Mad Max
6.6
66,779
Acción. Ciencia ficción
En un futuro posnuclear, Max Rockatansky, un policía encargado de la vigilancia de una autopista, tendrá que vérselas con unos criminales que actúan como vándalos, sembrando el pánico por las carreteras. Cuando, durante una persecución, Max acaba con Nightrider, el líder del violento grupo, el resto de la banda jura vengar su muerte. (FILMAFFINITY)
7 de febrero de 2017
7 de febrero de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un futuro posnuclear, Max Rockatansky, un policía encargado de la vigilancia de una autopista, tendrá que vérselas con unos criminales que actúan como vándalos, sembrando el pánico por las carreteras. Cuando, durante una persecución, Max acaba con Nightrider, el líder del violento grupo, el resto de la banda jura vengar su muerte.
Dirigida por George Miller, que se dio a conocer con estas películas. Al acabar la trilogía se le pudo ver en Babe, el cerdito valiente y en las películas de Happy Feet. Pero no había otro que pudiera dirigir Mad Max como él, por lo que volvió en 2015 para el reboot de esta saga.
Esta es una de esas películas destacadas del cine por muy mal que haya envejecido. Las limitaciones técnicas y económicas que tuvo la película la lastraron para mal.
La trama no es de las más rebuscadas ni elaboradas, es una simple venganza nada más y nada menos. Se nota que extienden todo lo que pueden el prólogo aunque no sea de interés para que la película no sea considerada un cortometraje, casi la mitad de la película es prólogo aunque con 15/20 minutos ya sobraba.
No hay que dejarse engañar, la película tiene muchas cosas malas. Los personajes son demasiado llanos, los diálogos sobran la mitad y muchas actuaciones son más que deficientes. A su favor hay que señalar que casi todos eran novatos.
A pesar de tener tan poco bueno que decir, hay algo en lo que sí destaca y es en la creación de un mundo al borde del abismo con su estilo propio e identidad, sólo con ver los vestuarios ya sabes que estás ante una película de Mad Max.
A esto se le añade que consiguieron una película bastante aceptable a pesar de los ínfimos recursos con los que contó. Destaco el gran juego con las cámaras de Miller, que consigue dar a entender perfectamente lo que pasa sin enseñarlo (por no tener recursos) con simples cambios de cámara.
En esta película tenemos a un joven Mel Gibson (Max), en uno de sus primeros papeles conocidos. Es sin duda el mejor actor del reparto e intentan rodar en torno a él para ocultar las deficiencias del resto.
Para que os hagáis de las carencias de la película, el terror actual es el género más barato y va de 1 a 10 M$ de presupuesto, esta película se rodó con 0,2 M$. Se nota ese presupuesto en algunas escenas que no se podían grabar de otra manera y quedan bastante mal, a pesar de este presupuesto consiguieron crear esa identidad visual tan famosa y característica.
Esta película representa el arte de hacer mucho con nada. No hace falta que se vea todo, con darlo a entender y combinando bien los elementos quedan escenas muy impactantes en las que no se ve nada en absoluto. Miller fue el que consiguió, con un puñado de dólares, llevar a un equipo novato a hacer una de las películas más recordadas y crear un mundo y un estilo irrepetible a pesar de que muchos de sus elementos no pudiesen estar trabajados de forma aceptable. Mi nota es un 8.
Vaderexpress.blogspot.com
Dirigida por George Miller, que se dio a conocer con estas películas. Al acabar la trilogía se le pudo ver en Babe, el cerdito valiente y en las películas de Happy Feet. Pero no había otro que pudiera dirigir Mad Max como él, por lo que volvió en 2015 para el reboot de esta saga.
Esta es una de esas películas destacadas del cine por muy mal que haya envejecido. Las limitaciones técnicas y económicas que tuvo la película la lastraron para mal.
La trama no es de las más rebuscadas ni elaboradas, es una simple venganza nada más y nada menos. Se nota que extienden todo lo que pueden el prólogo aunque no sea de interés para que la película no sea considerada un cortometraje, casi la mitad de la película es prólogo aunque con 15/20 minutos ya sobraba.
No hay que dejarse engañar, la película tiene muchas cosas malas. Los personajes son demasiado llanos, los diálogos sobran la mitad y muchas actuaciones son más que deficientes. A su favor hay que señalar que casi todos eran novatos.
A pesar de tener tan poco bueno que decir, hay algo en lo que sí destaca y es en la creación de un mundo al borde del abismo con su estilo propio e identidad, sólo con ver los vestuarios ya sabes que estás ante una película de Mad Max.
A esto se le añade que consiguieron una película bastante aceptable a pesar de los ínfimos recursos con los que contó. Destaco el gran juego con las cámaras de Miller, que consigue dar a entender perfectamente lo que pasa sin enseñarlo (por no tener recursos) con simples cambios de cámara.
