Las confesiones del Sr. Schmidt
6.4
21,544
Drama. Comedia
Warren Schmidt (Jack Nicholson) se acaba de jubilar y se siente completamente desorientado. Además, no puede soportar la idea de que su única hija (Hope Davis) se case con un necio. Por si esto fuera poco, su mujer muere repentinamente. Tratando de darle algún sentido a su vida, decide emprender un viaje en busca de sus raíces. Después de cruzar el estado de Nebraska en caravana, llega a Denver, la ciudad donde vive su hija. Tras ... [+]
14 de julio de 2020
14 de julio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera hora de About Schmidt es simplemente excelente. Con un Jack Nicholson desarrollando una actuación magistral, en el papel del jubilado que siente como ya no es util para nadie, y el el resto de la vida que le queda por delante no tiene nada que ver con las expectativas que se había creado cuando era joven.
Una actuación moderada y muy efectiva, simples gestos que dicen mucho acerca de lo que vive el personaje y como lo esta viviendo. Es a partir del momento en que nuestro protagonista se queda solo en su casa que la película entra en el terreno de lo cómico, y es cuando la película derrapa perdiendo el equilibrio que había mantenido hasta ahora entre la historia y una critica ácida presentada de manera relativamente cómica.
El Road Trip hacia la boda de su hija y la estancia en Denver se centra en gags de humor de brocha gorda, algunas realmente ridículas, que suponen un corte abrupto en la evolución del personaje. Da la impresión de que tenían unos chistes que contar y no han querido perder la oportunidad de incluirlos aunque su efecto en la película fuera negativo.
Intentar retomar el camino sentimental en los minutos finales de la película era muy difícil pero la forma en que lo presenta el director es simplemente patética.
Cuando aparecen los títulos de crédito, no sabes si has visto una historia critica acerca de la transición hacia la vejez o el sentido de nuestra vida, y nuestras rutinas diarias o una comedia chabacana para adolescentes de chiste fácil. Carne o pescado.
Yo recomiendo ver la película justo una hora antes de cenar, y a mitad de la película abandonar el cine/tv para disfrutar de la cena dejándola correr sin prestar atención y tener un buen sabor de boca en todos los sentidos
Una actuación moderada y muy efectiva, simples gestos que dicen mucho acerca de lo que vive el personaje y como lo esta viviendo. Es a partir del momento en que nuestro protagonista se queda solo en su casa que la película entra en el terreno de lo cómico, y es cuando la película derrapa perdiendo el equilibrio que había mantenido hasta ahora entre la historia y una critica ácida presentada de manera relativamente cómica.
El Road Trip hacia la boda de su hija y la estancia en Denver se centra en gags de humor de brocha gorda, algunas realmente ridículas, que suponen un corte abrupto en la evolución del personaje. Da la impresión de que tenían unos chistes que contar y no han querido perder la oportunidad de incluirlos aunque su efecto en la película fuera negativo.
Intentar retomar el camino sentimental en los minutos finales de la película era muy difícil pero la forma en que lo presenta el director es simplemente patética.
Cuando aparecen los títulos de crédito, no sabes si has visto una historia critica acerca de la transición hacia la vejez o el sentido de nuestra vida, y nuestras rutinas diarias o una comedia chabacana para adolescentes de chiste fácil. Carne o pescado.
Yo recomiendo ver la película justo una hora antes de cenar, y a mitad de la película abandonar el cine/tv para disfrutar de la cena dejándola correr sin prestar atención y tener un buen sabor de boca en todos los sentidos
29 de enero de 2022
29 de enero de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
<<Casi todas las personas viven la vida en una silenciosa desesperación>>, palabras pronunciadas por el poeta, filósofo y activista Henry David Thoreau que podrían ser, tranquilamente, el aforismo bajo el cual se irgue este filme que refleja como muchos de nosotros, diacrónicamente, vivimos.
