Casa en llamas
2024 

7.0
17,266
Comedia. Drama
Montse está emocionadísima porque está a punto de pasar un fin de semana con toda la familia en su casa de Cadaqués, en la Costa Brava. Divorciada desde hace años, su ex tiene una nueva pareja, sus hijos han crecido y hace tiempo que hacen su vida sin hacerle ningún caso. Pero a Montse nada ni nadie conseguirá fastidiarle los ánimos; hace demasiado tiempo que espera este momento. Este fin de semana será sí o sí un fin de semana ... [+]
24 de enero de 2025
24 de enero de 2025
Sé el primero en valorar esta crítica
Aunque solo sea por ver las interpretaciones de Emma Vilarasau, Enric Auquer, Alberto San Juan y Macarena García y echarte alguna que otra risa, merece la pena ver "La casa en llamas" (Dani de la Orden).Con guion de Eduard Sola, que entreteje diálogos en catalán y castellano (importante ver en Versión Original), "La casa en llamas" habla de conflictos y enredos familiares: mujeres que no se sienten queridas, madres que se creen muy malas, padres manipuladores e hijos insatisfechos; personajes todos ellos frustrados y resentidos protagonistas de una historia que te entretiene pero olvidas a partes iguales.
26 de enero de 2025
26 de enero de 2025
Sé el primero en valorar esta crítica
Combina situaciones, personajes, rencillas, miedos, pullas y lugares que son cotidianos y frecuentes en nuestras vidas.
La vida urbana intensa, las tensiones de pareja con hijos pequeños, la madurez, la separación, las parejas en forja..., las segundas residencias, las nuevas parejas, la soledad del nido vacío y esa triste abandono de nuestros viejos..., gran enfermedad social del siglo XXI.
Buen elenco de actores. Situaciones inesperadas en dos días de tensa convivencia en una casa familiar de la Costa Brava. De sorpresa en sorpresa, discusión tras discusión, enfados elípticos, ironía infinita.., llegamos al final tras un guion y diálogos que la convierten una película original, premiable, divertida y que nos arranca lágrimas y risas. Todo trufado de paisajes y músicas muy bien escogidas.
La vida urbana intensa, las tensiones de pareja con hijos pequeños, la madurez, la separación, las parejas en forja..., las segundas residencias, las nuevas parejas, la soledad del nido vacío y esa triste abandono de nuestros viejos..., gran enfermedad social del siglo XXI.
Buen elenco de actores. Situaciones inesperadas en dos días de tensa convivencia en una casa familiar de la Costa Brava. De sorpresa en sorpresa, discusión tras discusión, enfados elípticos, ironía infinita.., llegamos al final tras un guion y diálogos que la convierten una película original, premiable, divertida y que nos arranca lágrimas y risas. Todo trufado de paisajes y músicas muy bien escogidas.
2 de febrero de 2025
2 de febrero de 2025
Sé el primero en valorar esta crítica
Puede ser, sin duda, una de las películas españolas del año, encabezada por la magnífica interpretación de Emma Villarasau. Empieza fuerte, con Montse hallando el cadáver de su madre, pero decide continuar igualmente con el plan familiar previsto. Te deja helado, pero posteriormente va cobrando sentido.
Una familia disfuncional, con padres divorciados, en la que muchas familias pueden sentirse reflejadas. Un padre egoísta y ausente, una madre entregada que se siente sola y no valorada, y unos hijos (uno narcisista y otra egoísta y mentirosa) que van completamente a su bola, sin pensar en los sentimientos de su madre y de su abuela. Además, me gusta como la nueva pareja del padre (que además fue su psicóloga) y la novia del hijo, personajes ajenos a la familia, tiene una perspectiva más objetiva y son las únicas que dicen las cosas tal como son, pues no están contaminadas por las dinámicas tóxicas de la familia (desde fuera, todo se ve más nítido). Desde luego, todas las familias tiene su caja de Pandora, y una vez que se prende la mecha, puede detonarse en cualquier momento.