En esta película tenemos a un joven Mel Gibson (Max), en uno de sus primeros papeles conocidos. Es sin duda el mejor actor del reparto e intentan rodar en torno a él para ocultar las deficiencias del resto.
Para que os hagáis de las carencias de la película, el terror actual es el género más barato y va de 1 a 10 M$ de presupuesto, esta película se rodó con 0,2 M$. Se nota ese presupuesto en algunas escenas que no se podían grabar de otra manera y quedan bastante mal, a pesar de este presupuesto consiguieron crear esa identidad visual tan famosa y característica.
Esta película representa el arte de hacer mucho con nada. No hace falta que se vea todo, con darlo a entender y combinando bien los elementos quedan escenas muy impactantes en las que no se ve nada en absoluto. Miller fue el que consiguió, con un puñado de dólares, llevar a un equipo novato a hacer una de las películas más recordadas y crear un mundo y un estilo irrepetible a pesar de que muchos de sus elementos no pudiesen estar trabajados de forma aceptable. Mi nota es un 8.
Vaderexpress.blogspot.com
13 de abril de 2019
13 de abril de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"En algún lugar del futuro cercano."
40° aniversario del western futurista que revolucionó el género de acción a finales de la década de los setenta. MAD MAX es un western. Tiene el mismo argumento, en lugar de caballos montan coches y motos, una suerte de reinvención virando hacia la acción pura y dura, dibujada en forma de cómic americano, con abundante y explícita violencia.
Producción de bajo presupuesto del director australiano, que no dicta ninguna regla en la guerra entre policías y moteros, ambos salvajes. También supuso el nacimiento de un nuevo y reconocido actor: Mel Gibson. El uniforme de cuero y las gafas de sol, el semblante serio de un joven policía frío fue un sello identificativo del "interceptor" Max.
Western de venganza de la década de los cincuenta, personajes y escenarios estilizados como viñetas, violencia sin sentido ante un futuro dramático. Obsesión por el motor como el deterioro de la comunicación.
40° aniversario del western futurista que revolucionó el género de acción a finales de la década de los setenta. MAD MAX es un western. Tiene el mismo argumento, en lugar de caballos montan coches y motos, una suerte de reinvención virando hacia la acción pura y dura, dibujada en forma de cómic americano, con abundante y explícita violencia.
Producción de bajo presupuesto del director australiano, que no dicta ninguna regla en la guerra entre policías y moteros, ambos salvajes. También supuso el nacimiento de un nuevo y reconocido actor: Mel Gibson. El uniforme de cuero y las gafas de sol, el semblante serio de un joven policía frío fue un sello identificativo del "interceptor" Max.
Western de venganza de la década de los cincuenta, personajes y escenarios estilizados como viñetas, violencia sin sentido ante un futuro dramático. Obsesión por el motor como el deterioro de la comunicación.
15 de junio de 2020
15 de junio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo cuando fui a ver al cine Arenas de Barcelona la película "Mad Max. Salvajes de Autopista", tenía yo 13 años y lo recuerdo porque el cine Arenas era un cine clasificado S donde proyectaban sesiones dobles de cine porno. Pero resulta que el cine clasificado S no era solo pornográfico sino también era una calificación para películas que podían "herir la sensibilidad del espectador". "Mad Max. Salvajes de Autopista" fue la primera película no pornográfica clasificada S en España. Recuerdo también que para nosotros, unos adolescentes, era toda una aventura entrar en un cine S a ver una película normal porque, en el fondo, lo que queríamos ver era la película pornográfica que complementaba la sesión doble. ¿Cómo entraron unos adolescentes de 13 años a un cine porno? Era otra época, simplemente. Toda esta historia es para contar que no recuerdo que peli porno acompañaba a "Mad Max", pero si que recuerdo perfectamente la película de George Miller y el impacto que causó en todos nosotros. Hasta ese momento, no habíamos visto nada ni remotamente parecido. "Mad Max" era, sencillamente, la película con la que todo adolescente de los 70s había soñado.
