LightyearAnimación
5.8
12,022
Animación. Aventuras. Ciencia ficción. Comedia
La historia del origen de Buzz Lightyear, el héroe que inspiró el juguete, y que nos da a conocer al legendario Guardián Espacial que acabaría contando con generaciones de fans. (FILMAFFINITY)
23 de junio de 2022
23 de junio de 2022
33 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encantó la saga de toy story, su historia y sus personajes, pero en ésta la pifiaron. Pase que la historia está muy trillada, que hay fallos enormes en la continuidad de los personajes e incluso puedo aceptar errores muy graves de concepto en el desenlace de la misma. Pero no me parece correcto que se adoctrinen a los niños con escenas lgtbi.
Una cosa es la idea de la película, que de por sí es muy plana y no ofrece nada nuevo, ni una risa y otra es que obliguen a los niños a tragarse la ideología de moda.
Señores de Pixar, la película es mala. Falla el relato, los personajes, la historia es aburrida, se repite y los pocos chistes que pretende tener, son para los adultos. No todo vale por quedar bien con una comunidad. En fin, auguro un fracaso en taquilla.
Una cosa es la idea de la película, que de por sí es muy plana y no ofrece nada nuevo, ni una risa y otra es que obliguen a los niños a tragarse la ideología de moda.
Señores de Pixar, la película es mala. Falla el relato, los personajes, la historia es aburrida, se repite y los pocos chistes que pretende tener, son para los adultos. No todo vale por quedar bien con una comunidad. En fin, auguro un fracaso en taquilla.
19 de junio de 2022
19 de junio de 2022
14 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
26 años han pasado desde el estreno de Toy Story, la película que catapultó a su estudio, Pixar, a lo más alto de la industria y que supuso un hito en el cine de animación. Ahora llega a los cines un spin-off centrado en uno de los dos personajes protagonistas de Toy Story, el gran Buzz Lightyear.
En Toy Story, Buzz es un juguete que cree ser un guardián espacial, y Lightyear no es más que la película que inspiró al juguete, esa película que Andy vio de pequeño y que hizo de Buzz su personaje favorito junto al vaquero Woody. En esta película se nos cuenta el origen, entre comillas, de este legendario personaje. Y digo entre comillas porque la película no nos cuenta como tal el origen de Buzz como guardián espacial, sino que nos muestra directamente a Buzz en una misión de reconocimiento en un planeta inexplorado, donde parece que no hay vida inteligente. ¿Os suena de algo?
La película cuenta lo que le ocurre al legendario Guardián Espacial después de quedar atrapado en ese planeta hostil a 4,2 millones de años luz de la Tierra junto a su comandante y su tripulación. Buzz intentará encontrar la manera de volver a casa a través del espacio y el tiempo y, para lograrlo, contará con un grupo de ambiciosos reclutas, entre los que destaca Sox, su encantador gato robot. Pero la llegada del malvado Zurg, una presencia imponente con un ejército de robots despiadados y un misterioso plan, complicará las cosas, poniendo en peligro la misión de Buzz.
La película nos pone enseguida en situación con un buen prólogo que sirve de catapulta para lo que se nos contará en el resto de la cinta, con una historia interesante en la que, por otra parte, no se profundiza. No esperéis una explicación de los Guardianes Espaciales ni del propio mando estelar, la película no nos da apenas detalles, centrándose en exceso en la misión de Buzz por escapar, junto al resto de la tripulación, de ese inhóspito planeta y así poder volver a casa.
Como producción de Pixar que se precie, la animación es el punto más fuerte de la película, con un nivel muy alto en el aspecto visual, tanto en lo que se refiere a los personajes como a los escenarios y efectos varios. Toda la animación en su conjunto está muy cuidada y ralla a un nivel altísimo, siguiendo la senda marcada por un estudio que, al fin y al cabo, fue pionero en la producción de películas por animación digital.
