John Wick
2014 

6.4
36,106
31 de agosto de 2018
31 de agosto de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras el destrozo que me hizo “Wanted” -es mi crítica anterior a esta, pero os la puedo resumir diciendo que es una bazofia-, tenía ganas de ver una película de filosofía similar. De organizaciones asesinas, desenfadada, que sea un canto a la acción por la acción… y decidí darle una oportunidad a “John Wick”, una obra dirigida por Chad Stahelski y David Leitch que nos habla de un hombre al que la mafia le arrebata su coche y la vida de su perro. PERO CLARO, el tipo era uno de los mejores asesinos a sueldo del mundo; y encima acaba de perder a su esposa, por lo que tiene algo de rabia contenida…
Me llamaron mucho la atención los primeros minutos después del incidente. Las películas suelen querer mostrar un desarrollo, y buscan reflejarlo con un protagonista que empieza siendo un mierdecillas y acaba siendo el puto amo. Se le plantea un RETO. A John Wick, no. Desde el primer momento nos dicen que el tipo es un asesino despiadado, la muerte personificada, el villano le teme y respeta y asume que no tiene escapatoria. John Wick es un monstruo, y los directores nos lo plantean maravillosamente en una secuencia capaz de poner la piel de gallina.
Su labor es uno de los grandes pilares de la obra. El film no se corta en su grandilocuencia, bañando al metraje de un tono épico muy funcional, con secuencias asombrosamente expresivas. Chad Stahelski y David Leitch solían currar como segunda unidad en multitud de producciones, por lo que el salto a su propio largometraje es motivo de júbilo, vistos los resultados. Los autores demuestran dominio en la narración, y son capaces de transmitir el peso de la bestia que han liberado. Todo ello con la guinda de una elegancia sobrehumana, incluso en las escenas más caóticas.
Y es que, si algo define a la figura de John Wick es la elegancia, y esa filosofía es llevada al extremo. Podemos percibirla, obviamente, en el vestuario de los personajes o en su forma de actuar; pero también la encontraremos en su cuidado montaje, en su preciso uso del lenguaje audiovisual o en las mismas coreografías de las escenas de acción: no necesitan cámara lenta, ni cambios de plano constantes ni un montaje acelerado. Hablamos de muchos de los mejores tiroteos de la historia del cine, e incluso de una forma distinta de entender este tipo de escenas.
También ayuda mucho, muchísimo, todo el universo creado alrededor del personaje. Los creadores hacen bien en enseñarnos lo justo, racaneando un poco incluso, y crean un submundo criminal que acaba estando más integrado en la trama de lo que pudiera parecer en un primer momento. Este mundo funciona bajo unas reglas muy específicas, y lo hace como un reloj suizo; pero al mismo tiempo, nunca termina de saltar a un primer nivel de la narración ni nos ofrece las respuestas que buscamos, incrementando de ese modo su misticismo. Una película normal nos lo habría presentado explícitamente, pero John Wick no: John Wick ya lo conoce, y lo maneja.
Por otro lado, el propio personaje merece un fuerte aplauso por varios motivos. Es un hombre de pocas palabras, pero de silencios que acojonan mucho; terroríficamente minucioso y absurdamente letal. Sorprende que puedas empatizar con un personaje así, y que tenga la entidad suficiente como para sustentar una película, pero gracias a la excelente interpretación de Keanu Reeves llegamos a creérnoslo con facilidad. Keanu es fundamental para esta obra, no solo por su contenido papel –más de un actor habría presionado para meter más líneas SEGURO-, sino por el gusto que da ver renacer a un querido actor que ha pasado unos años… inestables.
“John Wick” es una película de acción realmente agradable, que incluso se permite un momento para aportar capas de profundidad a la historia. Pero no tienes por qué hacerles caso: su visionado se sustenta bien en los disparos y en los golpes de efecto. Y no hay nada de malo en ello, pues el cine también tiene mucho de espectáculo circense.
Me llamaron mucho la atención los primeros minutos después del incidente. Las películas suelen querer mostrar un desarrollo, y buscan reflejarlo con un protagonista que empieza siendo un mierdecillas y acaba siendo el puto amo. Se le plantea un RETO. A John Wick, no. Desde el primer momento nos dicen que el tipo es un asesino despiadado, la muerte personificada, el villano le teme y respeta y asume que no tiene escapatoria. John Wick es un monstruo, y los directores nos lo plantean maravillosamente en una secuencia capaz de poner la piel de gallina.
Su labor es uno de los grandes pilares de la obra. El film no se corta en su grandilocuencia, bañando al metraje de un tono épico muy funcional, con secuencias asombrosamente expresivas. Chad Stahelski y David Leitch solían currar como segunda unidad en multitud de producciones, por lo que el salto a su propio largometraje es motivo de júbilo, vistos los resultados. Los autores demuestran dominio en la narración, y son capaces de transmitir el peso de la bestia que han liberado. Todo ello con la guinda de una elegancia sobrehumana, incluso en las escenas más caóticas.
Y es que, si algo define a la figura de John Wick es la elegancia, y esa filosofía es llevada al extremo. Podemos percibirla, obviamente, en el vestuario de los personajes o en su forma de actuar; pero también la encontraremos en su cuidado montaje, en su preciso uso del lenguaje audiovisual o en las mismas coreografías de las escenas de acción: no necesitan cámara lenta, ni cambios de plano constantes ni un montaje acelerado. Hablamos de muchos de los mejores tiroteos de la historia del cine, e incluso de una forma distinta de entender este tipo de escenas.
