Forrest Gump
8.2
204,840
Comedia. Drama. Romance
Forrest Gump (Tom Hanks) sufre desde pequeño un cierto retraso mental. A pesar de todo, gracias a su tenacidad y a su buen corazón será protagonista de acontecimientos cruciales de su país durante varias décadas. Mientras pasan por su vida multitud de cosas en su mente siempre está presente la bella Jenny (Robin Wright), su gran amor desde la infancia, que junto a su madre será la persona más importante en su vida. (FILMAFFINITY)
9 de diciembre de 2020
9 de diciembre de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacía muchísimos años que no veía Forrest Gump... joder, y ha sido un redescubrimiento maravilloso.
Con el paso de los años, a base de parodias y chistes, en gran parte por la forma de hablar del protagonista, se me había quedado un recuerdo de que Forrest era una americanada, que lo es, un poco tonta (recordemos que tonto es el que hace tonterías) pero que no estaba mal.
Y lo cierto es que Forrest no solo no esta mal, es que me ha parecido una grandísima película, un repaso por la historia de los EEUU del siglo XIX, a través de las aventuras y desventuras del bueno de Forrest, pero también es una preciosa historia de amor.
Además nos la presenta un personaje maravilloso, alguien que no da importancia a tantas cosas que a nosotros nos parecen tan importantes y nos generan estres, depresión y nos vuelven locos... y es que, seguramente, no sean tan importantes...y él es muy feliz, a pesar de todo, creo de verdad que él es feliz... y sigue adelante, sigue corriendo ¿por qué? pues porque sí, porque es lo que tenemos que hacer, seguimos corriendo, hasta que ya decidimos parar.
Pero incluso cuando paramos, incluso cuando la vida nos da un revés, de la forma que sea, Forrest no se viene abajo (de la misma manera que tampoco se viene arriba ante el éxito), va a otra cosa, a otro asunto y siempre encuentra una historia que contarnos y siempre le pasan cosas interesantes... aprendamos de Forrest, aprendamos la lección que el teniente Dan aprende, hay que vivir, luchar, seguir e intentar ser feliz, aunque por momentos nos parezca que es imposible... nos vendría tan bien.
A todo eso tengo que sumarle cierta intriga, porque no recordaba a donde iba Forrest ¿qué hacía en el banco? ¿a donde se dirigía? las respuestas a estas preguntas las había olvidado y cuando las descubrí, la historia me acabó de ganar del todo. Maravilloso final el que nos presenta la película de Zemeckis, ha sido un disfrute muy grande.
Seguimos viaje.
Un saludo.
Con el paso de los años, a base de parodias y chistes, en gran parte por la forma de hablar del protagonista, se me había quedado un recuerdo de que Forrest era una americanada, que lo es, un poco tonta (recordemos que tonto es el que hace tonterías) pero que no estaba mal.
Y lo cierto es que Forrest no solo no esta mal, es que me ha parecido una grandísima película, un repaso por la historia de los EEUU del siglo XIX, a través de las aventuras y desventuras del bueno de Forrest, pero también es una preciosa historia de amor.
Además nos la presenta un personaje maravilloso, alguien que no da importancia a tantas cosas que a nosotros nos parecen tan importantes y nos generan estres, depresión y nos vuelven locos... y es que, seguramente, no sean tan importantes...y él es muy feliz, a pesar de todo, creo de verdad que él es feliz... y sigue adelante, sigue corriendo ¿por qué? pues porque sí, porque es lo que tenemos que hacer, seguimos corriendo, hasta que ya decidimos parar.
Pero incluso cuando paramos, incluso cuando la vida nos da un revés, de la forma que sea, Forrest no se viene abajo (de la misma manera que tampoco se viene arriba ante el éxito), va a otra cosa, a otro asunto y siempre encuentra una historia que contarnos y siempre le pasan cosas interesantes... aprendamos de Forrest, aprendamos la lección que el teniente Dan aprende, hay que vivir, luchar, seguir e intentar ser feliz, aunque por momentos nos parezca que es imposible... nos vendría tan bien.