La historia que se nos cuenta, como os digo, no trata el origen de Buzz como Guardián Espacial, centrándose la trama en las peripecias que debe hacer Buzz, junto a su equipo de reclutas, para superar su misión, como buen ranger que es. Como os podréis imaginar, la película cuenta con los toques de humor marca de la casa Pixar y también marca de la casa Disney, aunque por fortuna para todos, el humor inteligente de Pixar se sobrepone y domina al humor bastante absurdo al que Disney nos acostumbra en muchas de sus producciones.
A pesar de tratarse de un spin-off de Toy Story, la película se aparta del fanservice que tan de moda está últimamente en el cine, para ofrecernos una historia propia que no requiere de referencias a Toy Story para causar una buena impresión en el espectador, por lo que no esperes un cameo del Sr. Patata ni mucho menos. Ello no significa que gran parte del atractivo de la película sea el estar protagonizada por uno de los personajes centrales de Toy Story como es el bueno de Buzz.
La película nos ofrece unas buenas dosis de ciencia ficción, tratando temas como la dilatación del espacio-tiempo y sus efectos, en una referencia evidente a la exitosa Interstellar. A pesar de su carácter, a priori, infantil, Lightyear se siente una película madura y seria, que trata de darle verosimilitud a las cuestiones físicas que muchas veces son obviadas en otras películas supuestamente más adultas.
La película centra su atención, como no podía ser de otra forma, en Buzz, a quien le da voz el actor Chris Evans, el capi para los amigos. Durante la trama, se nos mostrará un Buzz que cuenta con muchos de los rasgos atribuidos al Buzz juguete de Toy Story, como el sentido de la lealtad, el heroísmo o la perseverancia a la hora de cumplir con la misión encomendada. Por el contrario, el resto de personajes secundarios que acompañan a Buzz en esta aventura resultan bastante olvidables, a excepción de Sox, el gato robot de Buzz, que acapara casi todas las escenas de humor, con un resultado más que satisfactorio. Sin duda, la inclusión de este simpático robogato ha sido todo un acierto.
Sin embargo, no todo en Lightyear es positivo. Aunque el ritmo es alto, sobre todo en la segunda mitad de la película, la historia que se nos cuenta es bastante simple, sin profundizar en los viajes espaciales, pues todo ocurre en el mismo planeta, además de tener alguna que otra conveniencia de guion impropia de una productora como Pixar, y a medida que se acerca su final, la película se vuelve bastante predecible. En su conjunto, Lightyear está bastante alejada del nivel mostrado por Pixar en algunas de sus mejores obras, como es la propia Toy Story, quedando una sensación de vacío que impide aupar a Lightyear a los altares del cine de animación.
En definitiva, Lightyear es un buen spin-off de Toy Story con grandes toques de ciencia ficción y un protagonista a la altura de la ocasión, con muy buenos puntos de humor, en su mayoría inteligente y en su justa medida, y con una animación sublime, pero a la que le falta una historia más profunda y redonda para ser catalogada como una de las mejores producciones de Pixar. Una película bastante disfrutable que recomiendo ver en el cine si te gusta la animación marca de la casa Pixar, pero siendo consciente de que no nos encontramos ante ninguna obra maestra, a fin de evitar llevarte una pequeña decepción. Una buena película, sí, pero alejada de las grandes obras a las que Pixar nos tiene acostumbrados.
Si te gusta el cine, te invito a visitar mi canal de Youtube.
https://www.youtube.com/channel/UCR_epqgzTd7ZIFvNee6OyeA
En Toy Story, Buzz es un juguete que cree ser un guardián espacial, y Lightyear no es más que la película que inspiró al juguete, esa película que Andy vio de pequeño y que hizo de Buzz su personaje favorito junto al vaquero Woody. En esta película se nos cuenta el origen, entre comillas, de este legendario personaje. Y digo entre comillas porque la película no nos cuenta como tal el origen de Buzz como guardián espacial, sino que nos muestra directamente a Buzz en una misión de reconocimiento en un planeta inexplorado, donde parece que no hay vida inteligente. ¿Os suena de algo?
