Hay que subdividir a los personajes para empezar.
La periodista, El primer ministro, la gente y el presunto asesino -El Cerdo-.

-La gente. Las personas tienen moral o empatía. En casos, apatía. Aquí al principio, aun viendo a la princesa 'morir' no le interesa a la mayoría, más por el objeto demandante 'ese tema lo tomaré posteriormente'. Además de la morbosidad que da ver a una persona *revolcándose* con un cerdo.

-El primer ministro. Como es obvio para un político lo más importante es la imagen. Nada les importa más que caer bien. Tengan lo que tengan que hacer. Claro está que a priori él no lo va a hacer, pero viendo que no solo la opinión va a encontrar suya, sino la encerrona que tiene; si lo hace ganará poder y amor del público, pero tendrá traumas para siempre y probablemente nunca más volverá a usar su miembro; si no será demacrado, apestado, execrado, y todos los adjetivos deshonrosos que existen. Aun con eso, si la opinión pública estuviera a su favor todos sabemos que él no hubiera hecho nada.

-La periodista. Esta muestra, como es evidente un punto ya tocado de la aprobación y la falta de límites. Además, que las personas somos los nuevos periodistas de nuestra época. Con internet, Twitter, Youtube, etc...

-El Cerdo. Acá no cabe una alegoría, sino dos. La monarquía vs la democracia. Además de las implicaciones del cerdo. El asesino secuestrando a la princesa y pidiendo como rescate fornicar con cerdo, en mi opinión, es que le da igual de qué lado sean políticamente. Conservadores o libertarios, todos son un cerdo asqueroso que aran cualquier cosa por la aprobación de la gente. En mi opinión él no la iba a matar. Siento que él quería probar un punto. Si él no lo hacía -El primer ministro- significaba que tiene algo amor propio y no perpetraría algo así por cualquiera. Pero como lo hizo se suicidó mostrando que hasta el más putrefacto asqueroso gusano de la sociedad tiene algo de dignidad.

Mi nota a 'El Himno Nacional' es un 10/10.