Alien - El octavo pasajero
8.1
126,587
Ciencia ficción. Terror
De regreso a la Tierra, la nave de carga Nostromo interrumpe su viaje y despierta a sus siete tripulantes. El ordenador central, MADRE, ha detectado la misteriosa transmisión de una forma de vida desconocida, procedente de un planeta cercano aparentemente deshabitado. La nave se dirige entonces al extraño planeta para investigar el origen de la comunicación. (FILMAFFINITY)
29 de marzo de 2007
29 de marzo de 2007
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Por dónde empezar tratándose de un título tan emblemático en el panorama cinematográfico de las ultimas décadas y que tanto ha marcado a lo largo de la vida de muchos?
Bueno, procuraré exponer en breves líneas los aciertos (los fallos, que haberlos,haylos...aún no los encuentro) de esta cinta y sus principales bazas, esas que la han convertido en el clásico incontestable que es...
*RIDLEY SCOTT, H.R.GIGER, JERRY GOLDSMITH, DEREK VANLINT y otros unieron la maestría personal de cada uno creando un producto de impecable factura técnica. Aún hoy, el hipnotismo que exhalan los pasillos de la Nostromo, la destreza fílmica con la que nos retratan ese medio hostil del alienígena y luego la nave transformada en nido improvisado, los subyugantes efectos de sonido...todo resulta apabullante.
*EL ELENCO ACTORAL, con eficientes nombres, en gran parte británicos (Hurt, Dean Stanton o Holm), forma un perfecto grupo angustiado, con sus defectos individuales, con sus definiciones concretas y sus vicisitudes existenciales....SIGOURNEY WEAVER e IAN HOLM se salen, así como el siempre brillante JOHN HURT
*EL XENOFORMO propiamente dicho. Soberbia y definitiva es la participación del monstruo en el film, donde ya no quedan dudas de la brutal y embriagadora herencia dejada por éste....Con los cinco (o seis, o siete...) sentidos nos mantiene el bicho todo el metraje absolutamente espantados y fascinados por el proceloso ciclo biológico que tiene, su imagen neutra (por ello más espeluznante) y su salvajismo atroz. De antología este hallazgo.
*EL GUIÓN y la historia en si, en los que la originalidad no es el mayor logro, pero que tienen la capacidad de respaldar un suspense de la mejor escuela. Diálogos sencillos y demoledores, un vocabulario repleto de tecnicismos y poco sentimentaloide, escenas sin recortes o coletillas innecesarias....o sea, de artesanos, cargado de sugerencia.
Para terminar, es necesario decir que me faltarían páginas para analizar medianamente todos los recovecos de la cinta...así como la NOSTROMO resultaba una inmejorable fuente de alimento y misterios para el ALIEN, la película no puede ser menos que una superestructura llena de sorpresas al girar cada uno de sus pasillos/fotogramas.
Bueno, procuraré exponer en breves líneas los aciertos (los fallos, que haberlos,haylos...aún no los encuentro) de esta cinta y sus principales bazas, esas que la han convertido en el clásico incontestable que es...
*RIDLEY SCOTT, H.R.GIGER, JERRY GOLDSMITH, DEREK VANLINT y otros unieron la maestría personal de cada uno creando un producto de impecable factura técnica. Aún hoy, el hipnotismo que exhalan los pasillos de la Nostromo, la destreza fílmica con la que nos retratan ese medio hostil del alienígena y luego la nave transformada en nido improvisado, los subyugantes efectos de sonido...todo resulta apabullante.
*EL ELENCO ACTORAL, con eficientes nombres, en gran parte británicos (Hurt, Dean Stanton o Holm), forma un perfecto grupo angustiado, con sus defectos individuales, con sus definiciones concretas y sus vicisitudes existenciales....SIGOURNEY WEAVER e IAN HOLM se salen, así como el siempre brillante JOHN HURT
*EL XENOFORMO propiamente dicho. Soberbia y definitiva es la participación del monstruo en el film, donde ya no quedan dudas de la brutal y embriagadora herencia dejada por éste....Con los cinco (o seis, o siete...) sentidos nos mantiene el bicho todo el metraje absolutamente espantados y fascinados por el proceloso ciclo biológico que tiene, su imagen neutra (por ello más espeluznante) y su salvajismo atroz. De antología este hallazgo.