La película cuenta lo que le ocurre al legendario Guardián Espacial después de quedar atrapado en ese planeta hostil a 4,2 millones de años luz de la Tierra junto a su comandante y su tripulación. Buzz intentará encontrar la manera de volver a casa a través del espacio y el tiempo y, para lograrlo, contará con un grupo de ambiciosos reclutas, entre los que destaca Sox, su encantador gato robot. Pero la llegada del malvado Zurg, una presencia imponente con un ejército de robots despiadados y un misterioso plan, complicará las cosas, poniendo en peligro la misión de Buzz.
La película nos pone enseguida en situación con un buen prólogo que sirve de catapulta para lo que se nos contará en el resto de la cinta, con una historia interesante en la que, por otra parte, no se profundiza. No esperéis una explicación de los Guardianes Espaciales ni del propio mando estelar, la película no nos da apenas detalles, centrándose en exceso en la misión de Buzz por escapar, junto al resto de la tripulación, de ese inhóspito planeta y así poder volver a casa.
Como producción de Pixar que se precie, la animación es el punto más fuerte de la película, con un nivel muy alto en el aspecto visual, tanto en lo que se refiere a los personajes como a los escenarios y efectos varios. Toda la animación en su conjunto está muy cuidada y ralla a un nivel altísimo, siguiendo la senda marcada por un estudio que, al fin y al cabo, fue pionero en la producción de películas por animación digital.
La historia que se nos cuenta, como os digo, no trata el origen de Buzz como Guardián Espacial, centrándose la trama en las peripecias que debe hacer Buzz, junto a su equipo de reclutas, para superar su misión, como buen ranger que es. Como os podréis imaginar, la película cuenta con los toques de humor marca de la casa Pixar y también marca de la casa Disney, aunque por fortuna para todos, el humor inteligente de Pixar se sobrepone y domina al humor bastante absurdo al que Disney nos acostumbra en muchas de sus producciones.
A pesar de tratarse de un spin-off de Toy Story, la película se aparta del fanservice que tan de moda está últimamente en el cine, para ofrecernos una historia propia que no requiere de referencias a Toy Story para causar una buena impresión en el espectador, por lo que no esperes un cameo del Sr. Patata ni mucho menos. Ello no significa que gran parte del atractivo de la película sea el estar protagonizada por uno de los personajes centrales de Toy Story como es el bueno de Buzz.
La película nos ofrece unas buenas dosis de ciencia ficción, tratando temas como la dilatación del espacio-tiempo y sus efectos, en una referencia evidente a la exitosa Interstellar. A pesar de su carácter, a priori, infantil, Lightyear se siente una película madura y seria, que trata de darle verosimilitud a las cuestiones físicas que muchas veces son obviadas en otras películas supuestamente más adultas.
La película centra su atención, como no podía ser de otra forma, en Buzz, a quien le da voz el actor Chris Evans, el capi para los amigos. Durante la trama, se nos mostrará un Buzz que cuenta con muchos de los rasgos atribuidos al Buzz juguete de Toy Story, como el sentido de la lealtad, el heroísmo o la perseverancia a la hora de cumplir con la misión encomendada. Por el contrario, el resto de personajes secundarios que acompañan a Buzz en esta aventura resultan bastante olvidables, a excepción de Sox, el gato robot de Buzz, que acapara casi todas las escenas de humor, con un resultado más que satisfactorio. Sin duda, la inclusión de este simpático robogato ha sido todo un acierto.
Sin embargo, no todo en Lightyear es positivo. Aunque el ritmo es alto, sobre todo en la segunda mitad de la película, la historia que se nos cuenta es bastante simple, sin profundizar en los viajes espaciales, pues todo ocurre en el mismo planeta, además de tener alguna que otra conveniencia de guion impropia de una productora como Pixar, y a medida que se acerca su final, la película se vuelve bastante predecible. En su conjunto, Lightyear está bastante alejada del nivel mostrado por Pixar en algunas de sus mejores obras, como es la propia Toy Story, quedando una sensación de vacío que impide aupar a Lightyear a los altares del cine de animación.