A todo eso tengo que sumarle cierta intriga, porque no recordaba a donde iba Forrest ¿qué hacía en el banco? ¿a donde se dirigía? las respuestas a estas preguntas las había olvidado y cuando las descubrí, la historia me acabó de ganar del todo. Maravilloso final el que nos presenta la película de Zemeckis, ha sido un disfrute muy grande.
Seguimos viaje.
Un saludo.
17 de febrero de 2022
17 de febrero de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Forrest Gump es posiblemente una de las mejores películas que he tenido el placer de ver. Es sencillamente una autentica joya del cine. Aparentemente es solo un personaje normal, como otro cualquiera e incluso podría decirse que es algo "diferente".
Perfectamente integrado con imágenes reales de archivo, conociendo a personajes históricos y con un punto de inocencia sorprendente, al final de la película realmente se ve lo diferente que es del resto y que realmente como dice su mama "un tonto, es el que hace tonterías" pero Forrest...no es tonto en absoluto
Perfectamente integrado con imágenes reales de archivo, conociendo a personajes históricos y con un punto de inocencia sorprendente, al final de la película realmente se ve lo diferente que es del resto y que realmente como dice su mama "un tonto, es el que hace tonterías" pero Forrest...no es tonto en absoluto
14 de agosto de 2022
14 de agosto de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bajo el manto que ofrece la ternura de su protagonista la película ganadora del Oscar realiza un repaso por buena parte de la historia cultural y política del siglo XX estadounidense. Jenny, la chica de Forrest, del abuso al castigo.
Por Nicolás Bianchi
Robert Zemeckis había dirigido la trilogía de Back to the future y ya era un director consagrado a la hora de encarar este proyecto, basado en una novela publicada en los años 80 por Winston Groom. No es un maestro del cine, porque no se trata de alguien vanguardista ni que haya producido algún tipo de avance, pero sí un profesional de la narración. Zemeckis sabe contar y en Forrest Gump lo hace muy bien. De hecho, la principal virtud de la película es que resulta sumamente entretenida. En parte, esto se debe al ritmo. La historia no se detiene nunca, al igual que su protagonista cuando comienza a correr.
Hay dos historias dentro de Forrest Gump. Está la historia de adaptación, superación y amor de Forrest por un lado. Por el otro, está la historia que podría escribirse con mayúscula, desde los años 50 a principios de los 80. La Guerra Fría, los presidentes norteamericanos baleados, Vietnam, el rock, los hippies y otras mil cosas más. Como si fuera la canción We didn´t start the fire de Billy Joel, la película arroja a la pantalla decenas de nombres propios, menciones políticas e hitos culturales.
Prima siempre el tono de comedia para relatar la historia política y el melodramático para la vida personal del protagonista. En este último punto hay algo que se muestra pero no se dice. Forrest empieza a correr porque es víctima del bullying, al parecer omnipresente en la historia estadounidense. Al fin y al cabo es otra de las formas de la violencia, que puede expresarse con el tiro que desparrama los sesos de Kennedy por el Cadillac presidencial o las piedras que vuelan a la cabeza de Forrest, castigado por sufrir algún tipo de retraso intelectual.
Justamente quien insta a Forrest a correr para escapar de los piedrazos es Jenny (Robin Wright), una niña abusada por su padre alcohólico que cuenta con la belleza como única herramienta para tratar de ser alguien en la vida. A lo largo de la película, este personaje femenino, ya en su adultez, es víctima constante de la violencia de género de parte de distintas parejas. Forrest (Tom Hanks) es la figura que siempre intenta “salvarla”, aunque eso sea imposible porque Jenny está condenada. Su vida cambiante, que va desde el flower power y la expansión de la conciencia hasta las discotecas en las que abundan la cocaína y las drogas duras, es cegada prematuramente por una enfermedad que la película no nombra: el Sida.