Warren Schmidt, (Jack Nicholson), de 66 años, se acaba de retirar de su puesto como vicepresidente de una compañía aseguradora llamada Woodmen, tal vez pensando que pudo dar mucho más pese a su edad. No sólo deja a sus espaldas las ilusiones sublimadas del éxito, de la función significativa y trascendental, sino que también se ve colmado de superficialidades nebulosas y fútiles.
Es entonces que conocemos la crisis de un personaje extenuado pero propenso a la actividad, que, ahora, sólo lee su correspondencia e intenta resolver crucigramas en su residencia de Omaha, Nebraska. Warren probablemente ha tenido una vida plena pero, endógenamente, se siente desechado, hundido en el sinsentido de la 'rutina de la nada', cayendo levemente en una desorientación letárgica. Considerando las inclinaciones de Payne, esto puede llegar a ser una satirización de la instrumentalización del capitalismo voraz y corporativo.
Más encima, Helen, esposa de Warren, muere repentinamente de un coágulo cerebral y Warren se ve sumido en el vicioso dolor, la impotencia de la pérdida y la soledad lúgubre. Para ese momento, ya nos ha comprado.
El guion de Payne y Taylor es un boom de nihilismo, un balance ecuánime entre tragedia y comedia, entre esperanza y desesperación, entre optimismo y pesimismo pero la comprensión y la complicidad con el protagonista se ve intacta; la mente del señor Schmidt se vislumbra como una válvula a punto de estallar, (vinculado a la teoría freudiana), sin embargo, las implicaciones ácratas del libreto se vuelcan sobre una idea aún más trabajada, la acomplejada depresión de un hombre maduro, que ya ha tenido sus años dorados y que se va adaptando, poco a poco, a la embatada de ironía y amargura que ha golpeado a su vida en el último tiempo.
A raíz de la relación epistolar con Ngundu y la travesía retrospectiva, el señor Schmidt termina siendo tan entrañable, honesto, errático y humano como podríamos pensar; es un hombre que admite sus errores y nosotros sólo podemos asentir y comprender sus actitudes, sus acciones, sus pensamientos sobre su hija, su esposa o su trabajo. Lo que ha logrado la película es toda una gesta de protagonista, un ensamblaje bivalente de actor y personaje, Nicholson parece, no la mejor elección para interpretar a Warren Schmidt, sino la única posible.
El hecho de que vengamos conociendo al actor hace tiempo y sepamos que bastante de su trabajo se ha centrado en héroes más compactos, imperturbables e intrépidos, hace que aquí choquemos fácilmente con las sensibilidades y limitaciones corrientes de un jubilado disconforme, inclusive, abierto a los ataques de nervios y la preocupación exasperante pero silenciosa.
Lo que resta de personajes son igualmente fantásticos; La Roberta de Bates es un deleite interpretativo y se compromete tanto a la sombra de Nicholson, que hasta fue nominada a una estatuilla dorada. Hope Davis y Dermot Mulroney, esas personas unidas por la cadena al borde la nupcia, podrían llegar a causar cierta ternura pero son maniacamente desagradables, esa clase de personas que son desconsideradas... bueno, en realidad, no los dos. Después, tenemos regresiones al modelo satírico cuando se menciona la estafa piramidal de Randall y encontramos el choque pseudo-cultural, alguien rodeado de quienes piensan diferente, es como cuando aceptas la invitación a una fiesta, sabiendo que no es lo mejor que podías hacer.
Esos últimos 2/4 en Denver son de risa por sentado, sin embargo, ciertamente se manejan como un 'hasta dónde aguantas' para Warren, querríamos que fuera la gota que derrama el vaso, empero Payne nunca quiso estropear el tono y eso termina sacrificando los momentos 'pez bajo el agua' del filme. El final, en contraste, es emotivamente potente, reflexivamente franco y plagado de humanidad.
