Sangre y amor en París
2010 

5.6
12,436
Acción. Thriller
A Charlie Wax (John Travolta), un singular agente secreto estadounidense, le ha sido encomendada en París una misión de alto riesgo relacionada con el terrorismo y el tráfico de cocaína. El conflicto surge cuando tiene que vérselas con James Reece (Rhys Meyers), un empleado de la embajada norteamericana que se muestra contrario a los poco ortodoxos métodos de Wax. (FILMAFFINITY)
28 de agosto de 2012
28 de agosto de 2012
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Europa Corp es la productora francesa co-fundada por el director galo Luc Besson (El Quinto Elemento), a través de ella ha ido presentando productos enmarcados dentro del cine de acción de bajo presupuesto, logrando moderadas recaudaciones que casi siempre dan beneficios. Suelen ser películas dirigidas por algún realizador francés emergente, y con estrella de Hollywood en su plantel de intérpretes muchas veces, ejemplos son: Transporter, Colombiana, Danny the Dog, El Beso del Dragón, Hitman, Bandidas y este 2012 Lock-Out, pero hasta que me dé por verla (o no) me paro en el 2010 y el estreno de Desde París con Amor, la última referencia de Pierre Morel, quien tuvo un sorprendente éxito de taquilla con Venganza (también de Europa Corp), la entretenida cinta protagonizada por Liam Neeson que recaudó 225 millones de dólares en todo el mundo el año 2009.
Para Desde París con Amor repite esquema, cine de acción puro y duro con estrellas internacionales, en este caso John Travolta y Jonathan Rhys Meyers, encarnando a dos agentes secretos con la misión de acabar con una célula terrorista en la ciudad francesa. El primero es Charlie Wax, violento, chuleta y socarrón, el segundo es el prometido e inseguro James Reece. Como es natural, al principio no congenian, pero acaban por acercar posturas y hacerse amigos.
Escrita por el mismo productor, Luc Besson, Desde París con Amor es una ruta turística por París con sus dos protagonistas liándose a tiros con toda raza étnica que se cruce por delante (chinos, moros, negros...), el guión no existe, te dicen quienes son los buenos y los malos y desde entonces solo toca esperar a que en cada recoveco de la ciudad se encuentren para ¡Pim Pam Pum! Desde luego el Sr. Besson no se estrujó mucho el cerebro a la hora de idear el libreto, salvo que le diese por escribir las gracietas de las que hace gala un John Travolta muy pasado de vueltas (homenaje a Pulp Fiction incluido), aunque por lo menos se le ve pasarlo bien, no como a un pasmado Jonathan Rhys Meyers.
Dejando de lado esa carencia de guión y al pasmado del anuncio de Hugo Boss, hay cosas disfrutables, la primera es que la película no se toma en serio a sí misma y eso hace que se vea con ligereza, la segunda y más importante es el buen saber hacer de Pierre Morel, el ritmo frenético que le da al largometraje (pese a lo poco trascendente de la trama) y sobre todo las escenas de acción, violentas, ruidosas y bien enmarcadas por una cámara que captura en pantalla las apreciables acrobacias y coreografías que hacen los actores (y sus dobles).
Una hora y media de entretenimiento autoconsciente que es de usar y tirar, que habría mejorado si en lugar de ser una consecución de disparates, hubiera ido de algo. En todo caso, es otra prueba de que la cinematografía francesa es la única en atreverse a hacer (y triunfar con) producciones equiparables al cine medio norteamericano.
Para Desde París con Amor repite esquema, cine de acción puro y duro con estrellas internacionales, en este caso John Travolta y Jonathan Rhys Meyers, encarnando a dos agentes secretos con la misión de acabar con una célula terrorista en la ciudad francesa. El primero es Charlie Wax, violento, chuleta y socarrón, el segundo es el prometido e inseguro James Reece. Como es natural, al principio no congenian, pero acaban por acercar posturas y hacerse amigos.
Escrita por el mismo productor, Luc Besson, Desde París con Amor es una ruta turística por París con sus dos protagonistas liándose a tiros con toda raza étnica que se cruce por delante (chinos, moros, negros...), el guión no existe, te dicen quienes son los buenos y los malos y desde entonces solo toca esperar a que en cada recoveco de la ciudad se encuentren para ¡Pim Pam Pum! Desde luego el Sr. Besson no se estrujó mucho el cerebro a la hora de idear el libreto, salvo que le diese por escribir las gracietas de las que hace gala un John Travolta muy pasado de vueltas (homenaje a Pulp Fiction incluido), aunque por lo menos se le ve pasarlo bien, no como a un pasmado Jonathan Rhys Meyers.
Dejando de lado esa carencia de guión y al pasmado del anuncio de Hugo Boss, hay cosas disfrutables, la primera es que la película no se toma en serio a sí misma y eso hace que se vea con ligereza, la segunda y más importante es el buen saber hacer de Pierre Morel, el ritmo frenético que le da al largometraje (pese a lo poco trascendente de la trama) y sobre todo las escenas de acción, violentas, ruidosas y bien enmarcadas por una cámara que captura en pantalla las apreciables acrobacias y coreografías que hacen los actores (y sus dobles).
Una hora y media de entretenimiento autoconsciente que es de usar y tirar, que habría mejorado si en lugar de ser una consecución de disparates, hubiera ido de algo. En todo caso, es otra prueba de que la cinematografía francesa es la única en atreverse a hacer (y triunfar con) producciones equiparables al cine medio norteamericano.
20 de julio de 2010
20 de julio de 2010
1 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yankee recala a insultos en Paris y comienza a matarlos a todos, aderezando golpes, patadas y tiros con aburridos chistes "made in USA". Travolta es una caricatura, Travolta está peor que nunca, realmente Travolta está insoportable. Cada fotograma es un "deja vù" y claro, si es muy parecida a "Taken" y a muchas otras. Previsible, iconexa, inverosímil, muy mala. Ahora si no le exiges absolutamente nada al cine más que simple entretenimiento, esta película te va a encantar, pero es lamentable que en el cine no se hagan respetar los derechos del consumidor. Evítala.
17 de abril de 2010
17 de abril de 2010
4 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se que le pasa a Luc Besson. Cada vez escribe películas más malas y sobre todo más absurdas. Admiré Nikita y León el Profesional. Eran obras de acción pero con personajes bien estructurados, que hacían el relato entretenido y nosotros como público sentíamos empatía por ellos. Pero esto es basura en todos los sentidos. Y ni que decir de Travolta en el peor papel de su vida.
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