Porco RossoAnimación
7.4
27,515
Animación. Fantástico. Aventuras
Periodo de entreguerras. Porco es un cerdo aviador que frustra todos los actos de piratería perpetrados por los piratas aéreos del Adriático. Éstos, decididos a acabar con el valiente y hábil aviador, se ponen de acuerdo para contratar a un aventurero americano cuya misión será eliminarlo. (FILMAFFINITY)
8 de diciembre de 2006
8 de diciembre de 2006
7 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Porco Rosso me tiene el corazón robado. Con ella descubrí al maestro Miyazaki en el Festival de Sitges, hace ya demasiados años. Ocupa un lugar destacado en el panteón de mi culto particular.
La adoro.
La adoro.
6 de abril de 2015
6 de abril de 2015
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi esta película improvisando una al azar, de hecho no sabía nada de ella más allá de que iba de un cerdo piloto y la verdad es que tiene momentos buenos y agradables, entretiene en muchas partes pero no me conmueve, no me resulta emocionante más allá de un par de momentos donde se ve la magia de Ghibli porque por lo demás me parece una historia de animación muy convencional y previsible. Muchos dirán que es especial pero no termino de encontrar esa especialidad porque ni me hace llorar como otras pelis Ghibli ni mucho menos me hace reír como debería.
Técnicamente es impecable y alucinante en términos visuales, la banda sonora es bastante bonita y compagina a la perfección con el tono de la cinta. El personaje de Porco es correcto pero podría haber sido aún más carismático y entrañable. En cierto modo tiene destellos originales pero a mí el tema de los pilotos no es algo que me entusiasme y me resulte llamativo más allá del tema historia de amor que eso si que me resultó bastante entrañable. Por lo demás guarda toque de algunas cintas clásicas que quizás eso la haga más fuerte a la hora de valorarla pero no es ni mucho menos de lo mejor del estudio que estoy completando poco a poco sino una más de animación que ha pasado sin pena ni gloria porque cuando se habla de Ghibli basicamente no se suele mencionar a esta película y con razón. Pasable.
Técnicamente es impecable y alucinante en términos visuales, la banda sonora es bastante bonita y compagina a la perfección con el tono de la cinta. El personaje de Porco es correcto pero podría haber sido aún más carismático y entrañable. En cierto modo tiene destellos originales pero a mí el tema de los pilotos no es algo que me entusiasme y me resulte llamativo más allá del tema historia de amor que eso si que me resultó bastante entrañable. Por lo demás guarda toque de algunas cintas clásicas que quizás eso la haga más fuerte a la hora de valorarla pero no es ni mucho menos de lo mejor del estudio que estoy completando poco a poco sino una más de animación que ha pasado sin pena ni gloria porque cuando se habla de Ghibli basicamente no se suele mencionar a esta película y con razón. Pasable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La escena: Los piratas quieren acabar con el avión de Porco y la chica les para los pies de manera que todos quedan anonadados con su presencia, me gustó esa escena y es bastante graciosa, casi que la que más.
16 de noviembre de 2008
16 de noviembre de 2008
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Salvo por el detalle poco importante de tener a un cerdo como protagonista, en esta cinta no vamos a ver hechizos, ni poderes, ni transmutaciones, ni dioses, ni los clásicos elementos de las películas de Ghibli. Excepto, una calidad excepcional de animación y, para mi gusto, el mejor guión en toda la trayectoria del director. Esto se demuestra en que PORCO ROSSO es seguramente la más "para todos los públicos" de todas las que ha hecho. No me malinterpreteis, TOTORO la llevo grabada en el corazón, MONONOKE me encantó y CHIHIRO es de mis favoritas, por supuesto. Pero no veo a mi padre, por ejemplo, viendo esas películas, qué quereis que os diga. Esta en cambio sí, resulta entretenida para todo el mundo.
Además, el hecho de no refugiarse en un mundo fantástico paralelo al nuestro, sino en la Europa de entreguerras, lo hace más interesante, pienso yo.
Además, el hecho de no refugiarse en un mundo fantástico paralelo al nuestro, sino en la Europa de entreguerras, lo hace más interesante, pienso yo.
9 de julio de 2022
9 de julio de 2022
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca fui aficionado a la animación japonesa, pero tras haber disfrutado mucho con la imaginación y magia de la estupenda "El viaje de Chihiro" (2001) y la también muy estimable "La Princesa Mononoke" (1997) me ha decepcionado mucho esta historia del cerdito aviador, inmediatamente anterior a las citadas en la filmografía de Miyazaki.
A la peli le falta guión y todo lo que se cuenta en ella es profundamente aburrido, no termina de engancharte o interesarte pese a su prometedor inicio, y desprende una gran frialdad. Le falta chispa. Y tampoco es que el problema sea que la cinta no tenga un 'macguffin' definido, pues eso es bastante propio del mejor cine japonés. Lo que pasa es que, salvo en algún momento puntual, lo que le pasa a este cerdito valiente y al resto de personajes que desfilan por la pantalla apenas conmueve.
Si es que les pasa algo, que aunque se muevan mucho de una ciudad a otra y vuelen mucho en hidroavión de un sitio para otro, de la isla refugio del cerdito volador a Milán, o de un versallesco jardín a un hotel, lo que interiormente les sucede es muy difícil de descifrar. Y no terminan de estar bien construidos, aunque estén bien dibujados. O sea, la antítesis de las otras dos pelis citadas que tanta fama han dado a Miyazaki.