Llevando a término ésta reseña, admitiré que nada hubiese sido lo mismo sin la música Rolfe Kent, nunca pensé que pensaría esto de un filme pero el sonido es tan relevante como la imagen y la doble faceta de Kent entre las piezas que suena a lo peculiar, engorroso e irónica de la vida, y aquellas que se unifican como el piano de la desolación incrementación esa sensación amarga, dulce y sensible del tono de la película.
En definitiva: Es esa capacidad del filme de llevar el contenido deprimente y agrio hacia la sofisticación, la gracia y la versatilidad lo que hace que Nicholson se inserte en nuestro corazón. Te despierta lágrimas, risas y un afecto indescriptible.
Calificación: 8.8/10
Warren Schmidt, (Jack Nicholson), de 66 años, se acaba de retirar de su puesto como vicepresidente de una compañía aseguradora llamada Woodmen, tal vez pensando que pudo dar mucho más pese a su edad. No sólo deja a sus espaldas las ilusiones sublimadas del éxito, de la función significativa y trascendental, sino que también se ve colmado de superficialidades nebulosas y fútiles.
Es entonces que conocemos la crisis de un personaje extenuado pero propenso a la actividad, que, ahora, sólo lee su correspondencia e intenta resolver crucigramas en su residencia de Omaha, Nebraska. Warren probablemente ha tenido una vida plena pero, endógenamente, se siente desechado, hundido en el sinsentido de la 'rutina de la nada', cayendo levemente en una desorientación letárgica. Considerando las inclinaciones de Payne, esto puede llegar a ser una satirización de la instrumentalización del capitalismo voraz y corporativo.
Más encima, Helen, esposa de Warren, muere repentinamente de un coágulo cerebral y Warren se ve sumido en el vicioso dolor, la impotencia de la pérdida y la soledad lúgubre. Para ese momento, ya nos ha comprado.
El guion de Payne y Taylor es un boom de nihilismo, un balance ecuánime entre tragedia y comedia, entre esperanza y desesperación, entre optimismo y pesimismo pero la comprensión y la complicidad con el protagonista se ve intacta; la mente del señor Schmidt se vislumbra como una válvula a punto de estallar, (vinculado a la teoría freudiana), sin embargo, las implicaciones ácratas del libreto se vuelcan sobre una idea aún más trabajada, la acomplejada depresión de un hombre maduro, que ya ha tenido sus años dorados y que se va adaptando, poco a poco, a la embatada de ironía y amargura que ha golpeado a su vida en el último tiempo.
A raíz de la relación epistolar con Ngundu y la travesía retrospectiva, el señor Schmidt termina siendo tan entrañable, honesto, errático y humano como podríamos pensar; es un hombre que admite sus errores y nosotros sólo podemos asentir y comprender sus actitudes, sus acciones, sus pensamientos sobre su hija, su esposa o su trabajo. Lo que ha logrado la película es toda una gesta de protagonista, un ensamblaje bivalente de actor y personaje, Nicholson parece, no la mejor elección para interpretar a Warren Schmidt, sino la única posible.
El hecho de que vengamos conociendo al actor hace tiempo y sepamos que bastante de su trabajo se ha centrado en héroes más compactos, imperturbables e intrépidos, hace que aquí choquemos fácilmente con las sensibilidades y limitaciones corrientes de un jubilado disconforme, inclusive, abierto a los ataques de nervios y la preocupación exasperante pero silenciosa.
Lo que resta de personajes son igualmente fantásticos; La Roberta de Bates es un deleite interpretativo y se compromete tanto a la sombra de Nicholson, que hasta fue nominada a una estatuilla dorada. Hope Davis y Dermot Mulroney, esas personas unidas por la cadena al borde la nupcia, podrían llegar a causar cierta ternura pero son maniacamente desagradables, esa clase de personas que son desconsideradas... bueno, en realidad, no los dos. Después, tenemos regresiones al modelo satírico cuando se menciona la estafa piramidal de Randall y encontramos el choque pseudo-cultural, alguien rodeado de quienes piensan diferente, es como cuando aceptas la invitación a una fiesta, sabiendo que no es lo mejor que podías hacer.