*EL GUIÓN y la historia en si, en los que la originalidad no es el mayor logro, pero que tienen la capacidad de respaldar un suspense de la mejor escuela. Diálogos sencillos y demoledores, un vocabulario repleto de tecnicismos y poco sentimentaloide, escenas sin recortes o coletillas innecesarias....o sea, de artesanos, cargado de sugerencia.
Para terminar, es necesario decir que me faltarían páginas para analizar medianamente todos los recovecos de la cinta...así como la NOSTROMO resultaba una inmejorable fuente de alimento y misterios para el ALIEN, la película no puede ser menos que una superestructura llena de sorpresas al girar cada uno de sus pasillos/fotogramas.
1 de septiembre de 2010
1 de septiembre de 2010
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ese bichito tan feo y yo tenemos algo en común: ambos nacimos en el año 1979. Sí, fuimos paridos bajo el mismo signo del zodíaco chino (cabra, por si a alguien le interesa).
Mi mamá se llama Otilia: el papá de este alien se llama Ridley Scott. Mi mamá está muy orgullosa de mí porque, para ella, soy la criatura más perfecta del mundo (amor de madre). Y Ridley Scott puede estar asimismo muy orgulloso por haberle insuflado vida al bicho más resistente, cabrón y sin escrúpulos de la galaxia. Un monstruo brillante, tenaz, persistente y astuto, cuya sangre es corrosiva, asquerosa y mortal.
Cuando vi Alien me quedé pegada a la silla durante todo el rato, con los ojos abiertos como platos, los sentidos agudizados por la tensión, las manos crispadas sosteniendo una lata de coca cola. La ventana del salón estaba abierta y oí un ruido de la calle; como resultado, pegué un ridículo salto en la silla. A riesgo de parecer idiota, con ese ejemplo quiero transmitir que Alien es la esencia del suspense, el arte de mantenerte en vilo, la magia de hacer que no despegues la mirada de la pantalla aunque tengas miedo de que la próxima escena sea espeluznante y asquerosa. Sea como sea, y aunque quieras taparte los ojos o apartar la vista, NO PUEDES.
Pocas películas me han provocado esa fascinación. Pocas veces me he creído tanto a un personaje como a la teniente Ripley. Poquísimas veces me ha importado tan poco que la película esté descontextualizada. Aquí eso juega a favor: sólo sabemos que es una nave comercial tripulada por humanos, pero desconocemos el año, las circunstancias, la historia de la tripulación, lo que sucede en la Tierra, qué descubrimientos se han hecho sobre el espacio... ni siquiera nos importa demasiado qué es lo que transporta la nave (en la Wikipedia sale). Todo da igual porque sucede un hecho concreto: el alien entra en la nave, y el alien es un tipo chungo.
No hay diálogos idiotas, no hay frases grandilocuentes, no hay nada estúpido. Y además, en la película sale un gato. Siete humanos, un gato y un alien: así se resume esta obra maestra.
Mi mamá se llama Otilia: el papá de este alien se llama Ridley Scott. Mi mamá está muy orgullosa de mí porque, para ella, soy la criatura más perfecta del mundo (amor de madre). Y Ridley Scott puede estar asimismo muy orgulloso por haberle insuflado vida al bicho más resistente, cabrón y sin escrúpulos de la galaxia. Un monstruo brillante, tenaz, persistente y astuto, cuya sangre es corrosiva, asquerosa y mortal.