No obstante, en mi opinión, el tema principal es la soledad, personificada en la figura de la madre. Montse se siente tan sola, poco valorada y desatendida por parte de sus hijos, que cruza varias líneas rojas y es capaz de cualquier cosa (incluyendo manipular psicológicamente) con tal de pasar un fin de semana en familia, sabiendo que no sabe si volverá a repetirse. Prefieren que la tachen de loca a sentirse sola. La soledad extrema puede desembocar en la locura.
Una familia disfuncional, con padres divorciados, en la que muchas familias pueden sentirse reflejadas. Un padre egoísta y ausente, una madre entregada que se siente sola y no valorada, y unos hijos (uno narcisista y otra egoísta y mentirosa) que van completamente a su bola, sin pensar en los sentimientos de su madre y de su abuela. Además, me gusta como la nueva pareja del padre (que además fue su psicóloga) y la novia del hijo, personajes ajenos a la familia, tiene una perspectiva más objetiva y son las únicas que dicen las cosas tal como son, pues no están contaminadas por las dinámicas tóxicas de la familia (desde fuera, todo se ve más nítido). Desde luego, todas las familias tiene su caja de Pandora, y una vez que se prende la mecha, puede detonarse en cualquier momento.
No obstante, en mi opinión, el tema principal es la soledad, personificada en la figura de la madre. Montse se siente tan sola, poco valorada y desatendida por parte de sus hijos, que cruza varias líneas rojas y es capaz de cualquier cosa (incluyendo manipular psicológicamente) con tal de pasar un fin de semana en familia, sabiendo que no sabe si volverá a repetirse. Prefieren que la tachen de loca a sentirse sola. La soledad extrema puede desembocar en la locura.
19 de febrero de 2025
19 de febrero de 2025
Sé el primero en valorar esta crítica
Una sátira familiar que destaca por un guion afilado, ingenioso e inteligente, lleno de un cinismo sutil pero efectivo. La película sorprende con su estructura coral, en la que cada personaje aporta una pieza clave para retratar la compleja desestructuración familiar.
Más que una simple comedia o drama, Todo queda en casa invita a la reflexión sobre las dinámicas familiares, el envejecimiento y el papel fundamental —pero muchas veces invisible— de las madres. A través de situaciones cotidianas llevadas al extremo, nos muestra cómo el tiempo y las relaciones pueden desgastarse, pero también cómo el amor y los lazos familiares persisten a pesar de todo.
Con una combinación perfecta de humor y emoción, la película logra hacernos reír y llorar en un mismo instante. Los diálogos brillantes y perspicaces refuerzan su crítica social, sin perder de vista la calidez y humanidad de sus personajes.
Una obra que, más allá del entretenimiento, nos deja pensando en nuestra propia familia y en las historias que la conforman.
Más que una simple comedia o drama, Todo queda en casa invita a la reflexión sobre las dinámicas familiares, el envejecimiento y el papel fundamental —pero muchas veces invisible— de las madres. A través de situaciones cotidianas llevadas al extremo, nos muestra cómo el tiempo y las relaciones pueden desgastarse, pero también cómo el amor y los lazos familiares persisten a pesar de todo.
Con una combinación perfecta de humor y emoción, la película logra hacernos reír y llorar en un mismo instante. Los diálogos brillantes y perspicaces refuerzan su crítica social, sin perder de vista la calidez y humanidad de sus personajes.
Una obra que, más allá del entretenimiento, nos deja pensando en nuestra propia familia y en las historias que la conforman.
28 de marzo de 2025
28 de marzo de 2025
Sé el primero en valorar esta crítica
Más que interesante comedia dramática española, con buenas interpretaciones, y una aceptable resolución.
La historia se centra en Montse (Emma Vilarasau), una veterana que se dispone a juntar a su familia, compuesta por sus dos hijos, Julia (María Rodríguez Soto) y David (Enric Auquer), para pasar un último fin de semana en la casa de la playa, que heredó de una tía y que se dispone a vender.
A medida que pasan los minutos, vamos descubriendo la sicología de los personajes, los intereses que los mueven, las fragilidades, mentiras, ocultamientos y culpas que cada uno carga sobre sus espaldas. El director mantiene el tono de comedia, suavizando el drama que subyace en la historia. Los protagonistas que se van sumando enriquecen el conjunto; cada uno aporta componiendo personajes bien definidos, y son tan importantes como los mencionados en el primer párrafo. Carlos (Alberto San Juan) en el rol del ex marido de Montse, Blanca (Clara Segura), su ex sicóloga y nueva pareja, que tiene una participación central en la trama, Marta (Macarena García), la joven novia del insufrible David, que hace una correcta interpretación.