La otra mujer de peso en la narración es la madre de Forrest (Sally Field), abandonada por su marido y encargada exclusiva del niño con retraso madurativo. Cuando Forrest no es aceptado en la escuela estatal, Mrs. Gump recurre a entregar su cuerpo para lograr lo que quiere. Luego de una noche de sexo con el director del colegio, el niño es admitido en la escuela para “normales” y evita la educación “especial”. ¿Es un chiste posible a mediados de los 90, una crítica o una afirmación que indica que una mujer solo puede conseguir lo que necesita a través del sexo? ¿Un poco de todo?
El veloz repaso de la historia que hace el film de la historia estadounidense podría ser sometido a las mismas preguntas. Un ejemplo más: Forrest es llamado así por un abuelo lejano que había participado en la fundación del Ku Klux Klan, lo cual es narrado también en tono humorístico por el protagonista en una de las primeras escenas de la película. Forrest luego entabla una gran amistada con Bubba (Mylketi Williamson), que es afroamericano, y muere en combate Vietnam.
El protagonista luego cumple el que era el sueño compartido entre ambos, o sea la fundación de una compañía pesquera de camarones en Nueva Orleans, de la que participa el teniente Dan (Gary Sinise). Se hacen millonarios y parte del dinero es destinado a la familia de Bubba. Sin embargo, sus mundos nunca se integran. Blancos y negros pueden ir a la guerra juntos pero no trabajar como iguales, mucho menos con Forrest como subordinado, como era el plan original de los amigos. Son detalles a los que quizás en estas líneas se les esté prestando demasiada atención. Pero, al menos, sirven para pensar si detrás de ese tono dulce, tierno y complaciente de la película hay algo más. ¿Forrest es o se hace?
Está disponible en Netflix. Contacto: [email protected].
Por Nicolás Bianchi
Robert Zemeckis había dirigido la trilogía de Back to the future y ya era un director consagrado a la hora de encarar este proyecto, basado en una novela publicada en los años 80 por Winston Groom. No es un maestro del cine, porque no se trata de alguien vanguardista ni que haya producido algún tipo de avance, pero sí un profesional de la narración. Zemeckis sabe contar y en Forrest Gump lo hace muy bien. De hecho, la principal virtud de la película es que resulta sumamente entretenida. En parte, esto se debe al ritmo. La historia no se detiene nunca, al igual que su protagonista cuando comienza a correr.
Hay dos historias dentro de Forrest Gump. Está la historia de adaptación, superación y amor de Forrest por un lado. Por el otro, está la historia que podría escribirse con mayúscula, desde los años 50 a principios de los 80. La Guerra Fría, los presidentes norteamericanos baleados, Vietnam, el rock, los hippies y otras mil cosas más. Como si fuera la canción We didn´t start the fire de Billy Joel, la película arroja a la pantalla decenas de nombres propios, menciones políticas e hitos culturales.
Prima siempre el tono de comedia para relatar la historia política y el melodramático para la vida personal del protagonista. En este último punto hay algo que se muestra pero no se dice. Forrest empieza a correr porque es víctima del bullying, al parecer omnipresente en la historia estadounidense. Al fin y al cabo es otra de las formas de la violencia, que puede expresarse con el tiro que desparrama los sesos de Kennedy por el Cadillac presidencial o las piedras que vuelan a la cabeza de Forrest, castigado por sufrir algún tipo de retraso intelectual.
Justamente quien insta a Forrest a correr para escapar de los piedrazos es Jenny (Robin Wright), una niña abusada por su padre alcohólico que cuenta con la belleza como única herramienta para tratar de ser alguien en la vida. A lo largo de la película, este personaje femenino, ya en su adultez, es víctima constante de la violencia de género de parte de distintas parejas. Forrest (Tom Hanks) es la figura que siempre intenta “salvarla”, aunque eso sea imposible porque Jenny está condenada. Su vida cambiante, que va desde el flower power y la expansión de la conciencia hasta las discotecas en las que abundan la cocaína y las drogas duras, es cegada prematuramente por una enfermedad que la película no nombra: el Sida.
