La volví a ver hace unos días y la volví a gozar; el espectáculo visual es tan impresionante que te hace olvidar que la historia no es muy interesante. Solo por ver la belleza femenina de esa condesa solitaria, los elegantísimos hidroaviones y, sobre todo, el paradisiaco refugio de nuestro protagonista ya te hace amar la película y desear salir corriendo al sur de Italia a buscar unas localizaciones que ojalá existieran. Además, se puede ver con niños. Mis hijos se tronchaban con la pelea entre Porco y el pirata americano.

Primera película del año y vaya película.

Me ha encantado, de principio a fin y queda demostrado que Studio Ghibli nunca defrauda. La animación, la banda sonora, los personajes... No le falta de nada, tiene unas secuencias de aviación increíbles, es sumamente divertida a la par que intrigante.

Aunque sea la que quizás más se diferencia del resto de películas del estudio porque carece un poco de ese punto mágico que tienen todas, para nada se queda atrás y da la talla, superando a muchas por goleada.

Desde el coche se ven: las nubes que se acercan rasantes, un niño vestido con un sombrero de explorador que le queda grande, traje de baño completo y piel pálida, al doblar la esquina, el que es probablemente el chico más guapo que haya visto nunca, con excepción de uno o dos franceses. Hay una música en el ambiente. Una sensación pesada. Las nubes que vuelan rasantes se cuelan por la ventanilla del coche sin modificar su ritmo y dirección. No es niebla. Una nube aislada colina abajo. Porco aterriza su hidroavión haciendo una ligera pirueta. Hay alguien que lo espera desde el puerto. Ya no somos los mismos que antes, dice. El mundo ya no es el mismo. ¿Tú crees? Para mí nada ha cambiado. Los aviones son más rápidos y vuelan más alto, pero seguimos sin saber reconocernos cuando ponemos los pies en tierra firme. ¿Es que hemos nacido para ser pájaros? ¡Cuando los cerdos vuelen! No dice eso el refrán. Cuando los cerdos vuelen. Si incluso los cerdos han nacido para volar. Escaparse con los pájaros. Los primeros aviones imitaban a los pájaros, a la vida. Buscas a los que ya no están detrás de la siguiente nube, detrás de la siguiente escaramuza. La muerte os unirá por fin. Estás tentado a evitar la vida, Marco. Tentado a ver la nube que atraviesa diagonalmente los cuerpos que tienen miedo a tomar tierra y descubrirte como un falso pájaro. Solo sabes volar entre un lugar y el siguiente. Ni aun diciendo tres veces tu nombre frente al espejo: Marco, Marco, Marco, te aparecerías con la promesa de verte otra vez como antes. Ya no podemos volver atrás de todos los accidentes.

Encandiladora historia sobre el amor, el honor y la amistad ambientada en el Adriático. Llena de lirismo, de grandes personajes y de aventuras, "Porco Rosso" es la cima animada de Miyazaki. Su mejor película.

Una producción maravillosa, aunque un guión abstracto, de esos con muchos cabos sueltos o incluso que no los atas adecuadamente, al más puro estilo Ghibli.
Unos dibujos y una técnica alucinantes para su época, un contexto bastante romántico e ilustrativo, pero como he comentado, el guión es para aquellos que tienen el don de la interpretación o la polarización de ideas. Es decir, que juega con metáforas y argumentos más allá de lo que es un cuento.
Quitando esas ganas por comprender, es recomendable verla y dejarse llevar por un festival de imágenes en movimiento, colores y mucha pero que mucha acción, con su toque de humor.