Esos últimos 2/4 en Denver son de risa por sentado, sin embargo, ciertamente se manejan como un 'hasta dónde aguantas' para Warren, querríamos que fuera la gota que derrama el vaso, empero Payne nunca quiso estropear el tono y eso termina sacrificando los momentos 'pez bajo el agua' del filme. El final, en contraste, es emotivamente potente, reflexivamente franco y plagado de humanidad.
Llevando a término ésta reseña, admitiré que nada hubiese sido lo mismo sin la música Rolfe Kent, nunca pensé que pensaría esto de un filme pero el sonido es tan relevante como la imagen y la doble faceta de Kent entre las piezas que suena a lo peculiar, engorroso e irónica de la vida, y aquellas que se unifican como el piano de la desolación incrementación esa sensación amarga, dulce y sensible del tono de la película.
En definitiva: Es esa capacidad del filme de llevar el contenido deprimente y agrio hacia la sofisticación, la gracia y la versatilidad lo que hace que Nicholson se inserte en nuestro corazón. Te despierta lágrimas, risas y un afecto indescriptible.
Calificación: 8.8/10
6 de mayo de 2022
6 de mayo de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"A propósito de Schmidt" tiene un planteamiento sólido, bien engrasadas sus fichas, toca diversas áreas fundamentales de la vida, en mi opinión merece el 7 por sus enriquecedores aportes. Para atravesarla, señalo las palabras clave:
JUBILACIÓN O "RETIRO": Se hace una ligera descripción de lo que supone llevar una vida entera para, al llegar a cierta edad, dejar tu trabajo y encontrarte en tu casa sin saber qué hacer. Ese es el maravilloso paraíso occidental que nos hemos creído. Te retiras y te conviertes en un ser-inútil, toda tu vida te has especializado en un solo trabajo, no sabes hacer otra cosa, cuando te jubilas eres un ser-nada. Y encima las generaciones del relevo no te hacen sentir mejor.
VEJEZ: Hubo un tiempo en que existía lo que se llamaba la "familia extensa", la familia era una red de apoyo, cada uno tenía un papel en ella, los más mayores tenían su peso, el peso de la experiencia. Hoy día la vejez significa soledad, abandono, desesperanza. A ella va a llegar la mayoría, sobre todo si no hemos cosechado la ayuda mutua, el compañerismo, la colaboración, el amor entre iguales. Schmidt, un ejemplo.
MATRIMONIO: La película te muestra lo bueno y lo malo de la unión matrimonial. En mi opinión es una visión ecuánime. Schmidt carga con mucha amargura, con mucho deseo insatisfecho. Pero la responsabilidad es suya, no de su pareja. Así es siempre, la responsabilidad es de cada miembro por separado. El matrimonio tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, ensalzarlo o demonizarlo tiene que ver con los aleccionamientos. El tema es que hay que estar un poco preparado para meterte en esa responsabilidad, y las personas hoy día somos irresponsables e infantiles.
COMODIDAD: Schmidt se acostumbró a que su esposa lo hiciera todo, y cuando se quedó sólo era un o a la izquierda. Cuando descubre cosas del pasado de su difunta mujer, no las asimila, y es que es muy placentero vivir en los mundos de la comodidad, en la ilusión infantil, en la mente que se evade y se conforma.
ONG´s: El director Payne se sirve de la relación de Schmidt con un apadrinado por él del llamado "tercer mundo" para conocer las reflexiones y el mundo interior de nuestro protagonista. Bien por la idea, no tan bien por las implicaciones reales de la misma. Y es que las carencias y culpabilidades internas de Schmidt le llevan a meterse en ese apadrinamiento. Esa actitud paternalista de Occidente con los países pobres es una manera de lavar las conciencias entontecidas. Ni que decir tiene que lo de las ONG´s tiene delito, por algo los Estados las financian cada todas, investíguese esto si se quiere saber la verdad.
