Leviatán
2014 

7.2
7,364
Drama
Kolia vive en un pueblito a orillas del mar de Barents, al norte de Rusia. Tiene un taller de mecánica al lado de su casa, donde vive con su joven esposa y su hijo, fruto de una relación anterior. El alcalde del pueblo está decidido a apropiarse de la casa y del taller de Kolia a toda costa. Primero intenta comprar el terreno, pero Kolia no está dispuesto a vender. (FILMAFFINITY)
2 de septiembre de 2015
2 de septiembre de 2015
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Una buena película en muchas cosas, pero por encima de la calidad, lo que más sorprende es los litros de vodka que ingieren en cada momento. Lo de las borracheras en Rusia viene de muy antiguo y esta película no hace más que perpetuar la tradición.
Gran calidad de imágenes, y casi nada es trivial, pero hay una lentitud que a veces es exasperante.
Si lo que intenta decir es la hundida en la miseria que está la Rusia de Putin, al que se alude veladamente, lo consigue. Pero todo hubiera estado mejor con un poco de más ritmo. Además el metraje es excesivo y el drama se construye con tanta parsimonia que le quita efectividad.
Gran calidad de imágenes, y casi nada es trivial, pero hay una lentitud que a veces es exasperante.
Si lo que intenta decir es la hundida en la miseria que está la Rusia de Putin, al que se alude veladamente, lo consigue. Pero todo hubiera estado mejor con un poco de más ritmo. Además el metraje es excesivo y el drama se construye con tanta parsimonia que le quita efectividad.
11 de enero de 2016
11 de enero de 2016
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Típica película de 2 horas y pico que llega de país gélido (Rusia en este caso) que aparece en muchas listas de lo mejor del año y desde el inicio del mismo la vas dejando pasar por pereza por su duración y porque con estas características te has encontrado muchas gafapastadas y tostones importantes que acaban en lo más flojo del año en vez de lo mejor. Por suerte, sí resulta un film reseñable y ni lo que cuenta ni su metraje se hacen pesados. De hecho, te atrapa desde el arranque.
No me atrevería a decir esa manida frase que queda tan bien de "reflejo fiel de la Rusia contemporánea" cuando se tiene la misma idea que aquella modelo que citaba la ensaladilla. Pero si que se nota un carácter de sus protagonistas muy marcado por todo lo socio-cultura, lo cual quiere reflejar el film. Corrupción policial, política, religiosa y vodka, mucho vodka. Un protagonista que emula a un bíblico Job del norte de Rusia, al que un alcalde con impunidad le quiere arrebatar su casa, viudo, con un hijo rebelde, una mujer infeliz y un cuerpo policial explotador. Film en el que se masca la tragedia a media que avanza y con una pronta cacería como momento cumbre al respecto. La lástima es que pronto, no es que se desinfle, pero pierde fuerza y empaque, perdiendo personajes por el camino y centrándose más en dar un mensaje de denuncia que haber elaborado o trabajado más las interesantísimas y tensas tramas que tenía entre manos. Aún así, interesante y recomendable.
Nota: 6'6
No me atrevería a decir esa manida frase que queda tan bien de "reflejo fiel de la Rusia contemporánea" cuando se tiene la misma idea que aquella modelo que citaba la ensaladilla. Pero si que se nota un carácter de sus protagonistas muy marcado por todo lo socio-cultura, lo cual quiere reflejar el film. Corrupción policial, política, religiosa y vodka, mucho vodka. Un protagonista que emula a un bíblico Job del norte de Rusia, al que un alcalde con impunidad le quiere arrebatar su casa, viudo, con un hijo rebelde, una mujer infeliz y un cuerpo policial explotador. Film en el que se masca la tragedia a media que avanza y con una pronta cacería como momento cumbre al respecto. La lástima es que pronto, no es que se desinfle, pero pierde fuerza y empaque, perdiendo personajes por el camino y centrándose más en dar un mensaje de denuncia que haber elaborado o trabajado más las interesantísimas y tensas tramas que tenía entre manos. Aún así, interesante y recomendable.
Nota: 6'6
3 de febrero de 2017
3 de febrero de 2017
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Kollia vive en un pueblo a orillas del mar de Barents, junto a su hijo, fruto de una relación anterior, y su esposa actual. Se gana la vida con un humilde taller de mecánica al lado de su casa. El alcalde del pueblo está decidido a apropiarse de la casa y del taller a toda costa...
Candidata al Oscar al mejor film extranjero, "Leviatán" es un drama sólido, empapado en vodka, metafórico que sugiere tanto como muestra: aquí y ahora, el auténtico Leviatán es el Sistema, podrido, corrupto y delictivo, que expropia cueste lo que cueste (y no hablamos ni mucho menos de dinero solamente) cuerpo y alma, descosiendo vidas para engordar al flatulento poder caciquil.
