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La dolce vita

Drama. Comedia Marcello Rubini es un desencantado periodista romano, en busca de celebridades, que se mueve con insatisfacción por las fiestas nocturnas que celebra la burguesía de la época. Merodea por distintos lugares de Roma, siempre rodeado de todo tipo de personajes, especialmente de la élite de la sociedad italiana. En una de sus salidas se entera de que Sylvia, una célebre diva del mundo del cine, llega a Roma, cree que ésta es una gran ... [+]
Críticas 110
Críticas ordenadas por utilidad
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6
11 de mayo de 2020 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
LA DOLCE VITA

Algo me sucede con "La Dolce Vita" visionandola por primera vez. Parte de manera extravagante y única. Se es posible permanecer atento sin un hilo dramático convencional, dispuesto a derretirte en las sensaciones más que en las circunstancias mundanas. Marcello (Mastroiani) es una especie de ser inerte que, cuán zangijuela, se aglutina en terrenos impropios, intentando vagamente pertenecer. Este languido deambular contrastado con la pomposidad de la aristocracia en la que Marcello se cuela, se hace interesante de presenciar. Marcello es un periodista y busca indistintamente inspiración, entre diferentes clases sociales y comportamientos. La lisergica y esquizofrenica burguesía por un lado, y el calmo y abulico proletariado. Marcello es una especie de parásito que se posa pero no logra nutrirse. Hasta estos parámetros la película es efectiva dentro de su extravagante perspectiva. Lo que me desencanta es la excesiva recurrencia de este recurso, que te seduce con la cantidad de especias que pone sobre tu plato, pero termina arruinando el caldo.
7
29 de enero de 2022 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran película y ejercicio cine. Fellini, director de personajes y de mommentos "absurdos" o casi surrealistas, pero que utiliza de forma magistral para mostrarnos historias, críticas sociales y demás temas que se antoje. La dolce vita es mucho más que una rubia en la fontana de Trevi, es la historia de Marcello, su trayectoria como periodista y su búsqueda del camino del éxito para llegar a ese olimpo de los dioses que es para él la alta sociedad. Por el camino, se encuentra a varios grupos de burgueses, a cual más dispar y surreal, que le van enseñando que no es oro todo lo que reluce. Gran pelicula que pese a su duración no aburre, con buenos diálogos (recomiendo verla en versión original, no tiene el mejor doblaje) y una banda sonora que te acompaña en esta película de "aventuras", con un final que invita a la esperanza. Grande Fellini.
6
5 de agosto de 2023 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
He revisitado recientemente en una plataforma de streaming esta película que se estrenó casi al mismo tiempo de mi nacimiento, porque hacía muchos años que la había visto y realmente recordaba muy poco, encontrándome con la grata sorpresa de una restauración perfectamente hecha que me ha servido para profundizar en los detalles y las escenas más destacables de este film convertido tiempo ha en clásico, tantas veces citado en los medios.

Y el resultado de su visión completa, a pesar de ciertos pesares, y con dos o tres pausas para digerirla mejor, claramente ha sido satisfactorio.

En primer lugar, por su planteamiento visual, sus encuadres, composiciones, fotografía, por sus reveladoras elipsis, su detallismo sin caer en manierismo ni hiperrealismo, sus travellings y juegos de cámara, apretando el paso en las crisis, aminorando en los excesos, deteniéndose en los sinsentidos y en los embelesos, con un blanco y negro restaurado rutilante que en general alegra la vista y cincela seres y escenarios con más nitidez que el mejor color. Al aspecto visual hay que añadir la excelente, genial música de Nino Rota, no siempre perfectamente ensamblada, pero cargada -como algunas de las mujeres que brillan en el filme- de perturbadora belleza y fragilidad.

En segundo, porque a mi entender su director consigue transmitir lo que pretende. Ya lo han expresado muy bien otras críticas aquí colgadas antes de la mía (retrato impresionista de la decadente alta sociedad italiana y de los "periodistas" que anhelan cada día pescar una foto o una noticia sabrosa en el acuario de los famosos, irregular sucesión de episodios que vienen a poner de relieve el profundo hastío de personajes ociosos y sin alma, que no parecen merecer ninguna compasión), aunque yo me permitiría añadir que intenta reflejar la desorientada búsqueda del amor y de la felicidad por parte del ser humano atrapado en la red de los placeres y divertimentos efímeros que la opulenta sociedad moderna promueve.

Y en tercer lugar, porque la película, si se le permite, deja un poso evidente, un espacio, para la reflexión, para retener esos hipnóticos planos e imágenes en la retina y en la mente, y sacarlos en un momento dado de nuevo a la luz, rumiando los interrogantes, las extrañezas, los aparentemente absurdos diálogos, los duelos y los retos de los personajes (y es que, según a mi me parece, lo que expone Fellini en La Dolce Vita, en el fondo, no en lo contingente, mantiene hoy absolutamente su vigencia, sigue de actualidad, si bien este no es lugar para desarrollar esta idea más).