La otra mujer de peso en la narración es la madre de Forrest (Sally Field), abandonada por su marido y encargada exclusiva del niño con retraso madurativo. Cuando Forrest no es aceptado en la escuela estatal, Mrs. Gump recurre a entregar su cuerpo para lograr lo que quiere. Luego de una noche de sexo con el director del colegio, el niño es admitido en la escuela para “normales” y evita la educación “especial”. ¿Es un chiste posible a mediados de los 90, una crítica o una afirmación que indica que una mujer solo puede conseguir lo que necesita a través del sexo? ¿Un poco de todo?
El veloz repaso de la historia que hace el film de la historia estadounidense podría ser sometido a las mismas preguntas. Un ejemplo más: Forrest es llamado así por un abuelo lejano que había participado en la fundación del Ku Klux Klan, lo cual es narrado también en tono humorístico por el protagonista en una de las primeras escenas de la película. Forrest luego entabla una gran amistada con Bubba (Mylketi Williamson), que es afroamericano, y muere en combate Vietnam.
El protagonista luego cumple el que era el sueño compartido entre ambos, o sea la fundación de una compañía pesquera de camarones en Nueva Orleans, de la que participa el teniente Dan (Gary Sinise). Se hacen millonarios y parte del dinero es destinado a la familia de Bubba. Sin embargo, sus mundos nunca se integran. Blancos y negros pueden ir a la guerra juntos pero no trabajar como iguales, mucho menos con Forrest como subordinado, como era el plan original de los amigos. Son detalles a los que quizás en estas líneas se les esté prestando demasiada atención. Pero, al menos, sirven para pensar si detrás de ese tono dulce, tierno y complaciente de la película hay algo más. ¿Forrest es o se hace?
Está disponible en Netflix. Contacto: [email protected].
10 de junio de 2008
10 de junio de 2008
14 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si, Tom Hanks corrió hacia el “Oscar” como loco.
Y es que todo actor que quiere ganar un Oscar en la década de los 90´s, debe interpretar el papel de un imbécil, de un tarado, de un estúpido. De un inválido, de un ciego etc.
Realmente Tom Hanks no es de mis actores preferidos. Y en esta ocasión no es la excepción. Y solo puedo dar crédito a los efectos especiales, y a la manera de cómo Zemeckis nos cuenta una parte de la historia de los Estados Unidos.
El personaje de Forrest Gump no me enternece, mas bien me es indiferente.
En la vida real los tontitos como él son menos afortunados.
Y es que todo actor que quiere ganar un Oscar en la década de los 90´s, debe interpretar el papel de un imbécil, de un tarado, de un estúpido. De un inválido, de un ciego etc.
Realmente Tom Hanks no es de mis actores preferidos. Y en esta ocasión no es la excepción. Y solo puedo dar crédito a los efectos especiales, y a la manera de cómo Zemeckis nos cuenta una parte de la historia de los Estados Unidos.
El personaje de Forrest Gump no me enternece, mas bien me es indiferente.
En la vida real los tontitos como él son menos afortunados.
21 de enero de 2007
21 de enero de 2007
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Me llamo Forrest, Forrest Gump, y mi mamá dice, que tontos son los que hacen tonterías", esta presentación simulando la presentación de James Bond fallida, es el comienzo de lo que será una gran película que a nadie dejará indiferente. Llena de ritmo, con muchas historias en una enlazadas perfectamente y sin que decaiga el interés, contiene además, personajes entrañables perfectamente definidos (Forrest, Jenny, Teniente Dan, Buba...) y una dosis de crítica irónica e inteligente a la historia reciente de los EE. UU. Lo dicho, sin duda una obra maestra que todos deberíamos de ver.
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