Y es que hay carencias que nunca pueden suplir en una cinta el que técnicamente sea irreprochable o cuente con una ambientación resultona. Y a veces se nota mucho que se trata de un corto para proyectar en aviones que terminó alargándose y convirtiéndose en película.
A la peli le falta guión y todo lo que se cuenta en ella es profundamente aburrido, no termina de engancharte o interesarte pese a su prometedor inicio, y desprende una gran frialdad. Le falta chispa. Y tampoco es que el problema sea que la cinta no tenga un 'macguffin' definido, pues eso es bastante propio del mejor cine japonés. Lo que pasa es que, salvo en algún momento puntual, lo que le pasa a este cerdito valiente y al resto de personajes que desfilan por la pantalla apenas conmueve.
Si es que les pasa algo, que aunque se muevan mucho de una ciudad a otra y vuelen mucho en hidroavión de un sitio para otro, de la isla refugio del cerdito volador a Milán, o de un versallesco jardín a un hotel, lo que interiormente les sucede es muy difícil de descifrar. Y no terminan de estar bien construidos, aunque estén bien dibujados. O sea, la antítesis de las otras dos pelis citadas que tanta fama han dado a Miyazaki.
Y es que hay carencias que nunca pueden suplir en una cinta el que técnicamente sea irreprochable o cuente con una ambientación resultona. Y a veces se nota mucho que se trata de un corto para proyectar en aviones que terminó alargándose y convirtiéndose en película.
23 de diciembre de 2014
23 de diciembre de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una auténtica joya de la animación que salió allá por 1992, de mano de ese genio de la animación japonesa: Hayao Miyazaki.
Este film nos cuenta las andanzas de un piloto maldito, transformado años atrás en un cerdo con forma humana, que ahora es un caza-recompensas que protege los barcos de los temidos piratas del Adriático. Por lo tanto, nos encontramos entre Italia y Croacia, en la época del alzamiento del Fascismo italiano (o al menos de una parodia de él), 1929. Una época convulsa, llena de poder, gente ladrando órdenes y gente luchando por seguir libres. Parafraseando la introducción que te hacen en la película: “…en la época en la que el hidroavión era el señor de los mares”.
Apasionante y entrañable película de animación tradicional para todos los públicos y punto, porque lo bueno no necesita nada más, ni CGIs ni niños coreanos muertos. No deja indiferente, es una peli como las de antes, trepidante, sin argumentos trillados, llenos de ilusión y radiantes. Estudio Ghibli consigue transmitir libertad. De hecho, como película, y a pesar del tiempo que tiene, no deja de hacerme estremecer, ni Disney consigue producto semejante. El guión rebosa pasión, ingenuidad propia de tiempos llenos de romanticismo, fuerza, magia, esperanza.
Como gran homenaje que es a la aviación y los principios que tuvo, y allá donde se perdió la ética, te muestran el código de combate aéreo antes de que los pilotos americanos de La Primera Guerra Mundial empezaran a bombardear hospitales de la Cruz Roja. Esa época en la que se entablaban duelos en el aire, cuando los Ases eran héroes del aire mientras que los soldados rasos combatían en las trincheras, donde el código era puro salvajismo. Es al fin y al cabo volver a hablar de esas esperanzas perdidas, y que pese a ser un cerdo se puede ser mejor ser humano.
[...]
Fragmento extraído de www.generacionfriki.es
Este film nos cuenta las andanzas de un piloto maldito, transformado años atrás en un cerdo con forma humana, que ahora es un caza-recompensas que protege los barcos de los temidos piratas del Adriático. Por lo tanto, nos encontramos entre Italia y Croacia, en la época del alzamiento del Fascismo italiano (o al menos de una parodia de él), 1929. Una época convulsa, llena de poder, gente ladrando órdenes y gente luchando por seguir libres. Parafraseando la introducción que te hacen en la película: “…en la época en la que el hidroavión era el señor de los mares”.
Apasionante y entrañable película de animación tradicional para todos los públicos y punto, porque lo bueno no necesita nada más, ni CGIs ni niños coreanos muertos. No deja indiferente, es una peli como las de antes, trepidante, sin argumentos trillados, llenos de ilusión y radiantes. Estudio Ghibli consigue transmitir libertad. De hecho, como película, y a pesar del tiempo que tiene, no deja de hacerme estremecer, ni Disney consigue producto semejante. El guión rebosa pasión, ingenuidad propia de tiempos llenos de romanticismo, fuerza, magia, esperanza.
Como gran homenaje que es a la aviación y los principios que tuvo, y allá donde se perdió la ética, te muestran el código de combate aéreo antes de que los pilotos americanos de La Primera Guerra Mundial empezaran a bombardear hospitales de la Cruz Roja. Esa época en la que se entablaban duelos en el aire, cuando los Ases eran héroes del aire mientras que los soldados rasos combatían en las trincheras, donde el código era puro salvajismo. Es al fin y al cabo volver a hablar de esas esperanzas perdidas, y que pese a ser un cerdo se puede ser mejor ser humano.
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Fragmento extraído de www.generacionfriki.es
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