PADRES E HIJOS: Hemos llegado a la actualidad, el mundo contemporáneo, peor que nunca. Me refiero como individuos. Las relaciones familiares están descuajeringadas, las relaciones padres-hijo están más distanciadas que nunca, hay un abismo en los entendimientos... como en la película, Schmidt llega tarde, su hija tiene reproches, etc. ¿A qué se debe ese alejamiento, esa falta de comunicación? Respóndase cada uno, la película sólo le va a referir que todo el mundo llega tarde. Y ya lo podemos ver, ahora los Estados quieren ser los mejores progenitores de los menores... ¿Tendrán algo que ver con la situación?
AUTOESTIMA: Con tanta carga, tanta culpa, tanta amargura, tanta insatisfacción, tanta represión, la vida se pasa y nos perdemos lo mejor de ella. Schmidt llega a los 67 muy torpe, muy perdido, no sabe ni lo que quiere. Responsabiliza a su mujer de coaccionarlo, responsabiliza a su hija de no escucharle, responsabiliza a los demás de no entenderle. Sólo le falta entender bien cuál es su responsabilidad en todo ello.
SOLIDARIDAD: Pero no con las ONG´s, esa es muy falsa, mando un dinerito y a dormir tranquilo. Es mucho más difiícil trabajar esa solidaridad día a día con nuestros iguales. El mejor aporte de la película, cuando pregunta si al llegar el momento de nuestra muerte "¿alguien se acordará de nosotros por lo que hemos ayudado, o hecho sentir felices, o hemos hecho su vida mejor?
"A propósito de Schmidt" es todo esto, reflexiones que surgen de la visión sencilla, sin fuegos artificiales, sin ñoñerías. Me quedo sobre todo con su narración fácil, sin manipulaciones, descriptiva. Para los que quieren ritmo, quizás se duerman. Si buscas humanidad, la encontrarás.
JUBILACIÓN O "RETIRO": Se hace una ligera descripción de lo que supone llevar una vida entera para, al llegar a cierta edad, dejar tu trabajo y encontrarte en tu casa sin saber qué hacer. Ese es el maravilloso paraíso occidental que nos hemos creído. Te retiras y te conviertes en un ser-inútil, toda tu vida te has especializado en un solo trabajo, no sabes hacer otra cosa, cuando te jubilas eres un ser-nada. Y encima las generaciones del relevo no te hacen sentir mejor.
VEJEZ: Hubo un tiempo en que existía lo que se llamaba la "familia extensa", la familia era una red de apoyo, cada uno tenía un papel en ella, los más mayores tenían su peso, el peso de la experiencia. Hoy día la vejez significa soledad, abandono, desesperanza. A ella va a llegar la mayoría, sobre todo si no hemos cosechado la ayuda mutua, el compañerismo, la colaboración, el amor entre iguales. Schmidt, un ejemplo.
MATRIMONIO: La película te muestra lo bueno y lo malo de la unión matrimonial. En mi opinión es una visión ecuánime. Schmidt carga con mucha amargura, con mucho deseo insatisfecho. Pero la responsabilidad es suya, no de su pareja. Así es siempre, la responsabilidad es de cada miembro por separado. El matrimonio tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, ensalzarlo o demonizarlo tiene que ver con los aleccionamientos. El tema es que hay que estar un poco preparado para meterte en esa responsabilidad, y las personas hoy día somos irresponsables e infantiles.
COMODIDAD: Schmidt se acostumbró a que su esposa lo hiciera todo, y cuando se quedó sólo era un o a la izquierda. Cuando descubre cosas del pasado de su difunta mujer, no las asimila, y es que es muy placentero vivir en los mundos de la comodidad, en la ilusión infantil, en la mente que se evade y se conforma.