Cuando vi Alien me quedé pegada a la silla durante todo el rato, con los ojos abiertos como platos, los sentidos agudizados por la tensión, las manos crispadas sosteniendo una lata de coca cola. La ventana del salón estaba abierta y oí un ruido de la calle; como resultado, pegué un ridículo salto en la silla. A riesgo de parecer idiota, con ese ejemplo quiero transmitir que Alien es la esencia del suspense, el arte de mantenerte en vilo, la magia de hacer que no despegues la mirada de la pantalla aunque tengas miedo de que la próxima escena sea espeluznante y asquerosa. Sea como sea, y aunque quieras taparte los ojos o apartar la vista, NO PUEDES.
Pocas películas me han provocado esa fascinación. Pocas veces me he creído tanto a un personaje como a la teniente Ripley. Poquísimas veces me ha importado tan poco que la película esté descontextualizada. Aquí eso juega a favor: sólo sabemos que es una nave comercial tripulada por humanos, pero desconocemos el año, las circunstancias, la historia de la tripulación, lo que sucede en la Tierra, qué descubrimientos se han hecho sobre el espacio... ni siquiera nos importa demasiado qué es lo que transporta la nave (en la Wikipedia sale). Todo da igual porque sucede un hecho concreto: el alien entra en la nave, y el alien es un tipo chungo.
No hay diálogos idiotas, no hay frases grandilocuentes, no hay nada estúpido. Y además, en la película sale un gato. Siete humanos, un gato y un alien: así se resume esta obra maestra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Momento cumbre de asco: cuando sale el alien de la tripa del pobre desgraciado mientras están sentados a la mesa comiendo. Que a día de hoy eso todavía impresione es algo que dice mucho de la calidad de la película. Si uno se fija, el bicho aparece pocas veces, y encima sólo se ven partes de su cuerpo (dientes, babas, cabeza, más babas, tentáculos). Lo que acojona es ver el pánico de los tripulantes, el afán de supervivencia, el gato bufando, los tentáculos acechando.
Y ese tramo final, con la Sigourney en bragas paseándose tan tranquila por la nave auxiliar, mientras el bicho está ahí pegado... qué mal momento para ir en bragas (por otro lado, qué gran momento para los espectadores masculinos, supongo).
Al final se salvan ella y el gato, como tenía que ser. Si me disculpan, voy corriendo a buscar la segunda parte, porque esto promete.
Y ese tramo final, con la Sigourney en bragas paseándose tan tranquila por la nave auxiliar, mientras el bicho está ahí pegado... qué mal momento para ir en bragas (por otro lado, qué gran momento para los espectadores masculinos, supongo).
Al final se salvan ella y el gato, como tenía que ser. Si me disculpan, voy corriendo a buscar la segunda parte, porque esto promete.
28 de diciembre de 2010
28 de diciembre de 2010
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segunda película de Ridley Scott y segunda también para Sigourney Weaver. Por casualidades de la vida, alcanzaron el estrellato cogidos de la mano.
Ridley Scott dirige 'Alien, el octavo pasajero', probablemente la mejor película de terror extraterrestre que se haya hecho jamás. Con decisión y valentía, el director enfoca la película del mismo modo que hemos visto en muchas otras de género similar, pero con la salvedad de que aquí todo está atado y bien atado. El desarrollo mantiene el ritmo con maestría y avanza sin ningún badén y sin quedar ni un solo segundo en punto muerto. Scott atrae al espectador dentro de la pantalla utilizando la verosimilitud como mejor arma. Pese a lo rocambolesco de la historia, el cineasta nos hace creer que todo lo que sucede es posible y eso es gracias a su gran capacidad para componer la película utilizando los elementos de los que dispone de la forma que mejor le conviene al filme. Toda la película está llena de momentos importantes y decisivos para la historia que nos cuenta, de modo que no pasan diez minutos sin que algo relevante nos haya sido revelado. Hay que decir que el guión con el que cuenta (adaptado) es bastante básico y que, de no ser por su fantástica labor, la película podría haber caído facilmente en el olvido.