"Leviatán" habla de dignidad, de integridad, de la "justa" Injusticia que nos machaca al ciudadano común. El guión está bien armado, hay secuencias brillantes (la de la jornada de tiro al lado del río), aunque a Zvyagintsev se la va la mano en la duración.
Es un drama humano y moral, el mejor personaje es el de la guapa Lyadova, frágil y fuerte, plena en su mirada triste, adúltera y sufrida, símbolo de una infelicidad global que preside el conjunto.
Sobrevuela Tarkovski en "Leviatán" pero me acuerdo de Tarr: aquí la ballena de "Armonías de Werckmeister" ha quedado en un rotundo y tremendo esqueleto. Así estamos: esqueléticos, dentro de un Sistema dónde solo engordan los de siempre. Como en "El regreso", el director trata temas como las relaciones filiales y logra una obra amarga (poca creencia en el ser humano), que mezcla ligereza y profundidad, en un exorcismo, una cólera que no acaba de explotar.
Pudo ser espléndida, pero es indudablemente buena.
Candidata al Oscar al mejor film extranjero, "Leviatán" es un drama sólido, empapado en vodka, metafórico que sugiere tanto como muestra: aquí y ahora, el auténtico Leviatán es el Sistema, podrido, corrupto y delictivo, que expropia cueste lo que cueste (y no hablamos ni mucho menos de dinero solamente) cuerpo y alma, descosiendo vidas para engordar al flatulento poder caciquil.
"Leviatán" habla de dignidad, de integridad, de la "justa" Injusticia que nos machaca al ciudadano común. El guión está bien armado, hay secuencias brillantes (la de la jornada de tiro al lado del río), aunque a Zvyagintsev se la va la mano en la duración.
Es un drama humano y moral, el mejor personaje es el de la guapa Lyadova, frágil y fuerte, plena en su mirada triste, adúltera y sufrida, símbolo de una infelicidad global que preside el conjunto.
Sobrevuela Tarkovski en "Leviatán" pero me acuerdo de Tarr: aquí la ballena de "Armonías de Werckmeister" ha quedado en un rotundo y tremendo esqueleto. Así estamos: esqueléticos, dentro de un Sistema dónde solo engordan los de siempre. Como en "El regreso", el director trata temas como las relaciones filiales y logra una obra amarga (poca creencia en el ser humano), que mezcla ligereza y profundidad, en un exorcismo, una cólera que no acaba de explotar.
Pudo ser espléndida, pero es indudablemente buena.
12 de marzo de 2017
12 de marzo de 2017
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Centrada en una familia de tres miembros, el padre y su hijo adolescente y la pareja del padre. Narra las consecuencias de la corrupción político-económica y social sobre esta familia. Cómo se destroza por los interese del alcalde corrupto y sirve para explicar la influencia de la religión y las formas complejas del alma rusa a la hora de solucionar un problema. Sostenidos y destruidos por el alcohol, el personaje principal se ve envuelto y atacado por todos los flancos de su vida, hasta llegar a su propia destrucción y encarcelamiento por un crimen (el de su pareja) que él no ha cometido. Dos refranes castellanos resumen esta película “Entre todas la mataron y ella sola se murió” y del “árbol caído todo se hace leña”, pero en este caso las causas se explican: la influencia de la iglesia ortodoxa, la costumbre de beber ex exceso de una gran parte de la población rusa y la especulación y corrupción de la misma.
Con un ritmo lento que sabe acelerar en los momentos de mayor dramatismo la película es el reflejo de una angustia profunda y la presunción de que algo va a ocurrir. Pero ese algo ya está ocurriendo desde el principio de la película sin un respiro hasta llegar al final.
Con un ritmo lento que sabe acelerar en los momentos de mayor dramatismo la película es el reflejo de una angustia profunda y la presunción de que algo va a ocurrir. Pero ese algo ya está ocurriendo desde el principio de la película sin un respiro hasta llegar al final.
10 de febrero de 2020
10 de febrero de 2020
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Con esta película, Zvyagintsev, al que algunos han llegado a considerar como el heredero de Tarkovski -probablemente el cineasta soviético más influyente en el cine actual-, logró el reconocimiento internacional al alzarse con el Globo de Oro a la mejor película de habla no inglesa y el premio en el Festival de Cannes al mejor guion. Un drama sobrio y crudo, al más estilo ruso, plagado de numerosos y elaborados personajes con su complejidad psicológica. Con mucha maestría, lanza preguntas al aire para responder algunas mediante metáforas, y dejar otras sin respuesta en lo que viene a ser un duro retrato de la Rusia contemporánea. Una auténtica maravilla.
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