¿Y qué sucede ahora que la he vuelto a ver, 40 años más tarde? He de confesar que la he vuelto a ver, por casualidad, en un maratón de Mad Max (las cuatro películas) emitidas en Movistar. Y he de confesar que las he visto porque a mi lado había una persona 20 años menor que yo que quiso verla. Lo primero que pensé es "¿cómo va a gustar Mad Max a alguien acostumbrado a la narrativa cinematográfica del siglo XXI? Pero resulta que no solo le interesó verla sino que le gustó e incluso comenzamos a ver la continuación "Mad Max, el guerrero de la carretera" y cuento esto porque una de las cosas que más me han asombrado de la revisión de "Mad Max" es que la película, a pesar de unos altibajos propios del cine de la época, tiene un ritmo y una manera de hacer las cosas muy moderna. La música del compositor australiano Brian May (no confundir con el guitarrista de Queen) sigue siendo ridículamente dramática pero sigue empujando la película, escena a escena de forma increíble, como la deseada gasolina que impulsan a los vehículos protagonistas. Las interpretaciones son loquísimas, tan solo Mel Gibson consigue contenerse en algunas escenas pero, a excepción de él y de Joane Samuel (la actriz que interpreta a su esposa), el resto de actores parecen haber esnifado kilos y kilos de polvo blanco. Y aun y así, la película no solo funciona sino que tampoco desentona en pleno siglo XXI. ¿Y por qué lo hace? Las respuestas son varias pero se resumen en solo una: George Miller.
En el 2015, George Miller a sus 70 años nos regaló una de las mejores películas de acción de los últimos años con la cuarta entrega de la saga titulada "Mad Max. Fury Road" lo cual ya nos da la información que necesitábamos para desvelar el misterio: no solo Miller es un maestro rodando la acción sino que, además, su forma de rodar es intemporal, o por decirlo de otra manera: toda la modernidad que nos presenta no es mas que cine clásico del mejor.
Y es ahí donde comprendemos porque "Mad Max. Salvajes de autopista" (una película de acción de los 70s) puede conectar con un espectador criado con el cine de Marvel. Porque el buen cine, aunque sea acción, siempre será buen cine.
Visualmente "Mad Max. Salvajes de autopista" ha envejecido mal, toda su pretendida modernidad suena a viej aunque eso lo convierte en un maravilloso anacronismo (como los futuros de "Farenheit 451" o "La naranja mecánica") que hace que la contemplemos como una rara avis perfectamente disfrutable.
Y ahí es donde radica el éxito: que da igual que los actores estén sobreactuados, que el diseño de producción huela a viejuno, que la música esté hipermusculada, que el guion sea tan sencillo como plano o que hay menos acción y menos violencia de la que promete... el éxito es que "Mad Max. Salvajes de autopista" es puro cine.
¿Y qué sucede ahora que la he vuelto a ver, 40 años más tarde? He de confesar que la he vuelto a ver, por casualidad, en un maratón de Mad Max (las cuatro películas) emitidas en Movistar. Y he de confesar que las he visto porque a mi lado había una persona 20 años menor que yo que quiso verla. Lo primero que pensé es "¿cómo va a gustar Mad Max a alguien acostumbrado a la narrativa cinematográfica del siglo XXI? Pero resulta que no solo le interesó verla sino que le gustó e incluso comenzamos a ver la continuación "Mad Max, el guerrero de la carretera" y cuento esto porque una de las cosas que más me han asombrado de la revisión de "Mad Max" es que la película, a pesar de unos altibajos propios del cine de la época, tiene un ritmo y una manera de hacer las cosas muy moderna. La música del compositor australiano Brian May (no confundir con el guitarrista de Queen) sigue siendo ridículamente dramática pero sigue empujando la película, escena a escena de forma increíble, como la deseada gasolina que impulsan a los vehículos protagonistas. Las interpretaciones son loquísimas, tan solo Mel Gibson consigue contenerse en algunas escenas pero, a excepción de él y de Joane Samuel (la actriz que interpreta a su esposa), el resto de actores parecen haber esnifado kilos y kilos de polvo blanco. Y aun y así, la película no solo funciona sino que tampoco desentona en pleno siglo XXI. ¿Y por qué lo hace? Las respuestas son varias pero se resumen en solo una: George Miller.
En el 2015, George Miller a sus 70 años nos regaló una de las mejores películas de acción de los últimos años con la cuarta entrega de la saga titulada "Mad Max. Fury Road" lo cual ya nos da la información que necesitábamos para desvelar el misterio: no solo Miller es un maestro rodando la acción sino que, además, su forma de rodar es intemporal, o por decirlo de otra manera: toda la modernidad que nos presenta no es mas que cine clásico del mejor.
Y es ahí donde comprendemos porque "Mad Max. Salvajes de autopista" (una película de acción de los 70s) puede conectar con un espectador criado con el cine de Marvel. Porque el buen cine, aunque sea acción, siempre será buen cine.
Visualmente "Mad Max. Salvajes de autopista" ha envejecido mal, toda su pretendida modernidad suena a viej aunque eso lo convierte en un maravilloso anacronismo (como los futuros de "Farenheit 451" o "La naranja mecánica") que hace que la contemplemos como una rara avis perfectamente disfrutable.
