraña creencia en la justicia, lo termina exponiendo de más a la muerte. Los villanos, que no son recordados como lo fueron Wez y en menor grado Humungus, en mi opinión, cumplen, destacando al violento "Toecutter", interpretado por Hugh Keays-Byrne y al cínico Johnny el niño, encarnado por Tim Burns.
En definitiva, icónico clásico independiente de acción, cinta que se convirtió en película de culto más que nada por su estética audiovisual y como referente para el subgénero de road movie apocalíptico. Un fiel producto de los 70. Una visión futurista basada en el miedo y la preocupación, observando cómo el crimen y la violencia van acrecentando su poder en detrimento de unos sistemas legales ineficientes. No podemos negar la energía visceral con la que está rodada que no deja indiferente a nadie, y que, pese a sus fallos y errores es una película con una acción frenética, momentos puntuales de suspense y un trabajo de los especialistas bastante aceptable. La brutalidad de algunos de sus fotogramas la hicieron acreedora de la calificación "S", algo que, por otra parte, no fue obstáculo alguno para que el film triunfase en las pantallas de todo el mundo.
FilmeClub605426824.wordpress.com
En definitiva, icónico clásico independiente de acción, cinta que se convirtió en película de culto más que nada por su estética audiovisual y como referente para el subgénero de road movie apocalíptico. Un fiel producto de los 70. Una visión futurista basada en el miedo y la preocupación, observando cómo el crimen y la violencia van acrecentando su poder en detrimento de unos sistemas legales ineficientes. No podemos negar la energía visceral con la que está rodada que no deja indiferente a nadie, y que, pese a sus fallos y errores es una película con una acción frenética, momentos puntuales de suspense y un trabajo de los especialistas bastante aceptable. La brutalidad de algunos de sus fotogramas la hicieron acreedora de la calificación "S", algo que, por otra parte, no fue obstáculo alguno para que el film triunfase en las pantallas de todo el mundo.
FilmeClub605426824.wordpress.com
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here