Sigourney Weaver saltó a la fama como 'Ripley'. Tanto es así que 31 años después mucha gente sigue llamándola así, según reconoció ella misma. Su interpretación es antológica. El buen trabajo de Ridley Scott para transmitir angustia, se ve fuertemente respaldado por la actriz, que representa a la perfección el papel de pragmática superviviente. En otra películas, el protagonista sería también una máquina de matar, pero no en esta. Eso obliga a la actriz a bordar el personaje con cautela, ya que no debe dar ninguna señal de ir "sobrada". Sigourney Weaver está bien secundada por Yaphet Kotto, por el impasible Ian Holm y, sobretodo, por Veronica Cartwright y entre todos consiguen que el apartado de interpretación quede en lo más alto.
Resumiendo, que es gerundio: clásico entre los clásicos. Dirigido por el mejor Ridley Scott (tras 'Alien' vino 'Blade Runner') con clase y con argumentos cinematográficos e interpretada por una memorable Sigourney Weaver que nos hace sentir a todos auténtico pánico. Es fácil verla ahora y caer en la equivocación de fijarse en los errores de efectos especiales o maquillaje, pero siempre hay que tener perspectiva. Aún así, hay cientos de películas nuevas que no le llegan a la suela de los zapatos.
Ridley Scott dirige 'Alien, el octavo pasajero', probablemente la mejor película de terror extraterrestre que se haya hecho jamás. Con decisión y valentía, el director enfoca la película del mismo modo que hemos visto en muchas otras de género similar, pero con la salvedad de que aquí todo está atado y bien atado. El desarrollo mantiene el ritmo con maestría y avanza sin ningún badén y sin quedar ni un solo segundo en punto muerto. Scott atrae al espectador dentro de la pantalla utilizando la verosimilitud como mejor arma. Pese a lo rocambolesco de la historia, el cineasta nos hace creer que todo lo que sucede es posible y eso es gracias a su gran capacidad para componer la película utilizando los elementos de los que dispone de la forma que mejor le conviene al filme. Toda la película está llena de momentos importantes y decisivos para la historia que nos cuenta, de modo que no pasan diez minutos sin que algo relevante nos haya sido revelado. Hay que decir que el guión con el que cuenta (adaptado) es bastante básico y que, de no ser por su fantástica labor, la película podría haber caído facilmente en el olvido.
Sigourney Weaver saltó a la fama como 'Ripley'. Tanto es así que 31 años después mucha gente sigue llamándola así, según reconoció ella misma. Su interpretación es antológica. El buen trabajo de Ridley Scott para transmitir angustia, se ve fuertemente respaldado por la actriz, que representa a la perfección el papel de pragmática superviviente. En otra películas, el protagonista sería también una máquina de matar, pero no en esta. Eso obliga a la actriz a bordar el personaje con cautela, ya que no debe dar ninguna señal de ir "sobrada". Sigourney Weaver está bien secundada por Yaphet Kotto, por el impasible Ian Holm y, sobretodo, por Veronica Cartwright y entre todos consiguen que el apartado de interpretación quede en lo más alto.
Resumiendo, que es gerundio: clásico entre los clásicos. Dirigido por el mejor Ridley Scott (tras 'Alien' vino 'Blade Runner') con clase y con argumentos cinematográficos e interpretada por una memorable Sigourney Weaver que nos hace sentir a todos auténtico pánico. Es fácil verla ahora y caer en la equivocación de fijarse en los errores de efectos especiales o maquillaje, pero siempre hay que tener perspectiva. Aún así, hay cientos de películas nuevas que no le llegan a la suela de los zapatos.
11 de marzo de 2018
11 de marzo de 2018
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Imposible hacer más con menos, un bicho que tiene ácido en vez de sangre, unos cuantos tripulantes en una nave perdida en medio de ninguna parte en el espacio, un ambiente opresivo y a rodar. No necesita estridencias, ni efectos millonarios, ni enseñarte planos y más planos de un monstruo perfectamente construido para dejarte clavado a la butaca (y seguir haciéndolo casi 40 años después).
