Los abrazos rotos
2009 

6.3
26,687
Drama. Romance
Cuando el escritor Mateo Blanco (Lluís Homar) viajaba con Lena (Penélope Cruz), la mujer de su vida, sufrió un accidente de coche que lo dejó ciego. Harry Caine es el pseudónimo con el que firma sus trabajos literarios. Como director de cine usa, en cambio, su nombre real. Harry Caine vive de los guiones que escribe gracias a la ayuda de Judit García (Portillo), su antigua y fiel directora de producción, y de Diego (Tamar Novas), el ... [+]
20 de diciembre de 2009
20 de diciembre de 2009
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una dirección y realización con intención artística, que no es poco. Penélope Cruz estupenda, como siempre. Luis Homar, ídem.
El guión es bueno, aunque con muchos altibajos tanto en la trama (innecesario el final y en general, el personaje de la concejala, metida con calzador) como el los diálogos, que alterna frases magistrales con frases difíciles de encajar.
El guión es bueno, aunque con muchos altibajos tanto en la trama (innecesario el final y en general, el personaje de la concejala, metida con calzador) como el los diálogos, que alterna frases magistrales con frases difíciles de encajar.
12 de enero de 2010
12 de enero de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es la primera crítica que hago de mi paisano Pedro Almodovar (Calzada de Calatrava) y es que estoy bastante contento de los últimos trabajos que ha realizado (borrando del mapa la infumable La mala educación). Yo que he visto casi todas sus películas, la verdad es que casi nunca salía satisfecho del cine, pero desde que vi Hable con ella me dije a mi mismo; por fin algo bueno, y es que salvando como he dicho antes La mala educación que es malísima, las últimas películas de Pedro son bastante buenas. Aunque no llegue a ser tan buena como Volver, esta Los abrazos rotos es una película, que no llega a tener momentos culminantes, pero que cuenta con una historia sencilla pero bien llevada, sin llegar a liarse demasiado para que los espectadores no pierdan el hilo narrativo. Lo peor de la película es sin duda su comienzo, cuando lo ví pense "ya estamos otra vez", otra escena más de sexo marca de la casa, pero despues empieza a funcionar una historia que por desgracia se suele dar con bastante asiduidad en el mundo actual; la tipica niña guapa afeitando con el viejo que tiene la pasta (para luego ir a desahogarse al aseo por el asco que le da esa situación), que pena. Con maravillosas interpretaciones de Lluís Homar, Penelope Cruz y una grandiosa Blanca Portillo, la historia aunque no llega a enamorar, bien es cierto que te mantiene atento y que no llega a caer en el aburrimiento. Tengo que destacar el primer plano que toma Almodovar de cuando Blanca Portillo le pone el brazo a Lluís Homar para ayudarle a bajar las escaleras y este lo rechaza despues de contarle que lo había traicionado; magnífico ese plano. El final, aunque un poquito largo es bastante aceptable. En resumidas cuentas enhorabuena Pedro, que sigas contadonos bonitas historias como esta y a ver si te dejas caer un poco más por tu pueblo que se te aprecia un montón.
25 de marzo de 2010
25 de marzo de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Almodóvar combina melodrama y comedia en esta película excepcional, notablemente original que nos recuerda lo mejor de su producción dramática y el estilo único de su comedia mediante la utilización del recurso de las “cajas chinas”, una dentro de otra, con unas espléndidas actuaciones de los protagonistas y una asombrosa compenetración de los actores secundarios.
Es un homenaje al cine como afluente de la vida o a la vida como afluente del cine con referencias a muchos cineastas clásicos y con una inspiración que viene de Hitchcock y Bergman pero principalmente de Almodóvar mismo.
Se le puede achacar deficiencias y altibajos en el guión e incluso desorden en la edición pero quizás esto lo haya querido así para acondicionar y graficar el argumento del filme que es en realidad complicado pero muy apasionante.
Llama la atención como el director ha querido hacer una película donde entren todos los elementos de su cinematografía que nos haga recordar a sus anteriores películas como “Todo sobre mi madre”, “Hable con ella”, “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, “Tacones lejanos” y “Atame” en un esfuerzo muy ambicioso con feliz resultado que lo resarce de sus medianas “Volver” y “La mala educación”.
Es un homenaje al cine como afluente de la vida o a la vida como afluente del cine con referencias a muchos cineastas clásicos y con una inspiración que viene de Hitchcock y Bergman pero principalmente de Almodóvar mismo.