En definitiva, Lightyear es un buen spin-off de Toy Story con grandes toques de ciencia ficción y un protagonista a la altura de la ocasión, con muy buenos puntos de humor, en su mayoría inteligente y en su justa medida, y con una animación sublime, pero a la que le falta una historia más profunda y redonda para ser catalogada como una de las mejores producciones de Pixar. Una película bastante disfrutable que recomiendo ver en el cine si te gusta la animación marca de la casa Pixar, pero siendo consciente de que no nos encontramos ante ninguna obra maestra, a fin de evitar llevarte una pequeña decepción. Una buena película, sí, pero alejada de las grandes obras a las que Pixar nos tiene acostumbrados.
Si te gusta el cine, te invito a visitar mi canal de Youtube.
https://www.youtube.com/channel/UCR_epqgzTd7ZIFvNee6OyeA
18 de junio de 2022
18 de junio de 2022
23 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lightyear (2022), de Angus McLane, no es un relato protagonizado por un juguete sino por el personaje de la película que inspiró el juguete. No es la continuación de las cuatro producciones de Toy Story sino la imaginaria aventura estelar que protagonizó un personaje de ficción que cautivó al niño que decidió comprarse el juguete. Pero como Doctor Stranger en los multiversos de la locura, de Sam Raimi, es otra obra sobre las turbias sombras de la compulsión de control de las narrativa, o curso de los acontecimientos, de la vida. De nuevo, las posibles líneas temporales son las opciones de lo que pudiera haber sido o se desea que hubiera sido. El pasaje más sobresaliente de Up (2009), de Pete Docter, era un elíptico montaje secuencial en el que se condensaba el transcurso, durante décadas, de una relación sentimental, desde su gestación hasta su ruptura por el fallecimiento de ella. En Lightyear también destaca, sobremanera, otro elíptico montaje secuencial que confronta con el paso del tiempo y el deterioro y la muerte, a través de los sucesivos intentos de Buzz Lightyear para recuperar la hipervelocidad que permita a la nave, y a todos sus ocupantes, proseguir su viaje, en vez de permanecer atascados en ese planeta a cuatro millones de años luz de la tierra. Lo que para Buzz son los minutos que dura cada intento son cuatro años para los demás, por lo que para él, sumando sus sucesivos intentos, quizá no sea ni una hora, pero para los demás, para aquellos que conoce, son más de sesenta años. Ve cómo su mejor amiga, la comandante Alisha, se casa con alguien de la tripulación que conoció durante esa espera, cómo queda embarazada, cómo su hijo crece y se casa y tiene un hijo a su vez mientras su amiga Alisha envejece y muere. Él permanece igual, de vuelo en vuelo, mientras contempla, como espectador, cómo su amiga vive toda una vida. No solo es una bella forma de condensar el paso del tiempo a través de hitos en una vida. El tiempo se convierte en protagonista de la narración, en concreto, la posibilidad de distintas narrativas o líneas temporales en relación con la necesidad de corrección de los errores cometidos.
Buzz se empecina en conseguir que la nave recupere la hipervelocidad porque siente que fue un error suyo, al no lograr despegar con la suficiente eficiencia, lo que provocó que quedarán varados en ese planeta que parece solo habitado por gigantes insectos voladores que asemejan a crustáceos o plantas enredaderas que surgen de la tierra para atrapar a cualquier ser vivo. Esa condición de hombre que no envejece a diferencia del resto se corresponde con su condición de ser varado en el tiempo, en su error (cautivo de su particular planta enredadera interior). Su ansia de recuperar la hipervelocidad (la superación de los límites) es un empecinamiento en el que subyace un anhelo de corrección o reescritura de la realidad. Mientras los demás se adaptan a la nueva circunstancia y cimentan y construyen su vida (sobre los imprevistos), él queda enquistado en el pasado. Como le dice Alisha, si no hubiera acontecido ese accidente ella no hubiera conocido a la mujer de la que se ha enamorado. Pero para Buzz el Y si más bien adquiere la dimensión de borrado anhelado.