El ambiente claustrofóbico está absolutamente conseguido y la angustia es brutal en cada escena, todo ello conseguido a base de guión, montaje y unos efectos especiales que hoy nos parecen el no va más de lo cutre, obteniendo un resultado espectacular a años luz de lo que consiguen otras películas con mucho más presupuesto y medios actuales.
Y es que esta película no es la típica historia de “bicho que se dedica a matar sin más a todo lo que pilla por delante” (cosa que sí que son sus secuelas, por cierto), el guión se va desarrollando de manera perfecta y todo se cuenta en su debido momento y a la velocidad justa, sólo nos enseñan al monstruo (cutre, muy cutre en esta primera cinta de la saga), unas pocas veces y sobra para que se haya convertido en un icono de la Historia del cine.
Lógicamente la estética y las costumbres que se ven son la de la época en que se rodó (me hace mucha gracia ver que en cuanto se despiertan se ponen a fumar como cosacos en un ambiente cerrado, jajajajaja, no debe faltar mucho para que hagan otro montaje eliminando esa escena), y ese es uno de los encantos de la película, que pasen los años que pasen nos dé igual la estética trasnochada sino que muy al contrario no pierda un ápice de su interés y te siga apeteciendo pasar un par de horas viéndola de nuevo.
La pena es cómo han destrozado la historia con las secuelas. Aaaaaaayyyyyyyyyy, las secuelas. La segunda (la de James Cameron), es la única medio decente, la 3ª de Fincher es un tostón, la 4ª de Jeunet no pasa de tener un espectacular diseño de producción a la francesa, las de “Alien vs.Predator” vamos a fingir que nunca existieron y las precuelas ….aaaaaaaaaaaayyyyyyyyy, las precuelas. Prometheus tiene en el guión más agujeros negros que un libro de Stephen Hawking, aunque la que me de verdad me saca de quicio es Alien Covenant. No destriparé aquí nada de su argumento ni soltaré ningún spoiler (entre otras cosas porque la crítica es de la película original), pero la escenita de “cierta persona” tocando la flautita y besándose consigo mismo es para pegarle a Riddley Scott con toda la mano abierta.
Pero volviendo a Alien (la original, la de verdad, la que debería haber sido la única), UN PELICULÓN.
En la zona spoiler comento una curiosidad del reparto.
El ambiente claustrofóbico está absolutamente conseguido y la angustia es brutal en cada escena, todo ello conseguido a base de guión, montaje y unos efectos especiales que hoy nos parecen el no va más de lo cutre, obteniendo un resultado espectacular a años luz de lo que consiguen otras películas con mucho más presupuesto y medios actuales.
Y es que esta película no es la típica historia de “bicho que se dedica a matar sin más a todo lo que pilla por delante” (cosa que sí que son sus secuelas, por cierto), el guión se va desarrollando de manera perfecta y todo se cuenta en su debido momento y a la velocidad justa, sólo nos enseñan al monstruo (cutre, muy cutre en esta primera cinta de la saga), unas pocas veces y sobra para que se haya convertido en un icono de la Historia del cine.
Lógicamente la estética y las costumbres que se ven son la de la época en que se rodó (me hace mucha gracia ver que en cuanto se despiertan se ponen a fumar como cosacos en un ambiente cerrado, jajajajaja, no debe faltar mucho para que hagan otro montaje eliminando esa escena), y ese es uno de los encantos de la película, que pasen los años que pasen nos dé igual la estética trasnochada sino que muy al contrario no pierda un ápice de su interés y te siga apeteciendo pasar un par de horas viéndola de nuevo.
La pena es cómo han destrozado la historia con las secuelas. Aaaaaaayyyyyyyyyy, las secuelas. La segunda (la de James Cameron), es la única medio decente, la 3ª de Fincher es un tostón, la 4ª de Jeunet no pasa de tener un espectacular diseño de producción a la francesa, las de “Alien vs.Predator” vamos a fingir que nunca existieron y las precuelas ….aaaaaaaaaaaayyyyyyyyy, las precuelas. Prometheus tiene en el guión más agujeros negros que un libro de Stephen Hawking, aunque la que me de verdad me saca de quicio es Alien Covenant. No destriparé aquí nada de su argumento ni soltaré ningún spoiler (entre otras cosas porque la crítica es de la película original), pero la escenita de “cierta persona” tocando la flautita y besándose consigo mismo es para pegarle a Riddley Scott con toda la mano abierta.