Se le puede achacar deficiencias y altibajos en el guión e incluso desorden en la edición pero quizás esto lo haya querido así para acondicionar y graficar el argumento del filme que es en realidad complicado pero muy apasionante.
Llama la atención como el director ha querido hacer una película donde entren todos los elementos de su cinematografía que nos haga recordar a sus anteriores películas como “Todo sobre mi madre”, “Hable con ella”, “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, “Tacones lejanos” y “Atame” en un esfuerzo muy ambicioso con feliz resultado que lo resarce de sus medianas “Volver” y “La mala educación”.
18 de marzo de 2009
18 de marzo de 2009
21 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amo el cine de Pedro Almodóvar.
Odio el cine de Pedro Almodóvar.
En esta dicotomía se resume lo que el cine de mi compatriota me hace sentir. Amor y odio,últimamente a partes iguales.
Me parece mentira que el AUTOR de, para mi gusto, las dos mejores películas españolas de todos los tiempos, "Volver" y "Mujeres...", nos dé una de cal y una de arena constantemente y nos cuele ahora su película más cara y "personal" ( EJEM ), un batiburrillo de todo a cien de sus obsesiones y fijaciones, de sus éxitos y fracasos, fotografiado, musicado e interpretado en su mayor parte como siempre, estupendamente, pero carente de cualquiera de las virtudes que el manchego explota cuando las explota y vacía en casi la totalidad de su metraje, que por primera vez se me ha hecho cansino, casi eterno...
Esa falsa estructura a lo matrioshka fílmica, con historia dentro de la historia y personaje dentro del personaje, que ya cansaba y aburría en otros de sus intentos, como "La mala educación", aquí no sólo aburre y hastía, sino que decepciona y mucho.
Las estridencias abundan a modo de cameos a lo "Torrente", con personajes innecesarios y que evidencian la vacuidad de la cinta y los retortijones a modo de flashback no convencen y despistan... Todo un fracaso....
Si algo destaca sobre manera en la película es la interpretación de Penélope, mucho menos magistral que en "Volver", pero igual de seductora e hipnótica, por lo que la cinta pierde enteros cada vez que sale de plano, si bien el resto del casting es en su mayoría acertado, en especial Homar y Portillo, con excepciones horrendas, como es el caso del buen actor José Luis Gómez, en este caso espantoso.
Y ahora bien, si hay algo HORRIBLE, decepcionante, absurdo y avergonzante en "Los abrazos rotos" es el auto homenaje contínuo, el ejercicio de onanismo cinematográfico a modo de Narciso que hace Almodóvar y que desgraciadamente le llevará al mismo fin, ahogarse en el fondo del rio de la crítica consecuente y el público exigente.
La explotación del humor fresco, inteligente e irrepetible de "Mujeres al borde de un ataque de nervios" a modo de ( nuevamente) auto homenaje en "Chicas y maletas", es poco menos que decepcionante. Casi tanto como el espantoso cortometraje que surgió de ese homenaje.
En resumidas cuentas la película, en manos de cualquier otro director merecería al menos un 6, pero en manos de un maestro, de un genio, aunque sea a ratos, no pasa del 1.
Lo mejor: Penélope Cruz envuelta en fotografía admirable y con música correcta de fondo.
Lo peor: El amor propio exagerado del manchego universal. Y José Luis Gómez....
Odio el cine de Pedro Almodóvar.
En esta dicotomía se resume lo que el cine de mi compatriota me hace sentir. Amor y odio,últimamente a partes iguales.
Me parece mentira que el AUTOR de, para mi gusto, las dos mejores películas españolas de todos los tiempos, "Volver" y "Mujeres...", nos dé una de cal y una de arena constantemente y nos cuele ahora su película más cara y "personal" ( EJEM ), un batiburrillo de todo a cien de sus obsesiones y fijaciones, de sus éxitos y fracasos, fotografiado, musicado e interpretado en su mayor parte como siempre, estupendamente, pero carente de cualquiera de las virtudes que el manchego explota cuando las explota y vacía en casi la totalidad de su metraje, que por primera vez se me ha hecho cansino, casi eterno...
Esa falsa estructura a lo matrioshka fílmica, con historia dentro de la historia y personaje dentro del personaje, que ya cansaba y aburría en otros de sus intentos, como "La mala educación", aquí no sólo aburre y hastía, sino que decepciona y mucho.