Buzz se empecina en conseguir que la nave recupere la hipervelocidad porque siente que fue un error suyo, al no lograr despegar con la suficiente eficiencia, lo que provocó que quedarán varados en ese planeta que parece solo habitado por gigantes insectos voladores que asemejan a crustáceos o plantas enredaderas que surgen de la tierra para atrapar a cualquier ser vivo. Esa condición de hombre que no envejece a diferencia del resto se corresponde con su condición de ser varado en el tiempo, en su error (cautivo de su particular planta enredadera interior). Su ansia de recuperar la hipervelocidad (la superación de los límites) es un empecinamiento en el que subyace un anhelo de corrección o reescritura de la realidad. Mientras los demás se adaptan a la nueva circunstancia y cimentan y construyen su vida (sobre los imprevistos), él queda enquistado en el pasado. Como le dice Alisha, si no hubiera acontecido ese accidente ella no hubiera conocido a la mujer de la que se ha enamorado. Pero para Buzz el Y si más bien adquiere la dimensión de borrado anhelado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Por eso, sus intentos por conseguir la hipervelocidad conducen a la confrontación final con una alternativa temporal de él mismo que intenta corregir la sucesión de acontecimientos. Su doppelpanger es el reflejo de su propia obsesión, un yo alternativo que no tiene en consideración la vida de los otros, cuál fue la narrativa de su vida, las relaciones que crearon, el tejido de sus respectivas historias en el tiempo, sino la particular frustración del yo al que solo importa cómo los hechos le afectan a él.
Buzz quiere reescribir su pasado y está convencido de que dispone de las capacidades para resolver cualquier circunstancia por adversa que sea. Esa suficiencia o inconsciencia se contrasta con la asunción de la vertiente fundamental de la colaboración o del sentido del equipo que es, también, asunción de la necesidad de ayuda. La vida no gira alrededor de uno y los otros no son funciones circunstanciales. Al respecto Lightyear parece una variación de Río Bravo (1959), de Howard Hawks, en la que, incluso, la vida del prototipo de la virilidad masculina, encarnada por John Wayne, era salvada en diferentes lances por quienes dentro de la categorización regida por la normativa virilidad adulta (por añadidura blanca) se supone inferiores o más débiles o menos resolutivos teóricamente, sea un hombre más joven, o más anciano, o que sufre una crisis emocional que le ha conducido al alcoholismo, o sea mujer o de otra etnia. Lightyear se enfrenta a la circunstancia crítica acompañado de tres que no son siquiera novatos, una chica joven, nieta de Alisha, una anciana ex convicta y un hombre que destaca por su torpeza (además de un gato robótico que dispondrá de la capacidad intelectual para resolver un problema crucial). Durante la resolución de los diferentes lances o percances a los que se enfrentan deberá asumir y aceptar que no es él quien es el único capaz de conseguir solventar las situaciones sino que resulta crucial la ayuda y colaboración de quienes, en principio, minusvalora por lo que considera incapacidades. La realidad no es una pantalla que debe ajustarse a las necesidades y deseos de un yo sino un tejido constituido por las conexiones con los otros.