Pero volviendo a Alien (la original, la de verdad, la que debería haber sido la única), UN PELICULÓN.
En la zona spoiler comento una curiosidad del reparto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Una curiosidad: los personajes mueren en sentido inverso al caché del actor que lo interpreta. El primero que muere es el actor más célebre en el momento de rodar la película (John Hurt), a continuación los siguientes en fama en aquel 1979 y la última superviviente es la actriz menos conocida en aquel momento, una tal Sigourney Weaver.
19 de agosto de 2024
19 de agosto de 2024
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tercera reseña que escribo sobre la franquicia "Alien", y tengo valor porque le voy a meter mano a la que posiblemente sea una de las MEJORES cintas de ciencia ficción y terror de todos los tiempos y solo tiene 45 añitos de nada.
También es, probablemente, de las mejores cintas de Ridley Scott, junto a "Blade Runner" (1982). Por Mr. Scott siento verdadera devoción, es uno de mis directores de cine preferido. El tío es un genio, tiene una forma de afrontar todos sus proyectos única y especial. Vale, puede que de un tiempo a esta parte el señor este chocheando un poquillo, pero para mí, cualquier film que esté dirigido por este señor merece la pena sin duda alguna.
Podría contaros mil y una historias y anécdotas sobre este peliculón, que casi todo el mundo conoce y que están ya más que manidas y trilladas, pero lo más que voy a hacer es resumir y alabar algunos pocos aspectos que más me gustan de esta GRAN película.
Lo más alucinante de esta peli es lo magníficamente bien conseguida que esta la sensación de aislamiento, de soledad, claustrofobia y angustia, impresionante, vaya.
No sé en qué carajos estaban pensando Dan O'Bannon y Ronald Shusett para crear semejante locura de pesadilla, ni que había en la retorcida mente de H.R. Giger cuando creo el xenoformo y el resto de siniestras locuras que vemos en pantalla, pero vamos: lo clavaron, crearon algo GENIAL y BRILLANTE, ÚNICO, INIGUALABLE e IRREPETIBLE, perturbadoramente fascinante y magnético.
Y si el guion era bueno, decidieron recurrir a un entonces desconocido Ridley Scott para dirigirla, y el buen señor consigo hacer aún más grande y mejor el guion que le dieron, la hostia.
Y el culmen de esta genialidad es ese personaje que empieza siendo más bien secundaria y, sin que apenas seamos capaces de percibirlo, se hace con la película y con el espectador: Ellen Ripley. Ripley es un personaje único e irrepetible y, por más que hayan intentado darnos más personajes femeninos iguales de fuertes y cojonudos, nada, no hubo ni ha habido tutía. Y encima nos dio a conocer a una gran actriz, Susan Alexandra Weaver, más conocida como Sigourney Weaver. Lo digo total y completamente en serio: Weaver es una de las mejores actrices de su generación, terriblemente infravalorada, no se tiene en cuenta su talento y potencial, de verdad os lo digo.
Y luego estarían:
Tom Skerritt como el capitán Dallas, un señor que solo es reconocido por esta cinta y por "Top Gun" (1986), pare usted de contar.
Ese genio que fue John Hurt como Kane. Hurt para mí es un gran actor. Aquí, el pobre, acaba regulín, pero nos deja una escena brutal y salvajemente memorable. Y esa escena es todavía mejor sabiendo que nadie del reparto, excepto Ridley Scott y el propio Hurt, tenían conocimiento de lo que iba a ocurrir, las expresiones de terror y pánico del reparto son auténticas y genuinas.