ONG´s: El director Payne se sirve de la relación de Schmidt con un apadrinado por él del llamado "tercer mundo" para conocer las reflexiones y el mundo interior de nuestro protagonista. Bien por la idea, no tan bien por las implicaciones reales de la misma. Y es que las carencias y culpabilidades internas de Schmidt le llevan a meterse en ese apadrinamiento. Esa actitud paternalista de Occidente con los países pobres es una manera de lavar las conciencias entontecidas. Ni que decir tiene que lo de las ONG´s tiene delito, por algo los Estados las financian cada todas, investíguese esto si se quiere saber la verdad.
PADRES E HIJOS: Hemos llegado a la actualidad, el mundo contemporáneo, peor que nunca. Me refiero como individuos. Las relaciones familiares están descuajeringadas, las relaciones padres-hijo están más distanciadas que nunca, hay un abismo en los entendimientos... como en la película, Schmidt llega tarde, su hija tiene reproches, etc. ¿A qué se debe ese alejamiento, esa falta de comunicación? Respóndase cada uno, la película sólo le va a referir que todo el mundo llega tarde. Y ya lo podemos ver, ahora los Estados quieren ser los mejores progenitores de los menores... ¿Tendrán algo que ver con la situación?
AUTOESTIMA: Con tanta carga, tanta culpa, tanta amargura, tanta insatisfacción, tanta represión, la vida se pasa y nos perdemos lo mejor de ella. Schmidt llega a los 67 muy torpe, muy perdido, no sabe ni lo que quiere. Responsabiliza a su mujer de coaccionarlo, responsabiliza a su hija de no escucharle, responsabiliza a los demás de no entenderle. Sólo le falta entender bien cuál es su responsabilidad en todo ello.
SOLIDARIDAD: Pero no con las ONG´s, esa es muy falsa, mando un dinerito y a dormir tranquilo. Es mucho más difiícil trabajar esa solidaridad día a día con nuestros iguales. El mejor aporte de la película, cuando pregunta si al llegar el momento de nuestra muerte "¿alguien se acordará de nosotros por lo que hemos ayudado, o hecho sentir felices, o hemos hecho su vida mejor?
"A propósito de Schmidt" es todo esto, reflexiones que surgen de la visión sencilla, sin fuegos artificiales, sin ñoñerías. Me quedo sobre todo con su narración fácil, sin manipulaciones, descriptiva. Para los que quieren ritmo, quizás se duerman. Si buscas humanidad, la encontrarás.
29 de junio de 2023
29 de junio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Warren Schmidt (Nicholson) es un agente de seguros recién jubilado que no sabe bien qué hacer con lo que le queda de vida. Su única hija está por casarse con un tipo al que él considera un idiota, su matrimonio de más de 40 años pasa por la monotonía de la rutina y no tiene más pasatiempos que ver tv. Uno de los problemas del sr. Schmidt es que es un ser vacío, un alma gris. No tiene ninguna inquietud intelectual, da la impresión de que jamás se interesó por la literatura, ni se apasiono con los deportes, ni con la música, o la naturaleza, ni cultivo el arte de la conversación. Warren Schmidt es la clara muestra de lo triste de pasar por la vida sin dejar huella en nadie.
Para combatir su aburrimiento y opacidad comienza a enviarle cartas a Ndugu, un niño de Tanzania de 6 años al que apadrino por correspondencia luego de ver un anuncio en tv sobre la difícil situación de los niños en África. Pero al morir su esposa la vida de Schmidt se derrumba aún más y se vuelve más gris e intolerable, y teniendo la inminente boda de su hija por delante, decide emprender un viaje desde Nebraska hasta Denver (donde vive su hija) en el motorhome que compro su esposa y nunca llego a usar.
Aunque los personajes secundarios no lleguen a ser atractivos y la historia, por momentos, se disipe un poco, la película acaba mereciendo mucho la pena por lo real del tema que aborda, lo triste que debe ser pasar por la vida sin incentivos y sin dejar recuerdos en nadie, y sobre todo, por la inmensa interpretación de Jack Nicholson. Esta leyenda del cine esta sencillamente brillante en un personaje introvertido y muy diferente a los personajes con los que el suele lucirse. Su papel es de un hombre que ha perdido totalmente el sentido de la vida y Nicholson logra transmitir a la perfección su carácter enfadado y depresivo.