Sólo dejo unos apuntes, unas preguntas, que a mi personalmente me han llevado a esa reflexión, en el spoiler:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Marcello, absoluto protagonista, sólo se muestra sincero cuando, con tristeza y nostalgia, rememora las recurrentes y largas ausencias de su padre; esas frases sobre la carencia de la figura paternal en su infancia muestran una herida supurante, un drama interior no superado. Tal herida explicaría el hecho de que, a pesar de que parece dominar todas las situaciones, incluso si le dan una paliza, y tener la vida que desea, a lo largo de la película se evidencia que no puede dominarse ni a sí mismo (¿por qué no se atreve -ni se le ocurre siquiera- a cruzar el estrecho margen que le separa, apenas el cauce exiguo de un arroyo o entrante del mar en la playa, del "ángel" que efusivamente le saluda y le llama?) e indolentemente deja que su vida descienda sin freno por la pendiente del tedio. Y es que, como su novia le espeta en la memorable escena del descapotable, no sabe lo que quiere, no sabe lo que es el verdadero amor (y en el fondo se comporta de la misma forma que su padre).

Casi todos los personajes relevantes huyen de algo, de alguien... será que verdaderamente no dirigen su propia vida, su destino:

Sylvia, escultural, voluptuosa pero distante, en la primera noche que pasa en Roma huye de su hotel, de su novio, para surcar con un desconocido las calles de Roma en busca de momentos "diferentes" (alimentar un gatito perdido, bañarse en la Fontana de Trevi).

Maddalena, la bella aristócrata, ebria en la noche romana, deambulando, a la búsqueda de otras sensaciones, de otros labios, de otros escenarios, huyendo del hastío, ¿anhela amor o muerte, luz o sombra? ¿qué le falta a su acomodada vida?

Steiner, paradigma del hombre moderno triunfador y culto, huye de su propia vida, que en nada estima porque sólo puede oir los bramidos de la tormenta que inunda su alma, y que no desea para sus amados hijos, a quienes también priva prematuramente de su infelicidad futura.

El padre de Marcello, en su sórdida simplicidad, huye de su esposa, de la monotonía, de la paz de la aldea, de la quemazón de la brevedad de la vida, y anhela una imposible noche eterna de burbujas, música, risas y chicas complacientes.

Por terminar, también mueve al rincón de pensar el episodio de la aparición de la Virgen, y la última escena de la fiesta en el castillo del príncipe. Es como si Fellini nos quisiera decir que hoy ya no es posible, para salvarnos del tedio y encontrarnos a nosotros mismos, acudir a la religión, pues ésta se ha convertido en mera superstición, o en una engañifa, en una reliquia sin valor, sólo asumible por los más ignorantes y crédulos, manipulados y fanatizados por quienes visten sotana. No hay sitio pues para la verdadera fe, la esperanza, la búsqueda de la verdad, de Dios, que se convierte así en una especie de "elefante rosa", el gran ausente de la película y del mundo actual -ya no es el "acusado", sino aquel que no existe porque sencillamente no está o es sólo un ectoplasma que vaga por lugares que ya nadie visita.

Hay que comprenderlo (a Fellini, y a todos lo que piensan como él), porque en verdad hoy no es fácil encontrar a Dios en un mundo que nos impide vernos realmente a nosotros mismos.
7
26 de noviembre de 2024 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia de un hombre, reportero de día, vividor de noche, que sabe moverse dentro de la alta y baja sociedad italiana como pez en el agua.

Un película curiosa, formada por, digamos, varias historias distintas, que acontecen a nuestro protagonista.
Por una parte, tenemos su trabajo de reportero, siempre en busca de las noticias más controvertidas posibles, y en donde vemos el altísimo nivel de frivolidad de esta profesión. Montones de paparazzis persiguiendo, acosando, capaces de cualquier cosa para conseguir una noticia.

Por otro lado, tenemos a nuestro protagonista fuera del trabajo, con una especie de “don“ que tiene para acabar siempre en las fiestas más decadentes con los personajes más lúgubres de la burguesía italiana.
Una película distinta, que no tiene una trama central hacia donde se dirija la cinta, sino que son simplemente eso, pequeños retratos de sociedad.

No puedo decir que me haya parecido la gran maravilla que tanta gente dice, es una película que se disfruta, se deja ver, con muy buena música y situaciones de lo más psicodélicas, por decirlo de algún modo.
10
10 de enero de 2007
7 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eran las 6 de la mañana cuando termine de ver “La Dolce Vita”. Acá en Colombia a esa hora la luz ya se hace ver a una claridad incomparable. Y salí de esa fiesta, viví mas de dos horas de una vida llena de fiestas y miserias. Me sentía como uno de los invitados, y cuando se acabo, así como al final de una de esas fiestas, salí con la resaca de un placer irresistible.

Si tu quieres saber de la vida en Italia, no solo como antes, sino como es ahora, debes verte esta película.
“La Dolce Vita” es sin duda una película, extensa, pero muy divertida y gráficamente inteligente. Nos habla de una vida desenfrenada como de una vida de paz. De una vida tranquila, como una vida intranquila, como una vida dulce, como una vida agria.

Esta es mi primera película de Fellini, y debo decir sin duda alguna que quede encantado por la dulzura de la película. Por ese personaje del que tenemos un poco de ese Marcello, de esa rubia bellísima a la cual admiramos por su belleza, por las gracias que hace con el agua, por la ternura de los lobos, por los bailes excéntricos, por la simbología, por la fe. Por la amargura y por la dulzura. Es entonces “La Dolce Vita” una fiesta imperdible, para nuestros sentidos y nuestro corazón.

¡ “La Dolce Vita” es como visitar Italia en tan solo 2 horas! Y de la forma mas dulce de todas.
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