Otro actorazo que aparece en la cinta es Harry Dean Stanton como Brett, quien tiene un mal encuentro con la cucaracha espacial. Las primeras palabras de Stanton a Scott fueron: "No me gustan las escenas de ciencia ficción o las películas de monstruos". A Scott le divirtió aquello y convenció a Stanton para que participara en el film con el papel de Brett, después de asegurarle que "Alien" era realmente un thriller más bien parecido a la novela "Diez negritos", de Agatha Christie. Menos mal que al final acepto participar, porque sin Stanton y su Brett no me puedo imaginar esta peli.
Pero no se puede entender a Brett sin su colega Parker, estupendamente interpretado por Yaphet Kotto.
Y no me quiero olvidar del siniestro sintético Ash, interpretado maravillosamente por Ian Holm. Qué GRANDE era Holm, que estupendas interpretaciones nos dejó como legado. Su Ash es de los mejores personajes de la Historia del Séptimo Arte, del cine de terror y de la ciencia ficción.
Como director de fotografía contrataron a Derek Vanlint, quien realizó, en mi humilde opinión, un maravilloso trabajo, la verdad. La atmosfera pesada, tétrica, pegajosa, siniestra es uno de los puntos fuertes de este film.
Y la banda sonora la compuso Jerry Goldsmith, un señor que nos regaló algunas de las mejores composiciones para films de ciencia ficción de toda la Historia del Cine. La banda sonora es otro punto fuerte de este espectacular peliculón.
Alucinante resulta el hecho de que Meryl Streep y Harrison Ford casi participaron en el film, ¿Os imagináis a Streep como Ellen Ripley y a Ford como Dallas? La hostia, vaya. Pero Sigourney Weaver dejó el listón bien alto, ya es IMPOSIBLE imaginarse a otra actriz, por muy buena que sea Meryl Streep, como Ripley.
Como curiosidad personal conseguí ver una reposición de la cinta, del montaje del director en concreto, en versión original subtitulada en una sala de cine, una cojonuda y maravillosa experiencia para todo un cinéfilo como servidor, a ver si hubiese suerte y pudiese volver a verla en el cine otra vez.
Resumiendo: Ya estáis tardando en verla, es un PELICULÓN IM-PRES-CIN-DI-BLE.
"No tenéis ninguna posibilidad, pero... Contáis con mi simpatía."
Me disculpo humildemente por mi pobre y escueto comentario sobre una de las mejores películas de toda la Historia del Séptimo Arte, la adoro y necesitaba dedicarle unas palabritas, por penosas que sean, más teniendo en cuenta que me conquistó y fascinó con unos 13 ó 14 años, una edad que creo adecuada para visionar esta obra maestra por primera vez.
También es, probablemente, de las mejores cintas de Ridley Scott, junto a "Blade Runner" (1982). Por Mr. Scott siento verdadera devoción, es uno de mis directores de cine preferido. El tío es un genio, tiene una forma de afrontar todos sus proyectos única y especial. Vale, puede que de un tiempo a esta parte el señor este chocheando un poquillo, pero para mí, cualquier film que esté dirigido por este señor merece la pena sin duda alguna.
Podría contaros mil y una historias y anécdotas sobre este peliculón, que casi todo el mundo conoce y que están ya más que manidas y trilladas, pero lo más que voy a hacer es resumir y alabar algunos pocos aspectos que más me gustan de esta GRAN película.
Lo más alucinante de esta peli es lo magníficamente bien conseguida que esta la sensación de aislamiento, de soledad, claustrofobia y angustia, impresionante, vaya.
No sé en qué carajos estaban pensando Dan O'Bannon y Ronald Shusett para crear semejante locura de pesadilla, ni que había en la retorcida mente de H.R. Giger cuando creo el xenoformo y el resto de siniestras locuras que vemos en pantalla, pero vamos: lo clavaron, crearon algo GENIAL y BRILLANTE, ÚNICO, INIGUALABLE e IRREPETIBLE, perturbadoramente fascinante y magnético.
Y si el guion era bueno, decidieron recurrir a un entonces desconocido Ridley Scott para dirigirla, y el buen señor consigo hacer aún más grande y mejor el guion que le dieron, la hostia.