Y ahí es donde radica el éxito: que da igual que los actores estén sobreactuados, que el diseño de producción huela a viejuno, que la música esté hipermusculada, que el guion sea tan sencillo como plano o que hay menos acción y menos violencia de la que promete... el éxito es que "Mad Max. Salvajes de autopista" es puro cine.
10 de diciembre de 2020
10 de diciembre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
George Miller realizó uno de esos films que han conseguido marcar una época y han hecho que su protagonista se convierta en estrella mundial. Siempre me ha parecido Miller uno de los directores más interesantes de su generación ya que su carrera ha sido inclasificable. No siempre ha conseguido Miller el reconocimiento que se ha merecido, algo que también le ha pasado a su "paisano" Peter Weir. Lo que está claro es que esta cinta es una de las películas capitales de los años ochenta del hasta entonces olvidado cine australiano.
He de reconocer que yo tardé mucho tiempo en verla porque mis padres no me dejaban verla debido a su violencia. Cuando ya pude verla, me dejó noqueado. No tanto por la violencia de sus imágenes (que también) sino más bien por su tono, por el retrato de una sociedad inhumana carente de sensibilidad, por esa distopía deshumanizada y violenta en la que la vida tiene muy poco valor. Fue la primera vez que me enfrenté a un film de estas caractrísticas y me horripiló a la vez que me hipnotizó. Es probable que fuese la primera vez en la que tomé conciencia de que la vida podía ser así de cruel y de que el bueno puede ser golpeado de forma bestial, que no hay blanco ni negro sino diferentes tipos de grises, que el protagonista puede convertirse en lo que se denomina un anti-héroe y por todas estas razones se trata de una película tan importante para mí.
Las escenas de acción, en otro orden de cosas, están realmente bien. Fue un shock encontrar unas acciones realizadas de esa forma tan cruda y tan espectacular. Miller es un maestro como se ha demostrado en la última del loco Max y la verdadera pena es que ya esté tan mayor que no le dé tiempo a realizar otra de sus obras maestras, usando el digital de forma residual, rodando a la vieja usanza, de la vieja escuela.
La importancia de una película se ve, fuera de premios y de otras zarandajas, es la supervivencia que ha tenido a lo largo de los años (que la ha tenido) y la influencia que ha ejercido en otras películas posteriores. Esto esta fuera de toda duda. No sé si será el inicio de la distopía arenosa, sucia y deshumanizada, pero sin ella no se entenderían muchas películas posteriores (como por ejemplo "Waterworld").
He de reconocer que yo tardé mucho tiempo en verla porque mis padres no me dejaban verla debido a su violencia. Cuando ya pude verla, me dejó noqueado. No tanto por la violencia de sus imágenes (que también) sino más bien por su tono, por el retrato de una sociedad inhumana carente de sensibilidad, por esa distopía deshumanizada y violenta en la que la vida tiene muy poco valor. Fue la primera vez que me enfrenté a un film de estas caractrísticas y me horripiló a la vez que me hipnotizó. Es probable que fuese la primera vez en la que tomé conciencia de que la vida podía ser así de cruel y de que el bueno puede ser golpeado de forma bestial, que no hay blanco ni negro sino diferentes tipos de grises, que el protagonista puede convertirse en lo que se denomina un anti-héroe y por todas estas razones se trata de una película tan importante para mí.
Las escenas de acción, en otro orden de cosas, están realmente bien. Fue un shock encontrar unas acciones realizadas de esa forma tan cruda y tan espectacular. Miller es un maestro como se ha demostrado en la última del loco Max y la verdadera pena es que ya esté tan mayor que no le dé tiempo a realizar otra de sus obras maestras, usando el digital de forma residual, rodando a la vieja usanza, de la vieja escuela.
La importancia de una película se ve, fuera de premios y de otras zarandajas, es la supervivencia que ha tenido a lo largo de los años (que la ha tenido) y la influencia que ha ejercido en otras películas posteriores. Esto esta fuera de toda duda. No sé si será el inicio de la distopía arenosa, sucia y deshumanizada, pero sin ella no se entenderían muchas películas posteriores (como por ejemplo "Waterworld").
1 de junio de 2021
1 de junio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acción a raudales sobre ruedas, desde el minuto 1 ya que la película empieza con una persecución en coche.
Como una precuela de Fast and furious pero con los efectos de 1979, bastante bien hecha para la época por cierto, con un jovencísimo Mel Gibson como protagonista principal.
No llega a hora y media que se pasa absolutamente volada, si quereis ver acción sin comeros la cabeza esta es vuestra película.
Como una precuela de Fast and furious pero con los efectos de 1979, bastante bien hecha para la época por cierto, con un jovencísimo Mel Gibson como protagonista principal.
No llega a hora y media que se pasa absolutamente volada, si quereis ver acción sin comeros la cabeza esta es vuestra película.
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