También ayuda mucho, muchísimo, todo el universo creado alrededor del personaje. Los creadores hacen bien en enseñarnos lo justo, racaneando un poco incluso, y crean un submundo criminal que acaba estando más integrado en la trama de lo que pudiera parecer en un primer momento. Este mundo funciona bajo unas reglas muy específicas, y lo hace como un reloj suizo; pero al mismo tiempo, nunca termina de saltar a un primer nivel de la narración ni nos ofrece las respuestas que buscamos, incrementando de ese modo su misticismo. Una película normal nos lo habría presentado explícitamente, pero John Wick no: John Wick ya lo conoce, y lo maneja.
Por otro lado, el propio personaje merece un fuerte aplauso por varios motivos. Es un hombre de pocas palabras, pero de silencios que acojonan mucho; terroríficamente minucioso y absurdamente letal. Sorprende que puedas empatizar con un personaje así, y que tenga la entidad suficiente como para sustentar una película, pero gracias a la excelente interpretación de Keanu Reeves llegamos a creérnoslo con facilidad. Keanu es fundamental para esta obra, no solo por su contenido papel –más de un actor habría presionado para meter más líneas SEGURO-, sino por el gusto que da ver renacer a un querido actor que ha pasado unos años… inestables.
“John Wick” es una película de acción realmente agradable, que incluso se permite un momento para aportar capas de profundidad a la historia. Pero no tienes por qué hacerles caso: su visionado se sustenta bien en los disparos y en los golpes de efecto. Y no hay nada de malo en ello, pues el cine también tiene mucho de espectáculo circense.
29 de agosto de 2021
29 de agosto de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bienvenidos a la película de género "Hitman" más plana que puedes echarte a la cara: la historia trillada, las motivaciones infantiles, las escenas de acción copicheadas de Matrix y un protagonista con menos profundidad que un charco. Tiene tan poco fondo que resulta difícil diferenciar el título de la sinopsis: la película se llama "John Wick (otro día para matar)" y la película va de John Wick, que se va a pasar el día matando (porque sí).
Un auténtico desperdicio usar a un actorazo consagrado como Keanu Reeves para hacer este bodrio. Ojalá la saga mejore en las siguientes entregas porque han empezado bien flojo.
P.D. Un "Carquiñón" es un dulce típico de Alcalá de Guadaíra que se hace con las sobras de otros pasteles y que se parece un poquito a un m*jón; no se me ocurrió mejor símil para este filme.
Un auténtico desperdicio usar a un actorazo consagrado como Keanu Reeves para hacer este bodrio. Ojalá la saga mejore en las siguientes entregas porque han empezado bien flojo.
P.D. Un "Carquiñón" es un dulce típico de Alcalá de Guadaíra que se hace con las sobras de otros pasteles y que se parece un poquito a un m*jón; no se me ocurrió mejor símil para este filme.
10 de marzo de 2023
10 de marzo de 2023
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mira que soy agradecida y poco exigente con películas de pasar el rato, pero esto es el colmo del absurdo sin sentido. Se puede decir que apenas hay guión y preferiría que no lo hubiera en absoluto porque lo poco que hay no tiene ni pies ni cabeza. Prefiero mil veces ver jugar a un vídeo juego que ni si quiera me emocione antes que tragarme este truño. No entiendo las críticas positivas, ni la puntuación. Quizás el problema es que no entiendo nada de esta peli.
20 de abril de 2016
20 de abril de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A ver, me sorprende las críticas de entusiasmo que he leído. Esta película es básicamente entretenimiento puro y duro, una más. El inicio es un tanto absurdo, armar la de Dios con el único pretexto de haber matado a tu perro y robado un coche...no se yo....también absurdo la de oportunidades que tiene el malo malísimo (mafioso ruso por supuesto) de cargárselo al final cuando lo atropellan....como absurdo la pelea final sin armas cuando John tiene un arma y el malo no (acuérdate de Indiana Jones hombre por favor..). Lo único interesante es el Hotel donde los sicarios y demás lumpen del gremio podían acogerse a sagrado y en el que el medio de pago eran monedas de oro...a mí es lo que más me gustó.
En fin, ya os digo, entretenida sin más....
En fin, ya os digo, entretenida sin más....
3 de febrero de 2018
3 de febrero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
John Wick, asesino poeta, sombra letal, fantasma hierático, profesional de la muerte, lleva en sus venas la sangre de cientos de pistoleros, forajidos, justicieros, vaqueros, mercenarios y soldados que pintaron América de rojo, habita en un mundo de sociedades secretas, códigos mafiosos, asesinos a sueldo, familias de gánsters y mujeres fatales, personajes que huelen a cómic y lugares que suenan a videojuegos, John Wick, paladín de lo pulp, adalid de la noche, tuvo una vez, en algún sitio, una mujer, un perro y un coche, lo perdió todo y desde entonces vaga por la oscuridad, corazón solitario, alma atormentada, perro rabioso, vengador eterno, John Wick está de vuelta, ya resuenan los tiros, se escuchan gritos de pánico, tiembla la ciudad, John Wick, dispara balas con ecos literarios, destripa cuerpos con un bolígrafo, cercena la oscuridad con su pistola, cuídate de él porque ya viene, John Wick siempre vuelve.
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