Las estridencias abundan a modo de cameos a lo "Torrente", con personajes innecesarios y que evidencian la vacuidad de la cinta y los retortijones a modo de flashback no convencen y despistan... Todo un fracaso....
Si algo destaca sobre manera en la película es la interpretación de Penélope, mucho menos magistral que en "Volver", pero igual de seductora e hipnótica, por lo que la cinta pierde enteros cada vez que sale de plano, si bien el resto del casting es en su mayoría acertado, en especial Homar y Portillo, con excepciones horrendas, como es el caso del buen actor José Luis Gómez, en este caso espantoso.
Y ahora bien, si hay algo HORRIBLE, decepcionante, absurdo y avergonzante en "Los abrazos rotos" es el auto homenaje contínuo, el ejercicio de onanismo cinematográfico a modo de Narciso que hace Almodóvar y que desgraciadamente le llevará al mismo fin, ahogarse en el fondo del rio de la crítica consecuente y el público exigente.
La explotación del humor fresco, inteligente e irrepetible de "Mujeres al borde de un ataque de nervios" a modo de ( nuevamente) auto homenaje en "Chicas y maletas", es poco menos que decepcionante. Casi tanto como el espantoso cortometraje que surgió de ese homenaje.
En resumidas cuentas la película, en manos de cualquier otro director merecería al menos un 6, pero en manos de un maestro, de un genio, aunque sea a ratos, no pasa del 1.
Lo mejor: Penélope Cruz envuelta en fotografía admirable y con música correcta de fondo.
Lo peor: El amor propio exagerado del manchego universal. Y José Luis Gómez....
19 de marzo de 2009
19 de marzo de 2009
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras ver la última película de Almodóvar, Los abrazos rotos, me quede con una sensación extraña. Por un lado sabía que acababa de acudir a ver una película con una sensibilidad especial, un lenguaje de autor y en general un rompecabezas de vivencias personales y ficticias que se me escapaba, con lo que me sentía superado ya que era incapaz de entender cuál era el mensaje de la película. Por otro lado me había fascinado, su música, sus imágenes y fotografía, y como no, esos personajes encabezados por Lluís Homar y Penélope Cruz, por lo que era incapaz de dejar de pensar en ella. Me había trasmitido toda una serie de sentimientos vitales, en los que el denominador común era la aventura de vivir.
Partiendo de esta última sensación, comencé a ver ciertos mensajes en su película. La película tiene un fuerte contenido de homenaje al cine, muy habitual en su trayectoria, pero esta vez, este aspecto cobra mayor fuerza ya que nos habla del universo en el que se mueven los personajes: un universo marcado por la ficción, en el que el protagonista se ve obligado a elegir entre el amor y el cine. Almodóvar crea un abanico de personajes al más estilo Techiné: tenemos buenos y malos, personajes que nos muestran lo más inocente y puro del ser humano, y personajes marcados por la ambición, la codicia y el ansia de poseer, bajo la mirada de un director ciego que vive de las imágenes, y que se sumerge en el túnel de la vida, como muchos de sus anteriores personajes, sin miedo a que la vida le pinche y salpique, solo alcanzando al final un entendimiento de su existencia, de la condición humana y de su capacidad de amar, a veces no tan suficiente, frente a ese monstruo maravillosos que es el cine, porque como dice el personaje principal, al final lo que queda es la película, y eso por un lado es triste, pero por otro nos llena de esperanza.
Partiendo de esta última sensación, comencé a ver ciertos mensajes en su película. La película tiene un fuerte contenido de homenaje al cine, muy habitual en su trayectoria, pero esta vez, este aspecto cobra mayor fuerza ya que nos habla del universo en el que se mueven los personajes: un universo marcado por la ficción, en el que el protagonista se ve obligado a elegir entre el amor y el cine. Almodóvar crea un abanico de personajes al más estilo Techiné: tenemos buenos y malos, personajes que nos muestran lo más inocente y puro del ser humano, y personajes marcados por la ambición, la codicia y el ansia de poseer, bajo la mirada de un director ciego que vive de las imágenes, y que se sumerge en el túnel de la vida, como muchos de sus anteriores personajes, sin miedo a que la vida le pinche y salpique, solo alcanzando al final un entendimiento de su existencia, de la condición humana y de su capacidad de amar, a veces no tan suficiente, frente a ese monstruo maravillosos que es el cine, porque como dice el personaje principal, al final lo que queda es la película, y eso por un lado es triste, pero por otro nos llena de esperanza.
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