Para combatir su aburrimiento y opacidad comienza a enviarle cartas a Ndugu, un niño de Tanzania de 6 años al que apadrino por correspondencia luego de ver un anuncio en tv sobre la difícil situación de los niños en África. Pero al morir su esposa la vida de Schmidt se derrumba aún más y se vuelve más gris e intolerable, y teniendo la inminente boda de su hija por delante, decide emprender un viaje desde Nebraska hasta Denver (donde vive su hija) en el motorhome que compro su esposa y nunca llego a usar.
Aunque los personajes secundarios no lleguen a ser atractivos y la historia, por momentos, se disipe un poco, la película acaba mereciendo mucho la pena por lo real del tema que aborda, lo triste que debe ser pasar por la vida sin incentivos y sin dejar recuerdos en nadie, y sobre todo, por la inmensa interpretación de Jack Nicholson. Esta leyenda del cine esta sencillamente brillante en un personaje introvertido y muy diferente a los personajes con los que el suele lucirse. Su papel es de un hombre que ha perdido totalmente el sentido de la vida y Nicholson logra transmitir a la perfección su carácter enfadado y depresivo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final es lo mejor del film, que además de ser muy bello, deja ver el lado más sensible del veterano actor. Esas lágrimas de Nicholson mirando a cámara son conmovedoras. Schmidt finalmente deja un recuerdo en este mundo, en un niño al que no conoce personalmente, pero al que le dio un incentivo y una motivación. Realmente conmovedor.
9 de marzo de 2024
9 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cinta comienza con tomas de un gran edificio en Omaha, NE, llamado Woodmen Building. El actuario Warren Schmidt (Jack Nicholson jugando contra el tipo) está sentado en su oficina gris y aburrida mirando el reloj hasta que marcan las cinco. Hay cajas llenas a su alrededor, lo que implica que este es su último día de trabajo. Se celebra una fiesta de jubilación con un triste como principal protagonista. Warren acaba de jubilarse después de una vida dedicada a su monótona compañía de seguros y se siente completamente perdido. Solo le queda tiempo para reflexionar sobre una vida sin sentido y cuestiona todo lo que alguna vez dio por sentado. Su esposa Helen (June Squibb), con quien ha estado casado durante 42 años, y su única hija Jeannie (Hope Davis) están a punto de casarse con su prometido, un vendedor tonto y cursi llamado Randall (Dermot Mulroney). Tras la jubilación y la repentina muerte de su esposa y sin trabajo, sin esposa, sin familia, Warren intenta darle algún tipo de sentido a su vida. Luego se embarca en un viaje de autodescubrimiento cuyo destino final es Denver, donde espera salvar las diferencias que lo separan de su hija antes de su boda. Desafortunadamente, no puede soportar a su futuro yerno ni a sus padres, y Warren se convence de que su nueva misión en la vida es impedir el matrimonio de su hija. Mientras tanto, la madura madre de Randall, Roberta (Kathy Bates) , intenta seducir al introvertido solitario en un jacuzzi.