Alexander Zárate
elcinedesolaris.blogspot.com
Buzz quiere reescribir su pasado y está convencido de que dispone de las capacidades para resolver cualquier circunstancia por adversa que sea. Esa suficiencia o inconsciencia se contrasta con la asunción de la vertiente fundamental de la colaboración o del sentido del equipo que es, también, asunción de la necesidad de ayuda. La vida no gira alrededor de uno y los otros no son funciones circunstanciales. Al respecto Lightyear parece una variación de Río Bravo (1959), de Howard Hawks, en la que, incluso, la vida del prototipo de la virilidad masculina, encarnada por John Wayne, era salvada en diferentes lances por quienes dentro de la categorización regida por la normativa virilidad adulta (por añadidura blanca) se supone inferiores o más débiles o menos resolutivos teóricamente, sea un hombre más joven, o más anciano, o que sufre una crisis emocional que le ha conducido al alcoholismo, o sea mujer o de otra etnia. Lightyear se enfrenta a la circunstancia crítica acompañado de tres que no son siquiera novatos, una chica joven, nieta de Alisha, una anciana ex convicta y un hombre que destaca por su torpeza (además de un gato robótico que dispondrá de la capacidad intelectual para resolver un problema crucial). Durante la resolución de los diferentes lances o percances a los que se enfrentan deberá asumir y aceptar que no es él quien es el único capaz de conseguir solventar las situaciones sino que resulta crucial la ayuda y colaboración de quienes, en principio, minusvalora por lo que considera incapacidades. La realidad no es una pantalla que debe ajustarse a las necesidades y deseos de un yo sino un tejido constituido por las conexiones con los otros.
Alexander Zárate
elcinedesolaris.blogspot.com
18 de junio de 2022
18 de junio de 2022
9 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lightyear (2022).
“¡Hasta el infinito y más allá!”
El responsable de “Buscando a Dori” y algunos cortos sobre el personaje del que hoy nos ocupamos, dirige y coescribe este Spin-off sobre el héroe en el que se basó el célebre juguete de Toy Story 4 (2019), Buzz Lightyear.
“Somos guardianes espaciales. Debemos culminar la misión."
Siempre bajo las directrices de la potente productora Disney Pixar, la película nos presenta a un valiente y abnegado astronauta que, tras aterrizar accidentalmente sobre un planeta hostil, intenta una y otra vez buscar una solución para sacar del atolladero a todo el grupo de humanos que le acompañan. El problema se presentará cuando, para alcanzar la hipervelocidad, tendrá que avanzar en el tiempo una y otra vez viendo envejecer aceleradamente al resto de la tripulación mientras él sigue igual de joven.
En la versión estadounidense destacan las voces de Chris Evans (Buzz), Taika Waititi y James Brolin en sendos personajes principales.
La cinta entretiene gracias a una impecable factura, unos magníficos efectos sonoros (originales de Lucasfilm), una acción constante, una digna banda sonora y unos diálogos en clave de humor. Aún así, ni la crítica ni el público ha acogido la película de animación con la misma ilusión que la tetralogía original que todos conocemos.
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 6,5
https://www.filmaffinity.com/es/film463196.html
“¡Hasta el infinito y más allá!”
El responsable de “Buscando a Dori” y algunos cortos sobre el personaje del que hoy nos ocupamos, dirige y coescribe este Spin-off sobre el héroe en el que se basó el célebre juguete de Toy Story 4 (2019), Buzz Lightyear.
“Somos guardianes espaciales. Debemos culminar la misión."
Siempre bajo las directrices de la potente productora Disney Pixar, la película nos presenta a un valiente y abnegado astronauta que, tras aterrizar accidentalmente sobre un planeta hostil, intenta una y otra vez buscar una solución para sacar del atolladero a todo el grupo de humanos que le acompañan. El problema se presentará cuando, para alcanzar la hipervelocidad, tendrá que avanzar en el tiempo una y otra vez viendo envejecer aceleradamente al resto de la tripulación mientras él sigue igual de joven.
En la versión estadounidense destacan las voces de Chris Evans (Buzz), Taika Waititi y James Brolin en sendos personajes principales.
La cinta entretiene gracias a una impecable factura, unos magníficos efectos sonoros (originales de Lucasfilm), una acción constante, una digna banda sonora y unos diálogos en clave de humor. Aún así, ni la crítica ni el público ha acogido la película de animación con la misma ilusión que la tetralogía original que todos conocemos.