Hay algunas cuestiones poco creíbles, pero se aceptan en función de lo que el director nos está contando. Desde nuestra perspectiva latina, es difícil de aceptar el comportamiento de Montse en el episodio relacionado con su madre; y hay otras resoluciones que se adivinan desde lejos, como el asunto de las niñas perdidas en la playa, pero esto no le quita interés a la película, son meros detalles que se pueden pasar por alto.
Vilarasau está notable, creíble, y cuando puede escupir todo lo que viene sintiendo año tras año, es un momento culminante de su interpretación. La ácida Julia (Rodríguez Soto) va dejando caer las capas que conforman su personalidad, para finalmente mostrarse desnuda, exhibiendo toda su fragilidad y la dualidad de sus sentimientos. Auquer compone un personaje bastante difícil, porque David es ese tipo de persona que resulta insoportable, pesado, denso, empalagoso en su relación con las mujeres, débil, sin personalidad. Y lo hace tan bien, que resulta irritante. Aquí el casting metió un pleno.
La fotografía es preciosa, especialmente retratando magníficos atardaceres, y las escenas en exteriores, que, ante la belleza del paisaje, no debería suponer un gran esfuerzo (dicho por alguien incapaz de sacar una buena foto con un celular).
El humor, siempre presente, atenúa las escenas dramáticas, y eso es un gran mérito del director, al permitir que la historia fluya y no se haga pesada en ningún momento.
El fuego más difícil de apagar es el quema desde adentro de nosotros.
La historia se centra en Montse (Emma Vilarasau), una veterana que se dispone a juntar a su familia, compuesta por sus dos hijos, Julia (María Rodríguez Soto) y David (Enric Auquer), para pasar un último fin de semana en la casa de la playa, que heredó de una tía y que se dispone a vender.
A medida que pasan los minutos, vamos descubriendo la sicología de los personajes, los intereses que los mueven, las fragilidades, mentiras, ocultamientos y culpas que cada uno carga sobre sus espaldas. El director mantiene el tono de comedia, suavizando el drama que subyace en la historia. Los protagonistas que se van sumando enriquecen el conjunto; cada uno aporta componiendo personajes bien definidos, y son tan importantes como los mencionados en el primer párrafo. Carlos (Alberto San Juan) en el rol del ex marido de Montse, Blanca (Clara Segura), su ex sicóloga y nueva pareja, que tiene una participación central en la trama, Marta (Macarena García), la joven novia del insufrible David, que hace una correcta interpretación.
Hay algunas cuestiones poco creíbles, pero se aceptan en función de lo que el director nos está contando. Desde nuestra perspectiva latina, es difícil de aceptar el comportamiento de Montse en el episodio relacionado con su madre; y hay otras resoluciones que se adivinan desde lejos, como el asunto de las niñas perdidas en la playa, pero esto no le quita interés a la película, son meros detalles que se pueden pasar por alto.
Vilarasau está notable, creíble, y cuando puede escupir todo lo que viene sintiendo año tras año, es un momento culminante de su interpretación. La ácida Julia (Rodríguez Soto) va dejando caer las capas que conforman su personalidad, para finalmente mostrarse desnuda, exhibiendo toda su fragilidad y la dualidad de sus sentimientos. Auquer compone un personaje bastante difícil, porque David es ese tipo de persona que resulta insoportable, pesado, denso, empalagoso en su relación con las mujeres, débil, sin personalidad. Y lo hace tan bien, que resulta irritante. Aquí el casting metió un pleno.
La fotografía es preciosa, especialmente retratando magníficos atardaceres, y las escenas en exteriores, que, ante la belleza del paisaje, no debería suponer un gran esfuerzo (dicho por alguien incapaz de sacar una buena foto con un celular).
El humor, siempre presente, atenúa las escenas dramáticas, y eso es un gran mérito del director, al permitir que la historia fluya y no se haga pesada en ningún momento.
El fuego más difícil de apagar es el quema desde adentro de nosotros.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here