El director Alexander Payne adapta, junto al guionista Jim Taylor, la novela homónima de Louis Begley. Combina humor, patetismo y costumbrismo con interpretaciones de primer nivel, con mención para Nicholson, quien anula cualquier parte de su algo excesiva característica actuación. El resultado es una reflexión ácida sobre la gente corriente a través de los ojos de un jubilado. Un drama con toques de comedia en el que un padre jubilado siente que su vida y todos los insulsos sentimientos que le han sustentado se le escapan desde su triste existencia, y, para retomar el rumbo, viaja en su roulotte Winnebago para ver a su querida hija en la esperanza de evitar que se case con un cliché ambulante y pasar los años restantes de vida con ella. Esta sátira, tal vez excesivamente larga e incluso pesada, sobre los modales del Medio Oeste realmente despega sólo cuando Warren llega con sus futuros suegros, lo que permite no sólo que surjan objetivos cómicos alternativos, sino también el turno bellamente interpretativo de Kathy Bates para contrarrestar la impresionante actuación de Nicholson. También son alentadoras las cartas de un niño tanzano, a quien Warren apadrina, aunque en los momentos finales transmiten una nota ligeramente falsa de redención. El siempre sorprendente Nicholson, protagonista absoluto de la película, volvió a encontrar un personaje a su medida, en el que se lanzó tras haberse bajado el sueldo, para adaptarse al bajo presupuesto de la película. Le acompaña en el reparto un grupo de buenos actores, tales como: Hope Davis, Dermot Mulroney, June Squibb, Howard Hesseman, Harry Groener, Len Cariou y Phil Reeves, que suele trabajar como actor secundario en la mayoría de los films de Payne.
La película fue original y dirigida profesionalmente por Alexander Payne. Sus films a menudo giran en torno al adulterio en el matrimonio y en las relaciones, y a menudo tratan sobre un sentimiento de soledad representado por el personaje principal. Presenta roles que luchan por la realización personal y el individualismo. Payne ha dirigido películas notables; un prestigioso productor, escritor y cineasta, especialmente conocido por The Holdovers (2023), Downsizing (2017), Nebraska (2013), Los descendientes (2011), Sideways (2004) y Election (1999). Calificación: 6/10. Es una película agradable pero sobrevalorada que atraerá a los fans de Jack Nicholson.
El director Alexander Payne adapta, junto al guionista Jim Taylor, la novela homónima de Louis Begley. Combina humor, patetismo y costumbrismo con interpretaciones de primer nivel, con mención para Nicholson, quien anula cualquier parte de su algo excesiva característica actuación. El resultado es una reflexión ácida sobre la gente corriente a través de los ojos de un jubilado. Un drama con toques de comedia en el que un padre jubilado siente que su vida y todos los insulsos sentimientos que le han sustentado se le escapan desde su triste existencia, y, para retomar el rumbo, viaja en su roulotte Winnebago para ver a su querida hija en la esperanza de evitar que se case con un cliché ambulante y pasar los años restantes de vida con ella. Esta sátira, tal vez excesivamente larga e incluso pesada, sobre los modales del Medio Oeste realmente despega sólo cuando Warren llega con sus futuros suegros, lo que permite no sólo que surjan objetivos cómicos alternativos, sino también el turno bellamente interpretativo de Kathy Bates para contrarrestar la impresionante actuación de Nicholson. También son alentadoras las cartas de un niño tanzano, a quien Warren apadrina, aunque en los momentos finales transmiten una nota ligeramente falsa de redención. El siempre sorprendente Nicholson, protagonista absoluto de la película, volvió a encontrar un personaje a su medida, en el que se lanzó tras haberse bajado el sueldo, para adaptarse al bajo presupuesto de la película. Le acompaña en el reparto un grupo de buenos actores, tales como: Hope Davis, Dermot Mulroney, June Squibb, Howard Hesseman, Harry Groener, Len Cariou y Phil Reeves, que suele trabajar como actor secundario en la mayoría de los films de Payne.
La película fue original y dirigida profesionalmente por Alexander Payne. Sus films a menudo giran en torno al adulterio en el matrimonio y en las relaciones, y a menudo tratan sobre un sentimiento de soledad representado por el personaje principal. Presenta roles que luchan por la realización personal y el individualismo. Payne ha dirigido películas notables; un prestigioso productor, escritor y cineasta, especialmente conocido por The Holdovers (2023), Downsizing (2017), Nebraska (2013), Los descendientes (2011), Sideways (2004) y Election (1999). Calificación: 6/10. Es una película agradable pero sobrevalorada que atraerá a los fans de Jack Nicholson.
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