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 6,5
https://www.filmaffinity.com/es/film463196.html
19 de junio de 2022
19 de junio de 2022
13 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el 1995 empezó una historia sobre juguetes que cobraban vida llamada "Toy Story" (John Lasseter, 1995) y con el paso de los años derivó en una saga de películas hasta que en 2022 se estrena el spin off de uno de sus personajes más emblemáticos: Buzz Lightyear. Pixar no sólo acomete una divertida película para su público más infantil porque con el uso de referencias a otras películas del género de ciencia ficción y el tipo de argumento desde donde se proyecta la película se apoya en un disfrute diverso en cuanto a la edad de sus espectadores.
Sus referencias a obras como "Capitán América: Soldado de Invierno (Russo Brothers, 2014), "Alien: El octavo pasajero" (Ridley Scott, 1979), "2001: Una odisea en el espacio" (Stanley Kubrick, 1968), "Los Vengadores" (Joss Wheedon, 2012) y "Star Wars" (George Lucas, 1977) entre muchas, elaboran un guion bastante poco original, debido a que se apoya en otras películas para crear una historia que sea reconocible e intentar que se piense poco en sus clichés habituales y su maniqueísmo simple.
Aún sabiendo que no hay mayor sorpresa salvo su entretenimiento y su buen uso de las herramientas y narraciones antes vistas en el género, su música es totalmente perfecta para los personajes y el heroísmo que plantea redescubrir a un personaje que ha sido conocido en otras circunstancias y deconstrucciones. Lo que Angus MacLane expone es una exploración y una creación totalmente nueva de un personaje bastante encasillado en su identidad durante mucho tiempo atrás.
Es por eso que la ironía de que sea totalmente similar al Capitán América del UCM y que el actor que lo interpreta otorgue su papel en este spin off, es decir, Chris Evans, es algo bastante a tener en cuenta. Michael Giacchino emplea un trabajo que podría tener ecos al porte musical de Henry Jackman para dicho personaje del UCM en su trilogía, lo que demuestra la base por la que se sustenta todo el potencial de "Lightyear".
Para los más pequeños y no tan pequeños, la totalidad del filme supone un gran entretenimiento y un disfrute a la altura del desafío que plantea Pixar con este largometraje, el fallo sería esperar mucho más de algo que de por sí ya rompe con la tendencia natural de las franquicias cinematográficas conocidas y que arriesgan más de lo que ganan con la explotación de ciertos productos de sus anteriores entregas.
Sus referencias a obras como "Capitán América: Soldado de Invierno (Russo Brothers, 2014), "Alien: El octavo pasajero" (Ridley Scott, 1979), "2001: Una odisea en el espacio" (Stanley Kubrick, 1968), "Los Vengadores" (Joss Wheedon, 2012) y "Star Wars" (George Lucas, 1977) entre muchas, elaboran un guion bastante poco original, debido a que se apoya en otras películas para crear una historia que sea reconocible e intentar que se piense poco en sus clichés habituales y su maniqueísmo simple.
Aún sabiendo que no hay mayor sorpresa salvo su entretenimiento y su buen uso de las herramientas y narraciones antes vistas en el género, su música es totalmente perfecta para los personajes y el heroísmo que plantea redescubrir a un personaje que ha sido conocido en otras circunstancias y deconstrucciones. Lo que Angus MacLane expone es una exploración y una creación totalmente nueva de un personaje bastante encasillado en su identidad durante mucho tiempo atrás.
Es por eso que la ironía de que sea totalmente similar al Capitán América del UCM y que el actor que lo interpreta otorgue su papel en este spin off, es decir, Chris Evans, es algo bastante a tener en cuenta. Michael Giacchino emplea un trabajo que podría tener ecos al porte musical de Henry Jackman para dicho personaje del UCM en su trilogía, lo que demuestra la base por la que se sustenta todo el potencial de "Lightyear".
Para los más pequeños y no tan pequeños, la totalidad del filme supone un gran entretenimiento y un disfrute a la altura del desafío que plantea Pixar con este largometraje, el fallo sería esperar mucho más de algo que de por sí ya rompe con la tendencia natural de las franquicias cinematográficas conocidas y que arriesgan más de lo que ganan con la explotación de ciertos productos de sus anteriores entregas.
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