Y el culmen de esta genialidad es ese personaje que empieza siendo más bien secundaria y, sin que apenas seamos capaces de percibirlo, se hace con la película y con el espectador: Ellen Ripley. Ripley es un personaje único e irrepetible y, por más que hayan intentado darnos más personajes femeninos iguales de fuertes y cojonudos, nada, no hubo ni ha habido tutía. Y encima nos dio a conocer a una gran actriz, Susan Alexandra Weaver, más conocida como Sigourney Weaver. Lo digo total y completamente en serio: Weaver es una de las mejores actrices de su generación, terriblemente infravalorada, no se tiene en cuenta su talento y potencial, de verdad os lo digo.
Y luego estarían:
Tom Skerritt como el capitán Dallas, un señor que solo es reconocido por esta cinta y por "Top Gun" (1986), pare usted de contar.
Ese genio que fue John Hurt como Kane. Hurt para mí es un gran actor. Aquí, el pobre, acaba regulín, pero nos deja una escena brutal y salvajemente memorable. Y esa escena es todavía mejor sabiendo que nadie del reparto, excepto Ridley Scott y el propio Hurt, tenían conocimiento de lo que iba a ocurrir, las expresiones de terror y pánico del reparto son auténticas y genuinas.
Otro actorazo que aparece en la cinta es Harry Dean Stanton como Brett, quien tiene un mal encuentro con la cucaracha espacial. Las primeras palabras de Stanton a Scott fueron: "No me gustan las escenas de ciencia ficción o las películas de monstruos". A Scott le divirtió aquello y convenció a Stanton para que participara en el film con el papel de Brett, después de asegurarle que "Alien" era realmente un thriller más bien parecido a la novela "Diez negritos", de Agatha Christie. Menos mal que al final acepto participar, porque sin Stanton y su Brett no me puedo imaginar esta peli.
Pero no se puede entender a Brett sin su colega Parker, estupendamente interpretado por Yaphet Kotto.
Y no me quiero olvidar del siniestro sintético Ash, interpretado maravillosamente por Ian Holm. Qué GRANDE era Holm, que estupendas interpretaciones nos dejó como legado. Su Ash es de los mejores personajes de la Historia del Séptimo Arte, del cine de terror y de la ciencia ficción.
Como director de fotografía contrataron a Derek Vanlint, quien realizó, en mi humilde opinión, un maravilloso trabajo, la verdad. La atmosfera pesada, tétrica, pegajosa, siniestra es uno de los puntos fuertes de este film.
Y la banda sonora la compuso Jerry Goldsmith, un señor que nos regaló algunas de las mejores composiciones para films de ciencia ficción de toda la Historia del Cine. La banda sonora es otro punto fuerte de este espectacular peliculón.
Alucinante resulta el hecho de que Meryl Streep y Harrison Ford casi participaron en el film, ¿Os imagináis a Streep como Ellen Ripley y a Ford como Dallas? La hostia, vaya. Pero Sigourney Weaver dejó el listón bien alto, ya es IMPOSIBLE imaginarse a otra actriz, por muy buena que sea Meryl Streep, como Ripley.
Como curiosidad personal conseguí ver una reposición de la cinta, del montaje del director en concreto, en versión original subtitulada en una sala de cine, una cojonuda y maravillosa experiencia para todo un cinéfilo como servidor, a ver si hubiese suerte y pudiese volver a verla en el cine otra vez.
Resumiendo: Ya estáis tardando en verla, es un PELICULÓN IM-PRES-CIN-DI-BLE.
"No tenéis ninguna posibilidad, pero... Contáis con mi simpatía."
Me disculpo humildemente por mi pobre y escueto comentario sobre una de las mejores películas de toda la Historia del Séptimo Arte, la adoro y necesitaba dedicarle unas palabritas, por penosas que sean, más teniendo en cuenta que me conquistó y fascinó con unos 13 ó 14 años, una edad que creo adecuada para visionar esta obra maestra por primera vez.
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